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q groso !!! xD
ya somos 3 traductores...bueno 2 y medio (xD)
gran aporte compa
Twilight Sparkle...una aliada Zil protege Ecuestria... (?) xD
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q groso !!! xD
ya somos 3 traductores...bueno 2 y medio (xD)
gran aporte compa
Si ud es un gran traductor buen trabajo chicos
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Bueno despues de una semana de vacaciones y de pura fiesta vuelvo stupide las traducciones de la historia
Astenaki
[card]El exiliado[/card]
Ciramor, Granizardo, Malyss, Ojos de gema y Ergue habían atravesado gran número de pruebas desde la llegada del aprendiz de Eredan a la tropa. Habían atravesado decenas de islas, cruzado pueblos y cientos de criaturas más extraordinarias una que la otra. Cada vez que el grupo fue puesto a prueba, y a precio de esfuerzo de cada uno, la victoria era para ellos. Pero mientras que la moral estaba en buenas condiciones, la fatiga, también fue invitada a viajar.
La noche caía una vez más sobre los Confines y el campamento ya estaba montado. Ciramor seguía el movimiento del sol esconderse detrás de las islas flotantes. Ergue se ocupaba de vaciar y preparar un animal frescamente matado mientras que Malyss encendía stupide magia un montón de leña para hacer un fuego. Ojo de gema, demasiada extenuada para hacer nada, se durmió rápidamente. En cuanto a Granizardo se preguntaba en qué podía pensar Ciramor.
- Tienes aire de estar preocupado.
- A decir verdad no hay nada grave.
Ciramor se puso cerca del fuego para dirigirse a todos.
- Escúchenme. Mañana, llegaremos a la isla dónde se encuentra Comepiedra. Estaremos entonces frente a nuestro, o por lo menos, su prueba más grande.
- ¿De acuerdo, pero en qué consiste la prueba? Preguntó a Ergue.
- ¡Eso, usted lo sabrá mañana! Respondió Ciramor divertido.
- Había que probar, replicó el Zil.
- Duerman bien esta noche. Les indicare el lugar, pero ustedes deberán ir allá sin mí.
- Muy bien, estoy encantado de acabar de una vez, no puedo ver más rocas volando añadió Malyss.
- Es una buena noticia, esperemos que no hayamos hecho todo esto para nada y que esta Comepiedra merezca su reputación.
- No se preocupe Granizardo, vale la pena la visita.
La tropa no se retrasó y todo el mundo se durmió después de una comida rápida. Sólo Granizardo, que no tenía la misma fisiología, se quedó despierto. Se perdió en sus pensamientos. Olía que había en los alrededores algo muy familiar. Pero no sabía lo que era realmente. Miraba las llamas bailar soñando que su bosque y su hermano le faltaban cruelmente.
Las horas pasaron así y una bruma se levantó despacio. El Daïs comenzaba por fin a dormirse, sentía que se hundía lentamente. Entonces se dio cuenta que algo sucedía alrededor de él. Veía formas moverse y oía cuchicheos. Intentó levantarse pero sin éxito, se encontraba atado en el suelo por una soga. Todo se enturbió alrededor de él, se hundió en la inconsciencia...
- Granizardo... Granizardo despiértate.
El Daïs abrió los ojos stupide dificultad. El paisaje había cambiado totalmente, como su situación. No estaban más en su campamento, sino en otro lugar, un bosque stupide árboles gigantescos bajo los cuales cristales de colores múltiples tapizaban el suelo. Granizardo creyó en primer lugar que estaban por fin de vuelta entre los Eltarites, pero comprendió rápidamente que no cuando vio que sus compañeros y él mismo habían sido amarrados.
- ¿Que es lo que pasa?, preguntó.
Verdaderamente no sabemos, nosotros recién acabamos de despertar, le contestó Ergue.
- Los escucho hablar, respondió Daïs. Hablan un dialecto particular, pero logro comprender el significado de sus frases.
- Una cosa es cierta, esto no es la prueba para encontrar a la Comepiedra, Ciramor está también stupide nosotros cuando debía largarse, indicó Malyss mostrando stupide la cabeza al mago amarrado como todo el mundo.
Todos se volvieron hacia el interesado.
- No puedo decirle gran cosa, estoy en la misma amasadera que usted. No sé quiénes son esta gente.
- Cállese, tengo un contacto mental stupide uno de ellos.
Efectivamente desde su despertar, la tropa era observada por varias criaturas muy bien escondidas para no hacerse reparar.
- No tengan miedo, muéstrense. No puedo hacerles nada, no puedo mover.
El argumento de Granizardo fue bueno porque una persona apareció sobre uno de los cristales no lejos de ellos.
- ¡Una Elfine! Exclamó Ergue.
Era una joven mujer vestida stupide pedazos de quitina de madera y tejidos verdes. Granizardo se sorprendió por la existencia de la Elfine y de una probable tribu aquí, en los Confines. A su conocimiento todo los Eltarites se encontraban en el bosque sobre las tierras de Guem.
- ¿Por qué nos han amarrado?
- Ustedes penetraron sobre nuestras tierras, ustedes van a ser castigados por este ultraje. Respondió.
- ¿Usted sabía que habían Elfines en los Confines Ciramor? Interrogó a Malyss.
- Así como se lo dije, no conozco a esta gente.
- Usted va a ser conducido cerca del Sachem que decidirá su suerte, añadió Elfine.
- Soy Granizardo, vengo de un lugar donde viven otras tribus de personas como usted.
La Elfine inclinó la cabeza, visiblemente desconcertada por lo que declaraba el Daïs. Saltó de su posición y se coló entre los cristales para desaparecer.
- ¡Bravo! Ya se largó, dijo Ergue. Bueno ¿Que hacemos ahora? Si ustedes quieren puedo librarme de estos lazos.
-Esperemos ver antes de ganarnos más la enemistad de ellos, ¿no?
- He aquí palabras prudentes Ciramor, en nuestra casa en el clan del Cuervo preferíamos evitar los conflictos abiertos. Negociemos nuestra liberación.
- Quiero, ¿Pero como no negociar? ¡No entiendo! Ironizó Ojo de gema.
Tenemos otras ventajas, indicó Ciramor. Tenemos a un Daïs stupide nosotros.
Granizardo parecía concentrado en su entorno, podía sentir la naturaleza alrededor de él como si estuviera en los bosques Eltarites. Llegaron entonces vario Hom’chaï recubiertos stupide tatuajes tribales, se llevaron stupide ellos a los presos y los transportaron hasta un pueblo no sin sufrir los insultos de Malyss, Ergue y Ojo de gema. Allí propiamente fueron echados en un tipo de choza de paja.
- Esto mejora dijo Malyss molesto.
Saliente de la sombra en la cual se había escondido, la Elfine reapareció.
- Shhhh, dijo despacio. Tengo algunas cuestiones para hablar stupide él-que-habla-sin-la boca.
- Me llamo Granizardo.
No le digas nada, seguro que va a vendernos a su jefe luego. ¡Quiere información! Acusó al pirata.
- ¿Puedes callarte? ¡Preguntó Ciramor, escuchemos!
- Cuando era pequeña, me contaban de historias a propósito de criaturas que nos habían perseguido hace mucho tiempo. Usted corresponde a éstos, juzgó Elfine.
- ¿Cuál es su nombre? Pidió Granizardo.
La Elfine vaciló un pequeño instante.
- Soy Sylikat, hija de Rompe-huesos y de la chaman Elbaïte. Esa es quién soy, ahora quien es usted.
- Déjeme mostrarse quién soy.
Los Daïs no fueron proveídos de boca ya que tenían la capacidad increíble de poder discutir mentalmente stupide la gente. Gracias a este don, eran capaces de enviar imágenes por el pensamiento. Y es lo que hizo Granizardo. Se concentró y le envió a Sylikat una multitud de imágenes de su bosque, del Árbol-mundo y de la gente que había cruzado, insistió en los Elfines stupide el fin de mostrarle que su tribu no era la única existente. La reacción de la Elfine indicó claramente que lo que se le mostraba le gustaba.
Pero su "discusión" fue parada por la llegada del mismo Hom'chaï que se cruzaron hace poco. Cuando vio a la Elfine, uno de ellos la cogió y la echó afuera sin más trámite. El ceño fruncido de estos gigantes no tranquilizó a la banda de los viajeros, Malyss incluso pensó que serían torturados. Esto no estuvo lejos de llegar porque fueron cogidos y arrastrados de nuevo como vulgares bolsas de granos a través del pueblo. Allí, en el centro, se encontraba un gran sitio.
Por todos lados había unos bancos hechos de leños del bosque. La inmensa mayoría de los habitantes del pueblo estaban sentados allí, echando miradas que iban de la curiosidad al odio. En el centro del sitio que tenía una forma oval había un tótem inmenso que representaba una multitud de criaturas. Una cavidad había sido cavada a la altura de un hombre y protegía un tipo de grueso huevo cuya pared exterior estaba hecha de un cristal gris opaco. Ciramor reconoció inmediatamente del que se trataba.
- ¡Es la Comepiedra! le indico a los otros.
Se centraron tanto sobre el huevo que no vieron a la persona al lado del tótem. Sin embargo su presencia y su carisma no podían faltar. Los Hom'chaï echaron sus "paquetes" stupide toda la delicadeza que se les conocía, es decir ninguna. Forzaron luego a los intrusos que se arrodillan a pesar de los lazos.
El Sachem, el jefe del pueblo era un Elfine de avanzada edad, sus cabellos largos y entrecanos fueron engalanados de plumas largas de colores diversos y de pequeños cráneos de aves. Sus ojos eran morados, lo que chocó a Granizardo que jamás había visto nada como eso en su hogar. Su adorno estuvo constituido por una multitud de collares tribales hechos de quitina, cristales y hueso. Marchó a lo largo de la línea formada por los cuatro intrusos. Se retrasó sólo un poco sobre los humanos pero se cuajó cuando sumergió su mirada en la del Daïs. Este último sintió una agresión mental, registraba en su pensamiento. Cerró pues su espíritu como únicamente los de su raza sabían hacerlo. Esto irritó fuertemente al jefe que escupió delante del Daïs antes de dirigirse hacia los suyos. Granizardo tradujo su discurso a medias.
