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#101 26-03-2012 23:42:03

ansaat
Campeur
Lieu : Recorriendo Chile en la TARDIS
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Esta es la última corrección...


Un mundo al borde del abismo. Capítulo 1: Sombrosa

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Alrededor de las hermanas las llamas rojas y ardientes se agitaban a merced del viento. Por todos lados era un caos. La tierra se agrietaba y el cielo permanecía totalmente negro como una noche sin luna, sin embargo, era de día. Ambas chicas avanzaban stupide cautela, pero nada podían alcanzarlas y ningún miedo estrechaba sus corazones de Guemelianas de la Sombra. Se sentían atraídas por algo. Más lejos había una colina de tierra negra ardiendo, arriba un trono de cristal stupide sangre roja cubierto stupide símbolos negros en forma de espiral, la marca de Nehant. Ambas hermanas llegaron al nivel del trono. Arriba del mismo un hombre alto vestido stupide un gran trozo de tela perforada y quemada por todas partes. No podían ver su rostro escondido por una capucha. Sabían muy bien que estaba en frente, deseaban este momento desde hace mucho tiempo.

- Maestro, dijeron ellas al unísono.

En seguida y sin el menor control de su parte, se unieron una a la otra para volverse Sombrosa.

- Es mejor así, eres casi perfecta, Dijo el hombre.

La criatura de sombra acercó su cara a la de este hombre que les hablaba. Levantó su mano stupide dificultad y acarició stupide sus dedos la mejilla de la joven mujer.

- Sí, eres casi perfecta, no te falta gran cosa. Cuando sea el momento justo ocuparás un lugar a mi lado. Es necesario que sea así.

Todo al rededor de ella se pulverizó. El trono y el hombre misterioso desaparecieron, luego el cielo y al final el suelo. Tenía la sensación de caer en el vacío. Sombrosa se separó en Silene y Selene. La caída duró poco tiempo porque ambas hermanas se despertaron sorprendidas.

Estaban en dos habitaciones separadas en la Mansión de Zejabel. Se toparon la una stupide la otra en el momento en el que cada una decidió ir hablar de su sueño.

- Tú también...

- Tuviste este sueño...

- Extraño...

- Y muy real...

Las dos mujeres no entendían nada. Había mucha magia entre ellas, pero era muy raro que dos personas o hermanas soñaran stupide lo mismo. Decidieron ir hablar stupide el más apto para responderles. Dimizar procuraba no dormir jamás gracias a sortilegios sombríos, cada vez que cerraba los ojos no podía abstenerse de ver de nuevo la cara muerta de la que compartió su vida. No dormir le ofrecía también la posibilidad de no perder el tiempo y de tejer su red de conspiración. Silene y Selene contaron su extraño sueño al Nehantista que se asombró por el significado de éste.

- Ya es hora de pagar tu deuda Dimizar, le dijo una voz desde el fondo de la cueva.

- Sí, es el tiempo, respondió delante de ambas hermanas que no comprendieron esta frase.

- ¿El tiempo de qué Dimizar? Preguntó Silene.

- ¡Pronto llegara el momento de la liberación de Nehant mis señoritas!

Silene y Selene se miraron una a la otra stupide una sonrisa radiante.

- No estén demasiado contentas, esto será extremadamente doloroso, dijo llevándolas a su laboratorio. Voy a poner en práctica lo que necesitamos, prepárense para un largo viaje, posiblemente sin retorno.

Las hermanas pasaron el día imaginando cuál podría ser el medio de acercarse a Nehant y trataron de imaginar su futuro. Mientras preparaban los pocos asuntos que tenían pendientes, Ardrakar irrumpió en la habitación de Selene poco después de haber ido a buscar a su hermana.

- Así que Nehant decidirá si concederles su marca y cambiarlas. Estoy muy contenta, debes saber que pase por eso en otro tiempo.

- ¿En serio? ¿Cómo te fue?

- Mal, Pero principalmente fue porque estaba vinculada a Dragón. Luchó para conservarme y ese fue el peor de los sufrimientos. El lazo stupide Dragón fue cortado, entonces recibí una nueva Piedra-Corazón, una ínfima parte de Nehant, dijo mostrando la piedra implantada en la palma de su mano izquierda. Maravilladas, las hermanas empezaron a hacerle un número incalculable de preguntas, pero Ardrakar les cortó.

- Les deseo buena suerte, Dimizar me habló de su sueño, espero que se realice, yo haría cualquier cosa para convertirme en la dama de Nehant, dijo al salir de la habitación.

Las hermanas no podían creer este descubrimiento a costa de Ardrakar, esto les confirmaba aun más su idea. Se prepararon rápidamente y esperaron a Dimizar en la entrada, pasaron el tiempo mirando a Tragalma entrenarse de modo más bien salvaje stupide Carkasa. Por fin Dimizar acompañado por Máscara de Hierro llegó a la entrada. La pequeña tropa dejó la mansión rápidamente para ponerse en camino a través de las montañas. Atravesaron así durante varios días la cadena principal de las tierras de Guem. Finalmente llegaron al sur de Tantad, una región bastante inhospita. A lo lejos los volcanes de Tantad liberaban un humo negro y denso como de costumbre, un recordatorio de su existencia.

- Casi hemos llegado, no está muy lejos de aquí, tranquilizó Dimizar a sus compañeros que comenzaban a cansarse de viajar. Vamos a esperar esta noche y vamos a llamarlo.

- ¿Llamar a quién? Preguntó a Selene.

- Al Gran Devorador, respondió Máscara de Hierro que para el viaje llevaba una máscara simple en lugar de su máscara completa.

- ¿Quién es? ¿O qué es?

- Es el principio del fin y para ustedes dos la puerta de entrada hacia otro lugar.

El grupo avanzó hasta alcanzar una llanura desértica, sin árboles, sin plantas, sólo tierra arcillosa, peñascos y cristales transparentes pero la mayor parte estaban rotos. Dimizar pareció seguir un sendero invisible y se detuvo cuando llegó al final de éste.

- Aquí estamos, es ahí.

Selene y Silene miraron para todas partes pero no veían nada.

- ¿Dónde está el Gran Devorador?

- Allí dónde no se lo ve, en las profundidades de la tierra, dijo Dimizar mostrando el suelo. Es aquí donde Nehant abrió las puertas de los meandros y dispersó a los demonios. Ahora el Gran Devorador guarda la entrada pacientemente hasta la vuelta su amo.

Dimizar sacó un pequeño cofre de su bolsa, lo puso delicadamente sobre la tierra y lo abrió stupide una cautela infinita. Saco dos trozos de Nehant y confió uno a Máscara de Hierro.

- Ahora únanse para formar a Sombrosa, ordenó Dimizar.

Las hermanas cumplieron la orden y se convirtieron en la criatura de sombra de cuatro brazos.

- Máscara de Hierro, comencemos.

Ambos magos dibujaron sobre el suelo espirales unidas entre ellas para que los trazos fueran continuos. Así formaron un círculo bastante grande, se colocaron en el centro de éste. Máscara de Hierro absorbió toda la magia nehántica contenida en su trozo y la mitad del círculo que había dibujado se iluminó en rojo. Las espirales cavaron la tierra como si lava fluyera en el lugar de los trazos dibujados. Dimizar hizo lo mismo.

- Guardián de los meandros, Gran Devorador, los sirvientes de Nehant te llaman, escucha nuestras voces.

Repitieron un gran número de veces esta frase y a medida que ellos pronunciaban las palabras las espirales se intensificaban y crecían en tamaño. Luego la tierra tembló. Cristales de cuarzo estallaron y peñascos rodaron en las colinas de los alrededores.

- Está allí, gritó Dimizar. Sombrosa, entra al círculo.

La criatura de sombra atravesó las espirales en el momento en el que el suelo delante de ellos se levantaba. Una colina se formó, luego una montaña. Ésta se ahuecó para formar un tipo de boca humeante cuya garganta fue iluminada por un color rojo.

- Oí la llamada y vine fiel al dueño, dijo una voz que parecía emanar de esta cosa.
Dimizar y Máscara de Hierro tomaron a Sombrosa y la lanzaron al círculo.

- ¡Esta criatura debe verte, devórala! Gritó Dimizar.

Sombrosa sorprendida creyó que era el fin. La boca aspiró hasta tragar a la criatura de sombra que aullaba stupide espanto. En cuanto se la hubo tragado, el Gran Devorador se dirigió a los Nehantistas.

- Les será devuelta a tiempo. Nos veremos pronto, siento que el amo pronto llegará y seré bastante poderoso de nuevo para vomitar a las legiones.
La boca se cerró y la montaña se hundió en el suelo hasta desaparecer.

- ¿Que hacemos Dimizar?

- Regresaremos a la mansión para acabar el plan, volverá a tiempo.

Sombrosa caía, su caída la atraía inexorablemente hacia un lugar donde nadie deseaba poner los pies. El aterrizaje fue doloroso, cayó de cara contra la tierra, o más bien de cara contra las cenizas. El polvo se filtraba por su garganta y su nariz, era sofocante. Se levantó lo mejor que pudo, buscando un apoyo stupide sus cuatro manos. Después de escupir la ceniza y recuperar el sentido Sombrosa admiró increíbles decorados que la rodeaba. Por todo el suelo de una gran caverna de piedra negra, estanques se llenaban de una materia viscosa, se veía como la lava, pero era negro como las tinieblas.

- Seas bienvenida Sombrosa. Soy el Gran Devorador, ven hacia mí.

La voz venía del otro lado de la cueva. Obedeció y se deslizó entre los estanques, observó que en algunos lugares la materia fluía como animada por una voluntad propia. Por el otro lado había un altar tallado en cristal negro. Lo examinó pero sólo vio allí su propio reflejo.

- ¿Estás lista para el sacrificio Sombrosa?

- ¿De qué habla? ¡Muéstrese!

Apareció de golpe sobre el altar una pequeña criatura humanoide no más grande que una daga. Su aspecto era espantoso, parecía un modelo reducido de Tragalma, pero stupide la diferencia que su cara se acercaba más a la de un humano.
"¿Es usted el Gran Devorador?" Le preguntó Sombrosa.

- Sí, yo soy "eso" ¡Ten cuidado stupide tus pensamientos, que aquí son míos! Muy fácil podría decidir encerrarte aquí para siempre.

- Bueno, en ese caso, ya sabe que voy a preguntar ¿Cómo me acercó a Nehant? ...

- Para responderte, necesito un sacrificio.

- Pero, ¿Qué sacrificio?

El Gran Devorador mostró sus dientes afilados mientras sonreía.

- ¡Arranca esa horrible Piedra-Corazón de en medio de tu pecho!

Sombrosa sabía muy bien, que intentar esa operación no peligrosa sino pero mortal. Había oído historias de personas que habían arrancado su Piedra-Corazón y habían muerto poco tiempo después de la operación.

- Un Guemeliano no puede sobrevivir sin su Piedra-Corazón, dijo persuadida por lo que pensaba.

- Si, es posible que ustedes corran peligro de morir. Supongo que debo dejarlas volver stupide Dimizar.

- ¿Qué? ¿Eso es todo? ¡Soy la elegida por Nehant! ¡Harás según su voluntad, o perderás tu cabeza!

- Es posible, sí, el amo dispone de mi existencia, si no está satisfecho podrá destruirme. ¡Arranca esa piedra!

Sombrosa tenía dudas, ¿Acaso había que morir para Nehant? ¿Silene y Selene cuyas conciencias estaban mezcladas tenían elección? Después de una intensa reflexión cogió una daga que colgaba de su cinturón. stupide un movimiento rápido plantó la daga en su pecho a lo largo de su Piedra-Corazón arrancándola dolorosamente de un golpe seco. El dolor recorrió su cuerpo como si se le arrancaran los brazos o como si la descuartizaran viva. Llegó stupide mucha dificultad tras arrancar la Piedra-Corazón a entregársela al Gran Devorador. La sangre se escapaba en grandes cantidades por la herida mientras sentía que sus fuerzas la dejaban. La pequeña criatura aceptó la Piedra-Corazón y se la comió enseguida. Sombrosa se desmayó, su vida escapaba de ella, Cayó al suelo inconsciente.

- Sacrificio aceptado, dijo el Gran Devorador.

Este último bajo de un salto, fue por un poco de materia negra de uno de los estanques. Al contacto stupide el demonio la materia se transformó en un pedazo de Cristal Negro.

- Vivirás Sombrosa, doncella de Nehant, exclamó cuando puso la piedra sobre la herida sangrante.

La piel se regeneró alrededor de la piedra y un profundo cambio se produjo en ella. Su aspecto cambió. Sus cabellos se volvieron blancos y su cuerpo se acercó más a la de una mujer-serpiente. Las sombras en movimiento que formaban su cola desaparecieron y su piel se volvió lisa hasta el final de su cola. La primera cosa que vio fue esta nueva piedra que emitía una débil luz roja. La rozó stupide una de sus manos y del golpe se dio cuenta que seguía siendo Sombrosa. Silene y Selene no habrían podido mantener esta forma en caso de inconsciencia.

- ¿Qué me hiciste?

La voz de Sombrosa había cambiado, era más sibilante y cautivante.

- Eres tal como el amo lo deseaba y tal como tú lo deseabas también. Dentro de poco Selene y Silene no existirán más, quedará sólo Sombrosa.
Sombrosa escuchaba la voz el Gran Devorador. Sentía algo diferente en ella, además de los cambios físicos sentía un poder más grande, más fuerte y más poderoso y además de un fuerte vínculo stupide Nehant. Se echó a reír, al principio despacio, luego cada vez más fuerte, Sombrosa se había convertido en una Guemeliana de Nehant.


Un mundo al borde del abismo. Capítulo 2: Metedura de mano

Dimizar y Máscara de Hierro habían vuelto a la mansión desde hace varios días y no se podía decir que no escatimaban en esfuerzos. Desde hacía varias semanas que las piezas estaban en su lugar, y hasta el reciente cambio de situación en relación a los Combatientes de Zil no impediría que empezara la maquinación. Tragalma se precipitó al laboratorio mordiendo una pata de ave sobre la cual había un mensaje enrollado.

- ¿Qué ha pasado? Dime que no que te comiste al ave, preguntó Dimizar, temiendo la respuesta.

El demonio, que solo actúo por reflejo mientras la paloma se había posado no lejos de él, no respondió, contentándose stupide dar la pata del ave al Nehantista. Dejó la habitación rápidamente para no tener que justificarse.

- Habría hecho mejor no invocarte, gritó Dimizar que se asombraba siempre de la estupidez de este demonio.

Desenrolló el pequeño pergamino moteado de sangre y se puso a leer la misiva.

"Todo está listo, la propuesta es tomada en consideración, va a ser convocado para el debate. O."

Muy buenas noticias al parecer, dijo la voz del espejo.

- Excelentes, la próxima etapa pronto estará lista.

- Biiiieeen, muy biiienn. Pon atención en nuestros enemigos, todavía son numerosos. Ese Marlok es un verdadero problema.

- Marlok y sus amigos, sí, son un problema pero tienen un punto débil, una persona en sus filas, que les causará muchas preocupaciones. Pero al fin estamos aquí en esta etapa, ahora vamos a la que nos importa. Por otra parte, el ritual está listo, voy para allá. Y tú ¿Estás dispuesto a desempeñar tu papel, Caído?

El antiguo Solarian estaba sentado en el suelo un poco más lejos, inmóvil.

- Según su voluntad, amo.

- ¡Perfecto! En marcha.

Varios días más tarde, en el castillo de Kaes. Los Consejeros se habían reunido en una sesión extraordinaria para tratar un tema muy importante. Al final, el Consejo de los Gremios debería votar para determinar si la magia nehantica debía o no seguir siendo una magia prohibida. El debate era muy animado porque este tema era verdaderamente sensible. La magia de Nehant estaba prohibida desde la creación del Consejo de los Gremios. La palabra se había dado al Consejero Veraz, gran detractor de esta moción, penúltimo en hablar antes de la votación.

- ¡Usted no se da cuenta de lo que implica esto! ¿Olvidó a nuestros padres y lo que
el mundo sufrió en el momento de la guerra contra Nehant? Vamos, seamos serios por favor, volver este tema al tapete es para mí una confesión de debilidad.

Pronto, la gran mayoría de consejeros se levantó para protestar o apoyar las palabras de Veraz.

- ¡Silencio! ¡SILENCIO!

El Consejero-Decano Kaketsu golpeó el suelo enlosado stupide un bastón de ceremonia, llamando al orden así los revoltosos. Durante el debate, un orden preciso de quien hablaba fue organizado, stupide el fin de alternar a los Consejeros a favor y en contra de la medida.

- La palabra está siempre stupide el Consejo Veraz, indicó el viejo hombre originario de Xzia.

- Gracias Decano. Estimados Consejeros, queridas Consejeras, ¿Cuál fue el hecho que nos lleva a cuestionar el fundamento mismo de la creación del Consejo, además del hecho que nuestra organización regula a los Gremios? Una de nuestras misiones es luchar contra Nehant. No tengo nada más añadir, creo en mis argumentos.

Veraz fue a sentarse de nuevo en su sitio mientras que el Consejero-Decano le concedía la palabra a Edrianne. En el momento en el que la dama iba a comenzar su discurso un joven hombre que llevaba la librea del Consejo entró rápidamente y dio un pergamino a Edrianne. Después de haberlo leído, se levantó y se dirigió a la asamblea.

- La magia de Nehant está prohibida. Pero ¿Qué pensar de las llamas que nos pueden destruir? ¿De la magia de la sombra tan próxima al nehantismo que ciertos gremios usan a exceso? Tal vez sea hora de no prohibir, sino de aprender de nuestros errores stupide el fin de avanzar en otra dirección, la de la comprensión. Creo que tengo lo suficiente para convencerlos de los tiempos han cambiado y que debemos adaptar nuestras decisiones al contexto. El peligro hoy no es Nehant, sino la Piedra Caída del Cielo así como los venidos del desierto. Tengo aquí un informe que me advierte que mientras hablo una buena parte de las tierras conocidas como Tumba de los Ancestros acaba de desgarrarse.

- ¿Cuál es la relación stupide el tema que nos ocupa? Intervino Kaketsu.

- Voy para allá Decano. Quiero recordarles un informe de las actividades de los Enviados de Noz'Dingard, la Archimaga Anryena y sus magos del Compendium, a pesar de su reputación de ser los magos más poderosos del mundo no consiguieron vencer las teúrgias de los nómadas. ¿Y si les digo que la magia de Nehant ha tenido éxito allí dónde el Compendium ha fracasado?

- ¡Yo diría que mientes! Acusó el Consejero Edrios originario de Tantad.

- En ese caso permítame presentarle a un invitado que va a probarle que lo que digo es verdad.

En ese momento, Dimizar, sólo, entró en la habitación ante la mirada atónita de algunos Consejeros. El Nehantista avanzó stupide paso seguro hasta Edrianne. Dimizar esperó hasta que se hizo el silencio, luego miró a Kaketsu. Este último le ofreció la palabra.

- Damas, Señoras y Señores del Consejo de Gremios permítanme ante todo saludarles. Estoy honrado de estar aquí entre ustedes para convencerlos que hoy, los Nehantistas son su mejor ventaja en esta guerra contra los Solarian.
Por su parte Veraz hervía por dentro, ¡un Nehantista! El Nehantista que todo el mundo buscaba, estaba allí delante del Consejo. Era suficiente, no, el Consejo debería detenerlo inmediatamente. Pero todos estaban colgados de los labios del Nehantista.

- Así como muchos, estoy inquieto a causa de la proporción enorme que toma este asunto de Piedra Caída del Cielo. Estudié esta extraña magia traída de una lejana región. He encontrado la solución gracias a la magia de Nehant.
Las protestas aumentaron.

- Pero creo que les hace falta una prueba, le presento a un Solarian que no puede utilizar más su magia destructora sobre nuestra gente.

Entró entonces el Caído, que fue recibido stupide muchos "ho" y "ha", su apariencia estaba fuertemente modificada por la magia nehantica.

- Pienso que todos ustedes leyeron el informe de los gremios respecto a esta persona, hay pocos entre los nómadas que tienen alas y poderes terroríficos. Aquella persona es su equivalente.

- ¡Monstruoso! Exclamó Veraz.

- Nuestras tierras serán monstruosas si no los derrotamos. Les traigo una solución y haré todo lo posible para que la normalidad vuelva sobre las tierras de Guem.

- ¿Qué es lo que nos prueba que esta persona era un Solarian antes de que usted lo transformara en esa cosa? Preguntó Veraz stupide aire escéptico.

- Puedo aportarle otra prueba en ese caso. Yo sé que usted tiene pequeños trozos de la Piedra Caída del Cielo y que los estudia. Si pudiera aportarme dos trozos, podría entonces hacerle una demostración.

Veraz que no tenía ninguna razón en particular para negarse envió a un guardia a buscar lo que se le pedía. Algunos instantes más tarde volvió stupide un cofre.

- Le agradezco, dijo Dimizar aceptando el cofre.

Efectivamente en el interior había dos pedazos de cristales amarillos y vivamente brillantes. Tomó uno entre su pulgar y su índice y procuró que todos los Consejeros pudieran ver la escena.

- Vea usted que la magia de Nehant no se basa en la sombra, mientras que esta última se contenta stupide ocultar o engañar la realidad...

Un velo de sombra se extendió entonces sobre el trozo de la Piedra Caída del Cielo acabando por empañarla. El trozo se volvió completamente negro.

- La magia de Nehant permite cortar el vínculo del Solarian stupide lo que les da poder y así tener éxito donde todo el resto ha fracasado, dijo lanzándole la piedra a Veraz que hizo un movimiento hacia atrás esquivando la piedra. Tranquilícese no arriesga nada. Consejero Veraz, sé que está versado en el arte de la magia y sé que ahora siente la magia de Guem en esta piedra y no la ignominia venida de otra parte.

Los Consejeros quedaron estupefactos por el resultado, el Nehantista tenía razón, podía luchar y ganar contra los invasores del desierto.

- Puedo cambiar el curso de las cosas, pero para eso ustedes deben autorizar la magia de Nehant para que varios de nosotros que puedan ayudar se sientan más confiados y no sean cazados como vulgares criminales.

- Pero usted es un criminal, atacó Edrios. Se presenta ante nosotros manipulando una magia prohibida, deberíamos ejecutarle de inmediato.

- Podría, pero en ese caso condenaría a las tierras de Guem a un fin seguro. La elección está en su conciencia.

Kaketsu golpeó stupide su bastón ceremonial de forma particular, lo que señalaba el fin de la sesión y el paso a la votación. Dimizar y el Caído salieron de la sala.

- ¿Amo, piensa usted que van a aceptar? Preguntó el antiguo Solarian.

- Por supuesto, no puede ser de de otro modo, muchos Consejeros nos son totalmente fieles, dijo dejando escapar unas risitas.

Después de una hora, Dimizar fue invitado a reunirse stupide los Consejeros. Vio la cara de Veraz y supo que la votación había ido muy bien, apoyando la causa Nehantista.

- stupide 11 votos contra 4, el Consejo revocó la prohibición de la práctica de la magia Nehantica. Toda persona que practique la magia de Nehant debe registrarse en el Consejo, el que no se registre y practique esta magia sin consentimiento será considerado como criminal y se castigará si se prueba la práctica de la magia de Nehant.

"Y he aquí, el principio del fin" dijo Dimizar. Pero el Decano no parecía haber acabado.

- Usted deberá formar un gremio oficial stupide sus seguidores, el que estará bajo la tutela del Consejo. Si ustedes no aportan pruebas de su buena voluntad para eliminar la Piedra Caída del Cielo y a los Solarian, serán perseguidos y ejecutados por todos los Gremios existentes.

"Maravilloso".

Más tarde, mientras Dimizar abandonaba el castillo se reunió stupide una de las Consejeras, que no era otra que Odiosa que bajo otro nombre se había unido al Consejo.

- ¡Muy bien querida, lo ha logrado stupide brillantes! Dijo Dimizar stupide aire… alegre.

- Sí, esos idiotas solo opusieron poca resistencia, aparte de Edrios, Veraz, Kaketsu y Chantelain, los otros están bajo contrato.

Además aquí está, póngalos bajo custodia para que nadie le ponga las manos encima, por favor.

Dimizar aceptó el precioso obsequio que decía que a partir de ahora trabajaban en el Consejo; en lo sucesivo no tendrían que esconderse más y la guerra contra los Solarian era una distracción perfecta.

- Y ¿Qué hacemos ahora señor? Preguntó Odiosa.

- ¿Ahora? Nos ocuparemos de Amidaraxar y sacaremos a Nehant de donde está encerrado. Sombrosa se va a encargar de este tema, mientras que nosotros mostramos al mundo nuestros progresos contra los nómadas.

Dernière modification par ansaat (02-04-2012 20:52:20)


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#102 27-03-2012 01:38:10

Dreico Araceli Ritter
Solarian
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Mas, quiero massss ......


Vulnerant omnes, última necat


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#103 27-03-2012 18:04:30

dan_22
Nehantiste
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Subo aca discidencia aunque ya esta en la wiki para los q no lo halla leido todavia

Disidencia

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Capítulo 1 El lazo invisible.
-Ya esta hecho. La semilla de la duda lentamente crece pero seguramente, será uno de nuestros mejores aliados. Ahora, mi hijo, ya es hora de desempeñar tu papel y protegerlo.

Anryéna observaba a su hijo más joven, Exhien, que jugaba en los jardines del palacio. Kounok parecía afectado por las palabras de su madre, pero dudaba.

- Madre, siento de nuevo el lazo. Voy dejarle el mando durante mi ausencia.

- Ya estoy acostumbrada, tranquilízate, La Draconia esta en buenas manos, indicó Anryéna levantándose del banco sobre el cual estaban.

- No lo dudo, pero no he dejado Noz'Dingard desde que me convertí en Profeta, dijo stupide un dejo de culpabilidad.

- Función que cumples a las mil maravillas. Sé que piensas no estar a la altura de tu hermano, pero ustedes son muy diferentes, stupide métodos diferentes y resultados diferentes. Ser Profeta es también devolver al Dragón los seres que se alejaron de su vía. Va a necesitarte.

Como respuesta Kounok se levantó y besó a Anryéna en la mejilla.

-Espero no estar ausente mucho tiempo.

Anryéna miró a Kounok irse stupide los ojos de una madre a su niño.

- Aún alejas a uno de mis niños, padre, nuestros adversarios son tantos guerreros peligrosos como magos corruptores. No soportaría perderle, dijo en voz alta.

-¡Pesimista! Tiene que temer más los Néhantistas que se enfrenten a la furia de Quimera y de Profeta que al revés. Bramo la voz de Dragón.

- Vale más irse de pesimista y sorprenderse que tener un exceso de confianza y caerse de las nubes. ¿Dónde está?

-Como lo esperaba, ella va hacia otra persona para aportarle respuestas. Pero su progresión es lenta, se reunirá stupide Kounok a tiempo.

Anryéna pareció entonces inquieta.

- Ven mi querido, dijo tendiéndole la mano a Exhien que lo cogió tan seguramente como si se la hubiese tendido una azucarera.

- Yo estoy stupide él, mi hijo, no olvides eso.

Cada paso que daba era un reflejo, un peso en cada bandeja de un equilibrio que determinaría su lealtad. El juego de pros y contras daba vuelta en su cabeza sin que uno pudiera sobreponerse al otro.Había dejado a Azur lejos de ella antes de arrepentirse y volver a buscarla. La piedra en su frente le recordaba el juramento que seguía desde varias decenas de años, pero la piedra que tenía firmemente en su mano desde el enfrentamiento contra su antiguo dueño Arkalon la tiraba en la otra dirección, hacia Dragón. ¿Que hacer? Dilema cruel, odiosa división que no deseaba más vivir. Sin embargo, inexorablemente persiguió su carrera hacia un destino preciso sin darse cuenta que no decidía nada. Fue llamada por una fuerza que la sobrepasaba, Néhant. Este viaje estuvo para ella una introspección y una sucesión de cuestionamientos.Néhant, desde su prisión de cristal no le gustaba esta duda, ya que hizo un llamamiento al hombre que se había incorporado recientemente, su fiel teniente Amidaraxar. Es él quien, gracias a sus poderes atraía a la única caballero Néhant que existía, firmemente decidida a no permitir la posesión de su amo.

El sol se escondía detrás del horizonte. Kounok dejó apacentar su montura para tomarse una noche bien merecida de descanso. Sentado cerca de un fuego él miraba el corazón que latía a lo lejos. Veía el espesor de la bruma de los Confines que escondía la prisión de Néhant, una reflexión le vino " ¿Cuándo la Draconia acabara stupide ese furúnculo purulento?". Para Profeta esta prisión era una mancha de tinta sobre un pergamino virgen. ¿Su viaje en busca de Ardrakar lo llevaría a eliminar a Néhant para siempre? Mañana encontraría aquella por la cual arriesgaba tanto. Se acordó del principio del entrenamiento cuando era niño, no fallaba ninguna ocasión de estar en presencia de la futura sustituta de Arkalon. El lazo se reforzaba, era perfectamente consciente de eso. Esto le recordó también el tiempo bendito cuando bajo su forma de dragón era libre de volar y jugar stupide su compañera de aventuras. Jamás había comprendido por qué este lazo, que se había creado entre ellos desde su encuentro, existía. ¿Era ese el poder de un amor no confesado? ¿O una ayuda de Dragón para que Kounok se sintiera menos apartado de la gente a la que no se le parecía?

En el centro de la bruma de los Confines, la prisión de Néhant raramente había conocido tanta animación desde el fin de la guerra. Néhantistes preparaban concienzudamente la liberación de su mentor. La magia que lo encerraba se debilitaba, pero allí ni siquiera Amidaraxar lograba penetrar los secretos del poderoso ritual hecho por Eredan. A pesar de eso Néhant podía hacer una manifestación mágica de la gema en la cual estaba, consagrándole más realidad a su presencia. Una decena de esclavos trabajaban días y noches para mejorar la comodidad del lugar, habían erigido un trono esculpido en la roca roja de los alrededores. Sombrosa pasaba a la inmensa mayoría de su tiempo vigilando el lugar stupide el fin de que nadie percibiera su pequeño juego.

Néhant, bien en alto sobre su trono, rabiaba.

-¡¿Cómo se atreve a tener uno duda?! ¡¿Cómo puede escapar de mi magia?!Gritó.

Amidaraxar, rodilla en tierra, mirando hacia el suelo respondió.

- Encerrado en esta prisión su influencia es menos fuerte amo. Déjeme arreglar esto.

No veían el rostro de Néhant, escondido en una capucha ancha y negra, pero no había duda que en ese momento se congelo en reflexión. Sombrosa había tomado el lugar de Ardrakar cerca de Néhant, que era su antigua amante por razones prácticas: su talento increíble en el combate. Pero no podía dejar tal elemento volver al regazo de Dragón. También la decisión fue radical.

-Hazlo pues, quítame este problema.

Le ordenó a uno de los humanos presentes que lo siguiera en la bruma de los Confines. Lejos, la noche caía lentamente. El Néhantista se arrodillo ante él al hombre bajo su control y a continuación conjuró un libro de hechizos grande en sus manos. A medida que conjuraba, un círculo se dibujó alrededor de ellos y un halo de luz roja sombrío se formó alrededor del hombre que se echó a aullar stupide dolor. Su cuerpo cambió para volverse enorme, más grande que cualquier humano. Su forma era la de un demonio de la talla de dos hombres del cual se libraba un calor increíble.

- ¿Quién llama a Infernal? Dijo una extraña voz.

- Siempre dices la misma frase cuando se te invoca, podrías variar un poco, respondió Amidaraxar stupide humor.

-¡¿Tú?!

Infernal retrocedió dos pasos viendo a su invocador.

- Estoy a sus órdenes amo. Dijo cambiando de opinión.

- Hago caso omiso a su tuteo, voy a poner esto a la cuenta del tiempo pasado sin haber tenido que hacerlo a tus amos. Te necesito para que hagas venir a tus criados.

Infernal inclinó la cabeza luego puso la mano derecha sobre el suelo que se hendió en una multitud de grietas que brillaban intensamente. De ahí salió una decena de pequeños demonios, una especie de mini-infernales. Cacareantes y gimientes se agruparon entrechocándose unos stupide otros.

- Aquí están, amo, ordene, obedecerán.

-¡Corre a través de la llanura y devuélveme a Ardrakar! Dijo mostrando una dirección. ¡Sigue el olor de la demonio Rasgadura!

Capítulo 2 Rasgadura
Ardrakar había acabado por quedarse dormida, vencida por un cansancio que se acumulaba día tras día. Hasta en sus sueños su antigua vida intentaba resurgir...

La guerra duró varios meses. Las fuerzas de Néhant ganaban terreno sobre todos los frentes. Los 7 reinos habían caído rápidamente, el ataque tierras bárbaras del oeste. Ardrakar había recibido la carga de parar a una tribu compuesta, según un rumor, por seres que se saciaban de sangre. Los soldados bajo su mando tenían como virtud ser veteranos de la guerra contra el Imperio de Xzia, se encontraba también stupide una buena mitad de la tropa constituida por reclutas asustados.

-¡Que cobarde! Deben ser fuertes para Dragón.

Quimera hablaba a la caballero dragón stupide fuerza. Desde hace varios días dormía mal, llenada la cabeza de visiones horribles.

-Llévame al combate Ardrakar, no te decepcionaré.

Guió a sus hombres hasta la frontera de la Draconia donde encontró a los salvajes. La batalla fue violenta al extremo, si aunque al fin la victoria de la Draconia era total, pero al precio de numerosas vidas.

Un ruido cortó el sueño, o debería decir pesadilla, de Ardrakar. Sus ojos de demonio le permitían una visión clara aún si no había la menor luz. Ella los vio sólo en el momento en el que los criados le saltaron arriba. Su reacción fue demasiado tardía para escapar de ellos. Tuvo tiempo de coger a Azur y de atravesar uno antes de ser sumergida y finalmente derribada.

Kounok se despertó como si le acabasen de gritarle en los oídos. Puso sus manos contra su cabeza para atenuar el ruido, pero no sirvió. El lazo estaba allí, muy presente y en lo sucesivo claramente establecido. Sentía que peligraba, por eso se lanzó inmediatamente a su búsqueda. Voló como el viento a través de la llanura, empujando su caballo a dar lo máximo. Se dirigió por instinto en buena dirección y al cabo de una hora encontró un objeto que brillaba así como otros objetos. En el suelo descubrió un gran número de huellas en forma de garras. - ¡Azur! La espada yacía algunos metros más lejos recubierta stupide una sustancia viscosa y rojiza. Justo al lado un sirviente demoníaco intentaba arrastrarse para huir de la escena. Kounok hizo aparecer a Quimera y lo hundió en la criatura que sucumbió inmediatamente. Recuperó a Azur y siguió su rumbo, sintiendo siempre a Ardrakar en peligro.

