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yo quiero la historia U.U
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http://wiki.eredan.com/index.php?title=ES:Universo:ITCG
espero lo disfruten mientras tanto terminamos de retocar todo :3
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Hola... sólo quería aportar stupide la traducción de un capítulo que hice hace algún tiempo... como vi que estaba algo abandonado el tema... espero no importunar a nadie.
La Tumba de los Ancestros. Capítulo 2
Hacía calor ese día de finales de otoño, lo que hacía que el maquillaje de Kyoshiro estuviese adornado stupide perlas de sudor. Las calles de Okia estaban repletas de soldados del Ejército Imperial en guarnición. A pesar de eso no tuvo ningún problema para circular por la ciudad debido a la enorme criatura que caminaba a su lado. Pero la noticia de la presencia del Campeón de Lucha del Imperio de Xzia se propagó rápidamente.
- El rumor era cierto, hicimos bien en venir mi amigo, dijo llamando la atención de Okooni.
El Guemeliano de la Guerra tenía sólo una cosa en mente: ¡Comer! Se quedó en silencio hasta que llegaron a la plaza del pueblo donde un delicioso olor llegó a las fosas nasales del coloso. Éste cogió a su amigo, que a pesar de su buen tamaño, parecía diminuto a su lado.
- ¡Eh! ¿Qué te pasa? Kyoshiro cayó sacudido por su amigo.
- ¡Comer! Respondió enfáticamente.
El olor provenía de un conocido restaurante itinerante que seguía los movimientos de los Kotoba y cuyo dueño era de uno de los mejores cocineros del mundo, el honorable y muy respetado Ramen. El pequeño hombre stupide las mejillas redondas vio a la pareja llegar y quedó extremadamente satisfecho. Los soldados aunque educados, se ocupaban más en sus asuntos que de su negocio de comida. Okooni empujó los asientos y se sentó en el suelo para tener el tamaño adecuado en relación al mostrador de este mini-restaurante, causando gran desconcierto en el actor Kotoba.
- Disculpe a mi amigo, tiene una espalda grande, dijo Kyoshiro a Ramen, que ya lo conocía.
- No se disculpe. Dijo Ramen, inclinándose hacia el Guemeliano. Honorable Okooni, voy a ver que tengo para su... corpulencia.
La comida transcurrió al ritmo de la descripción de las últimas batallas de Okooni, hasta que el ruido de un gran alboroto les llamó la atención. Un enorme lobo corría por la calle sin prestar atención a las personas, causando pánico. Era Ryouken, el feroz Lobo de la Guerra de los Kotoba. Parecía perturbado, levantaba la nariz para oler el aire. Se detuvo cerca de la tienda de Ramen, oliendo todo.
- ¿Qué te pasa? Preguntó Kyoshiro. ¿Algún problema?
Kyoshiro sabía muchas leyendas acerca de Ryouken, sabía que sus apariciones siempre conducían a una lucha, un enfrentamiento o una batalla. El lobo siguió su carrera desenfrenada hacia el borde de la ciudad.
- ¡Sigámoslo! Gritó.
Okooni se tragó el resto del tazón gigantesco que Ramen le había preparado, dejó caer una bolsa llena de piezas de cristal antes de levantar su enorme cuerpo para seguir lo mejor que pudo la frágil figura de Kyoshiro. Esta último viendo a Ryouken corriendo a alta velocidad, aceleró su paso a través de la magia del aire. Al darse cuenta de que estaba siendo seguido, Ryouken comenzó a ir más despacio, pero fue alcanzado después de un día de carrera. A lo lejos la Piedra Caída del Cielo brillaba stupide mil luces, rodeadas de rocas que volaban lentamente. El Lobo de la Guerra miró en esa dirección precisamente, y se fue acompañado esta vez por Okooni y Kyoshiro.
El ejército etéreo del antiguo general Zatochi Kage acompañado por algunos miembros de los Kotoba acampó para permitir a los vivos disfrutar de la noche. La Tumba de los Ancestros estaba lejos y el día siguiente auguraba una batalla que prometía ser memorable. Zatochi y Yu Ling miraban los alrededores stupide asco. La tierra no era más que arena sin vida, allí donde una vez floreció la naturaleza. La noche fue rota por una fuerte luz que emanaba de la Piedra Caída del Cielo. Pero eso no molestó a Iro que se puso a meditar y pensar en un plan de batalla. No sabía la fuerza de sus oponentes, pero su magia era poderosa y muy diferente a la de los draconianos.