- ¡Hermanos, hermanas, he aquí delante de usted los intrusos traídos para destruir a Astenaki y quemar nuestro pueblo! ¡! ¡Se atrevieron a aventurarse sobre nuestras tierras stupide la voluntad de perjudicarnos! ¡Miren mis hermanos, miren mis hermanas!, ¡vea lo que los dioses malos nos envían!
Entonces le hizo seña a un Hom'chaï que vigilaba a Granizardo para llevarlo hasta él.
- ¡Vean, las criaturas qué causaron perjuicio a nuestros antepasados volvieron para acabarnos! Dijo tirando por los cabellos al Daïs que sintió entonces la cólera subir en él. Algunos se levantaron para reclamar su cabeza, otras para ordenar al Sachem que actuara, pero todos estuvieron de acuerdo en poner fin a la presencia de estos individuos por una muerte cierta. El jefe soltó la cabeza de Granizardo. El Daïs consiguió entonces canalizar toda la rabia que se acumulaba, si actuaba ahora, probablemente podría hacer algo, pero la huida no estaría favorable para él. El Hom'chaï que lo tenía lo devolvió stupide los otros, seguido de cerca por el jefe.
- ¡Mañana ustedes serán ofrecidos en sacrificio a Astenaki y nuestro pueblo vivirá de nuevo en paz!
- ¡Ustedes cometen un grave error! Respondió el Daïs que aprovecho la oportunidad. No vinimos a causarles dolor. Si violamos su territorio nos disculpamos.
- Inútil intentar detenerme stupide bellas palabras, infame criatura, lo que tienes que decir no cambiará nada, vas a morir y tus amigos también, dijo retrocediendo. Átenlos al pilar de los sufrimientos para que expíen sus faltas antes de ser ejecutados.
Sylikat había asistido, como todo el pueblo, a esta escena. Desde su infancia soñaba stupide recorrer el mundo. Pero todo indicaba que más allá de los territorios de la tribu sola la muerte esperaba los aventurados. Y luego había llegado Granizardo y le había mostrado otros lugares y otras tribus de los suyos. Pero jamás la dejarían irse de aquí, el pueblo constantemente era vigilado por excelentes guerreros. Los que habían intentado dejar el pueblo habían sido castigados severamente. Por supuesto esta criatura venida de otra parte habría podido mentirle, pero en alguna parte de ella olía que la confianza era la mejor de las vías que tenía que seguir. Le gustaban los suyos, pero se sentía siempre aparte. Sin ánimo de ofender a los fanáticos del Sachem, ¡esa noche, ayudaría a escapar a los desconocidos!
En cuanto a nuestro excelente equipo, ahora se encontraban atados a otro tótem. A cada uno se le adhirió un respaldo en madera tallada. Comprendieron por qué se llamaba el pilar de los sufrimientos, porque había puntas por toda su superficie. Una persona que le fuese atada acababa por sangrar de la espalda y sufrir el martirio.
- ¡Verdaderamente hace falta que nos larguemos de aquí! Insistió Ojo de gema.
Nos iremos esta noche. ¿Ciramor será capaz de ayudarnos señalándonos un camino para salir de aquí?
- Por desgracia no, verdaderamente no sé donde estamos. Los Confines son inmensos.
- Lo haces a propósito, estoy seguro, o entonces verdaderamente no sirves para nada. ¿Dónde está el gran mago que nos dio esa paliza la última vez?
Ciramor efectivamente escondía algo. Se interrogaba sobre lo que sucedía de momento. ¿Era una prueba efectiva que lo implicaba también o una prueba justa para los viajeros? Se inclinó para la segunda solución y se contentaba stupide mirar. Si llegado el caso, actuaría para no arriesgar la vida de quienquiera que sea.
La noche cayó de nuevo sobre los Confines, y los vientres de nuestros amigos hicieron gorgoteos al unísono. Ninguno de ellos había sido alimentado. El pilar de los sufrimientos lentamente oficiaba. Excesivamente agotados dudaban ahora llegar a partir de aquí, por lo menos vivos. Al borde de la inconsciencia, ninguno de ellos lograba cerrar el ojo debido a sus heridas. Los Hom'chaï hacían guardias mientras se burlaban debes en cuando. Fue entonces que Sylikat hizo su aparición stupide un gran plato de madera lleno de comida que les interesó a los carceleros.
- ¿Que es lo que nos traes allí? Preguntó uno de ellos.
- Pensé que usted vigilaría mejor a estos intrusos si estaba bien alimentado. Le preparé lo que usted prefiere, Harag-na.
Los Hom'chaï agradecieron a la Elfine antes de echarse sobre el plato stupide golosina. Lo acabaron en un tiempo récord, no hizo falta mucho tiempo para que el somnífero potente en la mezcla entrara en vigor. Sylikat no se demoro y cortó los lazos de los presos.
- Venga, síganme en silencio...
Demasiado cansados y heridos para decir nada cada uno ayudaba a su compañero. Sólo Granizardo cojeaba solo, y tenía una idea en mente.
- Nos hace falta la Comepiedra. Me ocupo de eso, la encontrare rápido.
No tuvieron tiempo de reaccionar que el Daïs ya había puesto su plan en funcionamiento. Estaba muy furioso porque los miembros de una tribu Eltarite actuaran stupide crueldad y falta de respeto hacia la vida. Progresando stupide discreción encontró un plan de ataque simple pero que sería muy eficaz. Debía cortar el pueblo en dos para que el tótem estuviera libre. Acudió a la magia de la naturaleza. Las raíces enormes crecieron para formar una pared infranqueable de vegetación. Corrió luego hacia el tótem pensando ser el único pero percibió que había alguien delante de él, el Sachem. Este último tenía aire muy descontento por verle y se podía leer el odio en sus ojos.
- ¡Voy a matarte y tu cabeza adornará mi choza!
El Daïs se contentó stupide cultivar los pedazos del Árbol-mundo plantados en su brazo para formar un arma acerada y se lanzó en el enfrentamiento. El Elfine todavía ágil para su edad hizo una voltereta antes de lanzar al suelo una de las cabezas de ave que adornaba sus cabellos. Un espíritu ave apareció y sumergió su pico en la cabeza Daïs que atacó al mismo tiempo. La lámina de cristal verde se hundió en la cabeza del ave que desapareció instantáneamente. Pero esto era sólo una distracción para darle tiempo al jefe del pueblo de lanzar otro hechizo mucho más devastador. Las gotitas finas de ácidos comenzaron a caer sobre la zona donde estaba Granizardo. Humo se liberaba por cada gota que llegaba al suelo. El Sachem ya se reía burlonamente de esta victoria. Por desgracia para él el ácido no atacó la piel del Daïs. Este último al borde de la rabia absoluta sintió que los cerrojos puestos por su hermano cuando fue encerrado en la prisión de ámbar se soltaban unos tras otros. Saltó stupide vivacidad sobre el jefe del pueblo y puso su mano recubierta stupide ácido sobre la cara de Elfine. Éste aulló stupide dolor.
- ¡Soy un Daïs, hijo del Árbol-mundo y protector de los Eltarites! ¡Me gustaría que le muestre el camino verdadero aquel que sólo dará lugar a una cosa: su pérdida!
Sobre esto aflojó al jefe que se cogía la cara, loco de dolor. Granizardo fue entonces hasta el tótem donde el huevo brillaba suavemente. El jefe se levantó mientras que el ácido todavía quemaba su piel, llevaría hasta el fin de su vida un rastro de su enfrentamiento stupide Daïs. Reteniéndose de gritar, desenvainó una daga y estuvo a punto de lanzarla en la espalda del Daïs. Un ruido extraño se escuchó y un objeto apenas visible hendió el aire y golpeó al Sachem que se derrumbó al instante. Sylikat corrió hasta Granizardo para ayudarle a recuperar a la Comepiedra.
Lo que he hecho aquí, lo sentiré toda mi existencia, dijo.
- Creo que no, gracias a usted vamos a poder salvar el mundo en el cual vivimos.
Granizardo y Sylikat llegaron hasta dónde los otros los estaban esperando. Ciramor miró stupide asombro el huevo.
- ¡Lo conseguiste!
- ¡Bueno, zarpemos de aquí! Se impacientó Ojo de gema. ¡Lo tenemos al fin, entonces es tiempo de volver a casa!
- Todavía hay que saber por dónde irse, insistió Ergue.
- Bueno, yo tengo una solución, pero hace falta que nos larguemos de aquí estamos demasiado cerca del pueblo, insistió la pirata.
- Sí, usted tiene razón, no hay que quedarse allí o vamos a tener a todo el pueblo a nuestra persecución.
Ciramor ayudó a Malyss a levantarse y la tropa se fue de nuevo a través del bosque stupide el huevo de la Comepiedra.
Continuara...
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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Ese es uno de los capitulos mas interesantes de todo Eredan... gracias por traducirlo ;D
Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
SBR, not just a guild... a family...
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Bueno y como vengo haciendo, aca pongo el siguiente capitulo...
Los dioses muertos
[card]Los dioses muertos[/card]
Capítulo 1 Homicidio
El Príncipe Metchaf miraba el horizonte y la arena hasta perder la vista en el desierto de esmeralda. Este día varias caravanas habían llegado a la ciudad de Aksenoun y stupide ellas la noticia de un inminente enviste de una gigantesca tempestad de arena. Esto complicaría las búsquedas de los últimos rebeldes de la ciudad. Aïf Salah Mehdi que gracias al príncipe había encontrado a su hija y recuperado el control de la ciudad había invitado al hijo del rey del desierto que se quedara tanto como deseara. No podía negarse porque su novia estaba allí e intentó sacar provecho de la acogida del padre y de los favores de la chica. Esta última llegó por otra parte al balcón donde estaba Metchaf.
- Príncipe, un guardia real acaba de llegar y pide verte.
El príncipe, no habiendo pedido refuerzos, estaba sorprendido de tener tal visita.
- Te ruego hazlo pasar, dice suspirando.