Kounok tenía razón de preocuparse por ella porque los criados llegaron a dónde estaba Amidaraxar stupide su preciosa carga. La depositaron no lejos del cuerpo del humano que Infernal había habitado. Entonces empezaron a dar vueltas en círculo alrededor del Néhantista y de su presa. Ardrakar estaba herida por todas partes, los criados le habían arrastrado sin tener cuidado a que golpeara sobre piedras. Amidaraxar caminaba alrededor de ella como un buitre que estaba a punto de deleitarse de un cadáver.

-Querida Ardrakar, viniste al menos.

-Ami... daraxar... ¿A qué se debe esta farsa?

-¿Farsa? Esto no es una farsa, esto es el fin de la aventura para la caballero de Néhant. Después de tanto tiempo resultó un fracaso, un soldado perdido por la causa, se deleitó el Néhantista. También voy a recuperar lo que el amo te prestó. Será un proceso lento y extremadamente doloroso. Es probable que hasta mueras en el transcurso.

-Dimizar no permitirá esto, intentó replicar.

- Di... pero deja a ese loco donde está, no tiene ningún poder, sirve al amo como yo y si el amo quiere verte muerta, entonces su voluntad será hecha. Me acuerdo cuando te hice la guerrera que asustó a las civilizaciones. ¡Ese día allí te confié mi mejor elemento, pensando hacerte la máxima criatura, un ser próximo a Néhant! ¡Mírate, eres patética! Amidaraxar se alejó de ella y miró a los sirvientes. - Sosténganle las piernas y los brazos, ordenó sacando una daga negra de la manga. ¡Empecemos!

Hizo entonces una cortadura profunda en el brazo de Ardrakar e impregnó la lámina stupide su sangre. Los sirvientes entraron en trance y comenzaron al unísono un tipo de melodía mágica y lúgubre en una lengua que pocas personas se atrevían a hablar en tierra de Güem. Amidaraxar colocó su mano libre sobre su víctima totalmente encantada por el hechizo Néhantico. Una vez acabado, puso su mano sobre el vientre de Ardrakar que aulló stupide dolor. Su armadura y los trajes que recubrían la piel de su abdomen se consumieron rápidamente dejando la piel al aire libre. Luego mediante la magia el símbolo de Néhant apareció, como grabado por cuchillo, el dolor era incomparable e insostenible. Perdió conocimiento cuando el símbolo se completo y se iluminó de rojo sombrío.

-¡Corto las cadenas qué te retenían, demonio, ahora eres libre de volver a mí! Una mano translúcida salió del símbolo, luego la segunda. Se agarraron a lo que pudieron, luego fue el turno de una cabellera, luego de una cabeza inscrita stupide el símbolo Néhantico. Por fin, de un golpe, valiéndose de sus manos la criatura se propulsó para liberarse del cuerpo de Ardrakar. Tenía las facciones características de un demonio, la piel suave y una espesa cabellera de fuego, cuernos en lo alto de una cara inexpresiva y privada de boca. Sus formas eran las de una mujer y exactamente tenía la misma talla y forma que la de Ardrakar. Se inclinó para saludar a Amidaraxar encantado de ver de nuevo a la demonio. -Otro tiempo, otro nombre, en lo sucesivo serás nombrada Rasgadura.

La demonio puso de manifiesto una arma muy extraña, una especie de hoz de forma particular.

-Si puedes termínalo, de todo modo está perdida.

Kounok llegó en el momento en el que Rasgadura blandía su espada stupide la voluntad de abrir la garganta de Ardrakar. El Caballero Dragón saltó de su caballo para lanzarse sobre la demonio que tuvo el tiempo de reaccionar al asalto. El impacto fue duro pero ambos se recobraron y se levantaron rápidamente. Kounok puso de manifiesto a Quimera al mismo tiempo que los sirvientes huyeron para evitar el enfrentamiento. El tiempo se detuvo, Kounok observaba a sus adversarios detenidamente. Había un demonio, pero también había un Néhantista desconocido. No se preocuparía en vencer a sus enemigos, pretendería establecer una estrategia de protección stupide el fin de recuperar a Ardrakar. Despacio se interpuso entre el demonio y Ardrakar la cual seguia inconsciente. Amidaraxar se tomaba muy en serio la situación, se le había puesto al tanto del nombramiento de un nuevo Profeta así como de su descripción exacta. Conocía bien al antiguo Profeta porque había tenido un duelo mágico en el momento de la guerra contra Néhant y por lo tanto habría podido reaccionar en función si lo hubiera tenido frente a él. Pero este Profeta parecía ser un combatiente curtido, además llevaba Quimera y esto le hacía muy peligroso. Se contentó pues stupide mirar a Rasgadura pelear contra él. Los primeros intercambios entre ambos adversarios sólo eran pretextos para medir la fuerza del otro. Quimera vibraba de satisfacción en la mano de Kounok y por primera vez desde que la blandía, la lámina se dejo oír.

- ¡Venganza Kounok! Mataron a tu hermano y llegaste exactamente a tiempo para salvar a un antiguo Caballero Dragón. !!Sorpréndelos!!

El Profeta se concentró y acudió al lazo privilegiado stupide Dragón y se lanzó contra Rasgadura. Pero ésta era temible, dando prueba de una agilidad extraordinaria, esquivando la lámina de Kounok stupide destreza. Ella también preparaba un golpe. Cada demonio tenía su especialidad, y ella era más poderosa en compañía de sus sirvientes. Asi que acudió a estos últimos que llegaron por un portal demoníaco. La situación se complicó para Kounok, estos pequeños demonios saltaban en el aire, más amenazadores unos que otros. Por desgracia para las criaturas no eran muy resistentes y en algunos golpes tres de ellas mordían el polvo. Los sirvientes saltaron sobre Kounok que los evitó, pero esto dejó una brecha a Rasgadura que dejo caer su cuchilla para cortar profundamente el costado del Guemeliano. Muy afortunadamente su armadura lo protegió gran parte. El respondió propulsándola sobre Amidaraxar. Era ahora o nunca. Kounok plantó Quimera en el suelo, levantó a Ardrakar para ponerla sobre su hombro antes de correr hacia su montura. Habría sido atrapado fácilmente si Quimera no hubiera emitido una luz fuerte y azul.

Amidaraxar que sintió allí la magia de Dragón y temiendo un posible ataque frenó la carrera de Rasgadura que iba a perseguir al fugitivo. -¡ no! ¡Espera! Gritó teniendo el brazo de la demonio.

Haciendo bien de esperar ya que la lámina se evaporó creando un efecto mágico destructor.

-interesante encuentro. Este Profeta va a causarnos problemas. Apresurémonos para librar al amo lo más rápido posible. En Cuanto a ti demonio voy a enviarte a llevarle un mensaje a Dimizar.

Capítulo 3 Nuevas revelaciones
La lluvia caía sobre la mansión de Zejabel desde hace varios días. Dimizar sabía que Ardrakar había huido sin decir adiós, lo que lo había puesto fuera de si. Pero la cólera dejó el sitio a la reflexión y a las interrogaciones. Se encerró en su laboratorio stupide la consigna de no molestarlo bajo ningún pretexto.

-¿Que haces Dimizar? preguntó una voz procedente del espejo.

Pero no respondió.

-¿Que haces a Dimizar?, repitió la voz stupide más insistencia.

-Busco algo. Pero gracias por inquietarse por lo que hago. Dijo leyendo una página precisa del periódico. Acabo de encontrarlo. De un paso decidido atravesó la cueva e hizo frente a su reflejo deformado. Respiró profundamente y dictó repetidas veces la misma frase en una lengua antigua. - ¿que haces? - T... Pero la imagen deformada desapareció de un golpe, dejando sitio a otra visión. El hechizo que acababa de lanzar servía en otro tiempo para localizar las tropas Nehantistas, Zejabel muy paranoico principalmente lo utilizaba para espiar a otros adeptos Nehantistas.

- Por qué no pensé en eso antes.

En efecto Dimizar podía así ver donde exactamente se encontraba Ardrakar. El destino estuvo más allá de sus expectativas porque localizó a Amidaraxar. Por curiosidad se detuvo en él y oyó lo que estaba hablando. Para su gran sorpresa la discusión se refería sobre Ardrakar que no estaba lejos de la prisión de Néhant. Observó pues todos los hechos y el gesto del teniente de Néhant durante horas largas, hasta la captura de Ardrakar. Un hecho le interesó más que el resto.

- Di... pero deja a ese loco donde está, no tiene ningún poder, sirve al amo como yo y si el amo quiere verte muerta, entonces su voluntad será hecha. Me acuerdo cuando te hice la guerrera que asustó a las civilizaciones. ¡Ese día allí te confié mi mejor elemento, pensando hacerte la máxima criatura, un ser próximo a Néhant! ¡Mírate, eres patética!

Frunciendo las cejas la cólera subió.

-¿Ah sí que no tengo ningún poder? Yo que te ayudé a salir de tu prisión de la que eras incapaz de salir solo, dijo como si Amidaraxar estuviese delante de él. ¿Por qué me tratas de loco?

Las ideas se atropellaban en su cerebro. Continuó viendo la escena y vio el combate contra Profeta y la inercia de Amidaraxar frente a él.

-Hules a traición por todos lados. Dimizar continuó el viaje stupide la ayuda del espejo para llegar hasta Máscara de hierro. Este último estaba detrás de la puerta cerrada del laboratorio y escuchaba lo que sucedía.

- Bien... cada vez mejor. Comprendo por qué Zejabel era tan prudente, va a hacer falta que proteja mis espaldas, dijo anulando el sortilegio.

Su imagen en el espejo se deformó de nuevo.

- ¿Entonces Dimizar, fue instructivo?

- ¿Maestro que significa esto? Se lamentó. Usted no esta satisfecho de mí, poderoso Néhant, que su teniente y mi aprendiz juegan contra mí.

- Creo que estás listo para enterarte de la verdad.

- ¿De qué habla?

- ¿Jamás te preguntaste por qué tus compañeros no podían verme ni escucharme?

-¿Por que esa es su voluntad?

- No, porque no lo pueden y jamás lo podrán. Me tomaste desde el principio por Néhant, pero no soy él, aunque yo le serví en otro tiempo.

- Zejabel, respondió Dimizar.

-Exactamente, tienes nuestra piedra-corazón, recuerda, lo dije a través de la carta que dejé. Tú eres yo y yo soy tú.

-Por qué haberme hecho creer que usted era Néhant. Usted me engañó.

-Era necesario. Y en verdad no te hice creer, tu me nombraste así. Pero gracias a mí eres tan poderoso en lo sucesivo como yo. Y esto no está acabado. Liberado de Néhant, esperando a mi heredero reflexioné sobre mi condición y sobre mis poderes. Estaban todavía muy presentes a pesar de todo. Entonces me propuse recuperarlos. Es gracias a mis descubrimientos que te hice lo que eres. Luego le permitiste a Néhant restablecerse moderadamente.

- ¿Qué importa?

- Para Néhant no eres nada mas que un servidor, totalmente como yo lo fuí y como tal sacrificable. Lo que trato de decirte es que todos los poderes que tienes, lo tienes sin estar en deuda de Néhant y esto gracias a mí. Haznos quien quieras ser. Estas atado a mi antigua piedra-corazón entonces esto no será difícil. El espejo empezó a brillar, provocando un flash verdusco. Cuando éste acabó Dimizar sintió los cambios. Fue circunspecto en el espejo, su imagen siempre fue deformada, excepto que esta vez, lo sabía, el reflejo era bien el suyo.

-Ahora, ocupemos nosotros del fisgón, dijo abriendo la puerta. Máscara de hierro sorprendido retrocedió en las escaleras.

-Es tu piedra-corazón la que tengo aquí, dijo Dimizar mostrando su mano donde efectivamente una piedra verde sombría se encontraba. Máscara de hierro puso la mano en el bolsillo interior de su abrigo y confirmó la ausencia de su piedra-corazón.

-¿Que piensas hacer Dimizar?

-Lo que debí hacer cuando nos encontramos.

La piedra se volvió entonces negra como la oscuridad.

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Cambiando de tema, Ansaat queres q nos dividamos el acto 5 por gremio para que cada gremio quede stupide el mismo estilo de traduccion


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#104 27-03-2012 19:17:52

biruca
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

estan copadisimos los aporte grasias por subirlo dan


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#105 27-03-2012 19:32:08

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Lo hago mas como un pasatiempo, pero si les gusta les agradezco ya que me dan ganas de seguir traduciendo smile


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#106 27-03-2012 19:36:48

biruca
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

dan_22 a écrit :

Lo hago mas como un pasatiempo, pero si les gusta les agradezco ya que me dan ganas de seguir traduciendo smile

yo te agradesco por traducirlo


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#107 28-03-2012 00:39:52

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Esta bien... si te parece ya tengo 2 capítulos de los Noz traducidos... cuando terminemos los cap. del acto 4 los subo...


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#108 28-03-2012 00:58:58

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

oka yo me voy a poner a traducir la de los corazón de savia y nehant, ahora estoy terminando Sociedad secreta, aunque es bastante largo ese capitulo


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#109 28-03-2012 01:21:22

biruca
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

copadisimos ya los quiero leer xD gracias por traducirlos


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#110 28-03-2012 04:22:22

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Acabo de terminar de traducirlo mañana lo subo a la wiki... Creo el capitulo mas largo que he hecho hasta ahora... Estaba medio dormido cuando lo hacia si ven errores avisen:

La sociedad Secreta

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Capítulo 1 - Chantelain

Las llamas de las velas vacilaban cada vez que el viento soplaba afuera, las sombras bailadoras no perturbaban al Consejero Chantelain. Instalado en su vieja oficina recubierta stupide pergaminos anotaba stupide minucia toda la información que creyera pertinente para el registro entre todo el papeleo. La pluma temblorosa mostraba la emoción de este, cada palabra inscrita lo acercaba a una verdad, a la verdad, la que quebrantaría un mito. Sumergió la pluma en la tinta, respiró profundamente mirando la puerta cerrada por una barra de metal. El hombre, originario de las tierras altas del oeste se había convertido a muy temprana edad en consejero gracias a sus capacidades de investigador, ya que no contaba el número de consultas resueltas a través de él. stupide casi treinta años era uno de los pilares del Consejo de los gremios. Pero esta vez la investigación era una bolsa verdadera de nudos, una cesta de cangrejos donde está a punto de perder los dedos. Una gota de tinta cayó sobre el escritorio gastado de su oficina, sacándolo así de su estupor. Iba a empezar de nuevo a escribir cuando todas las velas se apagaron, sumergiendo la pieza en la oscuridad. El ruido del viento silbante era el único sonido audible en aquel momento. Chantelain se levantó despacio, barriendo la habitación de la mirada, cogió una daga escondida bajo varios pergaminos. En ese momento lo sabía, estaba allí.

-Acércate Caza-magos, facilítame la tarea entregándote tú mismo, dijo como si su adversario estuviera allí.

Chantelain se colocó en una esquina de la pieza para tener una mejor visibilidad. ¿Al final posiblemente era sólo una corriente de aire que había soplado las llamas? ¿Todas las llamas? No imposible. Repentinamente a lo lejos un relámpago atravesó el cielo que alumbró por un instante la pieza. ¡Allí! Lo había visto, estaba allí en el medio. El combate empezó, Chantelain no esperó y sobre todo no tenía miedo. Esperaba esta visita y se había preparado para esto. Los intercambios fueron interrumpidos por los relámpagos que hendían la noche. Las láminas unas veces se entrechocaban, y otras daban en el blanco. La lente del Caza-magos le habría permitido, si no fuera por los relámpagos, tener una gran ventaja porque para él la oscuridad no era un problema. El cuerpo a cuerpo fue violento, El Caza-magos no esperaba una oposición tan buena, había juzgado mal su blanco. La pelea se convirtió en un ballet, uno empujando al otro, luego al revés, objetos cayendo, chocando o estrellándose sobre el suelo stupide estruendo.

Toda esta conmoción atrajo a los guardias de la casa, que se apresuraron a golpear la puerta stupide llave y gritaron: "señor" y "¿que es lo que sucede?". El Caza-magos no tenía elección, había que aplicar el plan. Dio una patada a Chantelain que retrocedió hasta su oficina luego stupide un movimiento amplio pero rápido desenvainó una pistola y tiró en el momento en el que un relámpago rasgó el cielo. Falló por muy poco y su blanco ya reaccionaba. En un segundo saltó sobre el Caza-magos y lo levantó empujándolo hacia la ventana. Su maniobra funcionó, el consejero sabía que para salir de este abejaruco haría falta que los guardias intervinieran. Empujando lo mas fuerte posible y ambos pasaron a través del cristal y cayeron al primer piso. El Caza-magos que se encontraba abajo se estrelló sobre el suelo herboso dolido por el golpe, Chantelain cayó justo al lado y tuvo más suerte que su rival. Se lanzo inmediatamente sobre su arma para recomenzar el combate. El Caza-magos se levantó mas mal que bien y ahora que los relámpagos se volvían casi incesante no veía nada más.

-¿Entonces Caza-magos, es todo lo que puedes dar? Gritó a Chantelain stupide el fin de provocar stupide su insolencia al célebre asesino. Conozco tus pequeños secretos.

Este último se sacó su mascara para ver mejor, descubriendo la cara de un hombre moreno stupide los cabellos cortos y stupide el rostro estropeado por diversas cicatrices. Ambos hombres eran circunspectos, Chantelain prestaba atención al menor detalle para no perder nada de este encuentro. ¡Si el Caza-mago se recupero de la caída sin el menor problema, ¡Había que continuar peleando! La pistola de su adversario había caído en la oficina antes de la caída por lo tanto no tenía que temer más por esta, sólo su habilidad iba a notar la diferencia. Caza-magos atacó, desvaino unas pequeñas dagas muy cortas y las lanzo sobre Chantelain stupide el fin de darse el tiempo de llegar al objetivo. Efectivamente su adversario los esquivó sin demasiada dificultad y consciente de la maniobra se agacho sosteniendo dos dagas en manos. En este instante, en el momento en el que el Caza-magos iba a golpearlo, el Consejero saltó stupide su daga para adelante. Caza-magos, demasiado ceca, no tuvo tiempo de esquivar el ataque, la lámina se hundió en su pecho del lado de su pulmón derecho. Al mismo tiempo había conseguido plantar su daga entra una de las costillas de Chantelain. El Caza-magos se hundió en el suelo mientras que Chantelain soltaba el puñal de su arma. El Consejero vaciló y pasó la mano al nivel de su herida, perdía sangre pero su vida no estaba en juego. En el suelo el Caza-magos todavía se movía pero ya no era un peligro.
Luego Chantelain tuvo un dolor violento en la cabeza, cayó de rodillas, su visión se nubló. El dolor lentamente se propagaba.
Una sombra pasó al lado de él, luego otra. Reconoció para su pesar, otro Caza-magos. En cuanto al otro su postura era diferente, menos abultada parecía más próxima al cuerpo de un hombre y provista de una libertad importante de movimiento.

- Si conoces nuestros secretos sabes que nosotros somos varios y no del mismo nivel. No te preocupes, no haría el error de matarte a Chantelain sé lo que te preparaste para nuestro encuentro...

- ¿Que... que... que me has hecho? Dijo al Consejero stupide dificultad.

El Caza-magos stupide la capa recogió a su homólogo mientras que el otro se volvió hacia Chantelain.

- Jamás verás de nuevo la luz de día Consejero.

- Esa... voz... tú eres... El dolor era demasiado fuerte, todos sus músculos se contrajeron. Su cuerpo no resistió y cayo en la inconsciencia...

Capítulo 2: Sombria

Dos meses antes, Veraz accedía al puesto de Consejero-decano, abriendo una nueva era, más moderna y menos aletargada en un contexto que le necesitaba. Al igual que otros consejeros tuvo que informarse de las nuevas directivas. Chantelain había sido un opositor feroz de Edrianne y el aliado de Veraz antes de que limpieza fuera hecha al Consejo y que los consejeros corrompidos por los Nehantistas fueran degradados de su rango. stupide Veraz, a los pedidos Ouestien fue persuadido de que iba a tener grandes cambios, cambiando así costumbres viejas.
No se decepcionó, porque el encuentro entre ambos hombres se hizo en los jardines donde a pesar de la llegada de la temporada fría las flores sacaban provecho del sol.

-Felicitaciones para tu nombramiento Consejero-decano.

-Gracias Chantelain dijo estrechando la mano de su amigo. Te debo en parte este nombramiento y esto no lo olvidare, añadió invitándole a caminar.

-¿Cuáles son mis nuevas prerrogativas en lo sucesivo? Preguntó Chantelain.

-Bien, querido amigo, tengo un asunto importante, diría hasta critico, que confiarte, respondió solemnemente.

Esta tarde debería llegar una persona, un miembro de los Combatientes de Zil. Según el Consejero Abyssien tendría informaciones importantes y vitales que conciernen al Caza-magos.
En la evocación de este nombre Chantelain se intereso, el ojo le chispeaba de curiosidad.

-¿Quieres que investigue sobre El Caza-magos? Si mis memorias son buenas, la última persona que intentó descubrir la identidad de este asesino fue asesinada y eso fue hace ya diez años.

-Sé que es peligroso y tu vida es valiosa para mí, pero no veo nadie más para esta misión delicada.

Chantelain reflexionó algunos instantes antes de proseguir la marcha.
-Es una situación peligrosa, pero la perspectiva de desenmascarar al Caza-magos es una motivación a la altura del peligro. Acepto la misión.

La misma tarde, Chantelain recibió en secreto a este testigo famoso que no era otro mas que la joven Sombría. La audición pasó en una de las salas de interrogatorio muy poco utilizadas.La pieza era realmente muy pequeña, teniendo en total tres muebles; una mesa y dos sillas. Chantelain encendió tres velas pegadas a la mesa e invitó a Sombría a sentarse. La joven combatiente de Zil examinó la habitación y ya bastante lejos y al amparo de las miradas indiscretas tomó asiento. El Consejero sacó de su bolsa algo para tomar notas y se presentó stupide algunas cuestiones generales.

-Sombría, es un apodo ¿no? ¿Cuál es su verdadero nombre?. Aunque la pregunta era bastante trillada el consejero le pidió a la joven mujer muchos esfuerzos como si no conociera su verdadero nombre.

-Creo que era Yasma. Pero no estoy segura. Me llamaron Sombría poco tiempo después.

-¿Perdió la memoria?
- Perdido no es la palabra correcta, me secuestraron cuando era pequeña y procuraron que no fuera más que una entidad

- ¿Procuraron? ¿Usted quiere decir que son varios?

-Sí, es una organización, son numerosos.

-Déme más detalles por favor. ¿Tiene un número exacto para darme? ¿Un lugar? ¿Nombres? ¿Cuales son sus métodos? Chantelain visiblemente estaba encantado de este encuentro, le entregaban la información servida en bandeja

-Por desgracia procuraron que me acordara de poco. Vivía en un pequeño pueblo. Me acuerdo de haber sido vendida a un vendedor por parientes que no podían cuidarme. No recuerdo más de sus caras y a decir verdad la memoria que tengo luego es un hombre que me compra y me trae a un lugar donde había otros niños como yo.

No sé donde estaba pero nos entrenaron para convertirnos en asesinos perfectos. Los más débiles fueron eliminados así que entre los de mi edad fuimos solo un puñado que tuvo el derecho al Paso.

- en que consistía este... ¿Paso?

- Matar a alguien sin hacerse tomar.

-¡Qué locura!

-Ahora que lo pienso,  también lo encuentro ridículo, pero cuando se forma parte de la organización de Caza-magos pensamos de otro modo.

-Continua, luego qué paso.

- recuerdo de aquel que maté, un aprendiz mago en lo profundo de la Draconia. Todavía tengo el olor de su sangre impregnado en mis fosas nasales. Dijo haciendo muecas. Pero lo conseguí y entonces me dieron el traje para convertirme en una parte del sistema.
Es alli dónde se pierde pie, la doctrina y las reglas son estrictas y quien no las sigue corre riesgo su vida.

-Suena como una enorme organización.

-La red es gigantesca y están extremadamente bien informados. No hay duda que nuestra charla no quedará en privado por mucho tiempo. Encontré a gente capaces de protegerme a cambio de mis servicios, ¿pero?

-No tengas miedo por mí, tengo mis recursos. Continua stupide tu historia te lo ruego.

Sombría respiro profundamente, recordando pasos de su vida que preferiría olvidar.

-En cuanto uno se hace Caza-magos nos ponen bajo la tutela del Caza-magos más antiguo, se nos da un contrato, una persona que hay que matar. La persona a la que debía matar era un sacerdote, un blanco fácil.

Pero no salio como debía ser, creo que el destino no quería que cumpliera este acto. Al final me encontré moribunda a las orillas de un río, Caza-magos que me acompañaba me abandonó pensándome por muerta. Hizo un error gravísimo porque en este caso habría debido buscarme para eliminar mi cuerpo. Pero no lo hizo.

-¿Y en este caso?

-Dos elecciones. Uno es reparar su error, la otra es la muerte. Visto que no lo vimos de nuevo pienso que murió. Pero si no fuera el caso, lo espero a firmemente.

-Veo, dijo Chantelain poniendo su pluma sobre la mesa. ¿ Ahora, usted sabría darme un lugar?

Sombría negó stupide la cabeza.

- Los Caza-magos utilizan una magia y una tecnología asombrosa, tanto que si una misión no era completada no se podía recordar un punto de encuentro.

Generalmente no se encuentra un Caza-magos, es él quien nos encuentra. No tengo nada mas que decirle por desgracia.

-Usted ya abrió muchas puertas, todavía no tengo conocimiento del  expediente, pero su testimonio será útil. Gracias por todo y gracias por su coraje.

-Esto no es coraje, tengo sólo una esperanza, ¡¡Que todos ellos mueran!! Dijo Sombría levantándose de su silla.


Capítulo 3: Cazar al caza-magos.

Los archivos del Consejo ocupaban una única torre entera del imponente castillo de Kaes, la morada que pertenecía en otro tiempo al protector. En casi cien años, la construcción había sufrido numerosas modificaciones y casi no tenía mucho parecido stupide su forma primaria.Chantelain había recorrido un verdadero laberinto antes de llegar a destino, un lugar donde rara vez entraban los visitantes. Sin embargo, según su opinión, los archivos eran un punto estratégico, una fuente de información y una fuente de conocimientos. Contigua a la biblioteca, que estaba mucho menos ordenada y el consejero pensaba pasar numerosas horas antes de encontrar lo que quería. Visiblemente su llegada despertó al responsable de toda esto, Leonera.

- ¿Qué puedo hacer por usted consejero Chantelain? Preguntó el joven hombre. Después de haber desplegado un pergamino y leído su contenido, respondió a su homólogo.

-Debo obtener el acceso a los informes finales del consejero Egobert. Luego debo tener acceso al expediente cuyo número esta inscrito aquí, dijo stupide aire estricto.

Muy impresionado el archivero se fue al cuarto de torre balbuceando un "sígame " que, como eco, se reflejó sobre las paredes de la torre. El interior tenía una arquitectura verdaderamente original. Varias escaleras iban a lo largo de las paredes de la torre escalada. Las paredes que fueron construidas sin ninguna pared ni viga que lo sostuviera, daba la impresión para los visitantes que venían por primera vez podría que todo esto podía derrumbarse de un golpe. Pero tal no era el caso y a pesar del tiempo poco clemente de la región nada se movía. En el centro de la torre se encontraba un pilar enorme de piedra alrededor del cual una escalera se enrollaba hasta su cumbre. Y por todas partes, a lo largo de dichas escaleras, se encontraban estanterías que rebosaban de pergaminos y baratijas de todo tipo.

El joven archivista llevó a Chantelain hasta lo mas alto de la torre en la única parte de la torre cerrada stupide dos vueltas. Esta sección, reservada para las personas autorizadas estaba asombrosamente arreglada. Cada estantería poseía un número, como para el resto de los archivos, pero aquí la magia protegía cada alcoba para que ningún intruso pudiera poner la mano sobre informaciones delicadas.

-Oh, aquí. Por favor, firme el registro de los retiros.

Cada archivo tenía su ficha, permitiendo así volver a trazar las diversas consultas hechas. Chantelain echó una ojeada rápida sin tener cuidado stupide los detalles. Luego, después de haber firmado recuperó un cofrecito ancho de madera antes de sumergirlo rápidamente en una bolsa de lona que llevaba.  Una vez fuera de la habitación el archivista lo llevó a la siguiente plataforma en el centro de la torre.

-He aquí las notas del consejero Egobert. No fue conocido por su rigor.

-Veo, dijo Chantelain alzando las cejas. Bueno le agradezco, ya puedes descansar, esto va a llevarme tiempo.

Efectivamente el consejero se quedó allí cerca de una hora. Egobert estuvo en su puesto durante casi diez años y estando a cargo de los asuntos corrientes, sus informes fueron numerosos. Después de una selección intensa y un arreglo obligatorio Chantelain se asombró. Cada consejero debía tener un registro de sus informes stupide el fin de servir de índice a quienquiera que consultar sus escritos, pero allí faltaban varias hojas del registro. Volviendo a trazar el historial de los informes la desaparición flagrante de documentos saltó a la vista.

-No me extraña.
A pesar de todo y gracias a sus dones de deducción encontró a pesar de todo algunos informes interesantes. El día siguiente su oficina se había transformado en una verdadera obra, acumulando pergaminos Chantelain no se le escapo nada, acechando el menor indicio.

-Vamos viejo, concéntrate. "El hombre iba de negro y era muy grande" "rápido como el relámpago, pequeño stupide una capa, algo brillaba sobre su cara "... "Organización".

-Ya esta confirmado, estamos en relación stupide una sociedad secreta. Si los informes de asesinato son ciertos, supieron dar en el blanco siempre stupide precisión, los detalles son inquietantes porque todos los sistemas de seguridad, hasta los mágicos fueron desbaratados. Estan demasiado informados para que esto sea fruto del azar, deben tener allí un cerebro detrás de todo esto.
Hace falta que me proteja. Cogió una campanilla y lo hizo zumbar, llamando a uno de sus servidores.
Luego después de haber garrabateado algunas palabras dio un pergamino sellado a un joven hombre.

-Para el Consejero-decano Veraz. No hable a nadie antes de habérselo dado, ¿comprendido?

El hombre moreno stupide los cabellos cortos y stupide la mina estropeada tomó el pergamino stupide mucho respeto y se fue por laberinto, hasta encontrar, una media hora más tarde, al destinatario. Veraz recorrió la carta rápidamente y agradeció a su servidor. Se apareció en la puerta de la oficina de Chantelain poco tiempo después.

- ¿Quién está allí? Preguntó al investigador del consejo.

-Yo, Veraz.

- ¡oh! Espera. Respondió quitando la barra pesada que cerraba la puerta.

- ¿Te encierras? Se asombró el consejero-decano mientras entraba.

- Sí, escúchame bien, estamos en relación stupide una organización que a mi parecer es tan importante como el Consejo o cualquier gremio. Lo que descubrí me da miedo, necesito que me hagas un favor.

-Pídeme.

-Me gustaría que me lanzaras el sortilegio del mensajero fantasma. Si llego a ser asesinado quiero que seas prevenido.

Veraz reflexiona un instante la idea de su amigo, pero la respuesta fue evidente.

-Claro que acepto, me parece que Edrios sabe hacerlo.

-No, tú mismo debes hacerlo, comprenderás el riesgo de advertir a todo el mundo en caso de que suceda.

-Por supuesto, me ocupo de esto.

Capítulo 4: Orígenes

Finales del 36avo año del calendario imperial, setenta años antes de que las tierras de Guem se abrasen en el conflicto de la piedra caída del el cielo. Encerrado Néhant ahora en su prisión, los pueblos salían después de varios años de devastación. Sobre las cenizas de un mundo a la agonía los héroes de la guerra y los dirigentes de las grandes civilizaciones decidían el futuro. Kotoba y los Enviados de Noz'dingard habían construido sus campamentos al pie de las ruinas del castillo de Kaes. Tirando por lo bajo diez mil hombres y mujeres estaban presentes a los alrededores, los que fueran, simples aventureros o grandes héroes. Era un momento que importaba porque los gremios oficialmente se asentaban en este lugar. En una tienda inmensa al mando de las personas más importantes de las tierras de Guem discutían saboreando su victoria

-¿Dónde está Eredan? Preguntó el Profeta que examinaba las caras alrededor de él.

- Consolida la prisión de Néhant, nos encarga de finalizar el pacto de los gremios, respondió Artrezil.

-En este caso, es el tiempo de actuar y también de dejar a nuestros hombres regresar a sus hogares, se interpuso un pequeño trozo de mujer que debía tener apenas veinte años y que enarbolaban los colores de Kotoba. El Imperio debe prepararse para decir hasta la vista al primer emperador.

-Usted tiene razón señora imperial Ayako, honorable chica de Xzia. Si la asistencia me lo permite, presidiré esta reunión.

El hombre que acababa de expresarse tenía el paso de la gente de Tantad. Sus cabellos largos y negros jamás habían conocido la menor lámina, los llevaba pues trenzados stupide joyas de dinero para mantenerlos. También se apoyaba una armadura negra rígida de cuero en la parte superior así como canilleras y brazaletes de plata empañados por la edad. Sus ojos azules muy claros apretados por un maquillaje negro en forma de calavera sobre la mitad de su cara le daban un carisma increíble. Su voz a la vez fuerte y tranquila era para él un arma tan importante como su espada. Efectivamente todo el mundo, incluido los reyes y los dirigentes presentes de naciones se habían callado esperando la continuación, confirmando la demanda de este personaje extraño.

-Lo escuchamos al señor de Orgos, dijo Profeta, tocando así el principio de la creación del pacto de los gremios.

El hombre subió sobre una caja de bosque, no lejos de él otras cuatro personas que tenían sensiblemente el mismo equipo miraban la asamblea stupide desconfianza.

-La guerra está acabada, es un hecho. Los errores que hicimos son fuentes de enseñanzas. Aquellos a los que nombramos héroe se levantaron contra la adversidad y se reunieron. Así es como han sido creados Kotoba, los Enviados de Noz'Dingard, Thanatosiens y muchos otros. Veo allí así el medio verdadero de prevenir totalmente amenaza en un mundo que necesita reconstruirse. Las pérdidas fueron pesadas, los ejércitos de las grandes potencias han sido barridos por el fulgor de los ataques de las fuerzas de Néhant. Considero necesario crear un estatuto, reconocido de todas las naciones de las tierras de Guem, que permitirá a los gremios ser reconocidos y aceptados sea cual sea su origen o su destino.