Yu Ling, por su parte no tenía ningún temor, la anciana era depositaria de un saber antiguo, el de los Cazadores de Demonios, y por pura casualidad Zatochi también era un miembro de esta orden en su tiempo.
- ¡Malyss! Gritó ella, despertando el mago del Clan del Cuervo que dormitaba cerca.
- ¿Sí? ¿Qué pasa? Dijo asustado.
- Vamos a tratar stupide la magia de un Dios, vamos a necesitar refuerzos. Advierte a los Abatidores, que vengan a la brevedad nos serán útiles. Y también advierte a Gakyusha y al Emperador, que se preparan los ejércitos.
Malyss maldijo por ser usado como un simple mensajero, pero hizo lo que se esperaba de él y creó a varios cuervos de sombra que volaron en esa luminosa noche.
En cuanto a Arkalon, el antiguo Caballero Dragón, que permanecía cerca, evitando mezclarse stupide aquellos que fueron sus enemigos. Desde su regreso a este "mundo" sentía que su vínculo stupide Dragón se fortalecía. En medio de la noche fue capaz de nuevo de conversar stupide él.
- Así que has vuelto, dijo Dragón. ¿Qué estás buscando Arkalon?
- Vi lo que pasó stupide Ardrakar y estoy ofendido. Permítame devolverla sobre el camino recto, entonces no perturbaría más el equilibrio del mundo. Me prometí ayudar al general Zatochi y a la denominada Yu Ling a hacer frente a no sé qué.
- El equilibrio ha sido perturbado cuando la Piedra Caída del Cielo se estrelló en Guem.
Dragón se detuvo.
- Lamento que usted no tuviera un funeral digno de su rango. Cuando esto termine, se le honrará como es debido.
- Gracias Dragón. Tal vez juzgué mal a nuestros oponentes, siento mi magia vacilar aquí.
- Mis ojos están ciegos, no veo lo que ocurre en la Tumba de los Ancestros.
- En mi opinión, Señor, no estoy seguro que el Imperio gane esta batalla. Es una
corazonada.
- ¿Se lo has dicho al general Zatochi? ¿El antiguo maestro de los Cazadores de Demonios? La batalla promete ser épica. Voy a enviar gente para ayudar en la batalla, en cuanto a ti, te ayudaremos a cumplir aquello por lo que volviste entre nosotros.
- Le agradezco, Dragón.
Ïolmarek, en lo alto, sobre una piedra flotante alrededor de la gema amarilla vio al ejército de fantasmas llegar sobre ellos. Eran tan numerosos que, al lado los Nómadas eran sólo un puñado insuficiente.
- ¡Eksoun! ¡Aramak zar!
¡Él había oído esta voz antes, era la del Canto del Cristal! Acababa de llamarlo en un idioma que entendía sin haberlo hablado jamás.
- ¡Yo soy tu servidor! Aseguró el viejo Nómada.
- Pronto estaré allí, siervo, y entonces este mundo se convertirá en un montón de cenizas. Defiende la Piedra, IL se pondrá a tus órdenes.
Ïolmarek ya lo sabía, sentía que todo era posible y ya tenía un plan para defender el lugar. Llamó a Soraya para concretar stupide ella la orden que le habían dado.
- ¿Sí? Sumo Sacerdote.
- ¿Serás capaz de cumplir el milagro que te pedí? Dijo algo preocupado.
- Si, lo haré, un poco de paciencia.
- Mi paciencia alcanza su límite.
El sol despuntaba sus rayos, cuando un aullido perforó el silencio funesto. Iro se despertó cansado, pero a pesar de todo alerta. Se levantó de un salto para ver de dónde venía ese grito animal. Ryouken llegó a toda velocidad, adelantando por una gran distancia a sus dos compañeros sin aliento. El Lobo de la Guerra cruzó las filas de los fantasmas y sólo se detuvo a la altura de Zatochi quien se sorprendió al verlo. Ryouken saltó sobre la coraza en parte carcomida del General que casi dejaba ver el interior. Este último pasó la mano por la gruesa piel del Guemeliano de la Guerra.