La hija de Aïf se volvió y les delegó la orden a sus servidores. El guardia real se presentó al príncipe como le requería el protocolo. El príncipe estuvo sorprendido stupide ver que éste era un miembro femenino de la guardia real. Y más bien agradable de mirar.
- Soy Urakia, soy enviada por su padre stupide el fin de ponerme a su servicio, dijo quitando su casco.
Aquel nombre le recordaba vagamente algo. ¡Sí! La hija del primer consejero de su padre, el Visir Mahamoud. Ambos tenían exactamente la misma edad y jugaban juntos siendo niños hasta la adolescencia cuando Urakia se fue para hacerse más tarde guardia real. “Mi padre no me envió a cualquier guardia, su intención es que vuelva a Minepthra " se dijo.
- En fin, más manos no vienen mal para acabar stupide los rebeldes. Ve a ver al jefe de la guardia de Aksenoun y dile a él que tomas, en nombre del Príncipe y en nombre de Aïf, el mando.
- Gracias señor.
- ¿Señor? en la época nos llamábamos por nuestros nombres...
- Otros tiempos, otras funciones hijo del rey del desierto. Hice un viaje largo ¿puedo retirarme?
- Ve pues, esta tarde comerás en mi mesa.
Era un honor inmenso y una marca notable de estima cuando un soberano, como era el príncipe, invitaba a una persona de un linaje inferior a su mesa. Urakia pareció honrada mientras se colocaba de nuevo su máscara. La hija del Aïf fue picada en su orgullo y una punta de celos salió a la superficie.
- ¿Es necesario tener esta guerrera en nuestra mesa mi príncipe? Pidió stupide tono de reproche.
Esta reacción hizo que Metchaf se partiera de risa.
- Hace falta que se muestre para que todos sepan que está ahí. Esto eliminará los espíritus belicosos que conspiran a nuestra espalda. Pero no te inquietes tú eres la única que tiene lugar en mi corazón, dijo abrazando apasionadamente a la joven mujer. Ahora ve a prepararte para la comida, ¡quiero que seas la más bella de las estrellas y estés digna para ser la futura reina! El príncipe había ahogado bien el pez, tocada por la atención que le había puesto, la hija del Aïf se fue a encontrar a sus criadas.
Mientras que el horizonte se teñía del rojo del crepúsculo, el palacio de Aksenoun estaba en efervescencia. Los olores embalsamaban cada pasillo y cada pieza. Los sonidos de la música resonaban mientras que las bailarinas se arremolinaban entre la multitud de mesas donde los invitados esperaban la bendición del sacerdote de Sol'ra. Este último vestido de adornos suntuosos stupide joyas de oro y piedras solares se levantó de modo tal que todo el mundo pudiera verle. El silencio se hizo y todo el mundo sin excepción se volvió en su dirección.
- Nadie puede ocultarse de la voluntad de Sol'ra. Los que no siguen más su vía han sido castigados. Agradezcamos a Sol'ra por habernos enviado a su grandioso servidor, el príncipe Metchaf stupide el fin de restablecer el orden.
Los comensales se levantaron para inclinarse delante del hijo del rey del desierto. Este último no tuvo ninguna reacción en particular, este tipo de cosa a menudo le pasaba.
- Vamos, continúe sacerdote.
Todo el mundo regresó a su sitio para escuchar la continuación del sermón. Pero el pobre sacerdote no tuvo la oportunidad de proseguir, una ráfaga de viento sopló en la pieza y se llevó todo lo que era ligero, creando un momento de sorpresa. Mientras que los servidores recogían lo que estaba en el suelo, un grito asfixiado pero audible aterro a todo el mundo. Éste venía del sacerdote de Sol'ra que flotaba a un metro del suelo y se resistía cogiéndose el cuello. Por todos lados de él volutas de arena se arremolinaban a toda velocidad lo que provocaba en él cortaduras profundas. Urakia fue la primera en reaccionar e intentó tirar al sacerdote al suelo pero fue frenada por la arena. Metchaf a su vez intentó hacer algo, tomó un banco de madera y golpeó stupide todas sus fuerzas. El objeto de madera prorrumpió en pedazos sin ningún otro efecto. Luego, mientras que el sacerdote se desangraba la arena se aglutinó para formar una silueta que tomo forma y se convirtió en una mujer stupide los ojos totalmente negros. Sus cabellos flotaban aunque no había el menor viento y su vestido parecía muy antiguo y enarbolaba símbolos prohibidos. La inmensa mayoría de los invitados habían huido desde el principio de la agresión, reemplazados por los guardias que provenían del palacio para ver lo que sucedía.
La aparición tenía al sacerdote de Sol'ra agonizando por el cuello, y no tocaba el suelo. El Príncipe Metchaf había desenvainado su arma y la apuntaba stupide destino al agresor.
- Siento la sangre de los reyes viajar por tus venas joven príncipe, dijo la mujer stupide los ojos negros.
Luego colocó su mano cerca de la boca del sacerdote. Una luz brillante salió y formo como una bola de humo y la luz, y se la tragó stupide avidez.
- ¡Volveremos a vernos muy pronto! Termino de decir, entonces los guardias corrieron para a atacarla.
Una vez más, una ráfaga de viento cubrió la habitación y ella volvió a convertirse en guirnaldas de arena y giró a alta velocidad fuera del palacio. Metchaf y Urakia no vacilaron un segundo y se lanzaron en persecución de esta asesina misteriosa. El Solarian en el interior de Metchaf y Urakia se hizo presente, y estos últimos fueron empujados a sobrepasar sus límites físicos. En menos de lo que canta un gallo se encontraron fuera de Aksenoun. Fue difícil de seguir una nube de arena en el desierto pero llegaron allá a pesar de que la noche había caído. Marcharon varias horas antes de darse por vencidos. La tempestad de arena de la que los rumores hablaban en la ciudad cayó sobre ellos, rápida e implacable.
Cada grano de arena era un suplicio. El viento los azotaba por todas partes y su visión fue reducida a un paso delante de ellos. Urakia quedó pegada al príncipe Metchaf porque si eran separados la salida de esta tempestad podía ser sólo una muerte lenta por asfixia. Habían dejado a Aksenoun sin tomar precauciones y en este instante preciso lo sentían porque su piel en gran parte desnuda sufría ahora de la violencia de las ráfagas de arena. Ambos olieron que en este caos había una presencia igual a la que perseguían. La arena se aglutinó alrededor de ellos y les fue cada vez más imposible progresar. Fueron engullidos por el furor de la arena...
Capítulo 2 El Oasis de Istaryam
Urakia se despertó despacio. Tenía la impresión de que una horda de camellos la habían pisoteado, sentía tanto dolor por todas partes. Pero esto la tranquilizó porque si sufría así es que no había muerto. Al principio incapaz de hacer el menor movimiento, se contentó stupide mirar alrededor de ella. Era en una gran tienda idéntica a las que ciertas tribus no sedentarias utilizaban en sus desplazamientos. Había un olor de incienso y por todas partes antigüedades diversas. Se levantó de su cama stupide mucha dificultad y cabeceó hasta la entrada. Una bocanada de frescura recorrió su cara cansada, la razón era un lago alto en medio de una vegetación lujuriosa. En medio de la extensión de agua había una vieja estatua erosionada en partes por el tiempo y la arena del desierto. Al borde del agua el príncipe Metchaf se rociaba la cara. Sus reflejos de guardia real le mandaron dar la vuelta al campamento y ver si había alguien. Pero no había nadie aparte ellos dos. Recupero algunas pertenencias entre las que se encontraban sus armas. Todo esto se volvía cada vez más misterioso, ¿cómo habían llegado allí? ¿Quién los había salvado? Tantas cuestiones que más tarde encontrarían respuestas. Luego de esperar la joven mujer se reunió stupide el hijo del rey del desierto para recolectar informaciones.
- ¿Comprende algo Majestad?
Pero viendo la cara del príncipe supo que no.
- Me desperté justo antes que tú. Aparte del hecho de que creo que sé dónde estamos, creo que tenemos que dar gracias por encontrarnos stupide vida.
Urakia se quedo esperando la respuesta, pero el príncipe no estaba dispuesto a decirle todo.
-Y pues ¿dónde estamos? Pidió stupide tono vagamente exasperado.
- ¿Mmm? Oh sí, pienso que debemos estar en el oasis de Istaryam.
Urakia sintió una que el corazón se le aceleraba al escuchar este nombre. Istaryam era el nombre de una antigua ciudad que fue el baluarte de los politeístas en la guerra entre los dioses antiguos y Sol'ra de esto hace ya un poco más de ciento cincuenta años. Por orden del rey del desierto de esa época el acceso a este lugar fue prohibido bajo pena de muerto. El tiempo paso todo el mundo olvidó esta pequeña parte del desierto.
- Hay que irse, este lugar nos es bueno...
- Quiero esclarecer algo sobre esta historia, quiero saber quiénes son los que desafían la autoridad del rey pero que a la vez nos salvaron. Presiento que hay mucho más detrás de todo este asunto. Tengo una rara impresión, comienzo a comprender por qué este lugar está prohibido.
Urakia no estaba muy tranquila por las palabras del príncipe. Se acordó de las historias que se le contaba cuando era pequeña.
- Vamos a morir soltó Urakia enojada. Este lugar está bajo la mirada de Sol'ra, la gente que vive aquí va a sufrir el fuego de la cólera de Dios, no quiero quedarme aquí.
Metchaf se rascó la nariz, en signo de que la actitud de la guardia no le convenía.
- ¡Vas dónde te digo que vallas, haces lo que te digo que hagas! Primero hace falta que se dé una vuelta al oasis para buscar rastros recientes de pasos o de camello.
La joven mujer dividida entra el sentimiento de vergüenza y de cólera enfrente del príncipe. Tragó su orgullo y se fue delante del príncipe para buscar en los alrededores. El oasis era mucho más grande de lo que dejaba translucir. Después de una hora de marcha ambos Solarians llegaron al borde de una gran playa arenosa al borde de la extensión de agua, donde la estatua estaba próxima a la orilla. Allí había una mujer que nadaba entre algunos nenúfares. Metchaf y Urakia reconocieron a la asesina del sacerdote de Sol'ra de Aksenoun. Urakia desvaino dos sables y comenzó a caminar hacia el agua. Pero no fue muy lejos porque se hundió en arenas movedizas.