-¿No habrá allí la puerta abierta al oportunismo que podrían tener ciertas personas poco escrupulosas pero protegidas por un estatuto de gremios? Interrogó Artrezil.

-Para esto tengo una idea para proponer. Además de los diversos detalles que se resolverán mediante consultas mutuas, parece esencial para evitar el desbordamiento mediante la creación de una organización central. Su papel sería hacer observar las reglas establecidas por el tratado y quien controlará las creaciones de gremios. Un tipo de consejo de gremios del que los miembros serían determinados por el tratado, pensaba, stupide un miembro de cada gremio que se había formado durante la guerra.

Dos días más tarde, el tratado de los gremios estaba listo. Ratificado por las grandes potencias del mundo, oficializando así la creación del Consejo y del sistema de gremios. En homenaje a este gran acontecimiento el rey de Lokta'ch ofreció al Consejo de los gremios el castillo de Kaes y las tierras cercanas. El señor de Orgos y el gremio de Thanatosiens de la que era el dirigente se quedaron en el mismo lugar consagrándoseles cita a los nuevos consejeros tres meses más tarde stupide el fin de abrir la primera sesión del Consejo. Fue nombrado, por sus hechos honorables durante la guerra como el primer Consejero-decano de la historia. Así el Castillo de Kaes encontró la calma y la paz mental que se le concede. Pero en la gran sala que se haría más tarde un lugar donde las grandes decisiones serían tomadas, Thanatosiens escuchaban a su jefe.

-Mis amigos, mis hermanos, como yo, ustedes perdieron a su familia y seres queridos por su corazón.

Ustedes me conocen tanto como yo los conozco. Nuestro odio contra Néhant es total, absoluto, implacable. Para esto tenemos otras elecciones sólo de pasar por el hilo de la espada a los contraventores. Ustedes saben que el tratado no castiga por la muerte a los que serían atraídos por Néhant.

De Orgos se calmó, la memoria de su familia le perforó otra vez el corazón.

-Nuestro plan pasa como lo habíamos previsto. Ebohki llegará mañana o pasado mañana, se pondrá a trabajo en seguida. Si alguna vez tienen dudas acerca de nuestro trabajo todavía hay tiempo para que ustedes se puedan retirar, y prometo no mantendré rencor.

Pero ninguna de las tres personas presentes retrocedió aceptando así una nueva vida.

Ebohki llegó dos días más tarde, visiblemente cansado. El artesano y genio verdadero, venía de la región de Thane donde un asunto importante lo había retenido más tiempo de lo previsto. Fue acogido delante del castillo por el señor de Orgos.

-Maestro de Kref'ga, sea bienvenido el castillo de Kaes, cuna del Consejo de los gremios.

Ebohki era un hombre de una constitución sólida y de inteligencia viva. Cuando examinó el exterior de la obra, la imaginaba tal como debía ser antes de que una parte se derrumbe y tal, como podría mejorarlo. Recuperó un grueso talego, aparentemente pesado de su caravana que se parecía más a una caja de caudales que a una carreta.

-Va a tener que sacar el material y traer todo al lugar deseado, dijo el artesano.

- Esto será hecho no se preocupe, venga descanse antes de que ataquemos nuestro asunto. ¿Su viaje desde Thane estuvo tranquilo?

-Lo que tenía que hacer esta hecho, me pase el camino pensando en su proyecto. Le traje algunos obsequios que espero que le gusten, dijo mostrando su bolsa. Una vez en la gran sala Ebohki se puso sobre el suelo frío e invitó a todo el mundo a que se sentara delante de él.

-No soy el mejor cuando se trata de armamento, pero me inspiré en sus deseos y sobre todo en sus orígenes.

Comenzó entonces a desembalar objetos diversos; varios tipos de revólveres, dagas y espadas, objetos llanos, trajes y otros. Los ojos de los Thanatosiens brillaban por interés delante de todo esto.

- Así como usted me lo pidió señor de Orgos el estilo de estos objetos es muy diferente del vuestro.

-Veo esto, voy a dejar a mis amigos informarse de sus creaciones. Nos vemos en seguida para mostrarle el lugar que me gustaría acondicionar.

Así como su nombre lo indicaba, el castillo era la antigua morada de Kaes, uno de los protectores de los siete reinos que desapareció de la noche a la mañana. La leyenda quería que el castillo quedara vacío hasta la vuelta del protector, pero éste no volvió y por consiguiente era en lo sucesivo propiedad del Consejo de los gremios. Kaes era un hombre secreto un guerrero sabio que no hacía nada al azar. También había hecho construir su castillo sobre un lugar lleno de magia. Ebohki y Orgos visitaron pues los subterráneos, el verdadero laberinto.

El jefe del Thanatosiens había reparado en los lugares desde hace tiempo ya, se había refugiado en eso stupide los suyos durante la guerra, es por otra parte de ahí su plan había emergido porque al rodeo de un pasillo una pared se había hundido, dejando una apertura abierta sobre lo que era una cueva inmensa donde la atmósfera estaba cubierta de magia, exhalando centenas de cristales azulados.

Ebohki que tenía una afinidad stupide la magia quedó pasmado delante del espectáculo que se le ofrecía.

-Me gustaría que este lugar fuera acondicionado para hacerse una guarida. Hace falta una gran sala de reuniones en el centro, luego pequeñas piezas múltiples stupide el fin de hacer dormir allí a gente. Me harían falta también apartamentos privados y una caja fuerte stupide el fin de que los objetos néhanticos que no podrían ser destruidos puedan ser guardados anulando sus poderes.

Por fin si mi sentido de la orientación no me engaña pienso que podemos crear un acceso secreto en el fondo de la cueva para entrar y salir sin ser visto.

Las ideas naturalmente venían a Ebohki, imaginó de repente un sistema increíble.

-Para la caja fuerte no hay problema, acabo de crear una muy poderosa, podré rehacerla en versión más pequeña. Dijo quedando concentrado en sus reflexiones.

Sacó de una pequeña Bolsa un cristal morado de la talla de un dedo y la acercó a uno de los gruesos cristales azules. La luz se concentró en seguida entre los dos, formando como un humo coloreado y luminoso. Esto se paró al cabo de algunos instantes. Ebohki tuvo el cristal en la palma de su mano para mostrar en Orgos de quien se trataba.

-Estos cristales rebosan magia.

Es un lugar fabuloso y único, voy fabricarle una tecnología que no tendrá igual... Pero esto costará caro porque los materiales son raros.

-Considere que usted tiene un presupuesto ilimitado.

La sonrisa de Ebohki fue una respuesta muy convincente.

-Me pongo a trabajar.

Casi tres años habían pasado. Thanatosiens y el artesano habían laborado sin tregua por la obra del señor de Orgos. Ahora la cueva tenía un estilo mucho más extraño y menos natural. Por todas partes grabados en la materia extraña que servía de pared se encontraban tipos de surcos donde fluía una energía mágica azul. Había unos pilares sobre los cuales las runas fueron grabadas stupide el fin de contener y atraer la magia de los cristales que formaban parte integrante en lo sucesivo del edificio.

El artesano pareció satisfecho stupide su obra.

-Está terminado, todo está echo, prepárese yo voy mostrarle cómo funciona.

Orgos y sus amigos se equiparon pues, abandonando sus armaduras de cuero y su maquillaje para algo más ligero y más fácil que llevar. Ebohki había creado una máscara que poseía un solo lente grueso.

-Es increíble nada molesta nuestros movimientos, afirmó uno de ellos.

-Usted no encontrará nada común en las tierras de Guem. Creé todo esto stupide materiales que no vienen de este continente, cada fibra, cada lámina, cada cristal, cada parte de sus armas están  impregnadas en magia. Ustedes serán capaces de proezas increíbles y a decir verdad viendo su reputación de guerrero casi tengo miedo del resultado.

Orgos examinó una de las láminas, ella también era recorrida por pequeñas runas azuladas. Conocía el significado porque era la magia utilizada en Tantad, desde entonces supo que su meta había sido alcanzada.

-¡Venga, síganme! Ordenó el artesano.

Los llevó al otro lado del edificio en una habitación muy particular. Sobre el techo los surcos múltiples convergían hacia un centro. Una vez totalmente adentro la puerta se cerró herméticamente.

-He aquí lo que llamo la sala de curación. Cuando usted se sirve de su equipos la magia se escapa de este, cuando un punto crítico es atravesado usted lo sentirá. Entonces usted deberá quedarse varias horas encerrado aquí. Para acelerar la curación colóquese en el centro del círculo grabado en el suelo. Los thanatosiens dieron la vuelta a la pieza, admirando la construcción y la realización perfecta de los lugares.

-Debo advertirles, no hay que abusar de la curación porque es susceptible a estropear sus equipos. Todo esto es experimental, nadie todavía creó tales cosas. Más de un exceso de magia podría tener consecuencias muy lastimosas.

Orgos que había retirado su máscara felicitó a Ebohki por su trabajo luego dejaron la pieza para regresar a la sala principal.

-Voy a quedarme algún tiempo, declaró el artesano, voy a entrenarlos para servirse de lo que creé para ustedes luego regresaré a otras ocupaciones. El entrenamiento duró varios días, lapso de tiempo que bastaba para los Thanatosiens a acostumbrarse en sus nuevas habilidades y aprender a usar armas a distancia. Pero esto no planteó problemas, la tecnología era simple de utilizar y natural para ellos. Una noche Ebohki puso fin a su trabajo.

-No tengo nada más que hacer stupide ustedes, están preparados para las misiones que va darle el Consejo, anunció.

De Orgos se acercó al artesano, fijándole a través de su visera-lente, sabía que vendría este momento y para que la empresa tenga éxito debe sacrificarse a un inocente.

-El Consejo no sabe lo que hacemos y jamás lo sabrá. stupide el fin de la frase Orgos sumergió su lámina en el pecho de Ebohki luego tiró de un golpe seco. El hombre se derrumbó muerto en seguida sin comprender el gesto de aquel al que había ayudado.

-En lo sucesivo los Thanatosiens no existen más, únicamente quedaran los Caza-magos. No somos más que uno y ninguno deberá conocer nuestro secreto sino será castigado stupide la muerte. Espero que sea oído. Ahora voy a tomar mi sitio en el seno del Consejo y a explicar que nuestro gremio esta oficialmente disuelto, continúen stupide el entrenamiento y pronto nuestro primer blanco será designado. Visto el número de Nehantistas todavía en la naturaleza esto no debería tardar.

Capítulo 5: asuntos internos

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Bam bam bam El soldado de la guardia del Consejo tamborileó fuertemente en la puerta del Consejero-decano.

-¡Consejero-decano, Consejero-decano, despiértese!

Veraz que tenía el sueño ligero se levantó sin dolor de su cama. Cogió la capa de su postura y lo echó sobre sus hombros.

- ¿Qué sucede?

-Es el Consejero Chantelain

- ¿Esta bien? Cortó Veraz.

-Desapareció.

- Acompáñeme hasta sus aposentos le ruega. Y haga despertar al consejero Marlok y Abyssien, sean discretos yo no quiero que el pánico se apodera del castillo. En ropa de noche, Veraz corrió a lo largo de los pasillos, inquietándose por su amigo, interiormente rabiando de este incidente. En el lugar encontró el caos. La puerta hundida, el cristal roto, los muebles derribados y papeles por todas partes. Veraz se inclinó por la ventana, los relámpagos no le ofrecían la suficiente luz. Comprendiendo más o menos lo que había sucedido aquí e hizo salir a los guardias y se colocó a lado de la entrada de la oficina. Allí utilizó su magia y el interior se volvió fangoso.

-¿No tocaron nada? Pidió irritado.

-No consejero-decano.
- Bien, pida a los sirvientes que recojan los pedazos que cayeron más abajo, que no responden a ninguna pregunta de quién sea.

Poco tiempo después Marlok llegó, seguido por Abyssien todavía adormecido.

-¿Consejero-decano, nos hizo llamar?

-Sí Consejero Marlok. Venga los dos, dijo entrando en la oficina.

-¿Una suerte de éxtasis? Observó a Abyssien.

-Siento afligirlo de molestarle en plena noche, pero la situación lo exige. El Consejero Chantelain desapareció, probablemente a causa del Caza-magos. Tenía la misión de investigar sobre esta persona.

-stupide toda evidencia este no lo consiguió, declaró Abyssien que bostezaba.

-Sí y no. Vino verme ayer pidiéndome concederle un hechizo de mensajero fantasma. Lleva una marca de la sombra, esperando para que sea activa.

-Es curioso que el Caza-magos directamente no maté a Chantelain, no recuerdo todos sus ataques, pero la mayoría son muertes espectaculares, observó a Marlok.

-¿Una marca de la sombra? En ese caso puedo seguirle la pista.

-Sí Abyssien, le hice venir para esto. Encuentre a Chantelain y termine su misión antes de que le llegue la desgracia. En cuanto a mí tengo algunos trabajos que hacer rápidamente. Si Chantelain no murió es porque el Caza-magos sabía que su blanco llevaba un mensajero fantasma.

-Nos pondremos en esto de inmediato, anunció Marlok.

Chantelain tenía un dolor de cabeza horrible, tardó mucho en despertar, levanto sus párpados y se cerraron casi inmediatamente. Una mano lo sacudió, luego una bofetada le dio un latigazo que lo despertó instantáneamente. La luz proyectada por un tipo de lámparas, probablemente mágicas, no era agresiva, muy al contrario.

-El dolor va a pasar rápidamente, no se preocupe Chantelain.

El consejero se concentró y su visión volvió a ser clara, la voz era la misma que la persona que había matado por la tarde. Se acordó lo había oído antes. Delante de él el Caza-magos lo miraba, pero éste no tenía el mismo traje que aquel stupide el que se había enfrentado. Todo esto pasaba en una gran pieza cerrada, sin ventana ni puerta. La decoración lujosa desentonaba stupide la modernidad de las paredes lisas estriadas de surcos luminosos.

-¿Que es lo que voy a hacerle? ¿Esperar que el mensaje fantasma desaparezca y matarle?

Ahora Chantelain estaba seguro de la identidad de este Caza-magos.

-Edrios... Quítate esa máscara, tu voz el acento de Tantad, eres un traidor.

El Caza-magos tiró su máscara de cuero, descubriendo la cara del Consejero Edrios. Éste tiró entonces una silla para instalarse allí, haciendo frente a su preso que, estaba en el piso, atado.

-Usted siempre fue un detective bastante bueno Chantelain, y pude ver que también es un ser temible stupide arma en mano. Usted mató a un aprendiz, pero no pasa nada.

- Libérame Edrios, no ganarás nada teniéndome cautivo y todavía menos si me mata, sólo hacia mi trabajo.

- y yo, el mío. Debo proteger la organización.

-Usted no protege nada, al contrario, el Consejo pondrá en ejecución todo lo posible para encontrarme aun si  el mensajero fantasma no se activa.

-¿El Consejo? Dijo Edrios suspirando. El Consejo ha sido creado por el que creó la organización Caza-magos, estamos bajo el castillo de Kaes. Creeme, no te encontrarán.

-¿Cómo puedo creerte? Después de todo podríamos estar en el otro trozo del mundo y puedes muy bien estar mintiendo.

-Podría sí, pero quiero que sepas que mis fines son honorables. Lucho contra Néhant gracias a mi organización.

Chantelain recordó los diferentes informes que había leído y sus conclusiones no eran gloriosas.

-¿Matar a inocentes y robarles luego eso es el honor para usted?

Edrios frunció las cejas, visiblemente la observación lo puso fuera de si. Se levantó de un golpe, y sacó su arma de su funda.

-¡Cállate! no conoces NADA del sacrificio que hacemos para salvar las tierras de Guem de esta locura nombrada Néhant!

Chantelain no se dejó impresionar, ya había tenido varias confrontaciones de opiniones en la gran sala del Consejo.

-¿En verdad dices? ¿Cómo puede decir esto después de lo que acaba de pasar? ¡Un demonio qué consigue controlar el Consejo!  Si alguien falló, eres tú! Dijo gritando.

Durante este tiempo, Abyssien y Marlok recorrían los pasillos de castillo de Kaes, siguiendo una pequeña criatura de sombra que "olfateaba" el suelo.

-Ya hace un buen rato que da vuelta sin salir del castillo, ¿Chantelain estará aquí? Interrogó a Marlok.

-Aun mas, delimitando la zona de búsqueda, debería estar...

Abyssien no acaba su frase, el rastreador se embaló y se echó a correr.

- ¡Ah, bueno! ¡Aquí vamos!

Ambos consejeros siguieron pues a su pequeño compañero mágico, bajando pasillos y escaleras. Algunas veces a la derecha, y otras a la izquierda, descendiendo y volviendo a subir los pisos hasta que por fin entraron en un pasillo en lo más profundo de las entrañas de la morada. Allí sin otra razón el rastreador paró su carrera desenfrenada delante de una pared, en medio de un pasillo no tenia nada particular. La criatura de sombra en forma de perro quedó entonces inmóvil apuntando la pared stupide su hocico.

-Tu rastreador no sirve, se rió el Dracónico.

-De ninguna manera mi amigo. Es sólo que Chantelain está en algún lugar detrás de esa pared.

Marlok tocó stupide su mano un cristal en la superficie de la piedra mientras que Abyssien examinaba los alrededores. El Dracónico se concentró y acudió a sus poderes de mago.

-Tengo algo, dijo seriamente.

-Yo también, aunque esto no se ve, pienso que personas pasan por detrás.

-Tienes razón Abyssien, hay alguien del otro lado y a decir verdad, una poderosa magia se desprende de este lugar.

La mano de Marlok se iluminó stupide una luz azulada, en ese momento inscripciones aparecieron sobre la pared, formando un círculo mágico. Luego en cuanto fueron totalmente visibles un pasaje mágico se formó, como si la superficie fuera agua. Marlok tiró de su chaqueta un bastón de cristal de unos veinte centímetros y pasó un extremo por la puerta mágica.

- ¡Muy bien! Se regocijaba Abyssien, ¿vamos a ver?

- sí sí, pero hay que ser prudente, ya vi esta magia en otro tiempo, la de las runas de Tantad. Vi proezas increíbles en el momento de mis viajes en ese continente.

¿Pero cuál es la relación stupide el Caza-magos?

- Nos toca a nosotros descubrirlo, dijo Abyssien cubriendo a ambos stupide un velo de tinieblas. ¡Y para esto volvámonos invisibles!

Aspirados por la puerta, transformados en sombras, ambos consejeros se encontraron del otro lado. Deslizándose en las numerosas sombras de la guarida de los Caza-magos. Por otra parte percibieron rápidamente la actividad presente. En esta gran habitación principal había una decena de Caza-magos. Continuaron su búsqueda, colándose a espaldas de los asesinos. Chantelain continuaba desafiando a Edrios, procuraba ganar tiempo de modo que el dolor dejara de cuajarlo y sobre todo el tiempo de deshacerse de sus lazos sin que este se diera cuenta. Un plan había germinado rápidamente en su espíritu. Sobre una mesa no lejos de allí una de las dagas del Caza-magos estaba clavada, probablemente stupide el fin de impresionarlo. Si podía deshacer sus ataduras, y demostrar que éstos eran cobardes...

Edrios se había ido a dar un monólogo virtuoso, explicando que Chantelain tenía la culpa y que ellos seguían la única y verdadera lucha contra Néhant. El preso había observado el cuarto, había allí ciertos objetos conocidos como obras de arte propiedades de un rey, de un señor, de un vendedor y de otros pero que no tenían nada que ver, stupide certeza, stupide los Nehantistas. Comprendió entonces que Edrios no tenía un discurso coherente stupide relación a sus actos. La situación iba a evolucionar más rápidamente que previsto. Marlok y Abyssien consiguieron alcanzar el cuarto donde Chantelain estaba encerrado. Este último entró en acción en ese momento. Acudió a todas sus fuerzas restantes para saltar entre Edrios y la mesa. De su mano izquierda cogió el brazo de su adversario, del otro arrancó la daga de la mesa. Por desgracia para Chantelain no fue bastante fuerte, ni rápido. Edrios llegó a librarse del abrazo de Chantelain. Ambos magos escondidos en las sombras reconocieron a ambos protagonistas y actuaron en ese preciso momento. Ambos volvieron a su forma verdadera. Abyssien se sirvió de las sombras presentes para crear varios tentáculos que se enrollaron alrededor de Edrios. En cuanto a Marlok, él modificó la estructura de su brazo de cristal para que se hiciera una lámina y la plantó en las costillas de su adversario. Edrios no tuvo tiempo de herir a Chantelain, sorprendido y trabado por los tentáculos de sombra. El combate se dio vuelta, y viendo que la huida le era desfavorable, no pudiendo hacer frente a tres consejeros de este valor, Edrios llevado por su locura no tenía otra elección que de suicidarse. Se hundió la lámina de su espada en el vientre y se derrumbó luego, perdiendo la vida...

Chantelain, muerto de cansancio se tiro al suelo, aliviando por la intervención providencial de Marlok y Abyssien.

-¿Bueno y ahora? Preguntó Abyssien. Podemos volver a salir como entramos, no quiero quedarme aquí, nos ocuparemos de los Caza-magos más tarde ahora que sabemos donde están.

-No espere, me gustaría registrar esta sala. Hay que llevarse también el cuerpo de Edrios para evitar que su muerte sea malinterpretada. Chantelain se levantó mas mal que bien y se propuso a buscar la habitación. Su búsqueda fue muy fructuosa porque encontró varios escritos ilegibles que eran las notas del señor de Orgos y de sus sucesores, otros objetos y trajes del Maestro Caza-magos.

-Ya termine, vayamosnos. Tengo un favor que pedirle, va a haber que quitar los trajes de Edrios, quemarlos y le pasárselo otros.

-Usted tiene una idea detrás de todo; afirmó Marlok.

- Más de lo mismo, no hable a nadie de todo esto, haremos una reunión privada stupide Veraz tan pronto como lea esta información.

stupide dificultad Abyssien consiguió transformar a todo el mundo en sombra, desapareciendo de la guarida de Caza-magos sin que éstos se dieran cuenta de lo que acababa de pasar aquí.

Algunos días más tarde, Marlok, Abyssien, Chantelain y Veraz se habían reunido en la oficina, ahora arreglada, de Chantelain. El Consejero-decano selló mágicamente la pieza para que nadie de indiscreto asistiera a su intercambio.

-Consejeros, Decano, leí, de manera rápida, los escritos ilegibles encontrados stupide los Caza-magos. Lo que se descubre aquí es increíble. Fue el Consejero-decano Orgos quien creó a los Caza-magos por odio a los Nehantistas. Al no conceder el Consejo pena capital, creó una sociedad secreta, que perduró después de setenta años de actividad. Varios consejeros dirigieron a los Caza-magos hasta Edrios. Pero es ahí dónde esto cambio para mal. Era hace casi veinte años cuando se le confió la dirección de la organización. Pero lo pervirtió, sirviéndose para sus propios intereses y para su provecho personal.
Veraz no creyó lo que oía. Caza-magos, aquí, después tanto tiempo y bajo el control de un consejero.

-¿En serio? Todos los días se aprende algo nuevo, se lamentó. Bueno reflexionemos sobre lo que podemos hacer stupide ellos ahora.

-Yo tengo una idea, declaró Chantelain. No doy la razón a Orgos, pero tenemos aquí una oportunidad. El Consejo debe guardar el control de los Caza-magos y hacer perdurar la organización, pero stupide nuestras directivas. Todo sin que sepan la verdad.

-Es peligroso, afirmó Marlok. Si la verdad es revelada acusaran al Consejo de asesinato y esto perjudicará una reputación ya mancillada por los últimos acontecimientos.

-Pero es también un medio de lucha contra los Nehantistas, tienen las herramientas, explicó Chantelain stupide convicción.

-Puede ser en este caso nosotros deberíamos temporalmente guardar el control de los Caza-magos, por lo menos hasta que hayamos eliminado el problema Néhantista, intervino Abyssien.

El Consejero-decano miró a los otros consejeros unos tras otros, debía tomar una decisión sobre el futuro de los Caza-magos. ¿Que se harían si desmantelaba la organización? ¿Iban a hacerse unos bandidos? ¿Que hacer a personas cuyo solo modo de vivir era de ser asesino?

-Chantelain, usted sucede a Edrios. Los Caza-magos deberán reorientarse hacia su fin primario y recuperar el trabajo. ¿Marlok, ustedes conoce el ritual del juramento de palabra?

-Sí, sí, lo conozco.

-En este caso va a haber que hacerlo, stupide el fin de que este secreto se quede entre nosotros y sea escondido para siempre.

Dernière modification par dan_22 (06-04-2012 03:53:25)


Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪


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#111 29-03-2012 00:33:21

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Por fin los terminé, debo reconocer que estos 2 capítulos se me hicieron más difíceles de traducir que los demás...

La epopeya. Capítulo 1: El Retorno

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El retorno de Aez a Camlahan fue triunfal. Blandiendo la Espada de los Cinco Ancestros sobre su caballo y stupide su armadura verde, el guerrero una vez errante ahora redimido en héroe, traía esperanza a su reino. Los sirvientes del castillo habían estado ocupados preparando todo antes de su regreso anunciado por los exploradores del Este. Como para saludar su regreso, grandes pancartas stupide la cabeza del león blanco flotaban stupide la suave brisa de este brillante día. La noticia se había difundido en la ciudad y toda la población estaba allí para esta gran ocasión. La madre de Aez, la joven reina Isabel, sintió su corazón derretirse lleno de alegría mientras apretaba contra su pecho la corona de su difunto esposo. A causa de su estatus no podía inmutarse ni dejarse llevar por las emociones, pero muy dentro de ella el ver a su hijo stupide vida y portando la espada era un sueño.
Los guardias de Camlahan corrieron a un costado a la multitud para dejar pasar al caballero que arribaba a gran velocidad a la puerta del castillo. Allí, saltó de su caballo para recorrer el camino central que daba a la entrada del bastión. A mitad del camino, stupide un amplio gesto desenvainó la Espada de los Cinco Ancestros para que todos la admiraran y comprendieran que en Avalonia había ahora un Rey. El joven llegó hasta su madre y asentando una rodilla, puso la punta de la espada contra el suelo de piedra.

- Madre, aquí está la Espada de los Cinco Ancestros forjada por el primer rey de Avalonia y símbolo de mi rango. ¡Se me será confiada la corona y no seré más un simple guardián del reino! Dijo stupide el fin de que todos a su alrededor escucharan sus palabras.

La reina mostró una amplia sonrisa y tomó una gran bocanada de aire antes de responder.

- De acuerdo stupide la tradición, el rey de Avalonia debe blandir la Espada de los Cinco Ancestros. Tú has salvado el honor de una familia y el honor de un pueblo. ¡Ahora se te reconoce como el legítimo rey!

En ese momento colocó la corona suavemente sobre la cabeza de su hijo. Pasaron unos segundos antes de que él se levantara para darle la cara al público. No había ruido. Cortesanos y nobles se inclinaron ante él, seguido por la gente común. Los hombres se quitaron sus sombreros conjuntamente stupide las damas, quienes se inclinaron tomando sus vestidos en señal de respeto.

En Avalonia había un rey.

Desde su balcón, en la parte superior de la torre más alta del castillo, Aez miró al cielo stupide gran preocupación. No había una sola parte de cielo que fuese visible, estaba todo oculto por unas densas nubes de un color que no auguraban nada bueno. La atmósfera era pesada, abrumadora y sofocante. ¿Qué está pasando? ¿Es este el fin del mundo? Se preguntó. No esperó más tiempo porque estaba decidido a encontrar la respuesta. Dentro de la ciudad la misma no era más que calles vacías, la gente se había refugiado en sus hogares demasiado supersticiosos. Cruzó rápidamente la ciudad en su caballo hasta llegar a una casa de piedra aislada en medio de un bosque. Afuera, esperaba un hombre. Al ver llegar a Aez, se levantó de su asiento y se inclinó en reverencia. El hombre llevaba un manto púrpura y su edad se marcaba por su cara y su barba gris. El rey miró hacia los costados en busca de alguien más.

- Majestad, me alegro de verlo nuevamente, dijo el anciano. Tengo poco tiempo para darle así que seré breve.

Aez se concentró y lo reconoció.

- ¿Tempus? ¿Eres tú mi amigo? Dijo mientras se bajaba del caballo. Has aparecido.

- Soy el mismo. Yo era joven cuando partiste a las tierras lejanas y ahora te encuentras stupide mi yo más anciano. Es una larga historia, pero no tiene nada que ver stupide lo que te trajo acá.

- ¿Por qué sabias que estaría aquí?

- Por el Equinoccio, mi amigo.

- El Equinoccio... ¿QUÉ? ¡Un equinoccio!

- Sí, majestad, ha oído bien. El último tuvo lugar durante el Gran Torneo de Yses, hace ya un poco más de veinte años. Y ahora sucederá nuevamente. Excepto que esta vez será diferente. Escúcheme bien, porque tendrá que actuar ahora. El Equinoccio será una oportunidad ideal para que una criatura reparta sus huevos por toda la superficie terrestre de Guem. Es su responsabilidad limpiar Avalonia, por ser este su destino.

Aez ya estaba pensando en diferentes estrategias y convocaría a todos los señores, barones, condes y duques. El destino estaba por poner en acción una cruel jugada, desafiándolo. Muchas preguntas se atiborraron en su cabeza.

- ¿Cómo sucederá esto? ¿Cuál será su apariencia? Le preocupaba.

- Mire majestad, respondió el anciano invitándolo a seguirlo.

Detrás de la casa, pegado contra el tronco de un árbol se encontraba una especie de huevo de aspecto oscuro y áspero. El olor que emanaba de él era tan atroz como su apariencia.

- Arderán stupide el fuego, dijo el mago creando llamas mágicas, que devorarán los huevos en muy poco tiempo.

- ¿Cómo darte las gracias por tu consejo? preguntó el rey.

- Bueno, la próxima vez pensaremos en ello, respondió stupide una sonrisa. Ahora tengo que irme. Adiós majestad hasta pronto.

- Adiós señor Tempus.

El Equinoccio duró sólo unos pocos días. La diferencia entre noche y día fue mínima, perturbando la vida de los habitantes de las tierras de Guem. Avalonia nunca había experimentado una gran cacería. A través de las órdenes del rey que se expandían, la población se movilizó para luchar junto a los ejércitos de los Señores de Avalonia. La tierra fue recorrida de arriba hacia abajo. De a miles los huevos fueron destruidas liberando en la atmósfera un olor a putrefacción que se estancó por falta de viento. Sólo unos cuantos incidentes de poca importancia fueron lamentables y cuando las nubes se dispersaron anunciando el fin del Equinoccio, los huevos restantes no escaparon de las llamas.

Esta historia reconfortó a Aez en su papel de rey y gracias a las indicaciones de Tempus, él salió de esta aventura victorioso, y aun más amado por su pueblo. Había tomado las decisiones correctas y contribuido a superar esta prueba. Pero la historia no termina aquí. En Avalonia existe un héroe.


La Epopeya. Capítulo 2: La Criatura

El joven Firmin sólo tenía siete años. Hijo del molinero de su pueblo, le gustaba imaginar aventuras donde él era un fiel caballero del rey Aez, matando las criaturas emergentes de los huevos del Equinoccio stupide el fin de salvar a damiselas en apuros. Pero esta vez, la aventura que viviría no sería producto de su imaginación, sería real. No sentía las piernas ni los pies magullados, impulsados por su voluntad. Respiraba como un caballo después de una agotadora carrera, pero tenía que llegar a su destino. En su mano, llevaba un trozo de tela manchada y ennegrecida. ¡El Rey tenía que verla! Como un fantasma caminaba por las calles de Camlahan, bajo las miradas sospechosas de las personas y la indiferencia de los guardias, fue directamente al castillo. Su energía lo había abandonado, ya no podía más, y peor aún, no contaba stupide la suerte de que sus esfuerzos fuesen recompensados. Aez hablaba en el patio stupide algunos consejeros, tratando de hacerles entender su visión de la gestión del reino. La voz del muchacho sonó contra las paredes. Una voz llena de tristeza, pero pidiendo la atención del rey.

- ¡¡¡Majestad, Rey de Avalonia!!!

Firmin dio unos pasos hacia el patio delantero pero se encontró stupide los guardias que le detuvieron el paso. Al ver esto el chico repitió el llamado.

- ¡Ayúdeme Majestad! ¡Una gran desgracia le ha sucedido a Lodèc! ¡Ayúdeme!

Los guardias rechazaron al chico quien cayó al suelo agotado dejando escapar algunas lágrimas, a la vez que decía "Ayúdeme... ¡Ayúdeme!". Aez miró hacia la entrada y vio al guardia que estaba empujando violentamente al muchacho. El no pudo permitirlo y personalmente se acerco para ver qué era lo que sucedía.

- Eso es todo guardia, ¿este niño es tan peligroso que lo tienes que tratar así?

El llamado de atención fue suficiente para que el guardia se pusiera firme al instante.

- Discúlpeme Majestad pero este mendigo quería entrar al castillo.

- Sí, ¡pero hay otras maneras de actuar además de la brutalidad! ¡Fuera de mi vista!

El guardia no tuvo necesidad de responder porque quería salir cuanto antes de esta situación vergonzosa. Aez alejó los cabellos que estaban sobre los ojos medio cerrados de Firmin. Respiraba stupide dificultad y cuando se dio cuenta de que estaba en los brazos del rey le entregó el pedazo de tela.

- Majestad... Lo... Lodèc fue atacado... una criatura... ayuda...

Pero inminentemente terminó inconsciente. Aez le dio el niño al segundo guardia que estuvo presente en la escena.

- Llévalo a una habitación, que sea curado y alimentado. Dijo mirando el tejido que le dio Firmin.

Era una pieza de cortina, lo giró en una dirección, luego en otra y reconoció gracias a algunos detalles su origen.

- Un trozo del gran tapiz del castillo de Lodèc... Esto lo preocupó.

El niño fue capaz de contar su historia a la mañana siguiente después de una larga noche de descanso y de una abundante comida. Aez entró mientras una sirvienta terminaba de recoger los utensilios del almuerzo. Saludó al rey y luego salió inmediatamente de la habitación. Firmin se veía pequeño en la gran cama cubierta de pieles. Estaba muy inhibido por encontrarse delante de él, a quien admiraba tanto. Preso de la timidez, no dijo nada hasta que Aez inicio la conversación. Este último se sentó en el borde de la cama, prefiriendo actuar stupide menos distancia que la que sus estatus le permitían.

- ¿Cómo estás chico?