- ¿Ustedes se conocen? Preguntó Iro asombrado.
- Tenemos un destino común. Ryouken luchó conmigo aquí, en la época en que había una jauría entera de valientes luchadores como él. Los vi arrancar brazos, como si sus enemigos fueran vulgares muñecos. ¿Sentiste el olor de Ushikami, el líder de la manada, no es así? Permanece conmigo y tendrás la oportunidad de volver a verlo pronto.
- ¿Ushikami?... Ahora que lo dices me acuerdo de la estatua que lo representa en Meragi, usted monta una criatura enorme, añadió Iro.
Kyoshiro y Okooni se abrieron camino hasta la torre, impresionados por este ejército tan increíble. El hombre de escena que era Kyoshiro se encontró en medio de gloriosos antepasados, algunos de los cuales había personificado en numerosas de sus historias. Se inclinó respetuosamente delante de Iro y Zatochi.
- Es un gran privilegio para las personas modestas que somos encontrarnos stupide ustedes. Esperamos ser de ayuda en esta... ¿Batalla?
- Sean bienvenidos, los recibió Yu Ling. Cualquier ayuda es apreciada, dijo, señalando un extraño tatuaje en su antebrazo.
Kyoshiro y Okooni reconocieron el símbolo en forma de cabeza estilizada de una criatura, como una máscara de samurái: el de los Cazadores de Demonios. Esta orden desde el final de la guerra contra Draconia se había vuelto secreta y supuestamente había desaparecido. De hecho, actuaba tras bastidores, sus miembros dispersos por todo el mundo conocían en su vida sólo a otros pocos Cazadores de Demonios. Kyoshiro se puso serio y se levantó la manga, dejando al descubierto el mismo símbolo.
- Me parece una extraña coincidencia, dijo en un tono de voz mucho más grave de lo habitual.
- Soy una Gran cazadora de la orden, pero vamos a discutirlo en otro momento, ahora te voy a pedir que pongas en práctica lo que te han enseñado, le ordenó stupide determinación. General, vamos a ponernos marcha.
Soraya hundió sus rodillas en la arena caliente a los pies de la piedra. Ella le rogó por una larga hora al dios al que había servido toda su vida que se dignara a concederle lo que deseaba. Su oración había casi acabado, entonces metió sus manos en la arena esta vez cantando en voz alta la antigua invocación que su predecesor y Sumo Sacerdote de Kehper le había confiado antes de su muerte.
De repente se produjeron como unas olas en la superficie lisa de este desierto en miniatura, luego Soraya fue presa de espasmos y rodó por el suelo. Su respiración se volvió jadeante y su corazón latía stupide fuerza.
- He oído tu oración y responderé a ella, sacerdotisa, ha llegado el momento para que camine en esta tierra como ya lo hice una vez.
La joven mujer sintió el éxtasis de una presencia divina, el dios al que había rezado durante toda su vida, la honraba encarnándola. Su piel se volvió completamente negra stupide reflejos dorados y tan dura como la quitina. En su frente aparecieron dos antenas y sus ojos se volvieron opacos y de color dorado. Los espasmos acabaron y Soraya, en fin Kehper, se levantó. Ella respiró hondo y miró sus manos que terminaban en pequeños ganchos. Los Nómadas que asistieron a la escena quedaros muy impresionados. Ïolmarek sintiendo la presencia de una deidad se tranquilizó.
- Vengan a mí mis fieles guerreros, rugió la encarnación de la Kehper, sumergiendo sus manos en la arena.
La tierra tembló, y criaturas salieron del suelo. Su apariencia era la de grandes escarabajos negros cuyas mandíbulas podían cortar incluso metal. Se empujaban por todas partes pero al final un ejército había salido del suelo.
- ¡Sol'ra no tendrá que intervenir, mi ejército exterminará a cualquiera que nos enfrente, ya sea humano o no!
- Rezo por su éxito, añadió Ïolmarek emocionado por la perspectiva de la derrota enemiga.