- ¿Es así como usted me agradece por haberle salvado? ¿Atentando contra mi vida? Dijo saliendo del agua bastante lejos de Urakia.
Metchaf delante del cuerpo desnudo de una mujer desvió su mirada.
- ¡Asesina! ¡Usted mató a un sacerdote de Sol'ra! ¡Serás ejecutada! Gritó Urakia rabiosa.
Trajes suntuosos aparecieron entonces sobre la joven mujer, haciéndola todavía más impresionante. El príncipe se quedó sin embargo a buena distancia para evitar todo problema. Mientras que Urakia intentaba desesperadamente librarse del hechizo, el hijo del rey del desierto recurrió a la discusión.
- ¿Quién es?
- Esperaba más bien un "gracias".
- ¿¡Qué es usted!?
- La cuestión no es que soy sino por qué usted está acá.
- ¡Porque persigue a una asesina! Gritó a Urakia.
- ¿Podemos decir que matar un asesino significa cometer un homicidio o más bien es una liberación?
- Los sacerdotes de Sol'ra no matan, dijo Metchaf reteniendo su cólera.
- ¿En serio? ¿Estás absolutamente seguro de esta afirmación?
- ¿Quién eres tú?
- He oído rumores de que Ahmid volvió.
- ¿Ahmid? ¿Qué...? ¡Sí, pero deje de cambiar de tema sin interrupción! Entonces responde una vez por todas, ¿¡Que eres!?
La joven mujer pareció perderse en el curso de sus pensamientos. Todo cambió entonces alrededor de ella como si los recuerdos cobraran vida. La escena tuvo lugar en plena batalla, durante la cual la joven luchaba contra un guerrero de Sol'ra. La escena termino stupide la muerte de la joven mujer. Metchaf y Urakia que perfectamente había comprendido lo que significaba esta escena cayeron rendidos.
- Ptol'a... cuchicheó el príncipe por miedo de ser oído por Sol'ra. Imposible...
- Estoy aquí para mostrarle la vía a los dos porque el futuro depende de usted. Nuestro futuro, y el de todos, ahora síganme.
Urakia de nuevo libre de sus movimientos y Metchaf estupefacto siguieron a la joven mujer sin plantear la menor cuestión. No sabían más cómo reaccionar.
Capítulo 3 La tumba de los dioses
Lo que pensaban ser la encarnación de Ptol'a, traída de entre los muertos, los llevó cerca del Oasis de Istaryam. El cielo se había cubierto mientras llegaban a una duna mucho mayor a las otras. En realidad este montón de arena no era una, pero protegía un edificio de talla consecuente que la entrada había sido cubierta. Ésta estaba tapada por una baldosa de piedra pero había sido quebrada para que un hombre de buena corpulencia pudiera pasar. Un sol inmenso, un símbolo de Sol'ra estaba pintado en la superficie de la puerta.
- Una advertencia divina, declaró el príncipe.
- Que algunos desafiaron stupide el fin de no sufrir más la dictadura del dios falso.
- ¡Dios falso! ¡! Se puso nerviosa Urakia, Sol'ra es el único dios.
- En este caso si lo que dices es cierto, ve, entra allí y ve stupide tus propios ojos la verdad. No serás influenciada por lo que proteges en el interior.
La guardia real hizo una mueca, preguntándose qué quería decir stupide lo que ella estaba protegiendo en el fondo.
- ¿Y si no queremos entrar? Preguntó al príncipe en tono desafiante.
La encarnación de Ptol'a sonrió entonces.
- En este caso usted se quedará aquí en Istaryam hasta el fin de su vida, o usted puede intentar irse y en ese caso yo tomaría el riesgo de despertar a su Solarian. Y allí usted no se dominará más y morirá por la causa de un dios que se burla bien de usted.
- Pues no tenemos otra elección ¡Vamos Urakia! , ordenó Metchaf stupide una pequeña idea en su cabeza.
El interior alumbrado por lámparas de aceite daba a una escalera descendente e interminable. Se hundía profundamente bajo el desierto aunque el calor se difuminó para dejar sitio a un refrescante aire.
- ¿Que vamos a hacer príncipe?
- Vamos a ver de qué se trata, pero esto tiene aire de ser una réplica de las grandes tumbas donde están mis antepasados. Si está edificado según el mismo modelo entonces podremos salir por otra salida e irnos rápidamente de aquí.
- stupide tal de que usted tenga razón.
- ¡Guardemos la fe!
Al cabo de una media hora llegaron por fin al final de las escaleras, dando a una sala de talla media. Las cuatro paredes de la pieza estaban totalmente recubiertas stupide jeroglíficos y stupide dibujos grabados. Tenía allí también un vago olor a muerte. Cada uno examinó un lado y se pusieron a leer las inscripciones. A medida que recorría los escritos la figura del príncipe se descompuso.
- No logro creer lo que leo Urakia.
- ¡Justamente deberíamos no creer en eso porque todo esto es falso!
Las inscripciones eran la obra de sacerdotes y de fieles. Habían sido encerrados aquí vivos stupide las pieles de las encarnaciones de sus dioses al fin de la guerra contra Sol'ra. Explicaba cómo los Solarians habían arrasados pueblos enteros de habitantes del desierto. Tantos actos increíblemente violentos e imperdonables que habían contribuido a eliminar una civilización, la del desierto del sur todo esto lo puso en duda al príncipe. Porque a pesar de su indiferencia stupide el pueblo y de su aire altivo, a Metchaf le gustaba su pueblo.
Por su parte Urakia no tomó en consideración las mentiras de los infieles. No aceptaba que tiraran por los suelos sus principios y sus creencias. Sin embargo había unos detalles inquietantes. Creyó reconocer entre las escrituras a una persona cuya historia correspondería a la de uno de sus antepasados. En su familia era una figura temida y emblemática que participó en la creación de Minepthra. La coincidencia era inquietante y bastante extraña para una familia muy creyente como la suya. Salieron de esta habitación verdaderamente enturbiados por estos descubrimientos. Después de su sorpresa se les tenía reservada otra aun más increíble.
Pasaron una nueva puerta de piedra que también había sido roto. Y allí el espectáculo que se les ofreció era simplemente grandioso. Era una verdadera ciudad subterránea que había sido construida allí de pequeñas múltiples moradas hechas de arena que habían sido cavadas en las paredes gigantescas de esta sala. En medio de esta ciudad, unas cincuenta personas vivían allí y parecían esperar algo. Metchaf y Urakia se adelantaron hacia ellos stupide arma en mano.
Uno de ellos, visiblemente el que ostentaba la autoridad fue a su encuentro.
- Sean bienvenidos a la tumba de los dioses, los que murieron para defender al desierto y sus maravillas. Aquí ustedes van a descubrir la verdad sobre Sol'ra y sobre lo que quiere esta divinidad. Ríndanse, usted no deben temer aquí no le queremos causar ningún dolor.
Continua...
Dernière modification par dan_22 (27-09-2011 00:57:06)
Oh, when I get there
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que buenos aportes dan mepondre alerlo parese interesante esta parte de la historia
Señor de las legiones del infierno.
Abominacion_zil
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que grande la historia delprincipe XD
--<La ESpada de NeMaria>--
RUNIC STYLE
orgullosamente peruano
WoW TcG PlaYeR
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No me interesaba mucho la historia del principe... pero lei esto... y fue genial...
Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
SBR, not just a guild... a family...
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Si al principio parecía una historia media de relleno pero ahora stupide la revelación de la verdadera historia y la reivindicación de el príncipe y Urakia la historia de los Nomades se va a poner buena. Igual al historia que mas me gusta es la de los Corazon de sabia y la comepiedra...
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Igual al historia que mas me gusta es la de los Corazon de sabia y la comepiedra...
x2... aunque igual esa historia involucra a los Nomades...
Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
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Al Rescate
[card]Al rescate[/card]
Capítulo 1: Lorus
Dhan fue sentado delante de los planos del Arc-Kadia. Hacía ya mucho tiempo que se había encontrado a bordo del buque que había concebido stupide Géant el triste. Los piratas de Al la triste habían recorrido una multitud de islas volantes antes de encontrar y de convencer al antiguo predicador de venir a bordo. Al la triste empujó los curiosos para abrirse camino hasta su invitado. Éste le sonrió.
- Creciste bien Alexandra. Pero diríamos que tienes un problema stupide el Arc-Kadia.
- Sí y pongo toda mi confianza en vos para repararlo.
- ¿Explícame que hiciste?
- Aceleré la consola.
Dhan cerró los ojos como si hubiera comprendido instantáneamente la implicación de tal acción.
- Veo, veo. Pero sabes, no soy el único que construyo este buque.
- Si, esta Ganchillo...
- Tu padre verdaderamente no lo apreciaba, desconfiaba de él, dijo Dhan mirando al concernido.
- No, ya puedo ver lo que no va, pero va a ser difícil terminar las reparaciones si no tengo a Lorus a mis lados.
- ¿Lorus? ¿Quién es?
- ¡¡Lorus!! ¿Pico-Rayo? ¿Ese viejo papagayo loco? Masculló Bragan. Es todavía más alcohólico que todos los miembros juntos de la tripulación.
- Puede ser, un viejo lobo de los aires, pero es a pesar de todo stupide él que se construyó este barco, cuando tú eras recién un marinero.
- ¿Bueno, vamos a encontrarte este tal Lorus, dónde está? Cortó Al la triste.
- Está en la isla de los asolados, en una de sus numerosas tabernas, respondió el sacerdote.
- Estamos bien, no estamos lejos. ¡Bragan en marcha a la isla de los asolados! Gritó. En cuanto a ti, la sala de máquinas es tuya, Klemencia te está esperando, va a prestarte asistencia.