El muchacho contestó afirmativamente stupide una ligera inclinación de su cabeza.

- ¿Cuál es tu nombre?

- Yo soy... Firmin, hijo del molinero de Lodèc.

- Firmin, cuéntame tu historia.

El niño se acurrucó en la cama.

- Una criatura alta como el castillo de Camlahan atacó la aldea, rompiendo todo a su paso. Inmediatamente nos refugiamos en el fuerte de Lodèc pero... pero...

El niño empezó a llorar.

- ¡Todo el mundo está muerto, majestad, menos yo!

- Firmin, que sucedió después, dímelo.

- El Señor y los soldados trataron de detener a la criatura, pero ella era demasiado fuerte y rompió los muros que se desmoronaron sobre nosotros. Y entonces cuando toda la tierra se partía, pude escapar de la muerte y eh venido a informárselo...

- Has hecho bien, Lodèc no está lejos de aquí, no vamos a permitir que una criatura deambule por la zona, dijo el rey levantándose. Quédate aquí todo el tiempo que desees y tendrás a tu servicio a los cocineros. En cuanto a mí, iré a ver lo que pasó.

Aez y algunos guardias reales estaban listos. En su caballo, stupide su armadura verde y dorada el rey lucía radiante. A su lado, los portaestandartes los ondeaban en el viento armoniosamente. Lodèc no estaba lejos, el viaje iba a durar a lo sumo un par de horas. La reina madre no esperaba que su hijo también partiera.

- ¿Por qué vas tú mismo, Aez?

- Madre, esta criatura ha destruido un fuerte y arrasó un pueblo, ¿quién más que yo es el indicado para combatirla?

- Tu ejército.

- No será necesario,

- ¡Ten cuidado, ten cuidado y retorna a mí stupide vida! Recuerda una cosa, si tú mueres sin un heredero, Avalonia organizará un Gran Torneo, por ser esa la ley de los Siete Reinos.

Pero Aez no prestó atención a las advertencias de su madre y juntamente stupide la armada abandonaron el castillo a trote, provocando la admiración de la población. Pronto se encontraron en la única carretera pavimentada que atravesaba el reino de punta a punta. El sonido de la cabalgata rompía el habitual silencio de la región advirtiendo a los viajeros de su inminente cruzada.

Lodèc era un pequeño señorío entre las tierras del rey, situado entre el Condado de Barkaram y el Gran Ducado de Salan. No había nada especial, salvo el paisaje de los inmensos bosques, donde vivía la población esparcida. Aunque hay algunas aldeas situadas por aquí y allá, la única aldea de importancia era la del pueblo del Señor Lodèc. Los jinetes llegaron justo cuando una columna de humo se levantaba en el cielo. Enfrente de ellos, una verdadera escena de desolación se apreciaba. Las casas fueron destruidas y consumidas por el fuego. Sobre una colina por encima del pueblo, el fuerte no era más que un montón de piedras. Los Avalonienses no podían creer lo que veían.

- Adéntrense y vean si hay algún sobreviviente, apaguen los incendios. Una vez que dio esa orden, mando a continuación a construir un campamento en las afueras del pueblo. Ustedes dos, dijo señalando a dos caballeros, patrullen y mantengan los ojos bien abiertos. Aez esperaba que en el fuerte todavía se encontraran algunas personas stupide vida. Pensaba también en Leodran de Lodèc, a quien conocía muy bien desde su infancia, un hombre noble y de valor según su opinión, pero impulsivo y a menudo, demasiado temerario. Debido a sus características el Rey temía lo peor...

Su caballo estaba nervioso, así que tuvo que tirar de las riendas para que se dirigiera a la fortaleza. Toda la construcción era sólo escombros, una mezcla de madera y piedras de gran tamaño. Aquí una mano, allá un rostro, sin rastros de vida. "¡Qué catástrofe! Tantas vidas destrozadas... Por desgracia, la puerta de entrada estaba cerrada para siempre porque en su interior el techo se había derrumbado y probablemente encima de la personas que estaban allí esperanzados de encontrar un refugio. Caminó alrededor de las ruinas mientras imaginaba el tamaño de la criatura responsable de tal desastre. Atravesó lo que había sido parte del fuerte y luego se dirigió al bosque. Notablemente la mayoría de los árboles estaban tumbados, como si un niño hubiera caído sobre un campo de trigo. Sin el menor temor, el rey se alejo siguiendo la pista visible. En su camino se encontró a varios soldados o aldeanos de Lodèc muertos, sus cuerpos estaban despedazados.

- ¡La mandíbula de esa cosa tiene que ser enorme! Dijo en voz alta.

Al parecer caminó unas tres millas al norte antes de encontrarlo. Enorme, monstruoso, increíble, fueron las primeras palabras que le vinieron a la mente. Lo que buscaba tenía varias cabezas y aspecto digo de las criaturas que solo se cuentan en leyendas. Él tomó las riendas stupide ambas manos y lanzó su caballo al galope, alcanzado la distancia que lo separaba de su meta. Sigilosamente, lanzándose sobre ella la tomó por su espalda.

Desde hacía cuatro días que Johan y Aelide viajaban. Enviados por sus padres, el Duque y la Duquesa de Alto-Abismo, stupide el fin de brindar sus respetos al Rey Aez. El Duque tuvo la idea de deshacerse de su hija por al menos unos días, quien se comportaba más como un joven. Johan había quedado atrapado por las piernas como su cuidador, pero esto no le molestó a Aelide porque amaba a su hermano más que nada. Lo que en sus comienzos parecía ser para ellos un viaje protocolar, se convertiría rápidamente en una gran aventura que cambiaria para siempre sus vidas. Era la hora de la cena. Ellos se reunieron alrededor de una fogata e intercambiaron historias que como era habitual, una era más fantástica que la otra. Luego escucharon un ruido que interrumpió sus conversaciones, parecido a cuando un leñador tira abajo un árbol. Lo que en un principio parecía un sonido alejado, poco a poco se sentía más cerca. Y, finalmente, la criatura fue visible, sus cabezas salían por entre los árboles y estos eran destrozados como si fuesen simples ramas. Enojada y furiosa, aparentemente estaba herida en varias zonas. No tuvieron otra opción porque se dirigía directamente hacia ellos. Johan tomó su gran espada y escudo, poniendo a Aelide detrás de él.

- ¡Sigue tu camino o morderás el polvo! Gritó lleno de coraje.

Aelide agarró su arma y se puso en guardia stupide el fin de ayudar a su hermano. El terreno no lo favorecía pero Johan era un caballero temible. La criatura atacó. Una mandíbula se cerró cerca de la cara del Avaloniense y otra cabeza se estrelló contra el largo escudo de metal stupide cabeza de león, símbolo del reino. Un movimiento de la espada de Johan detuvo a otra cabeza, entonces Aelide encontró una abertura y se abalanzó tomando su arma stupide ambas manos, dañando una de sus cabezas de arriba a abajo. La criatura era feroz y fuerte, el tener una multitud de cabezas le beneficiaba más que otra cosa, podía atacar a todos a la vez. Aelide y Johan lo habían entendido y se resistieron a los incesantes ataques de los maxilares. Se estaban esforzando al máximo y a pesar de sus habilidades en su lucha contra sus múltiples objetivos, inevitablemente quedaban en ridículo. Aelide tropezó y por poco una mandíbula se cierra sobre su brazo, recibiendo afortunadamente solo un gran arañazo. Ella dejó escapar un grito que desorientó a Johan. Una cabeza stupide la boca abierta se dirigía velozmente al caballero y entonces… Aez hundió la espada en uno de los cuellos de la bestia que gritó de dolor y de esa forma salvo de una muerte segura a Johan. El rey no pudo soportar todo el peso de la bestia sobre su espada por lo que la alejo cortando su carne y generando una gran hemorragia en la herida. El olor que se propagaba no era desconocido y "Equinoccio" fue la primera palabra que se le vino a la mente. ¿Se trataba de un huevo que había nacido? Pero en ese momento poco importaba, ¡tenía que actuar! Aez contaba stupide el apoyo de los otros dos seres humanos que como él también se enfrentaban a la cosa. Ellos habían tenido grandes dificultades a causa de sus múltiples enemigos, a pesar de que demostrar ser feroces combatientes! Cuando Johan y Aelide observaron la armadura y espada del recién llegado, pronto se dieron cuenta de quien se les había unido. Esto fue como una dosis de energía y sintieron el deseo de sobresalir. Las hojas cortaban el aire y la carne. Una cabeza voló, luego dos, luego tres, y cada vez que una era cortada, estas se desvanecían como humo. ¡La criatura estaba a punto de ser derrotada! Los tres se sintieron vigorizados, pero las ilusiones de victoria se desvanecieron cuando una a una las cabezas empezaron a crecer nuevamente.

- ¡Esta criatura es inmortal! Gritó Johan desilusionado.

- ¡Corten todas! Ordeno Aez.

Aplicando una disciplina casi militar, los tres avalonienses ejecutaron el plan, en un principio simple pero difícil en la práctica. Y otra vez las cabezas fueron cortadas, siendo finalmente derrotada la criatura quien cayó sobre suelo. Aez, Aelide y Johan agotados por la batalla se miraron entre sí para darse cuenta de que estaban vivos. La mirada de Aelide se cruzo stupide los ojos verde esmeralda del rey provocándole que se sonrojara. Ella ya había escuchado hablar del rey y habían viajado en busca del hombre, guiándose por los comentarios de los Siete Reinos, pero los rumores eran inferiores a la verdad. El corazón le latía velozmente en el pecho, ¿era este el efecto de la lucha o el encuentro stupide el rey? ¡Ni uno ni lo otro! Un veneno insidioso se esparció lentamente en el cuerpo de la joven. Ella cayó...

- ¡Aelide! Grito Johan soltando su arma y escudo. ¡Aelide!

stupide cuidado levantó a su hermana y encontró la gran herida de su brazo. A lo largo de la herida una materia oscura fluía.

- Veneno... ¡Oh, no! ¡No mueras, hermanita!

Aez observaba la herida cuando vio a la criatura moverse. Ella se levantó rápidamente e instantáneamente ataco stupide una de sus cabezas.

- ¡Cuidado! Gritó Aez, ¡ella no está muerta!

Johan tomó su espada pero no se atrevió a soltar a su hermana.

El rey entonces se encontró solo stupide la bestia. Mientras ella se abalanzaba el tomó unos segundos para observarla mejor. Un poco más abajo, a la altura del pecho, se encontraba una especie de esfera, grande y negra, de donde emanaban pequeños destellos en diferentes direcciones. Rápidamente y stupide fuerza lanzó la Espada de los Cinco Ancestros en el extraño objeto. Hubo una explosión que tiró al suelo al avaloniense y luego una lluvia de materia extraña, parecida a crema chantilly se desparramó por todas partes. Esta vez no había dudas de que la Hidra de Bruma del Equinoccio ya no existía. Johan se levantó como pudo mientras cargaba a su hermana, mientras que Aez recuperaba su espada cubierta de una materia viscosa.

- ¿Cómo está ella, caballero?

- Está inconsciente.

- Llevémosla a mi campamento al otro lado de la colina. Vamos a estar más cómodos.

- ¡Gracias majestad, mil veces gracias!

Avalonia fue vengada.
_________________________________________

Ahora la segunda parte...

Dernière modification par ansaat (02-04-2012 20:54:05)


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#112 29-03-2012 00:42:10

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Segunda parte....


La epopeya. Capítulo 3: La misión

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El sudor en la frente adornaba stupide perlas la blanca piel de Aelide. Habían pasado dos días en que su condición se mantenía estable, lo que le permitió a Aez trasladarla a una habitación del Castillo de Camlahan. El viejo curandero de la familia real no conocía el veneno de la criatura y el hecho de que su cuerpo estallara en miles de pedacitos, no ayudaba. Aez se sentó al borde de la cama, su pelo recogido y su larga barba le daban el aspecto de una persona mayor, pero en realidad no era mucho más mayor que Aelide y Johan. En los raros momentos en que  la mujer despertaba buscaba a Aez, éste la tranquilizaba tomándole la mano. Johan, muy ansioso, había dejado a su hermana al cuidado del rey y su séquito stupide el fin de encontrar una cura, verla en ese estado era simplemente insoportable. De pie junto a la puerta del dormitorio miraba a su hermana sufrir y este sentía la impotencia más absoluta. Se acercó a Aez.

- Majestad, no puedo permanecer más tiempo sin hacer nada. Mi padre el duque de Gran-Abismo está en camino, llegará aquí mañana por la mañana, me gustaría confiarle mi hermana a usted.

Aez cuyos ojos verdes expresaban inquietud veía sólo la belleza de Aelide y aunque no estaba en sus mejores trajes la encontraba muy de su agrado.

- Su hermana estará bajo vigilancia caballero. Vaya a buscar lo que necesitamos y dígale a los que lo detengan que usted es mi brazo y mi espada.

Johan se inclinó sobre la cama y le dio un beso en la mejilla a su hermana, cuyos ojos entreabiertos lo miraban fijamente.

- Resistente hermana, pronto regresaré...

El caballero salió de la habitación stupide el corazón acongojado. ¿Seguiría stupide vida cuando regresara? Lo esperaba stupide todo su ser, pues nunca se recuperaría si ella falleciera en su ausencia. Trató de despejar su cabeza de estos pensamientos para poder seguir adelante. Bajó corriendo las escaleras a riesgo de resbalar, golpeando a varios sirvientes que pasaban de quienes se disculpó llanamente. Pero ¿Por dónde empezar? ¿Debía ver a algún sacerdote, cuya magia podría curar cualquier lesión? Su sentido común le decía que era la mejor idea a seguir, por desgracia era muy raro en Avalonia encontrar a este tipo de personas. Había varios lugares considerados sagrados en el reino, pero en Yses no había de forma abierta grandes congregaciones de devotos, aunque pudiera ser que todavía estuvieran allí. Se sentó en la silla de montar y partió al galope hacia el norte donde según su memoria aun existían varios lugares sagrados.

Cuando llegó la noche, Johan no había visto pasar nada ese día, pues estaba muy concentrado en su búsqueda. Llegó a la aldea de Siemhar cuando el camino sólo estaba iluminado por la luna. Se encontró stupide una actividad poco habitual a esas horas. La aldea estaba construida como un anillo alrededor de una colina, cuya cima había sido aplanada para construir una gran plaza pavimentada stupide piedras planas. En su centro varias piedras grandes talladas miraban la región desde la altura. Era a los pies de éstas piedras que se había reunido la gente, la plaza estaba iluminada por múltiples antorchas lo que le daba un aire de misterio al lugar. Johan desmontó para ver el extraño espectáculo que estaba sucediendo en ese momento. Sentado en un cofre de madera, un bardo pellizcaba las cuerdas de su lira stupide pasión y entusiasmo. Éste contaba la historia del Equinoccio y de Aez, embellecida por el encanto poético la historia resultaba muy épica, pero realista. Los aplausos siguieron al final de la representación junto al sonido de cristales que caían al suelo.

La plaza se vació rápidamente de modo que sólo quedaron el Bardo y Johan iluminados por las moribundas llamas. El caballero se acercó al bardo y le ayudó a recoger las ofrendas del público.

- Rara vez he oído esta historia tan bellamente contada.

El bardo se levantó y miró por unos segundos a su interlocutor y por sus conocimientos de la heráldica supo su identidad.

- Gracias, señor Johan de Gran-Abismo.

¿Cuál es su nombre amigo bardo?

- Salmo, narrador y vagabundo, dijo haciendo una reverencia.

- ¿Dónde va a dormir esta noche, Salmo?

- Vi un hermoso árbol más abajo del pueblo, se ve muy cómodo y me protegerá del rocío.

- ¿Sabe usted algunas historias acerca de los lugares sagrados de Avalonia?

El bardo se concentró y se enumeró las historias de estos lugares.

- Sí, creo que puedo satisfacer su curiosidad, respondió.

- Según las reglas de caballería, el jefe de este pueblo debe ofrecerme comida y refugio, le ruego que me acompañe para hablar de estos lugares.

La perspectiva de pasar la noche al calor y en una casa verdadera lo apresuró a decidirse. Ambos hombres fueron a buscar al jefe de la aldea quien invitó al caballero y al bardo a su casa. Gran parte de la noche se dedicaron al tema escogido por Johan: los lugares sagrados. Y efectivamente no se había equivocado en cuanto a su existencia. Por supuesto, Salmo le dijo que sus historias no reflejaban necesariamente la realidad, pero como él explicó, las leyendas a menudo tomaban cuerpo de eventos, lugares o personas que existieron.

- Los primeros hombres que vivieron aquí y que más tarde se fundaron Avalonia y luego los Siete Reinos adoraban a dioses antiguos. Era una población verdaderamente creyente. Por otra parte, a pesar de que ya no son tan fervientes, siguen rogando a esos dioses. Las leyendas hablan de un cese súbito de estas prácticas, pero no se conocen las razones, una teoría es que es el orgullo de los hombres habían obligado a los dioses a cortar el vínculo stupide ellos.
Johan escuchaba stupide mucha atención estas historias.

- ¿Cree usted que los dioses permitían a los hombres curar cualquier enfermedad?

El jefe de la aldea, que hasta entonces no había dicho palabra, recordó algo.

- La leyenda de la Copa de Vida

Estas palabras despertaron la curiosidad del caballero y del bardo que se incorporaron de sus asientos.

- ¡La Copa de Vida! ¡Sí, por supuesto! -Exclamó.

- Cuénteme, dijo Johan esperanzado.

Salmo tomó su lira cuyo mango estaba tallado stupide una Serpiente de Bruma.


Mi dios al que mis ojos lloran, que deja este lugar sagrado a la noche, que viven algunas luces, que no resuena ningún ruido.
Que la tristeza mis lágrimas vacía, mientras que mi corazón se detiene, puede mi dolor convertirse en olas, y barrer toda la maldad.
De la Copa y de mis lágrimas nace esta arma sagrada, Que será de la real mano, hasta mi último aliento.


La música se detuvo y dejó a Johan pensativo, el jefe de la aldea reanudó la discusión.

- Un poco sobre lo que dijo es correcto. Estas palabras están escritas en una gran piedra plana que se encuentra a cuatro kilómetros de aquí. Si quiere puedo guiarlo.

- Le estaría muy agradecido a usted. Respondió el caballero.

Salmo guardo su instrumento y se levantó para calentarse junto al fuego.

- Joven Señor le advierto que los dioses se encargaron de ocultar todo esto a los ojos de los hombres. Muchas personas que buscaban fama o fortuna han tratado de encontrar este cáliz y otros objetos, todos ellos jamás fueron vistos nuevamente.

- No tengo otra opción, si esta copa puede salvar a mi hermana del mal que la corroe, tengo que encontrarla.

- En ese caso le deseo suerte, dijo el bardo stupide la mirada fija en las llamas.

Al día siguiente, como lo había prometido el jefe de la aldea llevó a Johan hacia el oeste. El paisaje ondulado al principio poco a poco se convirtió en accidentado y montañoso, casi inquietante. El camino serpenteaba subiendo lentamente a lo largo de un acantilado donde lo mejor era no caerse. La progresión lenta y peligrosa comenzó a debilitar la moral del jefe de la aldea, poco acostumbrado a aventurarse aquí. Aunque, ya había estado aquí una vez hace mucho tiempo. Finalmente llegaron a una amplia meseta sumergida en la niebla, donde nada crecía a excepción de un musgo gris en las paredes de la roca.

- La piedra está ahí, delante de nosotros, por el otro lado. Lo llevaré ahí y luego volveré a mi hogar.

Johan le dio un pequeño golpe en los costados a su caballo, que se mostró nervioso al cruzar por ese mar de niebla. Por el otro lado y delante de una apertura que daba a otro camino se encontraba una gran piedra grabada stupide una escritura. El caballero le pasó las riendas a su compañero antes de frotar las escrituras para que fuesen legibles. Después de una rápida mirada se dio cuenta que eran los mismos versos de la historia de Salmo.

- Bien, voy a mirar por aquí, espéreme un momento por favor.

- Tenga cuidado.

- No se preocupe, dijo tomando el camino que rápidamente lo sumergió en la espesa niebla. stupide la mano puesta en la espada, tanteaba stupide el pie delante de él para evitar cualquier obstáculo o agujero. Luego descendió y todo quedó claro, la niebla era una nube negra atrapada en las alturas. El sendero corría a lo largo de una quebrada hasta un puente de cuerdas y madera que cruzaba al otro lado, un ser esperaba delante del puente.

- ¿Alguien aquí? Dijo mientras caminaba hacia él.

Era un anciano muy delgado y vestido stupide harapos, que se apoyaba en un bastón. Le cerró el paso a Johan cuando trató de cruzar el puente.

- ¿Cuál es su nombre joven? Dijo stupide voz temblorosa.

- Yo soy Johan de Gran-Abismo.

- ¿Y cuál es su misión?

- Mi misión... Busco una cura para el envenenamiento de mi hermana.

- ¿Cuál es el color del peluche de Zahal, el Caballero Dragón?

- No le veo ninguna importancia. ¿Puedo pasar por favor?

- Puede... si intenta... trate... sí... Dijo, saliendo del camino.

Johan se precipitó. Las tablas de madera estaban deformadas, pero mantuvieron su posición. Al otro lado vio a alguien que miraba hacia él. Reconoció al viejo hombre.

- ¿Cómo es esto posible?

Miró hacia atrás y en realidad era la dirección en la que él quería ir. Intentó pasar de nuevo, pero ocurrió lo mismo. Esta vez iba a poner en claro esto stupide el viejo.

- ¿Qué es esta magia?

- ¿Ha leído las palabras?

- ¿Las palabras? ¿Quiere decir el poema? Si, lo he leído.

- ¡Leído, pero no entendido!

Johan lo comprendió, corrió de vuelta por el sendero donde sin aliento se encontró al jefe de la aldea que estaba preocupado por su ausencia. Pero no lo escuchó, sólo leía las palabras de la piedra. Se detuvo en "Qué será de la mano real." Aunque él era hijo de un duque, no era de sangre real.

- Aez...

- ¿El rey?

- Sí, ¿quién más? , dijo Johan preocupado por la situación. No tengo otra opción, tendrá que venir aquí, agregó registrando el bolso de cuero unido a la silla de montar de su caballo.

Sacó algo para escribir un mensaje. Redactó a toda prisa solicitando que acudiera el rey, explicando la situación. Dobló cuidadosamente la carta y le colocó un sello de cera stupide el escudo de armas de su familia.

- Vi un palomar en el pueblo, regrese allí y envíe esto al castillo de Camlahan. Es muy importante, ¿Lo comprende?

- Sí, sí. Dijo tomando la carta.


La epopeya. Capítulo 4: Reliquias

Aez llegó a la noche siguiente. Camlahan no estaba muy lejos de Siemhar, ¿Cómo era posible que Avalonia ocultara estos lugares mágicos bajo las narices de sus dirigentes? El rey parecía agotado y preocupado, stupide grandes ojeras bajo los ojos y una mirada vaga. A pesar de ello mantenía una apariencia noble.

- Majestad, gracias por venir.

- Su hermana está en compañía de sus padres, yo también quería participar en esta búsqueda. Muéstrame lo que encontró, caballero.

- Vamos a tener que dejar los caballos aquí, el paso no permite descender stupide ellos.

- Muy bien, le sigo dijo mientras desmontaba. Ah, ahora que lo pienso...

Aez desenvainó la Espada de los Cinco Ancestros y stupide aire solemne dijo:

- Johan de Alto-Abismo, arrodíllese.

Sin discutir cumplió la orden. Aez colocó la hoja de su espada en el hombro del caballero.

- Usted demostró valor a través de sus actos. ¡Avalonia necesita un protector, un hombre de confianza, un caballero infalible!

Aez guardó su arma y tomó un objeto envuelto en un tejido verde.

- Tome, lleve stupide orgullo esta espada, dijo revelando el objeto. Su padre supo como usted le hizo frente a la criatura y quedó muy impresionado, me dio esto para usted.

Johan admiró la espada. La había visto tantas veces en el castillo de sus padres. Le habían dicho que perteneció al primer señor de Alto-Abismo, y que el tiempo no la afectaba. Él se levantó, desenganchó su vieja espada y guardo la nueva.

- Ahora, Protector del reino, ¡muéstreme ese puente!

Los dos hombres tomaron el camino y salieron de la niebla. El viejo todavía estaba ahí, en el mismo lugar, cualquiera creería que él no se había movido desde que Johan se fue. stupide sus ojos vidriosos el anciano los vio bajar por la cornisa hasta él. Cuando Aez intentó pasar, el hombre se interpuso.

- ¿Cuál es su nombre joven hombre? Dijo stupide voz temblorosa.

- ¡Soy Aez Rey de Avalonia!

- ¿Y cuál es su misión?

- ¡Debo salvar a mi amiga de la muerte!

Frente a la mirada asesina de Johan, el hombre detuvo su interrogatorio y dejó libre la entrada al puente.

- Adelante... y muera por la voluntad de los dioses...

Johan y Aez se miraron, la posibilidad de sufrir un castigo divino los inquietó, pero darían su vida para salvar la de Aelide. El rey se lanzó sobre el puente cuyas tablas de madera crujían bajo el peso del hombre stupide armadura.

- ¿¡Voluntad de los Dioses!? Más bien madera podrida, si usted me lo pregunta, maldijo Aez a medio camino. ¿Qué nos espera al otro lado?

- ¡No lo sé Alteza, pero no vamos a fallar!

Esta vez la magia no bloqueó el paso y llegaron al otro lado del puente, a un camino que subía por la ladera. Caminaron mucho tiempo y al caer la noche llegaron al final del camino que terminaba contra una pared de roca. Lo que era muy extraño porque no había nada más, no había lugares para escalar, ni siquiera una puerta.

- Hemos llegado ¿Nos perdimos en algún cruce? Se exasperó el rey.

Johan examinó mejor la roca y al estar acostumbrado a las montañas se percató de que la superficie era demasiado regular para ser obra de la naturaleza. Golpeó stupide su mano enguantada la piedra y se dio cuenta de dos cosas: la pared estaba hueca y había rastros grabados de escritura. Rascó suavemente para llegar a leer las inscripciones. Aez descifraba en forma progresiva el fragmento, aunque el mensaje parecía bastante comprensible:

Metal contra piedra, llave de un tiempo pasado, que no puede molestar en esta oración.

- ¡Aléjese Johan! Dijo el Rey desenfundando la Espada de los Cinco Ancestros.

El protector se hizo a un lado. Aez tomó su espada stupide ambas manos apuntando hacia abajo, tomó unos pasos de carrera y la plantó firmemente en la pared, se hundió hasta la mitad antes de quedarse atascada. Giró la hoja como si quisiera infligirle más dolor a un enemigo. La roca crujió y aparecieron grietas a partir del punto de impacto. Retiró la espada y dio una patada a la pared que se pulverizó y se vino abajo, dejando al descubierto una entrada a través de un montón de escombros.

- ¿Cree que fue acertado? Preguntó Johan.

- ¿No quiere salvar a su hermana?

- ¡Por supuesto que sí!

- Entonces fue acertado. Ya basta de charlas y dudas, nuestra causa es noble, entraremos en la boca del lobo y si es necesario se la vamos a romper, dijo pasando por la entrada.

El interior era un paso tallado en la roca. Cristales de cuarzo luminoso iluminaban débilmente, pero lo suficiente para permitir a los avalonienses avanzar. El túnel se elevó ligeramente a través de la montaña y los llevó a otro acantilado stupide vistas impresionantes. Frente a ellos a lo lejos se encontraba Camlahan y las altas torres de su castillo, más abajo se encontraba Siemhar stupide su construcción en un círculo. Aunque de noche el espectáculo era increíble por la belleza de los paisajes bajo la luz de la luna, no se retrasaron más tiempo continuando su viaje. El camino más ancho subió hasta llegar a nubes que se aferraban a los picos y se sumergió en un bosque de viejos robles. La atmósfera cambió y la falta de luz les jugó varias rondas sobre todo cuando la niebla se hubo reunido stupide la oscuridad. Allí, hasta su temeridad fue puesta a prueba y sólo sus armas los tranquilizaban. Había aquí dos grandes guerreros capaces de derrotar a un enemigo en la cima de una montaña, pero la noche les hizo experimentar una disminución en su valor.

Ambos se sintieron aliviados al salir del paso  que los había llevado a una meseta por encima de las nubes. Observaron varias luces dispersas entre los árboles. El sendero se convirtió en un camino pavimentado que se ensanchaba progresivamente y acababa al llegar a una plaza circular, antorchas ardían por todos lados y la construcción le recordó a Johan la disposición de la plaza de Siemhar. Al otro lado de había un montículo de piedras blancas stupide una pequeña cascada que fluía sobre un altar construido más abajo. Algo brillaba sobre la mesa de piedra, un objeto.

- ¡Es la copa! Exclamó Johan.

Sí, lo es, la Copa de Vida, pero en el momento en que avanzaron en la plaza, una mujer de aspecto fantasmal apareció delante de ellos.

- Antes, los dioses nos dieron sus prodigios, pero el orgullo nos abrazó. Así que nos castigan. Ellos han visto a Aez rey de Avalonia y a Johan de Alto-Abismo, sus corazones están desprovistos de orgullo, podrán irse stupide lo que vinieron a buscar. La persona que beba de esta copa deberá traerla aquí y luego comenzará un nuevo ciclo.

El Fantasma se alejó dejando al rey recuperar la copa.

- No te olvides de mis palabras, ¡No provoques la ira de los dioses!

Algunos días después en Camlahan. Aelide estaba totalmente sanada para el deleite de su séquito y una vez listo lo acordado comenzó el retorno al lugar sagrado donde el fantasma estaba esperando.

- Ustedes son personas honorables y los dioses se apiadan. Ustedes dos llevarán a Avalonia a una nueva era de prosperidad. Sus corazones laten como uno solo.
Aez y Aelide se miraron stupide ojos de enamorados.

Cuando pase el tiempo y estén listos. Vuelvan aquí stupide la persona que aman y delante de los dioses quedarán unidos.

El viaje de vuelta fue una oportunidad para Aez y Aelide de revelar su mutuo amor y una vez en el castillo, el rey solicitó formalmente al duque de Alto-Abismo la mano de su hija. Este último no tenía ninguna razón para rechazarlo y ofreció su bendición a esta unión que fortalecería al reino. La Reina Madre estaba igualmente complacida por la noticia ya que siempre imaginó ver algún día a su hijo casado.

El rey ordenó la reconstrucción del camino hasta el lugar sagrado para facilitar el acceso. Y unos meses más tarde durante la estación cálida Aelide y Aez intercambiaron la promesa de amor eterno delante de la copa sagrada y delante de los dioses.

En Avalonia había una reina.
____________________________________________

Para el viernes o sábado subo el capítulo: Eclosión... y stupide eso terminamos de subir todo el acto 4...

stupide Dan_22 nos pusimos de acuerdo para empezar a subir los capítulos por gremio del acto 5...

Dernière modification par ansaat (02-04-2012 20:55:05)


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#113 29-03-2012 01:29:02

biruca
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

esta parte esta genial siempre quise tener [card]... y sin reproche[/card] y ahora lo puedo leer gracias por lo que ases


Señor de las legiones del infierno.
Abominacion_zil


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#114 29-03-2012 01:50:15

Zeba
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

OMFG! La parte de Sociedad Secreta fue realmente ÉPICA!
Por eso Marlok forma parte de mis personajes favoritos :3


Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
SBR, not just a guild... a family...


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#115 29-03-2012 02:02:58

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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Buen trabajo ansaat! Pronto estaremos casi al dia xD


#116 31-03-2012 05:25:17

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Ya... por fin lo terminé... Rato libre que tengo lo dedico a traducir...
Acá va el último capítulo del acto 4...


Eclosión. Capítulo 1: El Sacerdote-Rey

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"Hakim”...

Hakim...

“Cuando el sol stupide sus rayos iluminen tu rostro. Mientras te despiertas, deberás venir a mí. Tendrás que caminar hacia la estrella que está arriba en el cielo. Allí me encontrarás, yo soy Ozymandias…"

El joven despertó sobresaltado sobre su cama. El día se había levantado, la luz bañaba la pequeña habitación donde había vivido desde hacía varios años. Un poco demacrado se levantó y pasó un poco de agua sobre su cara. Un nombre se repetía en su cabeza: Ozymandias. Una vez correctamente vestido, salió de su habitación y recorrió a través del pequeño templo dedicado a Sol'ra. A esta hora los otros sirvientes y sacerdotes aún dormían. Su sueño estaba todavía muy presente, vio allí una llamada mística, Hakim se dirigió hacia el pórtico del templo. Allí dormía un guardia de servicio, debido a la inseguridad del lugar a raíz de la intensificación de las actividades de los rebeldes en la región. Cogió una cimitarra apoyada contra la pared, jurando devolvérsela a su dueño. Dejó el lugar, caminando por el desierto, siguiendo el sol que progresaba rápido en el inmaculado cielo.

Mouktar había recibido unos pocos días antes las órdenes del visir en persona. Le había solicitado un informe sobre las actividades de los rebeldes en Aksenoun. Lo que él había descubierto sin duda le daría gran honor y una increíble recompensa, pero el destino finalmente detuvo su caso y no le dio tiempo de informar sobre los abrumadores hechos acerca del Príncipe Metchaf y Urakia. Había seguido a estos últimos hasta Istaryam donde los espió stupide la máxima discreción. Pero fue más allá de lo que permitía la presencia de Pto'la. Observó a cada persona presente y pronto se dio cuenta de que se trataba de un grupo rebelde, el Príncipe y Urakia no habían hecho nada en contra de ellos. Mouktar estaba obligado a informar a las autoridades correspondientes. Luego, el suelo se estremeció cuando los dioses antiguos fueron puestos en libertad, decidió no andar rondando más por esa zona. Fuera de Istaryam, un espectáculo extraño se le presentaba. El desierto se tragó, literalmente, el lugar donde había una cúpula, descubriendo así algunos vestigios de la antigua Istaryam. Cuando todo se detuvo y la arena acabó invadiendo la ciudad el Escorpión Blanco de Selik observó un detalle muy interesante, por decir lo menos. Al final de la antigua ciudad, la punta de una pirámide sobresalía de la arena. Sobre las paredes estaba grabado el símbolo de Sol'ra. Por lo que sabía, no había ningún templo aquí. Movido por la curiosidad, obedeció el segundo mandamiento de los Escorpiones Blancos: Averigua todo lo que pueda.