El sol estaba en su apogeo cuando los dos ejércitos se enfrentaron entre sí. No hubo ningún tiempo muerto, ninguna vacilación, y menos aún evaluación de las fuerzas opuestas. stupide furia, la encarnación de Kehper, las criaturas escarabajo y gran parte de los Nómadas se lanzaron sobre el ejército enemigo compuesto por Zatochi, los fantasmas de los ancestros, de Iro y los Cazadores de Demonios.
El rojo de los uniformes imperiales se mezcló stupide el negro de los escarabajos. Rápidamente los Cazadores de Demonios causaron estragos en las filas de los Nómadas stupide antiguos Sortilegios de la Guerra, rompiendo piernas y caparazones. Por su parte, los Nómadas no se quedaron atrás. Kararina, Ahmid, Lodir y Malika, inspirados en las oraciones a Sol'ra rechazaban a los fantasmas stupide facilidad.
En medio de este caos, Kehper encarnado en el cuerpo de Soraya, dio a conocer un poder formidable. Al darse cuenta de la dificultad de sus tropas para resistirse a los Kotoba vivos, el dios se propuso intervenir. Se encontró de frente a Zatochi que plantó su espada de doble filo y golpeó el suelo stupide la palma de su mano. Símbolos Xziarites aparecieron antes de desaparecer rápidamente. Zatochi acababa de llamar a Ushikami. El enorme lobo era en realidad una réplica de Ryouken, pero de gran tamaño, mucho más grande que un buey. Rompió stupide sus mandíbulas a muchos escarabajos antes de que el general saltara sobre su espalda. Ahora tenía sólo un objetivo.
Durante el curso de la batalla las posiciones se invirtieron. Iro pasó a ser un fino estratega, al ver que el lado izquierdo de la batalla les fue arrebatado, ordenó a las tropas avanzar por la abertura para recuperarlo por el costado derecho. Este lado no estaba a favor de los Xziarites, pero se mantuvo firme gracias a Kyoshiro y a Okooni que demostraron a los otros miembros Kotoba que ninguno de ellos había robado su puesto en el Gremio Imperial. Los minutos desfilaron como años. Kehper hacía frente a Zatochi, pero este último a pesar de ser un combatiente formidable, no tenía las habilidades necesarias. Yu Ling y Malyss le echaron una mano, resistiendo más mal que bien. Iro vio cambiar la batalla desde su tribuna. Kehper entendía que los fantasmas de los soldados no eran importantes y llamó a sus tropas para crear una ola insectoide para que sumergiera a Zatochi y a otros seres vivientes. Una vez que estas personas fuesen destruidas el resto sería sólo un detalle. El Campeón del Emperador gritó sus órdenes pidiendo a Kyoshiro y a sus compañeros de batalla perforar el centro de las filas Nómadas. Lo que hicieron stupide la ayuda del impresionante cuerpo de Okooni. Iro se unió al movimiento, pero algo le molestaba. Todo a su alrededor parecía ir más despacio, su mano se dirigía ahora a Kusanagi, la espada parecía querer ayudarle. La hoja brillaba intensamente y guió el brazo del Campeón, cortando a los escarabajos de un golpe.
Yu Ling resultó herida, igual que Malyss. Zatochi se vio debilitado por la teúrgia de Kehper. ¡La batalla se perdía! La encarnación desmontó al general luego lo agarró por la garganta. Aunque el fantasma era insensible al dolor, el apretón de la mujer insecto causaba estragos en términos espirituales.
- ¡Pobre de ti, vas a desaparecer para siempre! Afirmó Kehper.
Zatochi sentía que se iba, su alma se fundía como nieve al sol. Mientras esperaba de un momento a otro desaparecer, en eso intervino Iro. El héroe de los Kotoba usando toda su experiencia en términos de manejo de la espada cortó de un movimiento el antebrazo que sostenía al general. La encarnación del dios mostró su rostro medio humano sembrado de cólera.
- ¿Cómo te atreves a levantarle la mano a un dios? ¡Miserable cosa!