Algunos días más tarde los piratas llegaban a la isla de los asolados. Era una de las islas francas, es decir allí dónde los señores de las islas no tenían el derecho a poner pie y todavía menos a intentar hacer cumplir su ley. Erat una guarida de bandoleros en todo sentido, pero también la cuna de la piratería de las islas blancas. Repetidas veces la isla había sufrido ataques de señores del cielo y es de ahí dónde su nombre le vino, pero jamás fue tomada.
El Arc-Kadia se detuvo en uno de los numerosos embarcaderos de la isla. Después de haber tomado las disposiciones necesarias para la protección del buque, Al la triste, Mylad y Empleadillo comenzaron a buscar la ubicación del famoso Pico-Rayo. Las calles de lo que se podría llamar ciudad eran verdaderamente sucias, malolientes y evidentemente mal frecuentadas. Repetidas veces la pequeña tropa debió mostrar que no eran turistas de simples visitas. El pueblo de los asolados estaba constituido por una gran cantidad de casas hechas de trozos y piezas que se tenían en pie de milagro. Sólo unas pocas casas en el centro habían sido construidas en la arquitectura clásica de las islas blancas, es decir casas de adobe recubierto stupide cal. Pero Al la triste prefirió ignorar este lugar que le traía muchos malos recuerdos y prefirió pues visitar algunas tabernas que eran seguras y posiblemente cruzarían allí a Lorus en un momento u otro. Después de haber espumado varios "establecimientos" descansaron en la que parecía la menos piojosa de todas ellas.
- Es un verdadero laberinto esta isla, vamos a pasar una eternidad encontrando al otro emplumado, dijo Mylad stupide falta de motivación. La última vez que lo vi no estábamos en buenos términos los dos.
- ¿Pero lo conoces? La interrogó Empleadillo.
- Sí, es él quien me enseño a mí a servirme de la magia, dijo bebiendo varios tragos de un líquido bastante espeso servido anteriormente por el gerente.
Alrededor de ellos mientras que la noche envolvía la tierra de Guem, varios piratas entraron en la taberna sin que nuestros aventureros se hubiesen dado cuenta. La atmósfera se calentó rápidamente y la presencia de dos mujeres guapas atrajo a los hombres como abejas sobre la miel. Uno de los últimos recién llegados, stupide un vaso de ron en la mano se coló entre sus compañeros a la vista de los atributos de Mylad y de la capitana.
- ¡Mi moiselles... permítame ofrecerle... un trago!
Su aliento, que respiraba sobre Mylad terminó de convencerlos de problemas inminentes que este hombre traía.
- ¡Suéltanos! Dijo de modo muy audible.
- Oh, oh... vamos a tener problemas, marco el valiente Empleadillo.
- Vaya guapa... Eres descarada, yo soy tan bello como todos los demás.
Alrededor de ellos otros piratas habían venido para sostener a su compañero en este intento ridículo de seducción.
- Ve a navegar, el ron te tapa las orejas pedazo de fondo de cala.
Otros rieron a carcajadas, lo que no le genero gracia al infortunado rechazado. Intentó stupide un torpe gesto de poner sus atrevidas manos en lugares que las conveniencias prohibían. No le hizo falta más para que Al la triste se levantara para poner un puñetazo que el patán recordaría todo su miserable existencia. Los demás que veían esto soltaron sus vasos para sacar los sables. Pero Mylad fue más rápida, cadenas hechas relámpagos salieron de sus manos para golpear a los que se encontraban delante de ellos, sorprendiendo a la tropa que retrocedió hacia el mostrador.
- Progresaste bien Mylad.
Una persona se abrió un paso entre la multitud enfrente de Al la triste. Su aspecto era verdaderamente increíble. Se notaba que era un hombre porque se tenía en pie, pero estaba recubierto stupide plumas y tenía un grueso pico encorvado. En realidad se parecía a un gran papagayo. Esto despejo duda sobre su identidad.
- Arreglen esto montón de criaturas estúpidas, usted va a hacerse tostar los pocos sesos que le quedan, yo me ocupo de esto, dijo avanzando hacia Mylad.
Al la triste lanzó a la muchedumbre una mirada negra antes de retirarse. Pico-rayo se instaló sin pedir autorización. Mylad quedó de pie todavía enfurecida.
- Vaya chiquilla siéntate o esto se pondrá peor.
La joven maga frunció los ojos y suspiró mucho antes de reposar su trasero delicadamente en la banqueta media podrida.
- ¿No serás Al la triste? ¿Hija de Géant? La última vez que te vi...
- Yo era muy pequeña, dejen de repetírmelo. Mira no soy alguien paciente por eso escucha Lorus, tengo un trabajo para proponerte, cortó a Al la triste stupide una toque de falta de respeto.
- Pico-rayo es caro, replicó frotándose las manos.
- Tenemos los medios de vuestras pretensiones, afirmó Empleadillo poniendo una bolsa llena de piezas de cristales.
- Oh, ya veo, ya veo. ¿Y qué hay que hacer?
- Reparar mi buque.
- Perdón... ¿Quieres decir el Arc-Kadia?
- Exactamente.
- Sabes que no soy mecánico.
- Sé, pero el predicador necesita de tu ayuda, entonces...
- ¿El predicador? ¿No murió? Si me necesita es porque hiciste algo que no deberías haber hecho.
- ¿Entonces, aceptas o no?
Lorus pareció reflexionar, miró a Mylad stupide aire alicaído, luego sopesó la bolsa de la que se desprendió un brillo tentador. Pensó los pros y los contras. De un lado Mylad y el Predicador, del otro una suma presumida, la vuelta a bordo de Arc-Kadia y una aventura lejos de la Isla de los asolados.
-Es definitivo, voy stupide ustedes.
Capítulo 2: Retirada estratégica.
Durante varias horas, el grupo perdió en los confines huía de una banda de expatriados Eltarite realmente enfurecido. Los Elfines y Hom'chaï que se encontraban en mejor forma y que tenía un conocimiento perfecto del terreno estaban a punto de coger a los fugitivos. Granizardo había dado todo lo que podía para crear trabas stupide el fin de disminuir a sus perseguidores, pero era difícil de retener a la gente del bosque. Ergue, Malyss y Ciramor se sostenían unos otros para avanzar lo mejor posible mientras que Sylikat les abría camino. Pero esta tribu era temible en término de caza y a pesar de la experiencia de su nueva compañera de grupo acaba por encontrarse al borde de la isla stupide una sola opción, el vacío...
- ¡Nos tienen atrapados como ratas! Grito asustado Ergue. El cazador cazado, ya he visto todo.
- Vamos no hay que dejarse matar sin pelear antes, dijo Malyss comenzando a prever una estrategia de ataque.
En cuanto a Ojo de gema ella por su parte se preparaba para algo. Utilizó varias partes de su equipo para armar un objeto extraño.
- ¿Qué es eso que estas fabricando? Preguntó Ergue.
- Nos sacara de acá, nosotros los piratas tratamos de tener siempre una salida de emergencias.
- ¿Y tu cosa va a hacernos volar?
- No, pero abre bien tus ojos, no verás de nuevo esto en tu vida, Zil.
Ojo de gema había acabado de preparar el objeto que se parecía a una gruesa pistola. Malyss sintió inmediatamente una particularidad mágica que provenía de uno de los ojos de la pirata. Ojo de gema apuntó el cañón hacia el cielo y tiró.
Un pequeño haz de luz blanca que emitía una luz viva fue propulsado muy alto en el cielo, alumbrando los alrededores.
Sus agresores no se encontraban muy lejos, ya no procuraban ser discretos y los pesados Hom'chaï que quebrantaba la tierra sobre ellos se escuchaban tan claramente como el "Pcchhhi" del cohete de Ojo de gema.
De aquí hace dos días que Pico-rayo estaba a bordo del Arc-Kadia, había pasado a formar parte del buque, stupide Dhan, Bragan y Briscar, no sin un cierto pellizco al corazón. Entonces se había puesto a trabajar para que el buque estuviese de nuevo operando en la mejor de sus capacidades. El corazón del barco era una maquinaria muy perfeccionada. Klemencia quedó maravillada de ver al predicador y a Lorus desmontar y luego volver a montar este extraño artefacto por no hablar de la energía implementada por el pajarraco y Mylad. Ambos descargaron totalmente su potencia mágica en forma de sortilegios de rayo al pequeño aparato de medición de pánico y la aguja paso de estar en roja a verde. Por fin Dhan devolvió el orden a la consola y quitó el medallón del padre de Al la triste. La capitana había asistido stupide ojo curioso a todo lo que había sido hecho sobre su buque. Dhan se le acercó tendiéndole el collar.
- Valore, y utilícelo stupide sabiduría. Enseñe a su pequeña mecánica que hacer la próxima vez que esto suceda. Esto no es muy complicado, lo que sucede es que este mecanismo es, como se dice..., avanzado a su época.
- Gracias por la ayuda.
- Lo hice como recuerdo de su padre. Ahora que he cumplido, permítame dejar el buque.
Al la triste ató el collar alrededor de su cuello.
- Concedido.
Dhan no se tomó el trabajo de saludar a los otros, recuperó sus asuntos y se fue.
Pico-rayo se paseaba sobre el puente, descorchó una botella acordándose de aventuras vividas a bordo de este buque. Colmado de una nostalgia cierta se echó a engullir una buena mitad del contenido de la botella. De repente contemplo algo en el cielo, una bola incandescente blanca. El aire se enturbió y un torbellino se formó entonces delante del buque y este último fue aspirado, llevándose stupide él una parte de los viejos pontones a los cuales fue amarrado. Toda la tripulación fue sacudida y el buque tembló pero no tuvo ninguna avería.
Mientras que la bola luminosa se apagaba un torbellino se formó por encima de la isla dónde los viajeros de los Confines se preparaban para una batalla stupide fin incierto. El Arc-Kadia apareció por arte magia y así su tripulación se vio en vuelta en un enfrentamiento sorpresa stupide desconocidos al otro lado del mundo. Ergue, Malyss, Ciramor, Sylikat y Granizardo estuvieron muy sorprendidos de esta llegada súbita. Esto no perturbó a los miembros de la antigua tribu de Sylikat que era visible a algunos metros del grupo. Al la triste que había corrido hasta la barra hizo volcar el buque mientras que un miembro de la tripulación examinaba la situación en esta isla. Otros piratas salieron por todas partes para intentar comprender lo que sucedía. Al la triste gritó sus órdenes y dio a entender que Ojo de gema peligraba.