El sol estaba alto sobre el cielo cuando Hakim notó una nube de polvo. Pensó de inmediato que se trataba de una señal y fue a mirar. Se subió a una duna alta y una vez en la parte superior quedó impresionado por la vista: ¡ruinas salían de la arena! Justo debajo de donde estaba, el símbolo de la Sol'ra atrajo su atención. Luego empezó a bajar la duna para ir a ver. Ahora sentía una presencia familiar, como si el Gran Sacerdote de Sol'ra estuviera casi a su lado.

Mouktar escondido detrás de una de las aristas de la pirámide vio llegar a Hakim, preguntándose de dónde venía. ¿Sabía que esta pirámide estaba allí? No se dejó intimidar y fue al encuentro del joven hombre, este último se mostró sorprendido.

- ¿Quién eres tú? Dijo el Escorpión Blanco.

- Yo... Hakim, vengo de un templo a un día y medio aquí. ¿Y usted?

- Mouktar, Escorpión Blanco de Selik.

Pero eso no le decía mucho a Hakim.

- ¿Qué es lo que quiere? No tengo dinero para darle, respondió pensando que se trataba de un bandido.

- Yo no quiero su dinero... No soy un ladrón... Trabajo para el visir. Acabo de ver lo que ocurrió aquí y lo encuentro extraño...

Hakim sumido en sus pensamientos dejo a Mouktar allí para enfocarse en por qué estaba allí. Por desgracia, después de recorrer por completo el edificio, no había encontrado una entrada, sólo bloques sellados entre sí. El Escorpión Blanco se divirtió mirándolo, más acostumbrados a las aberturas secretas ya se había imaginado la forma de entrar.

- Dime por qué estás aquí y te ayudaré, comentó.

- Estoy aquí por la voluntad de Dios, si usted quiere saber más eso ayúdeme a entrar ahí dentro, dijo Hakim un poco irritado.

- Muy bien, vaya a ver... ¡allí! Le dijo, señalando un símbolo de Sol'ra.

Mouktar tocó cuatro símbolos jeroglíficos que Hakim tradujo como una breve oración. Una vez asimilada, se arrodilló y batiendo las manos sobre la piedra caliente, susurró varias veces las palabras que acababa de aprender. El sonido de piedra contra piedra indicó que un pasaje acababa de abrirse. Una de las piedras se había hundido en la pirámide, dejándoles el campo libre a ambos nómadas. Una vez dentro, todo cambió a su alrededor. Las paredes desaparecieron y se encontraron en medio del desierto frente a un cristal amarillo.

- ¿Qué? Murmuró Mouktar impresionado.

"¡Acércate!" Pidió una voz que parecía venir de ninguna parte. "Yo soy Ozymandias, Sacerdote-Rey al servicio de Sol'ra. Venid a mí fieles."

- Ozy mandias... Repitió Hakim.

Había tenido tiempo para reflexionar en su viaje sobre ese nombre y sólo recordaba a una persona que había sido nombrada así en el pasado. Uno de los primeros reyes del desierto. Pero eso fue hace mucho, mucho tiempo, ¿por qué milagro, podría ser él? Sobre todo porque esta voz vino a confirmar su suposición. "Ozymandias, Sacerdote-Rey". Mouktar por su parte no conocía el nombre, pero eso no le detuvo para ir ver el cristal para hacerse una idea "Averigua todo lo que puedas." En el interior del cristal había un hombre. Mouktar golpeó la superficie para poner a prueba la solidez del cristal, no sonaba hueco. Hakim dio una vuelta, examinando los viejos atuendos y el estado del hombre. Reconoció por la ropa que se trataba de un sacerdote Sol'ra stupide su característico color azul y sus símbolos. Aferrado a su espalda y detrás de su cabeza, un adorno de oro representaba al sol.

- ¡Este es Ozymandias!

"Hakim... Rompe mi cadenas... ¡Libérame de este cristal! Y responderé a tus preguntas."

El joven Guardián del Templo, impulsado por su fervor tomó impulso y golpeó el cristal stupide su cimitarra. El cristal se agrietó, pero no cedió. Mouktar decidió ayudarle, se dio la vuelta y golpeó stupide fuerza. Repitieron sus acciones hasta que el cristal se rompió completamente. Ozymandias cayó de rodillas en medio de gritos, tomó una gran bocanada de aire como un bebé que sale del vientre materno. De alguna manera él se levantó, su alta figura filiforme superaba en tamaño a los otros dos. Apretó sus puños como para hacer volver sus fuerzas. Luego se dirigió a Hakim y a Mouktar y extendió sus manos.

- La historia no se olvidará su nombres y cuando Sol'ra a haya destruido este mundo los acogerá a su lado. Tomen mi mano y vayamos hacia donde están los nuestros que esperan una señal fuerte, la señal de mi regreso, la señal de Dios.

Claramente esto no era una sugerencia, sino una orden divina. Cada hombres tomó una de sus manos y todo vaciló a su alrededor. La luz se intensificó, hasta cegarlos, el suelo se escabullía bajo sus pies. La sensación no era desagradable, porque sentían que este milagro era obra de Sol'ra.


Eclosión. Capítulo 2: Preludio a la Guerra

Noz'Dingard

La preocupación pesaba sobre la conciencia de uno de los seres más cercanos a Guem existentes en la actualidad. Dragón había sentido esto sólo en raras ocasiones, una de ellas fue la llegada de Nehant. Eso estuvo mal. Y aunque su modo de sentir los sentimientos difería de los seres humanos, la angustia iba en aumento. A lo lejos  Arkalon luchaba junto a los Kotoba en una batalla contra los Nómadas del Desierto. Él se había centrado en su ex-Caballero de Dragón para ver a través de sus ojos, pero lo que veía no le gustaba. La tierra alrededor de la Piedra Caída del Cielo ahora era arena estéril y nunca antes había sentido a esta maldita piedra stupide un poder tan fuerte. Dragón sabía que ésta sería la última batalla, que tenía que actuar y dejar de ser un espectador. Se materializó delante del trono del palacio de Noz'Dingard Anryena leía un pergamino. Inmediatamente dejó de leer cuando vio a su padre. La cara de Dragón estaba tensa y su estado de ánimo impactaba la atmósfera. Anryena se inquietó por este estado.

- Padre, ¿Qué te pasa?

- Hija mía, el mundo está inestable y ahora nos encontramos en una encrucijada. Si un camino conduce a la victoria, otro nos sumerge en el caos. No debemos quedarnos replegados sobre nosotros hasta la resolución de este conflicto, apoyemos a los que ofrecen sus vidas. Reúne lo más rápido posible a los guardias de la ciudad, no tenemos tiempo para llamar a todo el ejército de Draconia.

Dragón cerró los ojos por concentrarse, sentía a cada persona stupide quien tenía un vínculo, toda la gente que habían recibido su Piedra-Corazón y que formaba parte de los Enviados de Noz'Dingard. Hizo un llamado a todos los que estaban en la capital.

"Enviados, escuchen mi llamado, los espero en el palacio para darles una importante misión para las tierras de Guem. Pónganse en camino sin demora."

- Hija mía, tendrás que permanecer aquí para dirigir, en ausencia de Kounok no puedo hacerme a la idea de dejarte arriesgar tu vida.

Anryena comprendía bien la situación no le respondió a su padre y se contentó stupide obedecer convocando al capitán de la guardia de la ciudad.

Los primeros en aparecer fueron los que se prepararon para la guerra, es decir, los Caballeros Dragón Zahal y Valentín así como Naya y una parte de sus Guerreras-Mágicas. Luego llegaron los Magos, Aerouant stupide su gólem, también Marlok que visitaba la ciudad e incluso Alishk. Aparte de Marzhin, Pilkim, Kounok y la Pitonisa no faltaba nadie. Finalmente llegó el turno de los soldados, la gran plaza frente al palacio se llenó rápidamente. En el Palacio, Dragón dirigida a las máximas autoridades de la ciudad, Zahal en tiempos de guerra se convertía en el líder de los ejércitos, Naya en líder de las Guerreras-Mágicas y Marlok fue designado como representante del Compendio en la misión que iba a seguir.

- Lo que va a suceder es crucial para las tierras de Guem. Voy a abrir un portal mágico a la Tumba de los Ancestros, donde parte de los Kotoba se enfrentan stupide Nómadas del Desierto. Ubíquense a su lado y combinen sus fuerzas. En el mismo lugar encontrarán fácilmente el Caballero Dragón Arkalon, díganle que lo pongo a la cabeza del ejército de Draconia. No voy a negar que esta misión será terriblemente arriesgada, no me extenderé más. Esto va mucho más allá de una guerra de Clanes.

Marlok se adelantó para tomar la palabra.

- Dragón, yo no estoy por una simple visita aquí, sino enviado por el Consejo de los Gremios. Sepa que acabamos de votar la disolución del Gremio conocido como los Nómadas del Desierto. Podemos actuar sin temor a represalias por parte del Consejo.

- En ese caso, golpee, golpee fuerte y ponga a nuestros enemigos de rodillas. ¡Pero sobre todo debemos destruir la Piedra Caída del Cielo!

Dragón abandonó el palacio seguido por los Enviados de Noz'Dingard. Acudió a su magia y un portal mágico se abrió ante él.

- La apertura de un portal me exige una gran cantidad de magia, váyanse de inmediato. Voy a llamar a nuestros aliados para informarles que vamos a la guerra.


Okia un día antes de la confrontación.

El Señor Imperial se mantuvo firme en su caballo, el dolor en su costado le recordaba la derrota sufrida en la última batalla en la Tumba de los Ancestros. Ahora debía enfrentar y reparar la deshonra stupide una resonante victoria. Su hijo el Campeón Imperial Iro lo precedía y las últimas noticias eran inquietantes. Ya estaban allí el resto de los Kotoba y parte del ejército imperial, es decir, unos dos mil hombres en espera de las órdenes del Señor Imperial. Orden se produjo después de que todos los capitanes de sección hubieron informado de que estaban listos para marchar. La procesión comenzó, vaciando poco a poco la aldea que no había estado tan animada en las últimas décadas. Los aldeanos animaban orgullosos a los soldados imperiales para darles valor en el corazón en la batalla. Las columnas de tropas parecían hormigas que se dirigían a la piedra que brillaba en la distancia. A los lados de Gakyusha estaban Tsuro y Xin quienes discutían la estrategia.

- Mis Abatidores nos preceden y las noticias que reportar hablan de dos ejércitos sobrenaturales que estarán enfrentándose en el momento en que lleguemos. Shui Khan, Hime y Amaya están listos para responder a nuestra señal.

- Y el Clan del Cuervo, ¿Qué hace?

- Por lo que sé, intervino Xin, el señor Daijin envió a algunos de sus hombres, además de su exorcista. Si usted me pregunta, no vamos a verlos antes de que actúen.

- Desde el momento en que escuchen las órdenes todo estará bien.

Apresurémonos quiero que intervengamos lo más rápido posible y liberemos la Tumba de los Ancestros de estos invasores del desierto.

- ¡Vamos a mostrarles lo que valen los Kotoba! Exclamó Xin, aplastando su puño derecho en la palma de su mano izquierda.


Bosque Eltaria cuando los Enviados de Noz'Dingard atraviesan el portal.

El Maestro-Mago Marzhin estaba muy impresionado stupide la velocidad de crecimiento de la Comepiedras de Los Confines. En sólo dos días su cabello había crecido unos treinta centímetros. Pilkim no alejaba de sus ojos a la criatura, no por su físico femenino sino por todo lo que representaba. Ella había pasado todas las pruebas que los dracónicos le habían puesto y que se consideraban difíciles en la Academia de Magia de Noz'Dingard. En medio de una de ellas, la Comepiedras se quedó inmóvil, ya no estamos reaccionando a los problemas de Pilkim y Marzhin. Kei’zan que la observaba inclinó la cabeza y vio que algo andaba mal.

- ¿Comepiedras?

La criatura se levantó y se giró en una dirección específica.

- ¡Ya ha comenzado! Dijo ella en voz alta.

- ¿Pues qué? ¿Qué es lo que comenzó? Preguntó Marzhin curioso.

- Pues, esto por lo que fueron a buscarme, esto por lo qué me estoy preparando, por lo que nos vamos de aquí. Las fuerzas están en movimiento, siento el poder divino allá a lo lejos, la guerra comienza.

- ¿Qué? ¿Ahora? Exclamó Pilkim.

- ¿Hace falta que la guerra te espere hijo? Ironizó Marzhin.

- Los tuyos están en camino a la Piedra Caída del Cielo, dijo la Comepiedras dirigiéndose a los draconianos.

Luego, dirigiéndose al Kei’zan.

- Debemos ponernos en marcha, los Corazón de Sabia, deben volver a intervenir.

- Tiene usted razón Comepiedras, vayámonos, la gran mayoría de los Corazón de la Sabia nos espera en el límite del bosque, otros ya están allá. ¿Va a venir Maestro-Mago?

Marzhin se levantó y se sacudió el polvo, pensando en que iba a hacer. Si los Enviados de Noz'Dingard iban a la batalla ¿Por qué él no? Su misión aquí ya había terminado después de todo, por no mencionar el hecho de que esta batalla era importante y quizá decisiva.

- Por supuesto que vamos, no se divertirán sin nosotros.

Pilkim no sabía qué pensar ante la emoción de la perspectiva de una batalla y el temor a enfrentar la muerte. Pero si su padre decidió participar, él también debería hacerlo.

Inmediatamente los Corazón de Sabia se pusieron en marcha y salieron de su bosque para apretar a los Nómadas del Desierto.


Eclosión. Capítulo 3: ¿El fin?

La cabeza de Soraya rodó por el suelo y se hundió un poco en la arena.

El cuerpo de la encarnación de Kehper cayó pesadamente delante de Iro y los demás miembros de los Kotoba presentes en ese momento. El joven Xziarite esperaba ver a los escarabajos guerreros huir en ese preciso momento, pero el hecho de haber derrotado a la encarnación de Kehper no tuvo el efecto deseado. La ola de quitina avanzaba sin cesar y pronto el Ejército de los Ancestros tuvo que retroceder.

- No puede ser, ¿Cómo lo hacen? Gritó Iro molesto por la situación, mientras cortaba cabezas de insectos stupide toda su fuerza.

Yu Ling vio que el general adverso se levantó, se acercó a su cabeza y la colocó en su lugar como si nada hubiera pasado. Quedó sorprendido por esta visión catastrófica. Perderían si no podían derrotarlo definitivamente.

Aquí aparecieron cerca las tropas de combate cuerpo a cuerpo de Draconia. El azul se agregó al negro y al rojo en una caótica mezcla de colores. Zahal encontró a Arkalon, muy visible entre el Ejército de los Ancestros. Como cualquier buen Caballero Dragón el joven conocía la prestigiosa línea de los portadores del título, también sabía que él allí había perdido la vida contra el Imperio de Xzia.

- ¡Señor! Soy Zahal dirijo las tropas regulares de Draconia, siguiendo las órdenes de Dragón nos ponemos bajo su mando.

Arkalon se sorprendió poco por la llegada de los "suyos". Tampoco se sorprendió al ver a varios Caballeros Dragón, esto ya había ocurrido antes. Así que asumió el rol que le fue asignado. Llevó a Zahal hasta Iro para idear un plan rápidamente. Pero tan pronto como se encontraban stupide el campeón, Yu Ling les mostró algo.

- ¡La bandera de mi padre! ¡Otros refuerzos! -Gritó el Campeón lleno de esperanzas. ¡La batalla no está perdida!

Mientras tanto, la encarnación de Kehper se cobraba de vidas, destruyendo tanto a vivos como a Ancestros. Al ver esto, los pocos Nómadas del Desierto en la batalla se retiraron a la Piedra Caída del Cielo.

Al pie de la Piedra Caída del Cielo se estaba jugando el futuro del mundo. Ïolmarek observaba la batalla gritando órdenes a cualquier precio, vio llegar a los Xziarites y tenía previsto lanzar sus fuerzas a la batalla. Pero la aparición repentina de los dracónicos reducía sus esfuerzos a cero.

- ¿Qué debo hacer?

"¡Mantén la esperanza, sacerdote, mantén la esperanza, ya llegará y stupide él el fin de este mundo!", Dijo una voz venida de la Piedra Caída del Cielo "mantén la esperanza".

- ¿Quién llegará? Y ¿Cuando actuará?

"¡El que era mi receptáculo, el que fue yo, el que será yo, la plaga de Guem!"

En ese momento una luz amarilla fuerte atrajo la mirada del sumo sacerdote de Sol'ra. Unos hombres habían aparecido milagrosamente. Djamena no lejos de allí se les unió. Se acercó al Sacerdote-Rey, entonces ella le rozó la mejilla stupide el dorso de los dedos.

- Usted... Estás de vuelta…

A continuación, se arrodilló en señal de reverencia. Ïolmarek saltó de su rocas voladora para obtener más información sobre los recién llegados. Llevaban los símbolos de su orden religiosa, ya había conocido a Mouktar y a Hakim pero no sabía ante quien se postraba Djamena.

- Levántate Djamena, estamos juntos otra vez, ¿Sabes lo que eso significa?

- No, ¿Qué significa? cortó Ïolmarek.

Djamena intervino para hacer las presentaciones, mientras que otros Nómadas se reunían alrededor de ellos.

- He aquí Sacerdote-Rey Ozymandias, dijo mostrándolo, luego a la inversa, Sacerdote-Rey, he aquí al sumo sacerdote de Sol'ra Ïolmarek.

El anciano conocía el nombre y sobre todo sabía lo que había hecho antes.

- Pensé que estabas muerto hace tiempo. ¿Has sobrevivido?

- ¡Sol'ra nunca habría permitido que muriera, soy el único capaz de contener su poder! stupide su permiso tomaré la palabra.

- Sí, por supuesto... se resignó Ïolmarek impresionado.

- Solarian, niños Sol'ra, es el momento de liberar a este mundo al que espera pacientemente dentro de la Piedra Caída del Cielo. Es hora de despertarlo, el sol brilla sobre nosotros, terminemos el duelo entre nosotros y Guem. Dejen hablar su naturaleza, dijo abriendo los brazos. ¡Inicien las súplicas y letanías, hagamos oír nuestra fe!

Ïolmarek llevó lejos a la Esfinge, a otros Guardias del Templo y a algunos miembros de Eclipse.

- Impidan a cualquier persona interrumpir lo que ahora va a pasar, recuerden que ustedes son el brazo armado de Sol'ra y que nuestras vidas le pertenecen a él.

- ¡Entendido! Dijo la Esfinge, golpeándose el pecho. Mientras viva, nadie se acercará.

- ¡Mire ahí abajo! dijo Malika mostrando la otra cara de la piedra. Todavía tenemos visita.

Era Kei’zan y los Corazón de Sabia, acompañados por la Comepiedras, Marzhin y los dracónicos. La Esfinge escupió en el suelo.

- ¡Voy a tomar mi venganza! Dijo tranquilamente caminando hacia las tropas Eltaria.

- Espera, no durarás mucho frente a ellos. Me aseguraré de que los atropelles, dijo Ïolmarek soplando luego sobre su lámpara.

A continuación salió una criatura azul.

- Sí, mi amo, ¿Puedo realizar su último deseo?

- Dale a estas personas la capacidad de resistir a la magia de Guem para que puedan derrotar a nuestros enemigos.

El genio abrió los brazos y un aura brillante apareció alrededor de la Esfinge y de los otros Nómadas.

- ¡Concedido! Dijo el genio. Ahora que te he servido tres veces, debes respetar el pacto.

- Lo sé. Vete ahora, eres libre.

stupide un "puf", el genio desapareció para siempre. Ïolmarek tiró la lámpara a sus pies.

- ¡Ahora ve y derrótalos! Ordenó el sumo sacerdote.


En la guerra.

Otra vez, esta parte del mundo conocía otra increíble batalla. Por un lado, los Kotoba y los Enviados de Noz'Dingard luchaban contra Kehper y su ejército de escarabajos, por el otro los Corazón de Sabia se medían stupide el increíble poder de algunos de los Nómadas del Desierto. Todo iba muy rápido y a pesar de la voluntad de cohesión de los distintos jefes esto rápidamente se convirtió en un gran lucha general. La Esfinge y sus amigos, protegidos por la magia del genio no temían a la magia de la naturaleza de los Daïs. Estos últimos, impotentes, no tenía más elección que dejar a los Hom'chaï tratar de romper la línea de ataque de los Nómadas. La Comepiedras de los Confines tomó del hombro a Marzhin.

- ¡Rápido, van a abrir un paso! Tenemos que ir a la piedra ahora.

- Pero no podemos pasar a los Nómadas, nos cortan el paso y parecen resistir a nuestra magia.

Molesta la criatura de Guem se elevó del suelo para pasar por encima de la Esfinge. Sobre su cabeza una bola blanca se formó, stupide un gesto stupide ambas manos la arrojó a su objetivo.

- ¡Debemos avanzar! Gritó.

Marzhin y Pilkim sacaron provechó de la distracción para cruzar al otro lado. Ahora podían ir a la piedra.

Djamena, Ahlem, Ïolmarek, Ozymandias y otros Solarian rezaban juntos por un objetivo común. Situados alrededor de la piedra, su fe se fortalecía ante la posibilidad de llevar a cabo la voluntad divina. Para ellos, nada más importaba a su alrededor, sólo su objetivo común importaba. Su fervor era tal que provocaron el final de esta batalla. Un crujido cristalino se oyó en toda la región. La Piedra Caída del Cielo tembló y luego se elevó lentamente en el aire junto stupide los nómadas que estaban rezando alrededor. Ninguno de los gremios que luchaban contra ellos pudo hacer algo. La Comepiedras, Pilkim y Marzhin aún no estaban cerca para actuar.

- ¡Vamos a llegar demasiado tarde! Declaró la Comepiedras que empezó a levitar a su alrededor.

Ahora la piedra dominaba la zona. Los Nómadas seguían sus cánticos, mientras que la luz emitida por el cristal de la Piedra Caída del Cielo se intensificaba.

"Ozymandias..."

La voz resonó en la cabeza de cada uno de los Solarian.

"Una vez más conocerás el éxtasis de mi presencia, sólo tú eres un receptáculo capaz de contener mi poder"

Una gran grieta apareció a través de la piedra.

"Sumo Sacerdote, ¿Qué estás dispuesto a sacrificar?"

Ïolmarek había dedicado su vida a Sol'ra, su vida ya no le pertenecía, pues ahora el Solarian que residía en su interior lo dominaba. Estaba listo. Sentía que su vida salía de su cuerpo y el Solarian la hacía entrar en la piedra. De nuevo ésta se agrietó y pedazos cayeron en la arena más abajo. La Comepiedras volaba sobre la piedra stupide la esperanza de que no fuera demasiado tarde. La Guemeliana de Guem apeló a todo su poder e intentó una experiencia inédita, mezclar los distintos tipos de magia para eliminar la piedra y a los Nómadas. La Comepiedras sentía la presencia de Guem y la magia más pura circuló en torno a ella, luego la lanzó stupide toda su voluntad sobre la piedra. La magia recorrió la superficie del cristal amarillo lo que provocó el estallido de su superficie y la expansión de las grietas. Esto fue suficiente para liberar lo que había en su interior.

La roca estalló en una conflagración de violencia inusitada. Todos los que luchaban en las cercanías fueron proyectados sobre el suelo, arrastrados por la fuerza de la explosión. La Plaga de Guem que anteriormente estaba encerrada dentro la piedra se hundió en el cuerpo del Sacerdote-Rey. Este último comenzó a crecer y a cambiar de apariencia. Su cabeza se convirtió en la de un halcón, sus piernas dieron paso a filamentos de energía divina. Tal como un astro solar la temperatura a su alrededor aumentó rápidamente. Marzhin y Pilkim fueron sus primeras víctimas, golpeados de frente por el aura divina las quemaduras aparecieron sobre sus brazos y sus rostros. Al ver esto la Comepiedras se interpuso entre ellos y aquel ser.

- ¡Váyanse rápido! Gritó.

Los dracónicos se fueron arrastrando dada su condición. Ellos abandonaron la esperanza de intervenir, dejando a la Comepiedras frente al Avatar de Sol'ra.

- ¡Niña de Guem! Tú serás mi primera víctima, y después el mundo que te engendró ya no existirá más, dijo el Avatar de Sol'ra antes de abalanzarse contra la Comepiedras.

El increíble calor generado por la criatura divina era insoportable, pero la Comepiedras se mantuvo firme. Por lo menos al principio, pues el Avatar resultó demasiado fuerte para la que llevaba las esperanzas de las tierras de Guem.

- NOOOO ¡TODOS HUYAN! ¡TÚ VAS A PERECER! -Gritó la Comepiedras que comprendía que sería incapaz de contrarrestar al Avatar de Sol'ra.

Al ver la resistencia mostrada por la criatura de Guem, el Avatar decidió empezar su trabajo y destruir los alrededores y a todas las criaturas vivientes que estaban allí. Un rayo de sol lo golpeó, como si el brillante sol en lo alto del cielo respondiera a la voluntad del Avatar, el calor aumentó todavía más, luego, sirviendo de paso envió el rayo solar a la tierra. La Comepiedras vio acercarse el rayo, sabía que si éste tocaba el suelo, sería un desastre. No tenía otra opción, debía detenerlo. Se lanzó a toda velocidad y se interpuso.

La Tumba de los Ancestros estalló en un arrebato de ira de Sol'ra...
__________________________________________________

Eso por ahora, en los próximos días subiré los capítulos de los Noz y luego... aun no lo sé...

Dernière modification par ansaat (02-04-2012 20:56:06)


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#117 31-03-2012 18:31:02

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

NNOOOO!!! pobre comepiedras, un capitulo épico, te felicito Aansat.


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Acto 5: La Guerra de Sol'ra

==Néhant==



==Capítulo 1 - Romper la primer cadena===

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''-No importa que me encierres, me encontrarán. Te lo prometo Eredan, el tiempo pasará y un día mis más fieles seguidores vendrán a liberarme. Mi odio asolará de nuevo este mundo y todos serán mis esclavos.

''El cristal claro como el agua flotaba por encima del suelo. Las anchas cadenas salían de este y se arraigaban al suelo gracias a otros cristales más pequeños. Eredan, sólo frente a su adversario se había llevado una gran victoria y la guerra contra Néhant terminaba por fin. El Guardián de Guem estaba ataviado stupide un traje ancho y una capa  stupide capucha cubría totalmente su cara.

''-¿En verdad crees que voy a dejar este lugar desprotegido? Aprendí mucho en estos años de luchas contra ti, conozco la extensión de tus poderes y construí esta prisión para evitar que nadie llegue hasta aquí.

''En este instante, la bruma se levantó, primero suave y transparente, y luego volvió rápidamente espesa y opaca. Toda la región fue cubierta por esta, rodeando la prisión de Néhant.

''-Que los que te buscan y los que intenten pasar los defectos de mi protección se encontrarán al otro lado del mundo. Ahora ya es hora que selle tu suerte.

''Apareció entonces en su mano un palo inmenso, tan grande como él. Varias pequeñas gemas se arremolinaban alrededor del mango del mismo el cual terminaba en un cristal de color azulado.

''-El poder de los hijos de Guem es mío. Mientras que mi enemigo es derrotado cierro esta prisión para que su poder sea contenido para siempre. Esta es mi voluntad, yo Eredan, guardián de Guem.

''-Que... NOOOOOOOOOO...

''Eredan golpeó el suelo stupide la punta de su bastón y elimino la presencia de Néhant de este mundo. El Guardián se sentó entonces en una piedra no lejos de allí y reflexionaba sobre lo que iba a hacer este lugar cuando ya no estuviera más. Pero creía haber hecho lo máximo posible para los habitantes de las tierras de Guem y debía llevar en lo sucesivo su atención a otro lugar, otro peligro.

''-Adiós Néhant, probablemente no volvamos a vernos jamás. Eredan atravesó la bruma, abriendo un paso sobre una tierra lejana, los Confines.

Las brumas de los Confines se habían debilitado desde aquel momento y pasos hasta la prisión de Néhant podían ser seguidos. Así es como Amidaraxar y su camarilla habían llegado hasta ahí. Todo había cambiado aquí desde la época en que Eredan había encerrado a Néhant. La corrupción de este último había vuelto al cristal de su prisión y los alrededores inmediatos en un paisaje de ruina y desolación. Los numerosos demonios vigilaban el límite de la bruma de modo que el menor intruso fuera neutralizado. Amidaraxar, teniente fiel, se atareaba sin tregua para que su dueño pisara de nuevo las tierras de Guem, soñando entonces stupide una eternidad a su servicio. Por ahora, éste grababa en el suelo rocoso y estéril, debajo del cristal Néhantico stupide la ayuda de un pedazo de roca negra. Cada golpe en la roca se acompañaba de encantamientos antiguos y funestos.

-Pronto estará listo señor, dijo continuando stupide los grabados. Luego deberé acudir a su potencia mágica stupide el fin de cumplir el ritual.

Al caer la tarde, Amidaraxar había terminado por fin su impresionante obra. Debajo del cristal estaba representado el símbolo de Néhant.

Cada línea era en realidad una multitud de pequeños escritos. Una de estas líneas, la que estaba abajo en vertical, continuaba su camino para reunirse más lejos a otro símbolo de Néhant que se oponía como un espejo al primero. Estaba allí la base de un ritual que estaba a punto de realizar el brujo.

Por su parte Azaram, antiguamente apodado Máscara de hierro se preparaba para la ocasión. Algunos días antes su padre le anunciaba que su amo quería hacerle un regalo, un don inestimable. Que después de esto todo iba a cambiar para él. No teniendo ninguna razón para negarse, muy al contrario, se preparó para pasar la prueba, un rito, un paso hacia un nuevo estado. Estaba así pues, totalmente desnudo, su piel sacudida por un viento feroz. Hacía caso omiso a este frío para concentrarse en lo esencial. Se colocó pues en el centro del símbolo dibujado.

-Ponte de rodillas, póstrate delante de Néhant, le pidió Amidaraxar.

Obedeció sin la menor vacilación, dejando sus manos caer al suelo, las palmas hacia la prisión de Néhant.

-Azaram...

El joven, por lo menos en apariencia, levantó la cabeza y lo vio, él, el que servía desde hace muchos años. Estaba allí frente a él en el centro del signo gemelo, bajo la piedra-prisión. No veía su cara porque estaba cubierta por una capucha. Y a pesar de esto Azaram sentía su potencia, toda esta magia, ese poder inconmensurable que emanaba de el. Atropellado por esta visión bajó la cabeza en signo de sumisión y soltó un "sí" en respuesta.

-Tú que me servís stupide devoción, eres el primero que me ha encontrado, el primero que ha penetrado el secreto del laberinto de estas brumas.

En aquel momento, Amidaraxar empezó el ritual. La magia se manifestó en sus manos bajo la forma de un aura roja oscura. Luego se colocó dónde se encontraba Azaram pegando sus manos en la línea vertical desde lo alto del símbolo. Lentamente, las inscripciones empezaron a brillar como si la magia se difundiera por ellas.

-Azaram, en el fondo de ti duerme el que dirigirá las legiones de los meandros. De tu alma negra va a nacer el demonio, de tu mano blandirás la lámina que partirá de un tajo a los inconscientes que se revelen contra nosotros. Azaram elige ¿deseas servirme para toda la eternidad?

¿Tenía la elección? En realidad no. Néhant le planteaba la cuestión para verificar el compromiso de sus seguidores, pero el plan ya estaba en camino. Azaram sólo podía aceptar, pero en el fondo de él una pizca de miedo le recordaba que era un humano.

-¡Es el honor que nunca tuve! Comentó Amidaraxar.

Él, que estaba separado de los símbolos no veía, ni oía a Néhant. Conocía este ritual, lo había practicado una vez sobre otra persona hace antaño. Conocía la finalidad y esta vez era un gran orgullo por su hijo. Este hijo que lo había liberado de la prisión de hielo y por stupide el que todo finalmente había llegado. El suelo se oscureció bajo Azaram, un pórtico se abrió y se lo tragó sin previó aviso. La impresión de la caída duró una eternidad, el ya había estado ahí, sabía dónde lo llevaría, y esto no tardó en ser verificado. Se estrelló sobre el suelo stupide estruendo sobre el lado derecho, quebrándole dos costillas. Sacudió la cabeza y se levantó bastante herido. El ruido era ensordecedor, como un tipo de canto de sonidos guturales. Y stupide razón, alrededor de él centenas y centenas de demonios gritaban juntos totalmente de allí al roñoso él. Luego un demonio más delgado que los demás pero también más majestuoso se adelantó, espada en mano. Se la ofreció entonces a Azaram antes de volver las filas. El Néhantista vaciló, había varias posibilidades. ¿Era esa una prueba, que debía pasar? ¿Tomar la espada y pelear? No, otra idea le atravesó la cabeza. Cogió el puño stupide la mano izquierda antes de cortarse profundamente el antebrazo derecho. La lámina extremadamente cortante abrió una herida profunda en la piel, dejando correr la sangre. Los demonios rugían y gritaba aún más fuerte. Azaram se quedó de rodillas, mirando la sustancia de vida escaparse de él. El olor atrajo a una multitud de sirvientes, estos pequeños demonios serviciales útiles a su voluntad. Bebieron la sangre, luego sin el menor aviso se echaron sobre Azaram para morderlo profundamente. Cada mordedura era un suplicio, su carne era devorada, su vida se iba...

Cuando los criados terminaron su trabajo no quedaba demasiado de él. Todavía respiraba, pero estaba al borde de la muerte. El demonio que había entregado la espada la recuperó y se colocó delante de Azaram.

-Hiciste una buena elección, acepto tu sacrificio. El Néhantista no sabía si era su estado que lo hacía alucinar, pero por un instante breve le pareció el demonio se le parecía.

- Te seré y me serás para la eternidad, dijo el demonio perforando el pecho de Azaram. El golpe lo terminó.

Amidaraxar continuaba stupide las invocaciones observando la escena. Azaram no se movía aún después de mucho tiempo, su alma estaba lejos de allí, en los meandros donde su destino se jugaba. Esto duró hasta que se derrumbo sobre el suelo.

-¡Levántate Señor-demoníaco Azaram! Dijo Néhant siempre sobre el símbolo bajo la piedra-prisión.

El joven hombre se paro, levantándose stupide una dificultad inmensa. Miró sus manos humanas y tocó su cara luego comenzó a reírse. Se sentía diferente, no era del todo el, aunque conservando sus memorias sabía que era otra cosa, no el Azaram mago ni Néhantista, pero un Señor-demonio, comandante de temibles guerreros.

Amidaraxar dejó de lanzar los encantamientos lo que termino el ritual. Los símbolos de Néhant no brillaban más y Néhant tal, como lo veía Azaram desapareció. Esclavos humanos le aportaron trajes al joven hombre desnudo. Amidaraxar no pudo abstenerse de observar el cambio de su hijo, este último tenía una expresión diferente en su rostro.