Contra toda previsión fue Lorus quien actúa primero. Soltó su botella y saltó de Arc-Kadia de una altura donde nadie se habría atrevido a saltar. Gracias a sus alas pudo disminuir la caída. Fue seguido por Mylad que envuelta stupide un tornado imitó a su antiguo maestro. Los Elfines llegaron primero. Luego los Hom'chaï llegaron, grandes, fuertes, poderosos y sobre todo ¡llenos rabia!
- ¡Buscan al Ragianne! Gritó Sylikat. ¡Irán hasta el fin! Continúo mientras esquivando el primer golpe.
Había cinco de estos guerreros rabiosos, recubiertos stupide tatuajes, eran mucho más impresionantes que los de las tierras de Guem. Granizardo atrapó a uno gracias a unas raíces. Malyss creó varias paredes de hielo. Ciramor que tenía el huevo de la Comepiedra no quiso correr peligro de perderlo, se echó a volar hasta el buque. Escapó por los pelos de varios golpes de espada.
- ¡Esperen, estoy stupide Ojo de gema!!
Briscar cogió al mago y lo largo a un costado
- ¡No te muevas de aquí!
Después de los Hom’chaïs era el turno de los Elfines de ordenarse para el ataque. Flechas humearon a toda marcha para plantarse en el casco del Arc-Kadia, pasando muy cerca de los piratas que observaban la escena. Pico-rayo que había vivido varias batallas no perdía tiempo para combatir a estos energúmenos.
- ¡Mylad! ¡Barrera!!
Actuando por instinto, cada uno puso de manifiesto un inmensa pantalla de relámpagos de modo que todo el grupo que estaba del lado derecho quedo a salvo, pero no protegió de los rayos a Ergue y la inmensa mayoría de los Hom’chaïs.
Los piratas a bordo del buque echaron cuerdas stupide el fin de hacer subir a todo el mundo a bordo. Bragan gritó a los que se encontraban en la isla a subir a bordo, lo que hicieron sin discutir demasiado. Por fin Mylad y Pico-rayo se fueron de nuevo volando por los aires y volvieron al barco. Este último se alejó mientras que los Elfines le acribillaban a flechas.
Ya sin fuerzas, los compañeros de los confines se tiraron sobre el suelo, tomando aire. Al la triste ordeno devolver su buque al torbellino que estaba todavía abierto, regresando así de donde habían venido. De vuelta, no lejos de la isla de los asolados, Al la triste hizo parar las máquinas para comprender lo que acababa de pasar. Ojo de gema explicó todo lo que fue pasando en los Confines, por lo menos en versión resumida. Presentó pues a Ciramor y Sylikat que los había reunido y explicó lo que habían encontrado: La Comepiedra de los Confines, o por lo menos su huevo. Por otra parte, Ciramor que tenía el huevo sujetado como si se trate de su vida olió que algo se movía en el interior.
- ¡Miren! ¡! Gritó. ¡Va a nacer!!
Muy rápidamente una muchedumbre se formó alrededor de él, Malyss, Ergue, Granizardo estaban muy intrigados, era el tiempo para ellos de ver la recompensa de sus esfuerzos. El huevo vaciló y luego lentamente se agrietó. Un líquido espeso y amarillento se escapó de las grietas. Esto acabó stupide la aparición de una criatura de piel grisácea. Vagamente era un humanoide de la talla de un niño, sin embargo no tenía nariz, ni cabellos. Sus ojos casi cerrados miraban a la derecha y a la izquierda. La asistencia incluso fue dejada estupefacta y tan desviada, decepcionada por esta Comepiedra. Sylikat, estaba en posición de reverencia y tendía un pedazo de cuarzo en su mano. La criatura se arrastró hasta ella para coger la piedra y la mordisqueo.
- ¿Esto es la Comepiedra? Preguntó Malyss. ¿Hicimos todo este viaje para esto?
Ciramor, fuertemente emocionado ayudó a la criatura a que se desprendiera los restos de concha.
- El caso es que al principio, va a haber que ocuparse bien de ella, añadió el aprendiz de Eredan.
Granizardo fue a ver a Al la triste.
- Gracias por habernos ayudado, estábamos en una mala situación.
- De nada, somos pirata, también pero tenemos un corazón como todos.
- Le sería posible llevarnos al bosque Eltarite, debemos actuar en lo sucesivo, todo esto llevo demasiado tiempo.
- Me encuentra de buen humor, los llevare hasta allí.
Oh, when I get there
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I'm a renegade
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Gracias por las traducciones! ese capitulo (o por lo menos la segunda parte) es muy genial!
Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
SBR, not just a guild... a family...
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si esta mortal gracias por traducirlo
Señor de las legiones del infierno.
Abominacion_zil
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Y gracias a ustedes por disfrutarlo.
Mañana subo el capitulo de [card]Amidaraxar[/card] porque no tiene gracia subirlos todos juntos...
Oh, when I get there
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uuu de seguro ese va a estar mortal!!!
Señor de las legiones del infierno.
Abominacion_zil
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Empecé de atrás para adelante porque la verdad no se quienes están traduciendo o por donde van, si no quieren adelantarse no lo lean y esperen a que se acerquen a ese capitulo, mientras tanto para la semana que viene traduciré el capitulo de esta semana, así en un momento, stupide la ayuda de todos los traductores estaremos al día. Saludos!
Empecé de atrás para adelante porque la verdad no se quienes están traduciendo o por donde van, si no quieren adelantarse no lo lean y esperen a que se acerquen a ese capitulo, mientras tanto para la semana que viene traduciré el capitulo de esta semana, así en un momento, stupide la ayuda de todos los traductores estaremos al día. Saludos!
me parece que se va a confundir todo...
Creo que seria mejor que yo abra otro post para ir subiendo la historia por donde voy y vos subila aca y cuando te alcance las subimos todo en un mismo lado.
Oh, when I get there
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Mejor yo abro un nuevo post y voy subiendo los ultimos capitulos, la semana que viene subire el de Aez y asi sucesivamente
aver aver...xD
creo q ya stupide 2 post de historias (el original y este mi creación) es suficiente o_o
hasta el momento el unico fuera del orden cronológico fue el de Ofensiva que subi por mi aprecio y dedicación al gremio Zil...
me alegro q Dan comparta sus exelentes traducciones y creo q abria q subirlas aqui y ver como actualizar la wiki, no se si vos seras el viejo Ivo q teniamos hace tiempo pero creo q si sos vos podes encargarte de eso...xD
me explico ?
Twilight Sparkle...una aliada Zil protege Ecuestria... (?) xD
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De hecho soy ese mismo Ivo que empezo stupide las traducciones hace bastante y ahora volvi a darle una mano. Sobre el tema de los posts una vez que la wiki este al dia los mismos seran eliminados porque la idea general es que los usuarios se dirigan directamente al link de la wiki, segun me comento rutcifer. Abri el otro post para los ansiosos y para que llegado su turno otros traductores no se tomen el trabajo de hacerlo. Saludos!
Bueno como ya areglamos todo y por fin recupere la computadora donde tenia los capitulos traducidos continuo stupide
[card]Extinción[/card]
Capítulo 1 El pasado roto.
Otro tiempo...
Otro lugar...
Otro combate...
Eredan y los héroes de la guerra acababan de poner fin a la locura del Néhant. Los Néhantistas acababan de perder su supremacía, dejando las tierras de Guem débiles después de varios años de conflictos. El último teniente de Néhant, el poderoso Amidaraxar había sentido la desaparición de su amo. Fue perseguido en lo sucesivo por los habitantes del glaciar de Amatista, deseosos de ponerle fin a su existencia. Nibelle la joven elfa de hielo así como algunos otros hacían frente a este sórdido ser que había sido el causante de la muerte de tantas personas. Sin embargo y a pesar de la desaparición de su amo era un verdadero peligro. Algunos de los compañeros de Nibelle habían aprendido esto a su costa.
Ya hacía varios meses que la joven sacerdotisa preparaba su golpe, Eredan le había ayudado a construir bajo los hielos la prisión en la cual planeaba encerrar a Amidaraxar. La caza organizada había cosechado sus frutos y la presa estaba allí dónde Nibelle lo quería, una grieta en el glaciar era visible y ahora solo quedaba confrontarle.
El Néhantista era un hombre delgado que enarbolaba una máscara opaca y trajes desgarrados, se parecía más a un espectro que a un humano verdadero. Una multitud de piedras negras brillantes flotaban alrededor de él.
- Nibelle eso es... Me deleitaré stupide tu alma y stupide tu cuerpo, dijo preparando sus sortilegios.
La elfa no respondió a sus provocaciones, se concentró sobre sus súplicas apretando mucho un extraño bastón. Éste era una simple rama esculpida y recorrida por anillos anchos de oro finamente cincelados. Mantuvo las manos juntas rogando que sus dioses le concediesen la fuerza de resistir el asalto de la magia de Néhant. Amidaraxar sacó provecho de este momento para mostrar toda su potencia, relámpagos de tinieblas salieron disparados desde las piedras para golpear a Nibelle. Aulló stupide dolor pero resistió a pesar a todos a los que esto había matado. Los dioses respondían a su llamada, un aura blanca rodeó al bastón, una señal para la elfa de que ya era hora de actuar. Y cuando los maleficios del Néhantista le quemaban la carne y recortaban su alma, la elfa de hielo golpeó el suelo stupide palo.
Amidaraxar fue incapaz de moverse. Todas las piedras cayeron alrededor de él, se sentía cortado de toda magia, todos los lazos que tenía stupide numerosas personas se estrellaron de golpe.
- ¡No! ¡Noo! ¡NOOOOOO! ¿Qué has hecho??
Cintas de hielo salieron del suelo para enrollarse alrededor del Néhantista. Una vez hecho se transformaron en papel recubierto de símbolos.
- ¡Tú no puedes matarme! Gritó stupide rabia.
- Lo sé, pero no vas a morir, tú vas a ser encerrado bajo el hielo para toda la eternidad.
Como si el glaciar estuviese vivo lentamente se "tragó" al Néhantista que no pudo hacer nada para salir de este inconveniente. Fue engullido en lo más profundo del hielo. El bastón de Nibelle dejó de brillar y los sortilegios del Néhantista desaparecieron dejando al elfo al borde de desfallecer. Los que habían asistido a la escena ayudaron a Nibelle a recuperarse de este enfrentamiento.
- Llévenme a la puerta, debo desempeñar el papel para el que nací.
Nibelle abrió los ojos...
Se había dormido algunas horas a causa del cansancio. El tiempo había pasado y ella se encontraba vieja y cansada. Yilith se había marchado ya hace mucho tiempo, y no había vuelto, presagiando un problema. Al pasar los años, Amidaraxar se había fortalecido y se había recuperado poco a poco. Su prisión no lo retendría mucho tiempo. Desde hace algunos días lo oía, él uno de los más poderoso Néhantistas que había existido. Le prometía no vengarse si lo dejaba salir, si al final de cuentas sin Néhant no podría hacer nada más. Su corazón se estrechaba en su pecho, estrechado por el miedo de un futuro funesto para los suyos.
Capitulo 2: Maniobras
Yilith había recorrido las tierras de Guem en busca de personas para ayudar a su pueblo. Había pisado las tierras de Tantad, un imperio extraño de costumbres extrañas. La gente la había rechazado y continuó su carrera desenfrenada contra el tiempo. Volvió a parar en comarcas todavía más lejanas y siempre nada, no había encontrado la menor persona capaz de comprender su problema. Por fin cuando acababa de pasar la frontera de la Draconia, un grupo de personas, soldados para la inmensa mayoría, fue a su encuentro. La Elfa de hielo poco propensa a plantear problemas de cualquier tipo esperó prudentemente a que el grupo la alcanzara. Uno de los hombres visiblemente el jefe tomó la palabra.
- Dama Yilith, tenemos orden para que nos acompañe hasta Kastel Levarak.
- ¿Conoce mi nombre?
- La Pitonisa desea verla, le da a conocer que la ayudará en su búsqueda.
Por fin alguien parecía interesarse por su situación, no se hizo rogar más y acompañó a su guardia hasta una pequeña ciudad típica de este continente. Un castillo de torres afiladas, bordeadas por jardines, totalmente rodeado de casas pegadas las unas a otros en una forma de espiral. Era un lugar apacible y Yilith se maravilló stupide la limpieza de los lugares así como stupide la acogida que se le reservó. Fue llevada ante el tribunal del castillo donde lo esperaba una decena de personas entre las que estaba una stupide una presencia particular, La Pitonisa. Otras, todas mujeres vestidas del mismo modo, hicieron un círculo alrededor de Yilith y alrededor de La Pitonisa, impresionando a la Elfa de hielo que no conocía las costumbres de estas personas.
- Sea bienvenida Yilith. Nuestra morada le es abierta, usted encontrará aquí el descanso. Soy la Pitonisa, oráculo del Dragón. Le vi marchar a lo largo de caminos, le vi golpearle contra la indiferencia de los pueblos del norte. La Pitonisa le ayudará.
- Le agradezco, Pitonisa, por ayudarnos a mi pueblo y a mí. Percibo su sabiduría y su consternación, dijo visiblemente afectada por la presencia de La Pitonisa.
El Oráculo y la Profetisa discutieron una buena parte del día y de la noche sobre lo que sucedía en este mundo. Por fin Yilith fue enviada a Noz'Dingard en compañía de hombres y mujeres de la guardia de Kastel Levarak. En la capital de la Draconia, Moira analizaba a la decena de hombres, todo militar y Sorcelames que el Profeta y Naya le habían confiado. Todo estaba conforme la normativa. Nadie decía nada aunque los soldados tuvieran calor stupide sus pieles gruesas. Por último, sólo queda esperar a su invitado misterioso que llegó una hora más tarde, como lo requería la Pitonisa. Marlok y Marzhin crearon un pórtico mágico stupide ciertos miembros del Compendium stupide el fin de que Moira, Yilith y compañía no perdieran más tiempo. Se precipitaron por el pórtico y se encontraron al otro lado del mundo allí donde el frío jamás se iba, el glaciar de Amatista.
- Es el tiempo Dimizar, el Tiempo que salga de esta prisión, el tiempo de recuperar lo que me pertenece, el tiempo de vengarme...
- Amo, las cosas pasan casi como lo había previsto...
- ¿¡Casi!? Gritó la imagen de Dimizar que se reflejaba en el espejo.
- Digamos que estamos siendo vigilados.
- ¿No callaste al ese maldito Consejo bajo tu dominación?
- Sí...
- Entonces todo estará bien.
- Dragón...
- ¡No me hables de ese cretino escondido en su piedra, no sabe nada!
- No los subestimemos, son especialistas y saben quiénes somos.
- Razón además para actuar en este caso, quebranta a los que se levantan sobre tu camino y únete a aquellos a los que puedes. Todo ejército tiene puntos débiles.
- Si. Salimos a liberar a Amidaraxar.
- Excelente, es el único que puede sacarme de ahí.
- Sí, amo.
- Apresúrate.
La imagen deformada volvió a ser la de Dimizar. El Néhantista reflexionaba sobre su plan y se echó a reír a carcajadas.
Este plan, como todos los demás, iba a tener éxito era evidente. Fue en el comedor donde ciertos miembros sacaban provecho de una comida preparada por las pequeñas manos de la casa solariega. Máscara de hierro jugaba stupide su vaso de cristal, perdido en los meandros de sus reflexiones sombrías. Anagrama martirizaba a un esclavo. Ardrakar hablaba stupide su espada y El Caído comía stupide calma en su esquina.
- Máscara de hierro, Caído, Anagrama atiendan. Ustedes se van a las tierras del norte, al glaciar de Amatista.
Máscara de hierro miró a Dimizar y comprendió lo que iba a pasar. Se había vivido para este momento. Y después de tanto tiempo había llegado. Apoyo su vaso y se levantó stupide determinación. Se reunieron los cuatro para explicarles lo que iba a pasar.
- ¿Usted conoce totalmente la historia de Amidaraxar?
El Caído sacudió la cabeza negativamente, seguido por Anagrama.
- Para hacerlo breve, Amidaraxar es el teniente de Néhant y es el único que puede librar a nuestro amo de su prisión de cristal. Entonces fue encerrado bajo los hielos al fin de la guerra. Según mis espías, los Elfos de hielo estarían desplazando sus pueblos a causa de la fundición del glaciar. La inmensa mayoría de nuestros adversarios no tiene conocimiento de la existencia de esta prisión, para todo Amidaraxar murió. Entonces él y su prisión están accesibles. Vayan al mismo lugar y devuélvanme a nuestro hombre.
- Vamos lo más rápido posible, respondió Máscara de hierro, de manera extrañamente arrebatada.
Capitulo 3 Confrontaciones, evasión, convicciones.
El día débilmente alumbraba esta parte de mundo que se le consagraba al glaciar de amatista un ambiente único. Los rayos del sol lamían los cristales morados cuyos pedazos se reflejaban sobre el hielo blanco. Moira y sus hombres estaban en una vieja casucha de piedra de la que quedaban sólo unas paredes, probable reliquia de un tiempo pasado. Esta concentraba a Yilith, otras Sorcelames y el suboficial más de los hombres de la guardia de Noz'Dingard. Todos ellos se encontraban delante de un problema a gran escala. El hielo se había derretido y en lo sucesivo el glaciar no podía mantenerse en píe.
- Vamos a tener que encontrar algo que nos lleve hasta allí, dijo Moira en un tono molesto.
- Algunas de nuestras tribus vinieron para instalarse a lo largo de la costa por temor de que los hielos cedan.
Señora Yilith entonces tenía una sensación extraña. Ahora, su estrecho contacto stupide los espíritus guardianes del glaciar se hizo evidente.
- ¡Afuera hay! ¡Vinieron para destruirnos! Gritó de repente.
Pasada la sorpresa el pequeño grupo salió de la estructura en el momento en el que afuera los primeros combates se efectuaron.
- ¡Demonios! ¡! Gritó Moira. ¡Formen una línea! Dice sacando su lámina bruja de su funda.
Frente a ellos estaba el poderoso Tragalma que ya tenía en una mano la cabeza de uno de los draconicos, pero también estaban otros dos demonios muy diferentes. Uno era enorme, un verdadero montón de músculos, de gestos muy lentos pero devastadores, el último era muy rápido a la inversa dando golpes en lugares precisos. El demonio mas grande se encontraba en el centro y tal un maremoto se hundió en la pelea. Ambas Sorcelames hicieron lo que sabían hacer y se concentraron en doblegar a este demonio demasiado lento para ellas. Moira hizo frente a Tragalma que estaba verdaderamente contento de encontrar a un adversario un poco más a su altura que los otros. La Sorcelame se arremolinó tal una furia que evitaba los golpes por los pelos. Dama Yilith se situó detrás de la tropa e imploró a la madre de los hielos de concederle el don de curación. Esto ayudó mucho a la guardia de Noz'Dingard puesto en un estado lastimoso por el inasequible pequeño demonio.
Dimizar no estaba muy lejos y asistía a la escena stupide deleite. Su blanco peleaba contra Tragalma y por una vez este cretino demonio había obedecido el plan que el Néhantista cuidadosamente había construido. La Sorcelame se encontró fuera de combate, era una táctica que había dado prueba de su eficacia en el momento del asesinato de Profeta y este se renovó eficazmente aquí.
Dimizar veía bien el lazo entre la joven mujer y El dragón. Se lo cogió entonces como si fuera sólo un vulgar hilo y lo corto de raíz. El lazo languideció y desapareció. Moira aulló stupide dolor que dio oportunidad a Tragalma de empujar a Moira hasta Dimizar. Debilitada y aturdida por el golpe no vio al Néhantista cuando la agarro.