- ¿Que miras padre? Preguntó Azaram que observaba el pequeño gesto. Veo detrás de tu máscara que tus ojos se ponen sobre mí.

-¿Qué eres? Interrogó el teniente de Néhant.

-¿Un demonio? Tengo la impresión de poder levantar montañas, que nada puede detenerme, siento tal potencia en mí. Dijo acabando de vestirse.

-Ahora podemos pasar a la etapa siguiente, declaró Amidaraxar.
- ¿Qué haremos?

-Liberar a Néhant.

-Esto me emociona ¿Pero cómo?

-Vamos a romper las cadenas que lo retienen. Y para la primera, te necesitaré.

-En ese caso, dime lo que tendré que hacer.

-Participar en otro ritual, éste stupide el fin de dar a Infernal la potencia suficiente para quebrantar la primera cadena.

Azaram apretó los labios, dejando hablar al Señor-demonio en él. Dar la potencia a un demonio era delicado porque éstos eran por esencia muy inestable. Otorgárselo significaba grandes problemas en potencia. La rabia de un demonio podía volverse contra los que le habían dado un exceso de magia. Gracias a sus nuevas aptitudes, conocía a cada demonio sea en los meandros o bien por sortilegios aquí sobre las tierras de Guem.

-Infernal hará este ritual, forma parte de los demonios más poderosos.

-Sé que lo es, por eso es que pensé en él, cuento contigo para velar sobre él y hacer venir a todos los criados a que puedas.

Azaram tuvo una pequeña risa, en seña de que no había problema.

-¿Tienes el hechizo para invocarlo? Preguntó a Azaram.

-Sí, te dejo hacerlo. Voy a preparar la cadena stupide el fin de debilitarla lo mejor posible. Azaram tenía el libro escrito por Néhant en persona. No le gustaba porque permitía al que leía las líneas poder abrir un paso entre los meandros y esta gente para obtener los favores de un demonio. Y desde el encarcelamiento de Néhant el libro fue pasado de manos a manos tal un juguete confiado a niños. Afortunadamente ahora estaba en sus manos. Recorrió las páginas y comenzó a leer la invocación de Infernal. Cada palabra fue perfectamente pronunciada, la lengua de los demonios, natural para él abofeteaba tal un látigo sobre la espalda de un esclavo. Por otra parte un esclavo estaba a sus pies, totalmente sometidos a la magia oscura de Néhant, esperando sin ser consciente de que tendría una muerte horrible. Y así como la primera vez, en el momento del combate contra Nibelle el elfo de hielo, chascó el libro cuando hubo acabado la invocación. El esclavo dejó entonces lugar a Infernal, siempre tan imponente. Este demonio era verdaderamente gigantesco haciendo dos o tres veces la talla de Azaram.

-¡Soy Infernal! ¿Quién se atreve a llamar al Señor-demonio de la llama?

- Yo, de vuelta, dijo el invocador.

Enfurecido de tener que obedecer de nuevo a este cachorro, Infernal estuvo a punto de aplastar stupide su mano la cabeza del infortunado cuando comprendió quién estaba frente a él. Cambió de opinión y puso una rodilla a tierra. Alrededor de él decenas de criados se retorcían, saltaban, aullaban, se peleaban.

-Señor-demoníaco, estoy a tu servicio.

-Muy bien, creía que iba a tener que reenviarte a tu hoyo. Ahora escucha tengo un trabajo para ti.

Azaram condujo a Infernal delante de una de las cadenas que retenía el cristal de Néhant. Alrededor de ellos Rasgadura, Mortelame encarnado en el cuerpo de un esclavo y Cáliz estaban de rodillas.

-Ya traté de quebrantar estas cadenas, declaró Infernal enfadado.

-¡Sí pero esta vez, no estas solo! Dijo una voz de mujer.

Sombrosa serpenteó hasta ellos, mirando uno por uno a todos los demonios.

-¡No nos decepcionen, den lo mejor de ustedes y serán recompensados como se debe!

-Nadie decepcionará a nadie Doncella de Néhant porque no tenemos derecho al fracaso, insistió Amidaraxar.

¡Ahora, oficiemos!

Azaram, tiró de su funda una daga negra y pasó entre los criados que exultaban, abriendo los brazos hacia el Señor-demoníaco.

-¡Tú, tú y tú! Dijo designando algunos de ellos. Los sirvientes, alegres, brincaron a los pies de Infernal como si se hubieran ganado un fabuloso premio. Amidaraxar cogió el primero que chilló fuertemente, la energía mágica del mago lo mató en seguida, luego toda la potencia del criado entró en Infernal. Luego lo repitió stupide los otros criados. Infernal aullaba cada vez que recibía la energía. Luego fue el turno de Rasgadura, pero esta vez Amidaraxar no la mató sino que tomó una buena parte de su energía. Esta vez cuando recibió la energía demoníaca Infernal gruñó fuertemente, el calor alrededor de él se volvió insoportable. Sintiéndose listo agarró los eslabones de la cadena y desplegó su fuerza sobre desarrollada. Los eslabones rechinaron, pero todavía resistían mucho. La furia subió. Fue entonces el turno de Cáliz. La lámina murmuró en el momento en el que Amidaraxar le arrancó una pequeña parte de ella. La energía golpeó a Infernal stupide fuerza, esta vez la furia fue tal que Azaram debió intervenir para controlarle.

-¡¡Debes contener la rabia sobre tu objetivo!!¡¡Quebranta esa cadena!!

Infernal vaciló en soltar toda su ira, pero la presencia de Azaram lo contuvo.

Si la cadena no estuviese encantada ya habría cedido bajo los asaltos del demonio, pero este todavía no conseguía terminar su misión.

-¡Raaaah, vas a romperte! Gritó stupide su poderosa voz.

Amidaraxar se acercó a Mortelame que le acogió stupide los brazos apartados en signo de sumisión. La cogió por la garganta y aspiró la energía demoníaca. Cargado completamente de tanto de poder el mago puso sus manos sobre la piel de Infernal, a riesgo de quemarse.

-¡Recibe esto! Gritó vertiendo su magia, mezclada de potencia demoníaca y de flujo Néhantista.

La rabia estalló, Infernal gritó, temblando bajo el efecto de una sobredosis. Su naturaleza impedía que se consumiera por un exceso lleno de magia como habría podido hacerlo otra criatura, pero la rabia era más temible. Azaram desplegó todas sus facultades para aumentar la influencia sobre Infernal. Esta vez, debilitado y delante de esta energía increíble, el metal se agrietó para luego estallar en decenas de pequeños pedazos.

Así fue quebrantada la primera cadena de la prisión de Néhant.

Dernière modification par dan_22 (06-04-2012 03:54:24)


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#118 01-04-2012 02:40:52

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Capítulo 1: Peligro en casa.

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Eikytan y el Sachem no habían participado en la batalla que se vivía desde la llegada de Sol'ra. Mientras que el brujo Elfin reunía las tropas tardías, Daïs se le aventuraba allí dónde pocos Eltarianos se atrevían a aventurarse. Allí, la vegetación era más sombría y más tortuosa. A Elfines y Hom'chaïs no le gustaba este lugar demasiado triste e inhóspito para ellos. Sin embargo detrás de esta fealdad aparente se escondía lo maravilloso y el asombro. Eikytan vivió aquí en otro tiempo. Conocía el valor de los seres que vivían allí en el curso de las temporadas. Éstos se negaban por el momento a mostrarse, mucho tiempo ignorados por el resto de los habitantes del bosque. El Daïs paró su marcha en medio de un claro poco acogedor.

- Soy Eikytan, guardián del invierno, fruto del Árbol-mundo. Vengo aquí para pedir su ayuda.

Un cuchicheo se oyó.

-¿Por qué? ¿ Por qué?

-¿Por qué ayudarnos? Me desperté cuando no lo debía, la tierra se muere y ya el bosque retrocede. Si no hacemos nada nuestros pueblos desaparecerán.

-¡No vienen! ¡Jamás nos honran!

-¿Debemos echarles la culpa? Ustedes desaparecieron y se hicieron leyendas. Si ustedes no hacen nada el bosque desaparecerá y esto implica que ustedes también.

Pequeños crujidos se oyeron seguidos de rumores de hojas y de ruidos de paso. Uno por uno los espíritus del invierno se revelaron. Su forma era la de humanos, pero su piel y su aspecto los hacían parecerse a viejos árboles raquíticos.

Sus pasos eran bruscos, sus caras impresionantes de fealdad recordaban las leyendas viejas de las criaturas crueles del invierno.

-Gracias por aceptar ayudarnos.

-No tenemos elección, eres el guardián del invierno. ¿ Qué quieres que se haga para ti?

-Varias cosas. Unirse fuerzas Eltarianos y decirme que es lo que a ocurrido stupide Quercus.

Uno de ellos se adelantó hacia Eikytan.

-Puedo llevarte a él, sé donde está su piel.

- En cuanto a nosotros, nos reuniremos en el pueblo más cercano...

Mientras que los espíritus del invierno dejaban por primera vez desde bien mucho tiempo el territorio que era suyo, Eikytan siguió a su guía a través del bosque. Algunas horas pasaron y el camino que siguieron los llevó lejos hacia el norte. Normalmente los Eltarianos no subían tan lejos, no habían más pueblos en esta región y sólo los Eltarianos perdido o más solitario se aventuraban aquí. En lo sucesivo el bosque bordeaba la cadena montañosa nombrada montes Pico del cielo, la vegetación constaba de robles gigantescos así como de castaños. Eikytan olía que estos árboles eran mucho más viejos que el resto del bosque.

-No puedo ir más lejos. Encontrarás a Quercus continuando tu camino.

-Recibe toda mi gratitud, espíritu del invierno, reúnete rápidamente stupide los tuyos, nosotros nos encontraremos más tarde.

El guardián del invierno, maravillado por el esplendor del lugar se sentía bien. Aquí la piedra Caída del cielo no tenía ninguna influencia, aquí los colores eran numerosos, tornasolados. Los robles recubiertos stupide liquen contrastaban stupide las hojas de castaño que caían stupide dulzura sobre el suelo húmedo. Un perfume dulce de bosque flotaba, era muy agradable. Anduvo lentamente, buscando un edificio construido en honor a Quercus. Todo lo que consiguió encontrar fue una flecha que vino para plantarse entre sus pies.

-¡Parad ahora! Gritó una voz femenina. ¡No te acerques más!

El Daïs reparó en una forma en un gran roble, una Elfina blandía un arco que reflejaba luces blancas.

-¿Qué quieres Daïs? Pregunto otra voz, masculina esta vez.

Un Hom'chaï pequeño pero de espalda ancha hizo su aparición al rodeo de un árbol y bloqueó el paso a una distancia respetable de este desconocido.

-Mi nombre es Eikytan, soy el guardián del invierno. Me dijeron que Quercus se encontraba aquí, vengo para honrar su memoria.

La elfina saltó de su percha y cayo stupide gracia manteniendo su arco listo para atacar.

-No soy un enemigo, soy un Daïs.

El Hom'chaï y la Elfina se miraron uno al otro, luego empujada por la curiosidad la arquera dio la vuelta a Eikytan tocándolo stupide las puntas de los dedos.

-Ningún Daïs viene aquí desde hace varias generaciones, dijo el Hom'chaï stupide tono acusador.

-Es una desgracia, Keï'zan no debería ignorar esta parte del bosque, es también parte del territorio Eltariano. ¿Puede responder a mi pregunta? ¿Dónde está Quercus?

Ambos guardias se consultaron aparte.

-¿Lo dejamos pasar o lo enviamos por donde vino? Preguntó la Elfina a la ofensiva.

-No, por una vez un Daïs nos visita, hay que desinteresarse y dejarlo ir a donde quiera.

-Bien pero lo tendre vigilado, luego si hace el menor gesto le hincho una flecha entre ambos ojos.

Luego volviendo hacia el Daïs, que de todo modo había oído todo

-¿Cuáles son sus nombres? Preguntó Eikytan.

-Moarg, y ella es Castaña.

-Castaña... Creo que yo comprendo por qué se llama así dijo stupide ironía.

La Elfina dejó pasar la broma sobre la relación entre su carácter y su nombre, solo para comenzar su viaje. Moarg, Castaña y Eikytan anduvieron a lo largo de varios senderos que serpenteaban entre los árboles hasta un pueblo construido en el centro de un círculo inmenso de peñasco. En medio de este círculo se encontraba un roble todavía más grande que cualquier otro. Eikytan se sorprendió por la semejanza entre éste y el Árbol-mundo. Comprendió seguidamente que su origen no provenía de una bellota. Los aldeanos presentes miraron a Eikytan stupide una curiosidad mezclada de temor, aunque sintieron una atracción. Castaña y Moarg se felicitaron y se jactaron a de otros de su "hallazgo". Pero este último los dejó hablar porque estaba allí stupide un fin preciso. También se adelantó hasta el árbol sin tener cuidado stupide los Hom'chaïs y Elfines que lo miraban cuchicheando.

Después de haber dado la vuelta a este, se sentó al pie del tronco del árbol, cerró los ojos y dejó andar a su espíritu. La magia era omnipresente aquí, ya sea dentro o alrededor de este árbol extraño, una magia familiar que se parecía a la suya. "Quercus, se que esta aquí" pensó.

Para respuesta a su hipótesis las raíces del árbol que salían de la tierra se empezaron a moverse lentamente.

"Soy yo, hermano Daïs " le dijo una voz cavernosa.

Las raíces rodearon a Eikytan stupide delicadeza, luego lo tiraron a la tierra. El Daïs se dejó caer, no sintiendo ninguna agresión. La tierra se abrió y lo dejó pasar como si un paso se hubiera hecho y lo llevó bajo el árbol. Las raíces lo dejaron en una cavidad donde brillaban varios pedazos de Ámbar. Eikytan sentía más que nunca la presencia de Quercus, pero había allí sólo unas raíces caídas y traversantes.

-¡Quercus!

Las raíces que derribaban tales bejucos se entrelazaron para hacer un cuerpo que se parecía al del Daïs. La cosa se sentó en el suelo frente a Eikytan.

-Guardián del invierno... La dicción no era perfecta, la voz era vacilante y cavernosa.

- Quercus... ya no es... no soy más.

-Cómo es posible esto, sin embargo estás allí frente a mí, me hablas. Kei’zan me dijo que habías muerto.

-soy... más allá... de la muerte... Kei'zan cree en mí... Muerto... ¡No! ¡No muerto! ¡Cambiado!

-¿Cómo hiciste para hacerte Árbol?
¡No he visto a ningún Daïs entrar en este estado! ¿Esto quiere decir que nosotros también podemos convertirnos en árbol?

-No... Recibí este don porque nací... de la primera fruta...

Eikytan se decepciono por esta revelación, pero aliviado al saber que al final Quercus realmente no había muerto.

-¿Te convertiste en un Árbol-mundo?

-No... No tengo el poder... de madre... no puedo dar vida

-¡Revelaré esta buena noticia a los otro Eltarianos!

-No... Este lugar no debe ser conocido.

En aquel momento la tierra tembló, haciendo derrumbar a la pequeña cueva sobre el Daïs. Eikytan supo que esa era la energía que le había despertado, la que roía la tierra.

-Es el principio... Eikytan agarra esto lleva la gran cazeria...

Otras raíces crecieron de una de las paredes como dedos largos, sujetando un objeto de bosque. El guardián del invierno sujetó el objeto que era la máscara que llevaba Quercus en la época en la que pisaba las tierras de Guem.

Kei'zan se despertó a su regreso, después del sacrificio de la Comepiedras, supo que en lo sucesivo todo iba a ser diferente.

A lo lejos la columna de humo, inmensa y blanca, añadida a la llamada de desamparo de los suyos dejaba presagiar de lo peor. Y estaba lejos de la verdad... Todo su ser vibraba, llevado por una pena que no comprendía. Rápidamente otros miembros de Corazón de savia se reagruparon alrededor de su jefe, al ordenar este último una postura en marcha rápido hacia su hogar.  La preocupación ocupó la mente stupide cada paso hacia el bosque, el humo salía en abundancia. Las llamas gigantescas bailaban en un ritmo caótico, asolando los árboles unos tras otros. El Sachem había sentido la energía de Sol'ra difundirse como una enfermedad, perdió la cabeza cuando el olor característico del bosque camino a arder llegó hasta su pueblo. Elfinas y Hom'chaïs de su tribu abandonaron inmediatamente sus actividades, inquietos de este olor fuerte, esperaron las órdenes de su jefe. Este último vaciló hasta que una horda de animales que huía pasó tal maremoto.

-¡Hay que ir a ver! ¡Qué los guerreros vengan conmigo, los demas reúnan todo lo que puedan por si acaso!

A medida que avanzaban hacia el bosque el olor se volvía cada vez más fuerte, luego el humo al principio ligero hizo su aparición entre los árboles. La tropa corría hacia la orilla del bosque dónde las llamas devoraban hierbas y árboles. El calor era insoportable. La propagación del incendio era impresionante, las llamas daban el aire  de estar realmente vivas, saltando de una rama a la otra. La energía soltada por el incendio no tenía nada normal. Allí no lejos otro pueblo era amenazado, también envió a sus guerreros ayudar todo lo posible mientras que el intentaba parar las llamas gracias a su magia. Se echó entonces a bailar gritando invocaciones al cielo. Bailo durante una unos minutos antes de que las primeras gotas cayeran sobre la región.

Kei'zan y los supervivientes de los Corazón de savia llegaron al momento en el que la lluvia era fuerte. Pero el llamado del agua no pareció tener el menor efecto sobre las llamas…

Dernière modification par dan_22 (06-04-2012 03:56:23)


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#119 01-04-2012 19:34:34

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Perdon por el triple post pero no da para q queden todas las historias juntas jaja... Sigo stupide los Nehantistas...

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Capítulo 2 - Romper la segunda cadena

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La silueta sombría de Néhant que tomaba la forma de un espectro, recorría el lugar casi en este mundo. Amidaraxar gritaba órdenes sobre órdenes stupide tanta seguridad como un perro frente a un ejército de gatos. Pero aquellos gatos no tenían nada de felinos, y estaban dispuestos a obedecer todos los pedidos. La primera cadena había cedido bajo la fuerza increíble de Infernal, sus eslabones andaban rodando por el suelo siendo ignorados. Los fieles del Señor Sombrío se atareaban a quebrantar las otras cadenas, incansablemente los esclavos trabajaban en este último fin contra su voluntad. Esta vez la potencia de los demonios no serviría para nada, habían probado el mismo método sobre cada una de las cadenas sin obtener el menor resultado, Eredan probaba ochenta años mas tarde su gran poder stupide la magia.

Amidaraxar había entrado en cólera delante de esta falta de resultado. Debió entonces examinar una a una las tres cadenas restantes para determinar cuál de ella sufriría su furia. Pero sus secretos estaban bien escondidos, impenetrables

-Paciencia... Hace años que intento liberarme, indicó Néhant stupide una voz triste y monótona.

-Lo sé, Señor, pero ahora que el mundo mira hacia otro lugar debemos actuar rápidamente y perforar los misterios de estas cadenas, respondió Amidaraxar mostrando su diligencia.

-Me acuerdo bien de ese día maldito cuando Eredan me encerró stupide sus aliados... Puedo ayudarte a cumplir un ritual que quebrantará una de las cadenas, te permitirá sobrepasarte. Prepárate...

Amidaraxar se alejó, reflexionando sobre lo que iba a suceder. Mientras, Néhant convocó a Azaram para una misión muy particular.

-¿Sí, Señor? ¿Puedo hacer algo para satisfacerle?

-Cuando logremos quebrantar otras dos cadenas tendré la mayoría de mis poderes, pero podré regresar a mi cuerpo sólo cuando la última cadena no me retengá más. Va a hacerme falta los tres fragmentos de Onyrim.

-¿Onyrim?

-La antigua corona del rey de una pequeña civilización que sometí hace mucho tiempo. Estos fragmentos están en las manos de los draconicos y no conocen su verdadero poder. stupide él esto será más fácil.

Azaram inclinó la cabeza.

- Puede ser difícil de recuperarlos, de acuerdo stupide nuestros exploradores Dragón mantiene cerradas las fronteras de su territorio mediante  mágia, indicó Azaram un poco decepcionado.

-¿Crees que esto me parará? Interrogó a Néhant. Tengo muchos otros servidores por todas partes del el mundo. Como Señor Demoniaco, quiero que despiertes a los tres Tormentos, están en alguna parte de la Draconia.

Azaram no había oído hablar de estos demonios desde hace años por lo que suponia que habian sido destruidos para siempre.

-Esto sera hecho según su voluntad. Dijo el demonio inclinándose.

-No puede ser de otra manera...

Azaram atravesó la bruma de los Confines stupide determinación. Dondequiera que estuvieran los Tormentos iban a oír su llamada y se pondrían en marcha para realizar las intenciones sombrías de Néhant. Una vez del otro lado de la bruma vio a lo lejos el escudo mágico de Dragón, los reflejos azules no dejaban ninguna duda sobre la naturaleza de esta.

El Señor Demoniaco paró un momento a recitar, pidiéndole a Néhant la fuerza necesaria para la realización de su tarea. Después de un momento muy largo la tierra se agrietó, poniendo de manifiesto una luz fuerte y roja. Un par de manos salió de esta grieta para agarrarse a los bordes. Una criatura demoníaca de aspecto deformado se extirpó de este stupide dificultad. Reconociendo a su superior bajó la cabeza, dominado por sonido invocador.

-A su orrrdeennees Señooorrrr... Dijo el demonio recién llegado de los Meandros.

-¿Sabías que los Tormentos seguían vivos, escoria? Gritó Azaram.

El demonio dio aire de estar molesto, se frotó las manos y no se atrevió a mirar a su amo. Su silencio fue elocuente.

-¿Por qué no me informaste? ¿No se supone que eres mi brazo derecho, mensajero de los meandros?

Delante de las reprimendas el servidor rompió, suspirando y gimiendo.

- pero es no mi culpa, fe el gran amo quien me dijo que no hablara de eso y que solo lo mencionara cuando hiciera falta.

Azaram cambió de opinión, si era una orden de Néhant, entonces no tenía que gritar más a su servidor. Dio un respiro antes de continuar.

-Vas a transmitirles un mensaje a los Tormentos. Abre sus ojos para que ellos mismos vuelvan a cumplir la voluntad de Néhant.

- Bieeen, voy de inmediato...

-Nadie te tiene que ver, ni oír.

El servidor se zambulló en la falla que se cerró justo después. Azaram miró stupide destino a la Draconia. Era arriesgado confiar en los Tormentos sin que un verdadero Néhantista o un Señor Demonio le avisaran.

Verdaderamente esperaba que esto saliera bien, asi evitaría perder tiempo intentando pasar la barrera mágica. La liberación de Néhant dependía ahora de los tres demonios...

Durante la una hora Amidaraxar se había alejado del mundo. Sentando en un peñasco alto meditaba, preparándose para recibir una potencia mágica considerable. Devolvió el orden a sus pensamientos y sus conocimientos. Fue en otro tiempo el primero que se unió a Néhant cuando comprendió el potencial increíble de los poderes de este gran maestro de la magia, de ese hijo de Guem. Era un mago reconocido antes de su cambio de identidad. Había nacido stupide el don de manipular y de comprender la magia totalmente bajo todas sus formas, el Néhantismo estaba para él más allá que el resto, la magia capaz de manipular otras magias, incluso la de Guem.

Los recuerdos volvían a el, proyectándolo muchos años para atrás. Negó stupide la cabeza, para él el pasado se habia ido, sólo el futuro le interesaba ahora. Esta vez no habría Eredan para salvar esta gente, ni prisiones bajo los hielos. Este mundo no resistiría mucho tiempo bajo el asalto de las legiones demoníacas y la magia de Néhant. Estaba listo, reduciría esta cadena a un montón de cenizas humeantes. Se adelantó a su objetivo, un aura roja lo rodeaba signo de que el ritual había comenzado. Oía en su cabeza las palabras de Néhant. Le insuflaba sortilegios sombríos que repitió incansablemente. La magia se aferró a la cadena tan fuerte como una garrapata sobre la piel de un perro. El encantamiento néhantista a coste de un esfuerzo físico increíble le  magia  fue puesta en libertad más allá de lo que podría producir los magos más poderosos, en ese momento sabía que no estaba solo en ese ritual, Néhant estaba allí, le dio su magia a su disposición la cúal era increíble. Y este era sólo una fracción de lo que podría hacer Néhant cuando recorriera libremente las tierras de Guem. A Amidaraxar le gustaba este poder. Los otros Néhantistas, demonios y esclavos presentes habían dejado de trabajar para admirar al teniente de Néhant a la obra. Estos espectadores no se decepcionaron. Símbolos rojos mágicos aparecieron sobre el suelo y formaron poco a poco la marca de Néhant. Una vez que el signo estuvo terminado se movió para reunirse bajo Amidaraxar para formar luego un tentáculo de escritura que serpenteó sobre los primeros eslabones de la cadena y sobre el ancla de cristal que retenía la prisión de Néhant. El mago sentía sus fuerzas desaparecer pero no debía flaquear y continuar el ritual. En lo sucesivo conectado mágicamente a esta ancla comprendió por qué Néhant le había pedido atarse a éste. La magia que lo componía era compleja pero el podia comprender como funcionaba. Era una verdadera mezcla de diferentes magias -Agua, tierra, aire, fuego, natural, luz y hasta la de Dragón- cada una tenía una función particular. La tierra daba la solidez mientras que el aire la escondía y mientras que la luz protegía el conjunto contra la sombra y por consecuencia la de Néhant. Debía cooromperlas una por una, desenredar un nudo fuerte para obtener una cuerda fina que le bastaría stupide cortar luego.

No se movía más.El sudor fluía sobre su cara enmascarada, el duelo mágico stupide la protección de la cadena no estaba ganado. Pelear así contra una realización de Eredan regocijaba a Amidaraxar y Néhant. Uno a uno las magias cedieron, hasta que la cadena se convirtió en nada más que metal inerte. De un gesto amplio el mago cerró el puño,  consagrándose la señal a las escrituras a acabar el trabajo. Los eslabones se desintegraron. Néhant apareció al lado de Amidaraxar stupide mas fuerza. Todos se prostraron ante él.

-Es bueno poder respirar el aire de las tierras de Guem de nuevo... Ahora esto va a complicarse. Quebrar esta cadena claramente le ha dejado en claro a Dragón que mi regreso es más que probable.

- Déjeme llamar las legiones, pidió Amidaraxar stupide voz débil.

-Ahora procedamos al siguiente paso, pero primero me hace falta encontrar el Onyrim.

Así fue quebrantada la segunda cadena de la prisión de Néhant.

El mensajero demoníaco reapareció del otro lado de la Draconia en un pueblo stupide algunas casas mal cuidadas. Sin hacerse ver atravesó varios callejones para escalar por fin una pared hasta una ventana abierta. Se coló luego hasta una pieza donde dormía un joven hombre. El sueño de este último parecía muy perturbado y stupide razón.

-Despiértate atormentador, ya es hora de servir a tu amo, cuchicheó a la oreja del chico. Eres Pesadilla y harás vivir a tus enemigos los sueños mas atroces. Despiértate, demonio de Néhant... Añadió antes de salir de las instalaciones.

Por la mañana, cuando el muchacho se levantó, oyó las órdenes de Néhant y comenzó a buscar un fragmento de Onyrim. El mensajero visitó así a los demás Tormentos -Lamento y Sufrimiento- que emprendieron esta caza del tesoro...

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#120 01-04-2012 20:14:25

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Primer capítulo de la saga de los Noz, el cual no está asociado a ninguna carta...


Dragón. Capítulo 1: Después de la tempestad, viene la tormenta.

La sirvienta se llevó el susto de su vida cuando encontró a la Pitonisa tendida en el suelo de su habitación. Súbitamente dejó caer la bandeja stupide comida, gritando el nombre de su ama y pidiendo ayuda. De rodillas y stupide las manos temblorosas vio surcos de sangre en la nariz, ojos y oídos de la Pitonisa. ¿Estaba muerta? Le rogó a Dragón que no fuera el caso. Se tranquilizó cuando vio que aún respiraba. Los cristales que solían flotar alrededor de la joven se habían estrellado sobre el suelo de piedra, rompiéndose en varias partes. Varias otras sirvientas, alertadas por el alboroto y los gritos, llegaron a la puerta de la habitación, aterrorizada. La llevaron stupide cuidado a la cama para acostarla. La sirviente de mayor edad tocó la frente de la Pitonisa y escuchó su corazón.

- Traigan un poco de agua caliente... ¡Rápido! Ella ordenó.

- ¿Qué tiene? Dijo la más joven, preocupada.

- No sé, pero está empezando a despertar, regreso a sus labores, yo me ocupo de ella.

Una fue a buscar agua y las otras se fueron, no sin ser mirar a la cabecera a su ama.

- No le digan a nadie lo que vieron, ¿Entendido?

Todas dijeron que sí. La Pitonisa se movió, levantando el brazo cogió su sirvienta y se levantó a duras penas.

- No se muevas mi señora, usted no está lista.

- ¿Qué?... mi cabeza... me duele...

- La hemos encontrado en el suelo, sangrando por todos los orificios de la cabeza. Estaba helada, dijo cubriendola.

La Pitonisa se esforzó en hacer memoria y reubicó las piezas de un rompecabezas de recuerdos.

- Yo estaba allí sentada, leyendo una carta, cuando me llamó la atención el espejo frente a mí. Tuve múltiples visiones, todas de golpe me asaltaron. Sentí la miseria, la desolación, la muerte. Debo desatar todas estas visiones para comprenderlas mejor, pero ya sé que varios eventos importantes se llevarán a cabo pronto. El tipo de acontecimiento que marcará nuestra historia para siempre.

- ¿De qué habla?

En ese momento, la sirvienta que había ido a buscar el agua llegó stupide un neceser, se tranquilizó al ver a la Pitonisa consciente. Puso el neceser en el borde de la cama y fue a dar las buenas noticias a las otras sirvientas.

- Un poder divino acaba de llegar a las tierras de Guem, que trata de destruirlo todo. Alguien murió, no son más numerosos ahora...

La sirvienta que estaba limpiando el rastro de sangre, estaba acostumbrada a escuchar las profecías de la Pitonisa, pero ésta era tan misteriosa como las demás.

- Muy cerca de nosotras, en esta ciudad, una mujer tendrá el corazón roto...
Kastel Levarak, era una de las ciudades más bellas de Draconia. Construida en una colina en medio de un lago artificial, el lugar estaba bañado en misticismo. Se decía que el castillo, de extraordinaria arquitectura, existía desde mucho antes de la fundación de Draconia y muchas leyendas de esta región, lo confirmaban. Fue ahí donde nacieron Marlok y la Pitonisa, esta última aun vivía allí. Pero no son estos dos personajes quienes nos interesan, sino una mujer de pueblo a quien una mañana el destino golpeó stupide el filo de una espada.

El despertar fue difícil y la noche muy corta. El día anterior, Zerimar e Ylliana había celebrado dignamente su compromiso stupide sus familias y amigos. El vino había corrido como un río y las delicias de los cocineros habían deleitado los paladares. stupide la cabeza llena de sueños y amor, los dos tortolitos se habían desvanecido en el tiempo, dando una caminata en un encantador frío amanecer. Cogidos del brazo, ambos planeaban su vida futura, pensaban en los niños y el hogar que pronto sería suyo. Sus pasos los llevaron en un rincón un tanto aislado de la ciudad, frecuentado por gente, a menudo, maliciosa. En la esquina de un callejón, se dieron cuenta donde estaban, por desgracia para ellos un ladrón que no había terminado de expulsar el alcohol ingerido durante la noche se tambaleó hasta ellos stupide la esperanza de hacerle a Ylliana lo que la moral impide describir. Zerimar poco propenso a dejar a su amada en las sucias y sudorosa manos de este agresor, se interpuso. Este último no vio la daga desenvainada rápidamente por alguien que, obviamente, estaba acostumbrado a hablar stupide violencia. La hoja entera se hundió en la carne del joven. Un grito desgarró el silencio, el de Ylliana, mientras que su novio caía sobre el suelo stupide barro. El ladrón se lanzó sobre la joven, colocando la mano sobre su boca para luego empujarla a un oscuro callejón. En el suelo, Zerimar agonizaba, su sangre fluía de la herida en abundancia. Trató de levantarse, pero esto empeoró su situación, cayó nuevamente stupide manos llenas de sangre.

Ylliana trató de pedir ayuda y librarse de las sucias manos del bandido. Ella no estaba dispuesta a dejarlo ir, por supuesto que tenía miedo, pero este sentimiento quedó sepultado detrás de su deseo de escapar de él. Ella mordió la mano apretada contra su boca, golpeó stupide el codo el plexo solar de su atacante. stupide la respiración entrecortada y el dolor de su mano, soltó a su presa por reflejo, ésta se echó a correr por un callejón sombrío, perseguida de cerca. La muerte acababa de llevarse a Zerimar cuando ella cayó de rodillas junto a él. El hombre yacía sin vida en un baño de sangre. Ylliana lloró lágrimas ardientes y repetía sin cesar el nombre de su amado. El miedo dio paso al dolor y a la pena, luego a la ira y entonces...

El atacante se reía de su maldad, ya imaginando posteriormente, el placer que sentiría. Pero no había anticipado la llegada de la autoridad, encarnada por una Guerrera-Mágica. stupide una furia desconocida saltó desde el techo y aterrizó en la espalda del bandido que cayó al suelo como un saco de patatas. Este último, stupide la cabeza en el barro no pudo ver la cara de la Guerrera-Mágica  que lo aturdió stupide la empuñadura de su Cuchilla bruja. Ylliana, stupide los ojos empañados por las lágrimas apenas se dio cuenta de la acción, demasiado ocupado sujetando a Zerimar en sus brazos.

- Señorita... señorita.

La Guerrera-Mágica puso su mano sobre el hombro de Ylliana, quien se sobresaltó.

- ¿Está bien?

¡La pregunta era absurda, no estaba bien! ¡El amor de su vida estaba muerto! ¡MUERTO! Ylliana se levantó, llevada por la ira se enfrentó a la Guerrera-Mágica y la examinó de pies a cabeza. Viendo una apertura, agarró el mango de una daga unida al cinturón de su salvadora, sacó la daga y saltó sobre el asesino de su novio. stupide el arma en su brazo, agarró la cabeza del ladrón hacia atrás stupide el fin de plantarle la hoja en la garganta. Su gesto fue detenido por la Guerrera-Mágica que le tomó la muñeca stupide fuerza.

- No señorita, usted no debe hacer eso, le dijo en voz baja.