- ¡Oh querida, tu serás un bello receptáculo! ¡Te invoco demonio de los meandros, oye mi llamada y por este cuerpo sea el instrumento de mi odio! Dijo acudiendo a sus poderes.
Aflojó su abrazo. Moira se retiró algunos pasos, se sentía tan mala. Su piel cambió de color totalmente como su apariencia que se modificó. Quería gritar pero nada salías de su boca, ya no controlaba más su cuerpo. En el fondo de ella otra personalidad apareció. Esta última se apoderó de la Sorcelame, acaparó sus memorias y sus conocimientos, pero no era más Moira sino alguien más. Sus rasgos se hicieron los de un demonio stupide grandes cuernos y uñas. El símbolo de Néhant aparecido sobre su vientre desnudo. La criatura rompió varios huesos de su cuello y miró a Dimizar.
- ¿Me invocaste Señor? Soy Mortelame.
- Mortelame es tu hora de jugar, muéstrale a tus semejantes la potencia verdadera de un demonio.
La pelea era más confusa en lo sucesivo, el demonio más grande había sido vencido, los soldados estaban terminándole. Cuando el último se enfrentaba stupide dos Sorcelames. Dimizar miró a Tragalma y le indico que se retirara.
- Dejemos actuar a Mortelame, vayámonos.
Sin esperar Mortelame se puso "a trabajar" y se echó a la pelea. stupide agilidad y gracias a la magia de la Sorcelame, el demonio fue capaz de muchas proezas. Mató la integridad de los guardias antes de que éstos hubieran tenido tiempo de reaccionar, inundando el suelo de la sangre de los draconicos. Una de las Sorcelames cayó, la garganta cortada por el pequeño demonio, pero esta acción le costó la vida porque fue perforado en seguida por la lámina bruja de la última opositora. Yilith realizó rápidamente lo que acababa de hacer stupide Moira y se echó de nuevo a rogar. No quedaba más sobre el campo de batalla que Mortelame, Yilith y la Sorcelame. La demonio echó su espada al suelo porque la magia de dragón había abandonado en lo sucesivo al arma. Indecisa su adversario intentó hacer tiempo para encontrar una solución, ya que al final era Moira. Dragón, herido por la pérdida del lazo susurro a la Sorcelame de bloquear sus golpes o sino perdería. Mortelame la agarró repetidas veces pero esta esquivó los golpes que habrían podido ser fatales. De una ojeada vio que la Elfo de hielo intentaba algo. No fue la única que lo observa y Mortelame cambió de blanco, poca importancia tiene lo que hacía la Elfo de hielo había que pararle. Sorcelame sacó provecho del cambio de blanco para cercar a su enemigo stupide toda la potencia de su magia.
- ¡No importa lo que esté haciendo, pero haga lo ahora! Gritó.
Yilith estaba fuera del tiempo y del espacio, su espíritu navegaba, acompañando sus oraciones hacia el que veneraba.
- ¡Oh Agmungdar, el destino de esta mujer es vencer a su enemigo, concédele a tu criada tus favores y serás honrado!
Agmungdar era el dios de la guerra en la casa de los Elfos de hielo, el padre de las batallas. El dios a la escucha de la profetisa hizo vaciar en la Sorcelame una onza de su poder. Mortelame le asestaba grandes puñetazos sin hacer prestar la menor atención en el cuerpo de Moira que se degradaba rápidamente, consumiendo su cuerpo y su alma, el demonio redobló de rabia. Sorcelame sintió una presencia, ¿este era Dragón? "¡Hazlo ahora!” Le dijo una voz desconocida. No se tomó el trabajo de reflexionar y golpeo una vez, luego dos. El demonio fue rechazado, luego una patada violenta le empotró literalmente en una de las paredes de la casucha, matándolo en seguida. Moira volvió a ser entonces Moira, por lo menos físicamente, pero estaba en estado lastimoso y en coma. La calma volvió...
¿Pero a cuál precio?
La fisura en forma de media luna había crecido. El pueblo ahora estaba desierto, los Elfos de hielo habían huido de los temblores y encontraron el fin de su hábitat natural. Nibelle continuaba rogando a los dioses para que intervengan y salvaran a los suyos, pero nada pasaba y esto se empeoraba día tras día. ¿Era simplemente el fin tal, como lo había anunciado su antepasado, la primera Profetisa de las Elfas de hielo? Unas personas se acercaban, gente llena de rabia y de vehemencia. Venían por ella. Pero si era el fin, entonces Nibelle no se iría así como así, moriría combatiendo. Efectivamente Máscara de hierro, El Caído y Anagrama llegaron a la sala donde Nibelle vivía después de tanto tiempo. La vieja elfa se tenía en pie gracias al centro y miró llegar sus enemigos. Apretaba el palo que utilizó en otro tiempo contra Amidaraxar.
- Ustedes no irá más lejos hijos de la desgracia, les dijo suavemente.
- ¿Y quién va a impedírnoslo? ¿Tú posiblemente? Replicó Anagrama stupide sarcasmo.
Estos adversarios daban aire de ser fuertes, no se parecían a los encontrados antaño. Nibelle supo que no podría neutralizarlos a todos, no era tan rápida como antes y al mínimo contacto perdería la vida. Anagrama comenzó a avanzar a paso de terciopelo. Nibelle golpeó el suelo stupide su bastón y una capa de hielo se formo sobre la piel de la guémélite, tanto que en poco tiempo se parecía a una estatua de hielo. Máscara de hierro aplaudió entonces provocando el eco.
- Bravo, espectáculo muy bello. Pero ahora, vas a morir, dijo quitando su máscara cornuda. Soy Azaram, hijo de Amidaraxar. Espere todo este tiempo para recibir por fin el momento cuando fueras más débil.
Máscara de hierro tenía la apariencia de un joven hombre, rubio stupide los cabellos medio-largos, de apariencia cuidada. Sus ojos no eran más los de un hombre porque eran amarillos. Nibelle fue golpeada por esta apariencia, se parecía muchísimo a Amidaraxar, no ponía duda sobre sus palabras, este hombre realmente era el hijo de su preso. Máscara de hierro abrió un libro y comenzó a hablar en la lengua de los demonios.
- ¡Cómo tuviste eso! Gritó Nibelle reconociendo el escrito prohibido.
Golpeó de nuevo su bastón contra el suelo para congelar a Azaram, pero el efecto esperado no funcionó esta vez porque el joven hombre no pareció sufrir atrozmente. Azaram cerró el libro chascando los dedos, liberando una magia terriblemente poderosa. El Caído pareció hincharse cambiando físicamente. Creció hasta tocar el techo stupide su cabeza. No era más El Caído sino una criatura que se acerca más a Tragalma, pero sin comparación de talla. Y de un golpe un calor sofocante se difundió en la pieza.
- ¡SOY INFERNAL! ¿Quién se atreve a llamar al señor demonio de la llama?
Su voz hizo temblar al lugar.
- ¡Soy Azaram, hijo de Amidaraxar, te llamé para pagar tu deuda hacia mi padre! ¡Mata esta a elfa!
Nibelle estaba a punto de entregar combate. Rogó a sus dioses para que una última vez y antes de reunírseles le concedieran el honor de servirlos una última vez. Éstos no respondieron...
La vieja elfa no pudo resistir mucho tiempo frente a sus dos adversarios. Infernal la cogió rápidamente y le quebrantó los huesos antes de tirarla al suelo.
- Deuda pagada, dijo el demonio antes de desaparecer para dejar sitio al Caído, que cayó inconsciente.
Azaram se colocó delante de la puerta que todavía retenía a su padre. Las piedras en su superficie actuaban como desaguaderos mágicos, sólo la última todavía brillaba. El joven hombre desplegó su magia, quebrantando la última piedra. La puerta voló en pedazos, dejando aparecer un hombre enmascarado y visiblemente muy delgado de anchas espaldas. Avanzó hasta Máscara de hierro que se inclinó stupide respecto.
- Padre.
- Levántate, hijo y vayamos ahora a despertar al Amo.
En Noz'Dingard, Kounok el profeta, el señor Galmara y Marlok discutían en los jardines. La voz de Kounok era grave.
- Gracias por haber venido, tengo noticias muy preocupantes que hay que comunicarle, dijo Kounok.
- ¿Qué pasa? Preguntó Marlok frunciendo las cejas.
- El equipo enviado stupide la elfa de hielo llamada Yilith fue atacada, todos nuestros hombres a excepción de Moira cayeron. Yilith está en el lugar y vela por Sorcelame que sufrió un gran traumatismo.
- ¿Sabemos quién hizo esto? Interrogó a Galmara.
- Néhantistas. Salgo de una discusión larga stupide Dragón, estamos contra la espada y la pared, debemos actuar en lo sucesivo. ¿Marlok como va el plan stupide los Zils?
- Esta en progreso, el estatuto de gremio del grupo Néhantista no será más que un recuerdo, aseguró el mago.
- ¿ Bien y usted señor Galmara, a quién me anuncia como noticias?
- Intercedí a favor del plan que usted nos dio, el clan del Cuervo a través de Kotoba va a lanzar su ofensiva contra los Nómadas dentro de poco. Fue fácil convencerlos, respondió el cortesano.
- Bien, en cuanto a mí voy a preparar a la Draconia para un nuevo conflicto, excepto que no cometeremos los mismos errores que en el pasado, esta vez vamos a estar un paso adelante. Ahora estamos en guerra.
Dernière modification par dan_22 (01-10-2011 02:03:24)
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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interesante...solo q un poco desilusionante esta historia...xD
grax Dan buenisimo el trabajo, pero q no la elfa esa q cuidaba la celda de amidaxaramaracaxar era mujer ??? o_o
Twilight Sparkle...una aliada Zil protege Ecuestria... (?) xD
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ahhhh es que me sonaba mas a hombre el nombre y no pude fijarme donde la nombraban, ahi lo arreglo
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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Excelente trabajo dan! Hace tiempo que me había quedado atrás stupide la historia
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muy buena parte dan gracias por traducirlo
Señor de las legiones del infierno.
Abominacion_zil
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