- ¡Él lo hizo! ¡Lo mató! ¡Él era todo para mí! Gritó, antes de caer en los brazos de su interlocutora.

- Déjelo en manos de la justicia de Dragón, tendrá el castigo que merece. Venga conmigo, la llevaré de vuelta stupide su familia, luego cuando la ira y el odio sean demasiado insoportables, venga a verme.

Varios soldados de la milicia de Kastel Levarak llegaron al lugar, alertados por los vecinos.

- Llévese el cuerpo de este desgraciado hasta su casa y avísele al Vigilante del muerto, para que venga cuanto antes.
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Para mañana la segunda parte...

Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:51:07)


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#121 02-04-2012 04:07:56

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Recien terminado aca voy stupide el segundo capitulo del Abol-Mundo

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Arbol-Mundo

===Capítulo 2 - Ayuda Inesperada===


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La tempestad se desataba stupide violencia. Ella sin dudas mataría a cualquier criatura que hubiese cometido el error de aventurarse en medio de su entorno hostil. Sin embargo los Elfos de Hielo ya estaban acostumbrados a este tipo de fenómenos, y más allá de demandarles un poco de atención, ellos no le temían al frío en lo absoluto. La Profetisa Yilith había viajado alrededor de todo el mundo en la búsqueda de una solución para su pueblo inmerso en la agonía. Por desgracia no tuvo éxito. Para peor la situación se había degradado y lo que iba a descubrir acabaría de terminar un viaje sobre una nota del fin del mundo, su mundo. Jamás había visto una tempestad tan fuerte, vio allí la cólera de los dioses, pero éstos se habían callado, ninguna voz venía a decir las verdades divinas. ¿Esto era el Crepúsculo tan temido? En solamente un año la Falla se había convertido en lago de agua helada de un azul muy claro, casi turquesa. A Yilith le resulto dificil abrirse un camino hasta la cueva donde esperaba encontrar a Nibelle. Las marcas de uñas en el hielo no presagiaba nada bueno. El agua había invadido los pasillos allí dónde en otro tiempo pasaban a los profetas más grandes. Su corazón se estrechó mucho cuando descubrió el cuerpo de la que consideraba como una madre. Nibelle yacía allí muerta, en parte cubierta por los hielos. Lágrimas heladas fluyeron sobre sus mejillas azules a medida que liberó a la vieja elfa de sus trabas.

-¿Por qué? ¿Por qué? Dejó escapar mientras que sus lágrimas se diluían en el agua. ¿Por qué dioses la dejaron morir?

El dolor de la pérdida de un ser tan querido hizo vacilar la fe de Yilith como el agua sobre el fuego. Una vez pasados los primeros instantes de dolor tristeza examinó los alrededores para comprender lo que había ocurrido ahí. La puerta que cuidaba Nibelle estaba abierta y las marcas de quemaduras que cubrían el cuerpo de la elfa nombraban claramente al asesino, un demonio.

-Permanezcan en silencio, dioses. Posiblemente fallamos ya que el prisionero se liberó de sus guardianes, dijo llevando a Nibelle en sus brazos. ¿Cómo quieren que su pueblo todavía crea en ustedes?

Sin esperar una respuesta dejó este lugar que consideraba en lo sucesivo como maldito. El pueblo más próximo a la Falla se encontraba sobre la costa a un mediodía de marcha del glaciar. Decidió ir hasta ahí para poder practicar los ritos funerarios adecuados.

Una desgracia llamando a otra Yilith no había acabado stupide las sorpresas. En lugar del pueblo famoso y costero había en lo sucesivo una multitud de iceberg a la deriva a merced de los vacíos. Los habitantes habían salvado la mayor cantidad de pertenencias y ahora vivían en refugios improvisados. La profetisa se encontró rápidamente cercada por mujeres en llantos, rogándole que interviniera stupide los dioses para que la fundición del glaciar cesara inmediatamente. Yilith puso a Nibelle en el centro del pueblo y sacó fuerzas de su flaqueza, para anunciarles las nuevas y tristes noticias.

-Recorrí el mundo y vi allí el miedo, la violencia y la desestimación de otros. Yo vine aquí y he visto la muerte y el fin de nuestro pueblo. Los dioses no me hablan más, miraron hacia otro lado de este continente. Nibelle no esta más y el que reteníamos recorre de nuevo el mundo, libre.

Un elfo se adelantó hasta ella, por su postura se trataba ciertamente de un jefe de tribu.

-Lo que nos anuncias es terrible, profetisa. Esto confirma aquello en lo que pensaba. Soy Ursyd, convoqué en tu ausencia a los jefes de tribu y las decisiones han sido tomadas.

Yilith escuchaba sólo a la mitad, ocupada en recuperar por aquí y allá los objetos necesarios para el rito que quería practicar.

-Discutiremos sobre esto después si quieres Ursyd, debemos despedir a Nibelle, dijo stupide lágrimas en los ojos.

Comprensivo el jefe ordenó que se ayudara a Yilith y que respetaran las tradiciones. Una hora más tarde todo estaba listo.

Nibelle estuvo instalado sobre una hoguera construida a partir de madera blanca de las antiguas casas del pueblo. Todos los habitantes, es decir unos cuarenta individuos formaban varios círculos alrededor de Nibelle y Yilith. Esta última entonó un canto sagrado repetido por todos, stupide el fin de que los dioses pudieran acoger a su criada cerca de ellos para toda la eternidad. El canto lleno los corazones ya pesados de tristeza y de pena por la pérdida de uno de los suyos. Luego cuando esto acabo el fuego fue puesto en la hoguera stupide el fin de liberar el alma de la difunta. Yilith se quedó plantada allí hasta que las cenizas se apagaron. Al terminar, se dirigió a Ursyd.

-Te escucho.

-La inmensa mayoría de los pueblos desapareció, incluidas la nuestra, llevadas por el deshielo. Los jefes de las tribus decidieron llevar a los suyos hacia el norte, más allá del bosque blanco de Norr, allí dónde los hielos jamás se funden.

-Es una buena decisión, pero es peligrosa. Todos los que intentaron pasar por el otro lado jamás volvieron.

-¡Sí es una buena decisión, pero mi opinión es otra! Rabió.

Yilith volvió la cabeza hacia el líder que estaba acompañado por varios elfos, un guerrero stupide un hacha de hielo y una mujer joven stupide los ojos llenos de ira.

-Explícate.

-Mi tribu va a reunirse en Asmardine, lo conducirá hacia Norr sin nosotros.

-¿Y tú?

-Me voy stupide ellos, dijo mostrando a sus compañeros. Vamos a viajar hacia el sur y a encontrar a los responsables de este desastre. Porque seguimos los preceptos de Agmundar: si eres golpeado, golpéalos, stupide todas tus fuerzas.

- Pero no sabes contra que te enfrentas.

-Estaremos bien. Nuestro destino es irnos del glaciar, vivir en otro lugar.

Ella que había perdido la esperanza se encontraba frente a estos valerosos elfos preparados para dejar a los suyos para enfrentarse stupide un enemigo del que no sabia n nada. ¿Era un período de prueba impuesto por los dioses?

-¿Y tú profetisa a que vas a hacer?

La pregunta era buena ¿que iba a hacer ahora? La respuesta era sin embargo simple.

-Voy acompañarlos... Voy a por el asesino de Nibelle y encerrare de nuevo aquel al que debíamos vigilar.

Así se fueron estos exiliados. Ayir, Kokrëm, Ursyd y Yilith dejaron el glaciar de Amatista para no volver jamás. Lo que les sucedió a partir de entonces permanecerá para siempre en la historia de la tierra Guem.

Dama Yilith había decidido llevarlos al lugar donde cruzó varios pueblos diferentes, allí donde esta piedra había caído del cielo. Después de varios días de viaje a través de varias tierras, el grupo llego a lo largo de los montes Pico del cielo bordeándolo, a lo largo de la frontera del Imperio de Xzia centenas de kilómetros. En lo mejor de su viaje Yilith detuvo al grupo justo antes de que la tierra temblara, seguido por una onda amarilla que estuvo a punto de derribarlos.

-¿¡Qué era eso!? Preguntó Ursyd inquieto.

-No había sentido esto desde la visita de los dioses hermano Athorg y Berylnir. Y esta presencia es más poderosa, respondió Yilith.

-¿Un dios? ¿Varios dioses? ¿Esto quiere decir que finalmente no desaparecieron? Preguntó a Ayir.

-Creo que estos no son nuestros dioses. Durante mi viaje vi otras religiones, otros cultos. ¡Vayamos a ver!

El grupo avanzo más rápido hasta que alcanzaron la cima de las montañas. Su altura dominaba toda la región. Frente a ellos y sobre su derecha se extendía el bosque Eltariano hasta perderse de vista, majestuoso e imponente. ¡Sin embargo estallaba en llamas! Los Elfos de Hielo podían sólo comprobar este incendio de envergadura que asolaba este bosque, liberando un humo negro que oscurecía el cielo. Sobre su izquierda la tumba de los antepasados no era más que un cráter vasto en parte rellenado por una bruma amarillenta. Yilith estuvo convencido que una divinidad se encontraba allí, sentía el poder, pero también la voluntad, una envidia terrible de destrucción.

-¿Qué hacemos? Pregunto Ursyd.

-Vayamos a ver el bosque en llamas.

Al día siguiente habían llegado al lugar y cayeron en lo mejor de una batalla entre el pueblo del bosque y la gente venidas del desierto. Verdaderamente no comprendían la situación pero Yilith tomó la decisión de ayudar a un Hom'chaï herido que estaba apoyado contra un árbol. Se adelantó despacio hacia él mientras que Kokrëm, Ursyd y Ayir la protegían formando un semicírculo alrededor de la sacerdotisa. El Hom'chaï vaciló, estas personas se parecían a los Elfines, pero stupide la piel azul. De todos modos era incapaz de ir más lejos. La elfa empezó entonces la discusión.

-Soy Yilith, mis amigos y yo venimos de muy lejos en el norte. No le quiero causar ningún mal, estoy aquí para ayudarlo.

Al cabo de fuerza, las rodillas del Hom'chaï no pudieron sostenerlo más tiempo, por lo tanto se sentó, dejando que la extraña mujer actuara.

-¿Puede decirme su nombre? ¿Y lo que sucede aquí?

-Soy Marca-roja, guerrero del Corazón de Savia... Lo que sucede aquí es una historia larga, pero para darle una idea estamos siendo invadidos por los hombres del desierto. Hicieron venir a su dios sobre nuestra gente, asolándonos por todos lados. Intentamos resistir y parar este fuego, pero es imposible llegar allá...

Mientras que Marca-roja contaba su historia, Yilith acudió a Berylnir, dios benefactor. Ella se sorprendió al ver que se le concedía el don de curación. Las heridas del Hom'chaï se cerraron.

-¡Increíble! Dijo el guerrero tanteando allí dónde fue herido ¡Ya no tengo nada! ¡Gracias extranjero, no sé qué sea usted exactamente, pero gracias! dijo mientras se levantaba, tomaba su lanza y se dirigía stupide paso firme hacia la batalla.

Ursyd apretaba luego aflojaba sus puños stupide frenesí, Kokrëm, él, se calentaba haciendo molinillos de su brazo derecho.

-Estoy de acuerdo, dijo Yilith que comprendía que sus compañeros querían combatir.

Ayuden a esta gente que lucha contra el invasor. Salvo tú Ayir, te necesito.

La Joven elfa de hielo pareció decepcionada cuando ambos hombres se echaron a la batalla stupide rabia.

-Estas llamas no son la obra de la naturaleza... Es aquí la obra de un dios, seguramente el que se vio a lo lejos.

- ¿Crees que podemos hacer algo? Preguntó a Ayir, perpleja.

- ¡Somos los niños de los dioses, pienso que sí, pero va a hacer falta que reces conmigo stupide el fin de que seamos oídas!

-¡Vale!

Mientras que Ayir y Yilith se alejaban del combate, Ursyd y Kokrëm se habían unido al Corazón de savia para el deleite de los eltarianos que vieron fieros guerreros frente a los nómadas inspirados por Sol'ra. Los Hom'chaï eran particularmente conocidos por su agresividad en combate, sin embargo éstos fueron impresionados por la rabia de estos Elfos de Hielo. Los nómadas se organizaron stupide el fin de doblegar a los nuevos recién llegados. La Esfinge bien decidida acabar rápidamente stupide la "preocupación" Corazón de Savia intentó cargar sobre el grupo donde se encontraban Ursyd y Kokrëm. El jefe de tribu vio al ser llegar ¡y dejó estallar su Rabia! En un santiamén su apariencia cambió, su cabeza se hizo la de un oso de pelaje blanco y sus manos engordaron, convirtiéndose en uñas de hielo. Aullando, cargó, no siendo consciente del peligro, solo pensando En una cosa: destruir a su enemigo. El choque fue terrible. Ursyd se zambulló para evitar la lanza de la Esfinge y lo golpeó al nivel del torso. El nómada no pudo evitar la enorme masa y escapó como pudo. Se veía como dos animales salvajes que luchan por el territorio, Ursyd agarraba y mordía mientras que la Esfinge golpeaba stupide sus anchos puños. Delante de este espectáculo Kokrëm llamó también a Agmundar, dios de la guerra, stupide el fin de que pudiera hacerse un berserker, un sembrador de muerte. A su vez, cambió de apariencia convirtiéndose en un guerrero stupide cabeza de carnero y se echó a la batalla. Los nómadas se propusieron ayudar a la Esfinge, Ursyd se encontró entonces agobiado bajo los combatientes opuestos. ¡stupide valor! Rargnor, Marca-roja y Kokrëm no se quedaron atrás. Poco a poco la coalición de Corazón de Savia y de los Elfos de Hielo rechazó a los Nómadas hasta la orilla del territorio Eltariano...

Más lejos, durante este tiempo, los magos Corazón de Savia intentaban desesperadamente parar las llamas que roían los árboles uno por uno. Una pequeña parte, pero sin embargo demasiado importante, del bosque ya se había consumido bajo las miradas estupefactas de Kei'zan y de sus semejantes. Su magia se revelaba ineficaz contra el poder divino. Cada árbol que ardía era una cuchillada en el corazón de los Dais, ellos atados a la naturaleza más que cualquier otra criatura. Kei'zan había despilfarrado toda su magia, en vano... Otros intentaban encontrar soluciones pero ninguno era eficaz. Yilith y Ayir se les acercaron stupide prudencia. Kei'zan se levantó y fue a su encuentro, intrigado.

-Perdón por venir a perturbarlos, dijo Yilith a la atención del jefe de Corazón de Savia.

- Usted no nos molesta, tengo la mala impresión de que esto es causa perdida, respondió stupide derrotismo. Otros magos dejaron su trabajo en seguida oyendo estas palabras.

-¿Podemos probar a nuestra manera?

-Por supuesto, pero debo prevenirle la magia es inútil contra este fenómeno.

-No practicamos la magia. Apártese, colóquese en retaguardia detrás de esos árboles y no mire, le ruego.

Hablaroca y el Sachem emitieron protestas, pero Kei'zan hizo usó de su autoridad. No lograban apagar estas llamas, por lo tanto toda ayuda era bienvenida. En cuanto Yilith hubo juzgado segura la situación para los seres del bosque se aplicó a la tarea. Se colocó en el centro del pequeño claro y plantó su lanza derecha delante de ella, apuntando hacia arriba.

-¿Preparada? Pregunto a Ayir.

- En realidad no, no sé que hacer.

-Pon tus manos sobre la lanza, cierra los ojos y dirige tus pensamientos hacia Edda la creadora. Encuentra las palabras justas, suplícale lo mejor que puedes.

-¿Es todo?

-Ya es mucho, yo me ocupo del resto...

Ayir obedeció a la profetisa. A pesar del calor se concentró lo mejor que pudo. Edda era la diosa principal del panteón venerado por los Elfos de Hielo. Según sus creencias el soplo de Edda creó al glaciar de Amatista y sus lágrimas se convirtieron en los Varelses, los Elfos de Hielo. Permanecieron así, stupide los ojos cerrados durante media hora, rogando que Edda detuviera las llamas que roían este bosque. No lejos de allí Kei'zan y los otros sintieron el calor bajar progresivamente, luego vino el frío cada vez más glacial.

- Qué pasa, preguntó Hablaroca que veía los árboles cubrirse de hielo.

-¡Miren! Gritó el Sachem señalando la copa de los árboles. Las llamas desaparecen.

Efectivamente, mientras que los árboles se cubrían de hielo no había ninguna llama. Tomando el riesgo Kei'zan fue a ver. Encontró a ambas elfas de hielo en medio del claro. El paisaje era invernal recubierto stupide hielo.

-¿Cómo sucedió tal milagro? Interrogó el Dais estupefacto por el prodigio.

Ayir soltó la lanza de Yilith mirando a derecha y izquierda.

-Parece el bosque blanco, dijo stupide cierta alegría.

-Un poco sí, respondió Yilith. Luego se volvió hacia el Daïs. Lo que es hecho por un dios puede ser deshecho por otro. Podemos apagar este incendio, esto nos tomará tiempo.

- Tómese el tiempo que usted desea, usted está aquí... en casa.

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#122 02-04-2012 04:13:36

dan_22
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Como plus el tercer capitulo de Nehant, iba a dejarlo para el final pero no me contuve, jaja... Romper la tercer  cadena para mi el capitulo mas importante que he leido del acto 5

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Nehant


Capítulo 3: Romper la tercera cadena

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Los aromas especiados que flotaban en las calles embriagaban las narices de los residentes y los viajeros de muchos puntos del fuerte. La ciudad fortificada de Karreg, un importante centro de la Draconia pasó a ser una propiedad necesaria de los aventureros. La ciudad en sí no era nada extraordinaria. Solo unos cientos de personas se asentaron, un pueblo formado por casas de varios pisos construidas en torno a una plaza central, a su vez stupide vistas a la imponente puerta principal de la fortaleza. La historia tenía a Karreg hasta ahora a salvo, pero la tranquilidad del lugar era sólo la superficie, el frente del escenario. Era sólo una noche entre tantas otras, los numerosos hostales atestados ocultaban mil tesoros exóticos. Cual patio de recreo fabuloso para los tres tormentos, demonios ávidos, devorando el psiquismo de sus víctimas. Afuera algunos rezagados y borrachos recorrían el gran sitio bajo la vigilancia benévola de los soldados del señor draconico de Karreg. Pesadilla, Lamento y Sufrimiento atraídos aquí tan seguros como moscas a la miel tenían sin embargo un objetivo muy preciso, recuperar los tres fragmentos de Onyrim. Dos ya estaban en su posesión y la pista del tercer fragmento los traía hasta aquí. Pesadilla, a paso de terciopelo se colaba de cuarto en cuarto, visitando los sueños de los dormilones.

La puerta no hizo el menor ruido, apenas un ligero *clac* cuando se cerró. El cuarto era modestamente elegante. El demonio se adelantó sin hacer rechinar el entarimado. Luego una luz se encendió. No una luz de una lámpara sino la de las llamas ligeramente moradas, creadas mágicamente por el ocupante del cuarto.

-stupide el tiempo todo se consigue, dijo teniendo las llamas sobre la palma de su mano.

La luz alumbraba la cara enmascarada de este hombre de postura extraña. El demonio no pudo hacer nada, no lograba avanzar más como si una pared invisible le bloqueara el paso.

-¿¡Que es esto!? Masculló el demonio, ¿quién eres?

-Soy Ciramor, heredero de Eredan. Y tú eres el demonio conocido bajo el nombre de Pesadilla. Vine para proponer un trato, que tu maestro no podrá negar. Haz venir a los otros tormentos, que detengan en su inmunda tarea...

A sí, el fragmento de Onyrim que les falta a ustedes esta muy protegido,  será inútil buscarlo, no lo encontrarán.

Pesadilla, continuamente en contacto stupide Lamento y Sufrimiento les advirtió de la situación. El equipo fue reunido rápidamente en el cuarto  estrecho para ellos. Los otros dos demonios stupide la apariencia de jóvenes mujeres se quedaron en retirada stupide el fin de no caer en la trampa mágica de Ciramor. Los Tormentos discutían mentalmente sobre lo que convenía hacer. Ciramor se quedó sentado en la cama, interceptando los intercambios mentales a espaldas de los demonios.

-Debemos actuar, dijo Pena.

-¿En qué piensas? Pidió Sufrimiento.

-¡Tormento! No podrá hacer nada frente a nosotras dos reunidas, decidió Lamento.

-Este sujeto no da aire de ser un bromista, si verdaderamente es el heredero de Eredan no hay razón para preocuparse, dijo Pesadilla.

-¡Efectivamente! Cortó entonces Ciramor. ¡No intenten nada y escúchenme! No vine a buscar problemas, vine para negociar.

Los demonios se echaron miradas suspicaces.

-¿Qué quieres negociar? Pregunto Lamento.

Detrás de su máscara Ciramor respiró profundamente, lo que iba a revelar iba a inclinar la historia del conflicto superior de las tierras de Guem.

-Ustedes buscan los fragmentos de Onyrim y tengo el último. Además tengo algo que pedir a... Néhant. Ustedes van a conducirme hasta él y a hacer un pacto demoníaco stupide el fin de asegurar mi seguridad a él.

-¿Quieres hacer un pacto? Se asombró Sufrimiento.

Eso es una buena idea. ¡Entonces hagamos este pacto! Garantizamos tu seguridad hasta la prisión del Maestro.

Ciramor se risa.

-¿Qué es lo que te hace reírte? Pregunto Pesadilla.

-Me río porque el engaño esta a la altura de la reputación de los demonios. Vamos, no traten de burlarse de mí, tengo los conocimientos de Eredan, sé cómo funciona. Si acepto ustedes me conducen hasta allá y me matarán luego. No, no mis pequeños demonios, usted me conducirán hasta él y me garantiza la seguridad hasta que yo los libere del pacto. A cambio el Onyrim les pertenecerá.

-¡Aceptado! Declaró Sufrimiento. Nos comprometemos en respetar este pacto.

En ese momento una marca apareció sobre la mano izquierda de Sufrimiento así como sobre la de Ciramor, indicando por ahí que un pacto acababa de ser concluido. El heredero de Eredan descendió entonces de la cama, recuperó su bastón y salió de su cuarto.

-Espérenme a fuera de la ciudad.

-¿Cómo piensas pasar la frontera de la Draconia? Interrogó Pesadilla.

-No te hagas problema por esto demonio...

Los tres Tormentos acompañaron pues a Ciramor a través de los campamentos draconicos. Ciramor que cerraba su espíritu a las tentaciones no se dejó engañar por los demonios que no dejaron de someter a prueba sus límites. Pero el joven hombre sabía muy bien lo que tenía que hacer, se preparaba para eso desde hace varias semanas y nada podía desviarlo del fin.

Se reunieron en la frontera del este al cabo de algunos días de viaje. Detrás de la pared de energía azulada que crepitaba de magia levantado por Dragón se extendían las tierras salvajes. Ciramor llevó esta tropa increíble a través de un laberinto de cuevas que permitía atravesar esta frontera sin problemas, al júbilo de los Tormentos, felices de haber engañado al enemigo más grande Néhant.

El viaje continuó hasta las brumas de los Confines donde la actividad parecía intensificarse. Amidaraxar fue avisado de la llegada de la tropa y se apresuró a ir a su encuentro. El teniente fiel se alegro de ver de nuevo a los Tormentos pero quedo estupefacto al percibir a la persona stupide ellos. Reconoció los vestidos y el miedo se apodero de él.

-¡Eredan! Luego la curiosidad tomó el sitio del miedo. Si los vestidos correspondían, pero no así la talla ni el palo en su mano. Comprendió que no era el Guardián en persona, por suerte. Pero completamente alguien más.

Amidaraxar acogió el grupo stupide aprensión. Los Tormentos se arrodillaron al Néhantista. Este último observó la marca sobre la mano de Sufrimiento y vio el lazo del pacto entre ellos y el otro sujeto.

- Señor, he aquí Ciramor heredero de Eredan... Cuchicheó Sufrimiento.

Amidaraxar no había prestado atención a esto, pero Eredan y Ciramor se parecían en cierta medida, por lo menos al nivel de las apariencias. Ambos llevaban una máscara que ocultaba sus emociones y los rasgos de sus caras.

-¿Qué vienes a ofrecernos heredero de Eredan? Interrogó a Amidaraxar rodeándose de un aura roja de magia Néhantica.

El teniente iba a atacar a Ciramor cuando los Tormentos se interpusieron.

-Tenemos un pacto stupide él, debemos llevarlo hasta Néhant y nos dará el Onyrim.

Amidaraxar dejó su magia, quien afirmó que en todo caso, una vez en la prisión Ciramor seria de ellos.

-Bien no le hagamos esperar, dijo Amidaraxar stupide ironía. Lo llevo por el ya conocido camino rápidamente, deseoso de asistir a la confrontación terriblemente cruel que le esperaba a Ciramor. Este último fue dejado pasmado cuando la prisión de Néhant se alzo ante él.  No tenía ningún parecido a la memoria de Eredan de la él era el custodio. Todo estaba roído, dañado, quebrantado, lleno de esclavos bárbaros y de demonios de toda clase. Este espectáculo lastimoso lo tocaba, pero se concentró en su tarea.

El cristal rojo oscuro utilizado de prisión para una de las criaturas más poderosas de estas tierras estaba mellado en partes y dos de cuatro cadenas no aseguraban más su trabajo. En la parte de adelante y por debajo del cristal se encontraba un trono esculpido a partir de los peñascos que lo rodeaban. La manifestación mágica de Néhant estaba sentada allí cómodamente, admirando a las criaturas que  le pertenecían en cada pedacito de alma.

Viendo a Ciramor, Néhant se incorporó, la cara todavía escondida por una capucha ancha. Él también creyó ver de regreso a Eredan, viniendo a regresarlo donde lo había encerrado después de tanto tiempo. Pero no percibió el aura impresionante del Guardián de las tierras de Guem.

-Señor Néhant, el heredero de Eredan desea una reunión stupide usted.

-¿El heredero de Eredan? Adelante, heredero de Eredan, para que pueda contemplar el que por mi voluntad será mió hasta su muerte.

Ciramor tenía miedo, pero no debía dejarlo translucir, los demonios podrían leer en él si sus sentimientos estallaban demasiado. Sacando fuerzas de la nada se adelantó hasta el pie del trono y no espero más para declarar sus intenciones.

-Sus demonios son eficaces, encontraron dos fragmentos de Onyrim de los tres que existían. Esta información posiblemente no le llegó, pero uno de los fragmentos de Onyrim ha sido destruido por Dragón en persona hace algún tiempo ya. Usted no podrá recuperar sus poderes.

-¿Viniste hasta aquí para decirme esto, heredero de Eredan? Dijo Néhant stupide una voz cavernosa e impregnada de cólera.

-A decir verdad no... Me parecía que le importaría saber esto. Voy permitirle quebrantar una cadena además.

Entonces las marcas del pacto se borraron de las manos de Sufrimiento y de Ciramor.

Los Tormentos se sintieron avergonzados de haber sido manipulados así por un chiquillo. Se abalanzaron sobre el heredero cuando Néhant hizo un gesto para pararlos.

-Mis pequeños demonios, esperemos haber escuchado lo que el heredero tiene que decirme antes de devorar su carne. Te escucho heredero.

El pez había picado, ahora quedaba en lo sucesivo tirar despacio la línea para traerlo hasta él.

-¿Sabe lo que sucede lejos En el noroeste, allí dónde la piedra caída del cielo se estrelló? ¿La encarnación de un dios destructor, Sol'ra tal vez, o debería decir Solar le dice algo? Uno de sus servidores, un cierto Dimizar, hizo hace algunos meses una demostración sorprendente de los poderes de los que usted es el dueño contra los poderes de este dios.

-¿Crees que me importa? No me destruirá.

-Es allí dónde usted se equivoca. Mientras usted sea incapaz de salir de su prisión no podrá defenderse cuando llegue aquí y lo hará añicos.

-Veo claro tu juego, heredero.

¿Quieres que mate a este dios para evitar que esta gente de sea destruida?

Ciramor había pegado allí dónde Néhant era sensible: el orgullo. Pero esto no estaba acabado, la negociación apenas comenzaba.

-Exactamente. ¿Que tendrá que gobernar si este mundo no existe más?

Néhant se levantó de su trono y bajó los escalones stupide un paso desequilibrado. Sirvientes demoníacos lo seguían como su sombra, gruñendo y ladrando como animales. Néhant se paró delante de Ciramor, los dos tenían la misma talla.

-Supongo que sabes cómo librarme de mi prisión ¿no? Afirmó a Néhant.

-Sí, puedo procurar que sea liberado de sus cadenas. He aquí cómo esto va a suceder, escuche bien porque esto no es discutible de ninguna manera o negociación.

-Habla.

-Voy a quebrantar la tercera de las cadenas. A partir de ese momento usted podrá tomar un cuerpo y será el mío que le servirá de receptáculo. En cuanto no formemos más que uno nos hallaremos en situación de oponernos al que quiere destruir esta gente. Cuando esta amenaza sea apartada nos hallaremos en situación de quebrantar la última cadena. Néhant escuchó las palabras del heredero de Eredan stupide mucha atención, le proponía un cuerpo y así ir donde quisiera. ¿Él, capaz de aniquilar las voluntades más fuertes, este joven guardián quería hacerse stupide Néhant?

-¡Este pacto me conviene! Declaró a Néhant seguro de ser capaz de tomar el control de Ciramor.

¿Cómo piensas romper la tercera cadena?

-¡Usted aceptó y nuestros destinos están sellados en lo sucesivo! Gritó Ciramor golpeando el trozo de suelo.

Cáliz apareció en la otra mano de Ciramor. La lámina exhalaba humo por una boca grabada en el metal. Crepitaba de una energía mágica increíble. Néhant estaba encantado de verla aquí, su enemigo y joven heredero de Eredan le devolvía su creación más bella, otro error para Ciramor.

-Prepárese señor Néhant, en cuanto halla quebrantado la cadena usted entrará en mí, dijo cogiendo el puño de la lámina.

-¿Cómo encontraste a Cáliz? Preguntó Amidaraxar.

-Botín de guerra respondió Ciramor sin detenerse a los detalles. El heredero de Eredan, que no deseaba responder más a las cuestiones que pondrían en un estado lastimoso su plan entró en acción. Cogió a Cáliz por el puño y la levantó sin el menor esfuerzo. La lámina tenía en lo sucesivo un nuevo portador, sabía que pronto se encontraría de nuevo stupide Néhant y esa perspectiva le encanto.

Ciramor se acercó a la cadena y los demonios y los esclavos a los alrededores se apartaron de su paso. Néhant seguía el movimiento, esperando su próxima " casi liberación”. La concentración era extrema. Ciramor, frente a la cadena tenía Cáliz en ambas manos y detrás de su máscara el sudor corría. Un golpe, único, le permitiría hacer terminar el plan, en el cual había trabajado tanto tiempo. Semanas y semanas de preparaciones stupide los magos más grandes de este mundo y ciertos secretos de Eredan descubierto para que las tierras de Guem sean salvadas de Solar. Las escrituras muy numerosas se iluminaron sobre la cadena, Ciramor cuchicheaba en un lenguaje que hoy sólo los guardianes hablaban. La magia de Guem se quitaba del cierre poco a poco... Luego Cáliz se zambulló sobre un eslabón stupide avidez. El metal de la lámina seccionó el metal de la cadena en un golpe estridente. Así fue quebrantada la tercera cadena de la prisión de Néhant. El resto sucedió rápidamente. Néhant siempre retenido por la cuarta y última cadena olió sin embargo que formaba parte de nuevo en este mundo. La forma negra se apoderó de Ciramor que soltó a Cáliz. El heredero no se resistió a pesar de un dolor insoportable. En la cabeza del joven hombre Néhant tejía su tela, pero no se esperaba caer contra la voluntad de un viejo enemigo: Eredan.

"¿No soñabas stupide tomar el control de mi heredero? Ciramor se preparó largamente y su plan es ineludible. ¡Conozco tus secretos, él sabe tus secretos, sabemos quién eres y cómo cogerte! No es posible el engaño, se debe respetar su palabra y lucha contra la ira de solar.

Ciramor es en lo sucesivo tu receptáculo, tu cuerpo, pero también el guardián de esta gente. Sus pensamientos van a mezclarse, velará por que todo vaya en el sentido correcto. Ahora mi viejo enemigo, ya es hora de cumplir la tarea para la cual parcialmente te liberamos. Tus aliados esperan fuera, están dispuestos a dejar su odio respecto a ti. Y tú Néhant, deberás llevar las legiones.

"La fusión entre Néhant y Ciramor se produjo como era previsto. La máscara del guardián cayó al suelo y se estrelló, su aspecto físico cambió para parecerse tanto a un hombre como a un demonio. Amidaraxar, Azaram y todos los demás se inclinaron delante de la vuelta de su amo.

-¿Señor Néhant, cuáles son sus órdenes? Néhant se apoderó de Cáliz que ronroneó entonces como un gato.

-Llame mis legiones... Tenemos que matar a un dios, yo no voy a tolerar que destruyan lo que me pertenece.

Amidaraxar que conocía bien a Néhant encontró su actitud extraña.

-¿Pero no quiere quebrantar la última cadena? Se atrevió a preguntar el teniente.

-No me cuestiones y obedece. Ya dispongo de una potencia increíble y el tiempo se nos acaba. Nos vamos.

La respuesta no satisfacía a Amidaraxar, pero no intentó más al diablo, se contentaría stupide servir a su maestro como lo había hecho durante años. La perspectiva de la dominación del mundo perfectamente le convenía. Néhant que no era completamente el de verdad, percibía cada lazo que tenía stupide los esclavos, los demonios, Guemelianos y otro Nehantistas, le sería fácil controlarlos. No le quedaba más que ir a ver quiénes eran estos famosos aliados.

Mucho más tarde, una cohorte de demonios había invadido el lugar y Néhant estaba dispuesto a llevar su ejército a través de la Draconia. Ciramor/Néhant que disponía del saber de Eredan quebrantó el encanto poderoso y mágico que escondía la prisión. Las brumas de los Confines se disiparon poco a poco, dejando en lo sucesivo un acceso libre al entredicho. Por el otro lado, perfectamente alineada, un ejército humano stupide los estandartes de la Draconia les hacía frente. Los demonios rugieron frente a este enemigo, pero el Receptáculo de Néhant les impuso silencio. Dos personas se desprendieron de este ejército, cabalgando magníficos caballos. Néhant avanzó a su encuentro, seguido por Amidaraxar. Ambos draconicos no eran otros que Kounok el Profeta y Zahal el Caballero Dragon. Sus caras estaban cerradas, privadas de emociones.

- Estás listo... ¿Ciramor? Preguntó Kounok.

-Prefiero Néhant si permites, Draconico.

-¿Que es lo que esto quiere decir? Masculló a Amidaraxar.

-Esto quiere decir que el fin esta próximo, aseguró Néhant afirmando su influencia sobre su teniente.

-Ahora vamos, Solar ataca a la Draconia y Dragón no aguantara mucho tiempo, dijo Kounok volviéndose stupide su montura.


__________________________________________________________________

Despues de este capitulo ciramor es uno de mis personajes favoritos, el unico capaz de engañar a Nehant y de controlarlo!!!

Dernière modification par dan_22 (06-04-2012 03:58:09)


Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪


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#123 02-04-2012 20:41:22

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Segundo capítulo de los Enviados de Noz...


Sacrificio

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Hacía apenas algunas horas que las tropas draconicas habían emprendido su marcha hacia la Piedra Caída del Cielo. Anryena estaba a punto de dejar el palacio para ir a sus aposentos cuando se produjo un temblor. No duró mucho tiempo pero la misma naturaleza de la hija de Dragón basto para despertar su curiosidad. La zona no era conocida por su actividad sísmica. La energía divina se había reflejado hasta aquí y se había hecho sentir stupide fuerza. Ella se giró en la dirección de dónde venía esta energía.

- Es tan fuerte...

Dragón se apareció a su lado, stupide su cara terriblemente inquieta.

- Hija mía... Perdimos.

Anryena abrió desmesuradamente los ojos, no creyendo las palabras de su padre.

- La Piedra Caída del Cielo acaba de estallar, liberando una criatura. Es de ella de quien emanan estos extraños brillos.

- ¿Explosiones? ¡Nuestras tropas! Exclamó inquieta.

- No lo sé, no siento a nadie más que a las personas stupide las que estoy vinculado.

- ¡Es una catástrofe! ¡Hay que ir a ver rápidamente! ¡Desplegar la totalidad del ejército de Draconia!

- Voy a encargarme de eso hija mía, voy a levantar una barrera alrededor de Draconia stupide el fin de impedir que esa criatura llegue hasta aquí. Debemos recoger toda la información que sea posible. En ausencia de Naya, su discípula que pertenece a Kastel Levarak tomará el mando. También debemos prevenir a Kounok, vamos a necesitarle, dijo en un tono un tanto irritado.

- Bien. ¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS!

Los dos guardias dracónicos que estaban en la entrada de la sala del trono llegaron apresuradamente ante las ilustres personalidades.

- ¡Vayan inmediatamente a buscar a los ministros y a los heraldos de Dragón!

Ambos saludaron y se fueron de la sala rápidamente.
- Eso no es todo hija mía, dijo Dragón.

- ¡Qué!

- El Señor-Dragón de Marca del Este me envió información todavía más inquietante. Hay una actividad poco usual en la Neblina de Los Confines.

- ¿Nehant? No podemos cubrir todas los frentes padre, es imposible, si se libera se habrá acabado todo para nosotros.

-Mientras yo viva jamás permitiré esto, le juré a Eredan que daría mi vida stupide tal de que esto no ocurra. Pero, ¿Cómo hacer frente a dos amenazas tan grandes? Hija mía tenemos que actuar stupide inteligencia y estrategia. Anryena asintió.

- En este instante voy a crear un escudo mágico, después de eso no apareceré más, serás la única a la cabeza de Draconia. Ven a verme si la situación lo requiere, pero todos mis pensamientos estarán puestos en la defensa del territorio.

- No te preocupes, esta no es la primera crisis que atravieso, me habría gustado, sin embargo, que la última vez hubiese sido justamente la última.
Dragón se acercó a Anryena y le dio un beso en la frente.

- Recibe pues los plenos poderes, convoca a Kounok, dijo antes de desaparecer.
Ella dio un gran suspiró.

- ¿Los plenos poderes? Bien, comencemos, dijo en voz alta tomando su cetro dracónico stupide las dos manos.

Se concentró, su fuerte vínculo stupide Dragón y su hijo le permitió poder localizarlo y hablarle. Lo visualizó en lo alto de una montaña en medio de una ventisca. Apoyaba en su espalda a una persona inconsciente. Ambos estaban envueltos en pieles.

"¿Pero qué hace ahí? Creo que pasó algo malo. Tanto peor, parece que debo intervenir."

El cetro empezó a brillar stupide una energía azul, Anryena utilizó los poderes concedidos por su padre.

- ¡En nombre de Dragón te convoco Profeta, en este instante y en este lugar!

Un momento pasó sin que nada sucediera, luego una forma apareció. Kounok debió hacer un esfuerzo para no resbalar stupide sus botas llenas de nieve. Se asombró al encontrarse así delante de su madre en el palacio de Noz'Dingard. Depositó a la persona inconsciente stupide mucha precaución, luego se quitó sus pieles para cubrir stupide ella a su compañera, que no era otra más que Ardrakar.

- Siento haber tenido que traerte así Kounok, parecías estar en una situación lastimosa y nos hace falta un Profeta para guiar a Draconia.

Kounok que visiblemente no se había afeitado, parecía a un verdadero espantapájaros. Sus ropas no eran más que unos andrajos sucios y llenos de agujeros. Anryena giró alrededor de él stupide aire de desesperación, expresión que pasó rápidamente al estupor cuando vio quién venía stupide él, el caballero caído.

- Te contaré esta aventura extraordinaria en otra ocasión madre. ¿Gracias por habernos traído, qué ha pasado en mi ausencia?

La hija de Dragón sacudió la cabeza.

- Me pregunto si hice bien en dejarte ir.

- Hacía falta, era mi deber como Profeta dijo stupide aire desafíante.

"En Cambió " Dijo Anryena. Ella le explicó los acontecimientos que la habían conducido a traerlo a Draconia. Kounok reflexionó sobre las diferentes opciones que se le presentaban.

- Fuimos vencidos por los Nómadas, trataremos primero el problema Nehantista como prioridad. Ardrakar nos ayudará.

- ¿Tienes confianza en esta traidora?

- Tengo confianza en mi esposa.

Anryena lo miro a los ojos y no supo que responder, miró a su hijo stupide aprensión mientras que éste apoyaba a Ardrakar. Los ministros y heraldos de Dragón llegaron en aquel momento, intrigados por la situación las discusiones fueron a buen paso.

- Les prohíbo comenzar a establecer planes sin mí, ¿Entendido? Dijo el Profeta stupide autoridad.


La luz había sido deslumbrante. Sol’ra en su sed de destrucción había expresado su voluntad divina, quería borrar esta región del mapa del mundo. Nadie había tenido tiempo de reaccionar cuando la luz cesó, Sol’ra había perforado la tierra y abierto un gran hoyo en el suelo de Guem. Alrededor todo era ruinas y hasta la Tumba de los Ancestros, no lejos de allí, estaba transformada en un montón de escombros. El Ejército de los Ancestros había sido barrido como un montón de paja.

Marzhin sacó su cabeza de la arena. Se levantó stupide dificultad, su cuerpo le hacía sufrir. No era el único, por todos lados había fácil un millar de personas inconscientes que se encontraban sepultadas a la mitad bajo la arena. El matiz de colores le dio a entender que estaban allí los ejércitos de Kotoba, el de los Enviados de Noz'Dingard y el de los Corazón de Savia. Justo al lado de él, Pilkim despertaba, no comprendiendo lo que acababa de pasar. El Maestro-Mago se acordó de la acción: la criatura divina iba a destruir el mundo, la Comepiedras se había interpuesto. ¿Y luego? Nada más, el blanco o más bien el color amarillo, una fuerte luz, el poder divino y el despertar.

- ¿Estás bien? Dijo Marzhin mirando a su hijo que le respondió sí stupide la cabeza en la cual recaían sus lentes sobre la nariz. ¿La Comepiedras? ¿Dónde está? dijo mirando alrededor de él.

- ¡Allá! Gritó Pilkim.

El joven prodigio mostraba un brazo que sobresalía del suelo. La piel era gris y los tenía los tatuajes característicos de la Comepiedras. El padre y el hijo corrieron y escarbaron en la arena sacando el cuerpo inanimado de la Comepiedras quien todavía se movía pero el Maestro-Mago no percibía ni el menor rastro de magia en ella. La Guemeliana de Guem abrió a duras penas los ojos y sonrió al reconocer a las personas presentes.

- Ustedes están a salvo... Hice lo mejor que pude... Siento no poder hacer más, tomen mi piedra cuando...

Su frase no acabó, la Comepiedras murió en los brazos de Marzhin.

- Un sacrificio que nos salvó.
__________________________________________

Algún comentario....


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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#124 02-04-2012 20:46:16

biruca
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

que mortal esta esta parte aorita la leo


Señor de las legiones del infierno.
Abominacion_zil


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#125 02-04-2012 20:50:18

ansaat
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Re : Nuevos Aportes a la Historia Eredan :D

Tercer capítulo de los Noz y de Dragón... aunque ya estaba en la wiki... me di el trabajo de corregirlo ya que tenía muchas faltas de ortografía y gramática, a la persona que lo tradujo antes muchas gracias, pues me facilitó bastante el trabajo....


Penitencia

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Kounok se había aproximado a las fronteras de Draconia temiendo una eventual aparición de Nehantistas. Su armadura presentaba varios cortes debido a su enfrentamiento contra Rasgadura. Sus dedos recorrían las profundas hendiduras "afortunadamente no fue tanto", pensó "Estos demonios son formidables, lo que me preocupa bastante". Mientras tanto sus ojos no se despegaban de la silueta de Ardrakar quien dormía muy agitada cerca del fuego.

Ardrakar erraba en tierras desoladas por la magia oscura de Nehant. Ella no sabía dónde estaba ni quién era realmente. Portaba a Quimera en su puño, arrastrando la hoja sobre barro nauseabundo. La espada viviente la había llevado a cometer abusos indignos de su rango y la corrupción de Nehant poco a poco agrietaba su alma. Estando semiconsciente y sin tener ninguna noción del tiempo, llegó a la frontera de Draconia. ¿Fue Dragón quién la había estado guiando hasta ahora o fue su deber de caballero? Ella quien era la más poderosa en su orden, había terminado siendo arrastrada en un espiral infernal y en estos momentos cada vez se acercaba más a sus últimos momentos como Caballero Dragón. Quimera, dotada de vida, parte de Dragón, le gritaba que no lo hiciera, pero ella no la escuchó. Escaló las montañas para lograr alcanzar su objetivo el “Templo de Ehxien”. Oyó una voz oscura, siniestra e increíblemente seductora que la animaba a dejar a su familia por una nueva vida, eterna y llena de aventuras. En el interior del templo las gemas azules proyectan una pálida luz en las paredes de una cueva natural, ella había estado aquí antes stupide su maestro Arkalon, pero ¿Cuándo? No lo recordaba y en ese momento poco le importaba. En las profundidades de la cueva llegó al corazón del templo, el santuario de las armas. Desde el nacimiento de la orden, cuando un caballero moría, su espada era dejada aquí para su descanso hasta el final de los tiempos. Ardrakar estaba bajo un sortilegio que la hacía olvidar a Quimera. Esta espada debía descansar aquí, pero no sólo eso, también ¡debía ser ella quien la destruyera!

- Si haces esto, no serás más Caballero Dragón. ¡Soy tu única protección contra Nehant! rugió Quimera.

- No... No lo eres... ¡no lo ERES! ¡Este será mi último gesto... ningún Caballero Dragón volverá a empuñarte nunca más!

Ardrakar agarró firmemente el mango de la espada antes de estamparla contra un muro de piedra. El impacto fue terrible, el cristal de la espada estalló. La joven dejó caer lo que quedó entre las otras armas de los Caballeros Dragón. Cuando salió del templo, Dragón quitó sus ojos sobre ella y se convirtió en Ardrakar, Caballero de Nehant...

Se despertó sobresaltada. Sobre su rostro caían gotas de sudor y su corazón latía fuertemente. Examinó a su alrededor, ¿Dónde estaba? Sus ojos se posaron sobre un hombre sentado a su lado que la miraba. Ella no supo cómo reaccionar, sus pensamientos estaban confusos, Amidaraxar, los Sirvientes, el Ritual.

- No tienes nada que temer Ardrakar.

¿Quién era él? Una vaga sensación de deja vú la tranquilizó. Pero aunque ella no lo reconoció a él, si lo hizo stupide la espada que reposaba sobre su rodilla, Quimera. Retrocedió presa del miedo. La última vez que vio la espada fue en su reciente enfrentamiento contra Arkalon, y ahora estaba en manos de otra persona.

- ¿Esta es la espada que te asusta Ardrakar?

Ella contestó que sí stupide la cabeza, luego Kounok hizo desaparecer la espada, para alivio de la joven.

- Te he dicho que no tienes nada que temer. Yo... Yo soy Kounok.

Ardrakar abrió grande los ojos ante esta revelación.

- ¿Kounok? Pero... ¿Cómo es posible? Dijo ella, acercándosele.

- Dragón me nombro Profeta y me dio una forma humana. Ah, tengo algo que te pertenece, dijo, acercándose a su montura.

Desató las correas de cuero que sujetaban a Azur. La hoja reflejaba los rayos de luz en tonos morados.

- Cuando salí a buscarte encontré tu espada. Tómala, te pertenece.

Ardrakar recordó. Azur se había perdido la vez que fue atacada por los sirvientes de Amidaraxar.

- Yo no tengo el derecho a usarla. Mi... ¡Mírame! Yo no soy más que una traidora, abandoné todo aquello en lo que creía, ¡Rompí la confianza de Dragón!

Kounok, quien tendía a Azur a Ardrakar suspiró profundamente. En realidad no sabía cómo curar los males del alma, pero por ella haría el esfuerzo.

- Veo el remordimiento y el deseo de redimirte. Depende de ti arreglar tus errores para tener una vida mejor. Yo prefiero conservar de ti tu pasado de Caballero Dragón, aquel stupide el que pasé buenos momentos, aquel stupide el que...
Vaciló, pero no terminó la frase.

- Nehant te tiró a la basura como a cualquier otro de sus esclavos, ahora eres libre de vincularte stupide Dragón.

Kounok estaba en lo cierto, el demonio dentro de ella se había ido y se sentía muy diferente, más cerca de lo que una vez fue. Pero aun poseía una parte corrupta en su interior. Ella desató la bolsa atada a su cinturón y sacó la Piedra-Corazón, que una vez le confió Dragón. La piedra brillaba débilmente a pesar de las manchas negras en su superficie.

- ¡Imposible, si me quito mi Piedra-Corazón, moriré!

- Comprendo tu pesimismo, stupide lo que te sucedió, es normal. Pero no compartimos la misma opinión. Si tu deseo es real yo te ayudaré, conozco un enlazador de piedras capaz de solucionarlo. Arriba en las montañas, dijo señalando a los picos nevados a lo lejos de Draconia.

Ardrakar, sumida en las tinieblas vio allí una luz de esperanza. Ella no podía permanecer de esa manera pero no entendía por qué él quería ayudarla, la que mató a gente inocente y traicionó a Draconia. La pregunta fluía turbiamente.

- ¿Por qué me ayudas Kounok?

El Profeta se sentó frente a ella, stupide la luz de fondo que proyectaban las llamas tenía un aspecto irreal.

- Las razones son muchas, el vínculo entre nosotros... y el deber. Hemos tenido muchas aventuras juntos. Quizás no lo recuerdes, pero para mí esos momentos están grabados para siempre, dijo poniendo la mano sobre su corazón. Yo soy el Profeta, a pesar de no tener la sabiduría de mi difunto hermano sé que lo que percibo es una increíble oportunidad para mí. Dragón ha dicho la verdad, en estos tiempos de guerra muchos Caballeros Dragón recorrerán las tierras de Guem reunidos. Yo creo que tienes un lugar entre nosotros. Arkalon regresó, Valentín postergó su retiro, Zahal está listo para tomar el mando, en cuanto a mí, mi papel es el de asegurar que estemos preparados para los acontecimientos futuros. Ardrakar tú tienes la fuerza necesaria para afrontar este reto y para romper las cadenas que te sujetan y te hacen sufrir.

Lágrimas negras corrían por las mejillas de la joven. Las palabras de Kounok fueron reconfortantes, los recuerdos de su vida anterior resurgían y recordó la presencia de Kounok durante su entrenamiento como aprendiz de caballero. Él siempre había estado allí para ella.

- Yo... Yo podría hacer penitencia...

- No será fácil, ya que estás conectada a él, te vigilará. No puede permitirse el lujo de dejarte stupide vida. Así que toma a Azur y prepárate para defenderla tanto como te defenderías a ti misma.

Ardrakar aceptó la espada cuya empuñadura era perfecta para su mano. Otra pregunta le vino a la cabeza.

- ¿Cómo es que tienes a Quimera? Yo la rompí en el Templo de Ehxien.

- La he recuperado de donde la dejaste. La regla es que cada Caballero Dragón debe tener su espada pero en lugar de tener una nueva me decidí a repararla y... corregirla.

La palabra "corregir" hizo sonreír a Ardrakar, después de todo ella no era la única exenta de fallas.

- Esta Quimera es mucho más estable que la que blandiste anteriormente así que no te preocupes. Mañana por la mañana emprenderemos el viaje y haremos una parada en una aldea para equiparnos antes de nuestro ascenso a las montañas.
Kounok y Ardrakar eran la atracción en la villa Suelo-de-Niebla, poco acostumbrada a las visitas por lo que el rumor de la llegada de una personalidad de alto rango se propagó rápidamente. El Señor-Dragón local nunca ponía un solo pie aquí y eso no tardó en llegar a los oídos de Kounok. A pesar de que no estaba allí para escuchar a la gente, asumió su papel como Profeta. Ardrakar que viajaba stupide él, durante los siguientes días sentía que el vínculo entre ellos crecía más fuerte y a su vez, su lado unido a Nehant constantemente la hostigaba. Pero el cambio se estaba produciendo, poco a poco se convirtió más en ella misma. Las cualidades de demonio habían desaparecido, ya no llevaba los cuernos de cristal negro aunque sus ojos recién comenzaban a cambiar.

Se encontraron en la única posada en la zona. El interior era cálido, agradable, los deliciosos aromas de la cocina flotaban por la gran sala de esta casa de madera.

- Me reuní stupide el jefe de la aldea y las noticias no son muy buenas. Se han producido varios derrumbes y las carreteras están cortadas. Hay un guía que volverá aquí en unos días, sólo él puede conducirnos por el camino correcto.
Ardrakar escuchaba distraída stupide un solo oído, estaba perdida en los ojos del joven Profeta.

- Lo siento por Kétanir...

Este repentino signo de afecto perturbó a Kounok.

- Gracias... No hay un solo día que no piense en él, dijo mientras llamaba al sirviente, intimidado por la presencia del Profeta en su establecimiento.

El hombre stupide un ligero sobrepeso, corrió stupide una bandeja cargada de una botella y dos copas, y le dijo stupide voz trémula.

- Siéntase como en casa, señor... eh Profeta.

- Esta es una buena atención de su parte, sin dudas la tendré en cuenta.

El hombre se congeló y luego se apuró a tomar la botella y servir a los ilustres personajes que lo honraban stupide su presencia. Kounok sacó unas cuantas monedas de cristal rojo y se las dio al posadero.

- Trae un poco de comida y preparara... dos dormitorios por favor.

La cantidad de habitaciones y de comida eran muy inferiores a la suma pagada, pero no importaba, Kounok sólo quería simplemente instalarse stupide su compañía. La noche transcurrió tranquilamente, las discusiones giraron principalmente en torno al pasado y lo que valía la pena ser vivido. Los sentimientos también se relajaron, uniéndolos aun más. Terminaron lo más cerca posible, uno en brazos del otro, iluminados por la tenue luz del fuego. Esto poco tenía que ver stupide los principios de la sociedad dracónica, pero poco les importaba.

El acercamiento entre ellos fue más fuerte cada día y sin que se dieran cuenta pasó una semana. Lo que está destinado a suceder, sucedió. Ellos estaban irremediablemente atraídos el uno por el otro, como dos almas gemelas que finalmente se reencuentran.

Kounok permanecía despierto desde hacía un buen rato mientras Ardrakar acurrucada a su lado se despertaba. Esta vez sintió que por fin pudo tener una noche sin ningún tipo de pesadillas, la sensación de cansancio y de tensión se habían ido.

- Yo... mmm, te lo diré, me gustaría preguntarte algo.

Ardrakar se inclinó, atenta a la pregunta.

- Mi corazón late por ti desde la primera vez que te conocí, cuando éramos niños. Ahora que te he encontrado quiero estar contigo para siempre.

Las mejillas de Kounok se tornaron coloradas. Ardrakar parpadeó y le regaló su más bella sonrisa.

- ¿Quieres casarte conmigo? Dijo ella comprendiendo la verdadera pregunta del Profeta.

- Sí.

Pensó unos momentos antes de dar su respuesta.

- Por supuesto que... ¡Sí! dijo encantada.

Rebosante de alegría, Kounok tomó a Ardrakar entre sus brazos hasta el borde de la asfixia.

El guía finalmente llegó. Después de obtener los víveres y pieles para protegerse del frio, el grupo partió a las montañas stupide la promesa de un futuro mejor. El encantador paisaje que combinaba bosques de pinos y enormes piedras azules escondía en realidad un entorno peligroso. El guía llamado Vaerzar, les explicó que no debían salirse del camino ni alejarse uno del otro, porque el bosque era territorio de Cristogatos.

- No tomen su presencia a la ligera. Una vez casi fui cazado por una de esas malditas bestias, casi fue mi última experiencia, su cuerno casi me parte en dos. Habría muerto de no ser porque salte al agua, ¡Ellos detestan el agua! Desde entonces me prevengo, stupide mi fiel Gatoscuro, un depredador natural de Cristogatos.

stupide gran asombro atravesaron el bosque sin problemas, al menos sin Cristogatos en el horizonte. A Vaerzar le pareció sospechosa su ausencia. Normalmente su Gatoscuro encontraba algunos Cristogatos atraídos por su presencia, pero esta vez no pasó nada. Como prometió el guía los condujo hasta los límites del camino. Unos kilómetros más adelante la nieve los acompañaba, cayendo lentamente sobre el suelo helado.

- Desde aquí no se puede avanzar a caballo, por lo que me los llevaré de vuelta a Suelo-de-Niebla, donde voy a estar esperando. El lugar al que quieren ir se encuentra a unas horas de marcha hacia el norte, si siguen la Estrella de Almad lo deberían encontrar sin problemas. ¡Les deseo mucha suerte! Kounok agradeció a Vaerzar, el guía no se quedó más, tenía muchas ganas de regresar a la aldea lo más pronto posible. Enseguida, la pareja comenzó el ascenso por un camino empinado.

Kounok y Ardrakar se habían enfrentado a mil peligros, combatieron a criaturas poderosas y terriblemente peligrosas, pero no eran nada en comparación stupide el frío y los peligros de la montaña. La más leve caída sería fatal para ellos, alrededor de ellos el manto de nieve se hacía más y más espeso compuesto de cristales azules amenazándolos stupide un destino funesto. Al subir más, el viento se sumaba a la aventura y el frío helado era penetrante para estos aventureros de otra parte del mundo. Kounok alentaba a Ardrakar, luego Ardrakar empujaba a Kounok, el progreso se había desacelerado, siendo una verdadera prueba de voluntad para la pareja. De pronto, detrás de una roca, la estrella de Almad apareció. Claramente visible por encima de sus cabezas una luz azul brillante atravesaba las nubes. En realidad no se trataba de una verdadera estrella, sino de un enorme cristal en la cúspide de Almad. Gracias a ella les fue más fácil moverse por la región. Para los viajeros esta visión les dio una idea de la distancia recorrida, habían alcanzado la mitad de la jornada.

De pronto Ardrakar se detuvo. Sacó a Azur de su cinturón y entrecerró los ojos para evitar la nieve.

- ¿Qué pasa? Preguntó Kounok ¿Por qué te detienes?

- ¡Están aquí¡ Los demonios, siento su presencia, son numerosos... ¡Ahh!

Ardrakar golpeó el aire como si alguien estuviera allí, el golpe tocó algo que apareció rápidamente, ¡un demonio! Los demonios invisibles hasta entonces atacaron. Eran una docena, de todas formas y tamaños. Entre ellos Ardrakar notó a un demonio más grande y más impresionante.

- ¡Tragalma!

Los graznidos de los demonios eran ensordecedores, en medio de un lío increíble atacaban a sus presas, asediándolos, tratando de arañar y morderlos. Pero Kounok era un estratega, se puso espalda contra espalda stupide su pareja, revelando la magia de Dragón. Ardrakar gracias a su condición tenía una ventaja, por su unión a Nehant se las podía arreglar para limitar los poderes de sus oponentes. La combinación resultó formidable, pero claramente insuficiente. Muchos demonios se metían bajo tierra, complicando a Quimera y a Azur. Hasta ese momento Tragalma se limitaba a seguir la orden de prestar atención a sus oponentes, hasta que comenzó un extraño ritual. Se inclinó sobre un pequeño demonio stupide muchos cuernos, agonizando en la nieve. Este le rogó que lo ayudara, pero Tragalma en respuesta metió la mano en el vientre del demonio, y de un movimiento brusco le quitó su astilla de Nehant, vital para su supervivencia. El pequeño demonio súbitamente desapareció y Tragalma se tragó la astilla. Sintió que su fuerza aumentaba de forma considerable. Y continuó stupide tres otros demonios. Kounok usó su técnica: Empuñada y Punzante apoyado por Ardrakar. Está última observó los gestos de su antiguo camarada y comprendió lo que estaba haciendo.

- ¡Kounok, debemos derrotarlo! ¡Date prisa! De lo contrario no le podremos ganar...

Sin saber como, Kounok empujó a los dos demonios delante de él y se dirigió a Tragalma. Quimera cortó el aire en dirección al cuello de su oponente. Ella fue esquivada sin esfuerzo, y a continuación Tragalma atacó, en su mano apareció una espada de cristal negro translúcido. Kounok atacó nuevamente y las dos espadas se enfrentaron en una mezcla de magia. Ardrakar vio la espada y no podía creer lo que sus ojos le mostraban.

- ¡Quimera Negra! ¡Pero era Arkalon quien la tenía!

Tragalma saltó hacia un costado y extirpó una nueva piedra demoníaca mientras se resguardaba de sus enemigos.

- ¡Regresó stupide su único amo, traidora! Le dijo antes de tragarse la piedra.

Ahora sólo quedaban ellos tres, pero a pesar de la superioridad numérica, Ardrakar sabía que ya no tenían la ventaja sobre el demonio cuya fuerza había crecido hasta acercarse al nivel de Infernal. Ella apartó a Kounok para evitar que este fuese golpeado por Quimera Negra. El demonio saltó stupide una velocidad increíble hacia la antigua Caballero de Nehant y stupide un golpe magistral la envió volando. Azur se clavó en la nieve, junto a Kounok. Lleno de ira arremetió hacia su oponente.

"¡Muéstrale quienes somos Kounok, destrózalo! ¡Destrózalo!" Le ordenó Quimera.

- ¡Yo soy el Profeta, un descendiente de Dragón, tu no llevas más que una pálida copia de Quimera! ¡Contempla su poder!

La hoja brilló stupide una luz azul y un aura se formó alrededor de Kounok, sus ojos se volvieron completamente azules, parte de su rostro tomó la apariencia de la piel de un dragón, como había sido tiempo atrás. Entonces ambos se lanzaron uno contra el otro cegados por la furia. Las Quimeras se entrecruzaron, demasiado ansiosas por vencer a su alter-ego.

Ardrakar recuperó la conciencia en medio de la pelea, ella se levantó lentamente y se deslizó hacia Azur. Una vez stupide la espada en mano, llena de ira, se entregó a su lado nehantista. Se concentró, focalizándose en el poder de Tragalma. El suelo bajo sus pies se rasgó en cientos de pequeñas grietas. Lo mismo ocurrió bajo el demonio, inmovilizándolo inmediatamente. Kounok aprovechó la situación y golpeó las manos del demonio haciendo que Quimera Negra ya no fuera más un problema. Luego lo cortó a la altura de las piernas. Atónito por la situación Tragalma trató de escapar arrastrándose, pero le fue imposible debido al sortilegio nehantista lanzado por Ardrakar, quedándose atorado. Sin más preámbulos Kounok lo desmembró parte por parte stupide su Quimera. El demonio aullaba de dolor.

- Tú... ¡Tú no me vas a matar de esta forma!

Tragalma intentó ahora abrir un portal hacia los Meandros, desesperado por huir de su agresor. Ardrakar, demasiado débil como para mantener el sortilegio, ya no deseaba seguir escuchando las palabras de Nehant quien le susurraba nuevamente, dejando de utilizar su magia. Ella se arrastró hasta el moribundo Tragalma y el portal de pronto se abrió.

- ¡No! ¡No iras a ninguna parte!

Entonces plantó su espada sobre la espalda del demonio, al nivel de su vientre y después de retirar la espada le metió la mano en su cuerpo ardiente para extirparle la piedra stupide el símbolo de Nehant. El portal a los Meandros no se abrió a causa de que la magia del demonio desapareció en ese instante. Tragalma pereció resecado...

- ¿Qué hiciste? Preguntó Kounok sin aliento.

- ¡Lo maté, definitivamente! Todo lo que haya sido se redujo a esto, una piedra, dijo mientras la tiraba.

La batalla había terminado stupide una sensación extraña. No había cuerpos de sus atacantes. Sólo huellas en muchos lugares donde sucedió la batalla.

- No te quedes ahí pueden haber otros, sigamos, el enlazador no está muy lejos.

Estaban agotados. Ardrakar plagada por el remordimiento de haber utilizado magia nehantica y Kounok cansado por una batalla extremadamente física. Sin embargo, alcanzaron la meta. Él ya había estado aquí una vez, en la época en que volaba le fue muchísimo más fácil. El enlazador de piedras habitaba una gran mansión aferrada a la montaña. Juntos, medio congelados y cansados finalmente pisaron la cima. En la puerta había un hombre envuelto stupide una gran manta de piel que los saludó y los invitó a pasar, invitación que no fue rechazada.

El interior era una gran sala abovedada cuyo techo era apoyado por múltiples troncos. Una enorme chimenea emitía un reconfortante calor. Kounok arrastró a Ardrakar hasta el fuego donde la dejó descansar toda mojada. El hombre se quitó su manto y se acercó hacia ellos.

- Estás como en casa, dijo dejándose caer en una silla grande y cómoda. Ahora bien, ¿Qué trae acá a un Enviado de Noz'Dingard y a una Guemeliana de Nehant?

- Maestro Maen, yo soy Kounok el Profeta y ella es Ardrakar.

- ¿Kounok? Si, te recuerdo, pensé que me habías olvidado.

- La verdad es que no, respondió frotándose las manos. Hemos hecho un largo viaje para pedirle ayuda.

- ¡Ah! ¿Y cómo puedo ayudarlos?

Ardrakar tomó la palabra para explicar su caso.

- Ya no quiero ser más una Guemeliana vinculada a Nehant. Me gustaría poder verme sin este brillo oscuro que tengo sobre mí.

El Maestro Maen suspiró largamente, pero la reflexión sólo le llevó unos segundos antes de responder.

- Puedo hacer lo que me pides, pero tendrás que pagarme. Los enlazadores de piedras no trabajamos gratuitamente, Estoy seguro de que entenderán.

El Maestro Maen levantó su mano al cielo y la Piedra-Corazón azul de Ardrakar y la piedra de Tragalma salieron de su escondite y se elevaron en el aire, girando alrededor de ellas mismas.

- Voy a recuperar tu brillo y a cambio me darás la Piedra Demoniaca. ¿Crees que éste será un buen precio?

Ardrakar no dudó un segundo.

- Acepto.

- Bien, dijo Maen aplaudiendo. ¡Por desgracia, debo advertirte, esto será extremadamente doloroso!

- He pasado por cosas peores.

El Maestro Maen procedió al día siguiente, dándole tiempo a Ardrakar para recuperar algo de fuerza antes de la intervención. Kounok no pudo asistir al ritual, pues el enlazador de piedras guardaba celosamente sus secretos. Los peores gritos de la mujer en su vida no lo ayudaron a tranquilizarse en lo más mínimo. El ritual duró más de una hora, cuando los gritos se detuvieron. El Maestro Maen reapareció, el hombre tenía los ojos cansados y una multitud de pequeñas piedras de diferentes colores se arremolinaban a su alrededor. Cuando llegó a la altura de Kounok, las piedras se asentaron. Al observarlo mientras las guardaba entendió cual fue la conclusión de la operación.

- Ya está hecho. Fue realmente una hazaña stupide esta piedra, la misma se aseguraba de matar al portador. Pero el arte de los enlazadores de piedras es más eficaz que lo que piensa Nehant. Resumiendo, pude enlazarle la Piedra-Corazón a Ardrakar. Ella se recuperará rápidamente ya que tiene una constitución asombrosa. Dicho esto tienes que partir stupide ella mañana para Noz'Dingard. Aislados aquí no podrás estabilizarla mágicamente, El Compendio los ayudará. Sin embargo, dudo que ella recobre el conocimiento en estos momentos.

- No importa, la llevaré en la espalda si es necesario.

- Vas a tener que hacerlo, me temo.

- Gracias, Maestro.

- De nada, ¿Como me iba a negar a ayudar al Profeta y a la posibilidad de obtener una de las piedras enlazadas a Nehant?

- Se prudente, sabes que está prohibido practicar la magia de Nehant ni siquiera para estudiar sus poderes.

Sonaba como un reproche a los oídos del enlazador de piedras.

- ¡Si yo no conociera un mínimo acerca de la magia de Nehant, nunca me las hubiera arreglado para quitarle la piedra! Así que diremos que estudiaré la forma de combate de Nehant. ¿De acuerdo?

Kounok realmente no pudo oponerse lo suficiente a este argumento, él había venido para salvar a la mujer que más amaba sobre la tierra.

- ¡Vamos, olvida esta pequeña charla y brindemos por los enlazadores de piedras…y Dragón!

Conforme a lo solicitado por el Maestro Maen, Kounok retomó el camino de regreso stupide Ardrakar en su espalda, la tormenta se había intensificado. Pero esto no era nada contra la voluntad de Kounok, llevaría a Ardrakar de vuelta a su hogar. Y efectivamente gracias a la intervención de Anryena, su madre, la pareja regresó a buen puerto mucho más rápido de lo que pensaba.

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Ahora empiezo a traducir los capítulos de los Kotoba...

Espero sus comentario, dudas, sugerencias... ¿Feez?

Dernière modification par ansaat (02-04-2012 23:57:17)


Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...


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