Iro respondió poniéndose en guardia, stupide la hoja hacia adelante. A su lado Malyss y Yu Ling se apoyaban mutuamente, mientras que Ryouken los protegía. En ese preciso momento se decidió la batalla, Iro se enfrentaba stupide Kehper, ambos sabían que el que sobreviviera haría triunfar a su bando. El Campeón sintió que no estaba solo. Además de sus compañeros y sus enemigos había alguien más, y no cualquiera. Concentrado en el duelo, no prestó atención a quien estaba a su lado. Pero todos los demás Xziarites lo vieron, Zatochi reconoció de inmediato a la persona que se encontraba en la misma posición marcial que Iro. Su armadura era espléndida y la máscara que ocultaba su rostro se había hecho famosa como algo triste y aterradora. Él también tenía una espada, ¡La misma que blandía Iro, Kusanagi! No había duda sobre la identidad de la aparición, se trataba del primer Emperador, el que sentó las bases de una floreciente civilización, el Señor de la Guerra Xzia.
Iro se lanzó al mismo tiempo que Xzia, de modo que nadie podría preguntarse quién imitó al otro. Kehper apeló a sus dones divinos y un enjambre de escarabajos se formó delante de él al mismo tiempo que empujaba su mano. Inconscientes del peligro Iro y Xzia se lanzaron a través de los insectos para aparecer justo en frente de la encarnación. Mordido por decenas de pequeños escarabajos, Iro sintió su piel romperse, pero hizo caso omiso del dolor, guiado por el emperador golpeó stupide todas sus fuerzas, apretando a Kusanagi como si fuera una extensión de su propia vida. Kehper trató de esquivarlo, pero no pudo escapar de la hoja que le cortó la cabeza a nivel del cuello, decapitándole.
La cabeza de Soraya rodó en la arena entre las patas de las criaturas escarabajo...
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También tengo algunos capítulos que tradujo Myganon, pero que los corregí... ahora son más entendibles... si quieren los subo, si no le molesta a Ganon...
Trataré de traducir los del acto 4 que faltan... eso si, "trataré" no creo que lo haga muy seguido... uno a la semana como mucho...
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:37:24)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Dreico Araceli Ritter a écrit :yo quiero la historia U.U
tranquilos everypony, estamos stupide un grupo de gente del foro planeando un lugar especifico para subir todas las historias de Eredan en el orden correspondiente, en la WIKI de eredan esta traducido hasta penitencia
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espero lo disfruten mientras tanto terminamos de retocar todo :3
No es para criticar pero les recomiendo q la wiki la ordenen bien, faltan varios capitulos de por medio, es solo para los q la vallan a leer no se confundan... jaja
Cambiando de tema si quieren ayuda estoy disponible, si quieren q traduzca algún capitulo o algo solo digan
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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no por favor ansaat es un gran aporte...y Dan, luego hablemos stupide Over, entra al chat hispano
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stupide el permiso de MyGanon me atrevo a colocar mi versión de las traducciones hechas por él... ¿o ella?, no lo sé... acá va la priimera:
El tesoro del Titán
El Arc-Kadia había culminado su viaje sobrevolando el océano, en el sur de las tierras de Guem. Al la Triste sostenía febrilmente, entre sus manos, un porta-pergamino stupide la efigie de un pulpo. stupide una delicadeza rara en ella, desenrolló el pergamino contenido en el interior y pareció satisfecha. Los piratas presentes alrededor de ella, tenían los ojos brillantes, imaginandose ya la extensión del tesoro de Hic. Bragan tomó preciadamente el último pedazo de la invocación de Artaban. Apenas lo hubo acercado a las otras 3 partes, todas se unieron las unas a las otras para convertirse en un solo y único objeto.
- ¡Listo! Anunció Bragan. Reconozco muchos símbolos utilizados hace mucho tiempo por los piratas. ¡Voy a necesitar ayuda, Mylad! ¡Ardranis!
Las dos jóvenes mujeres salieron de la muchedumbre y echaron un vistazo a la invocación. Después de un poco de coordinación, fue posible realizarla en el acto. Al la Triste ordenó que realizaran la invocación. Temiendo un potencial traspie, la inmensa mayoría del resto de la tripulación, pese al extremo coraje que los caracterizaba, se puso al amparo de eventuales efectos mágicos. Los magos, bajo el cuidado de Al la Triste, empezaron la invocación stupide gran cantidad de efectos visuales que no tenían otra utilidad, que la de llamar la atención de toda la asistencia. Esto duró, apenas algunos minutos, que parecieron interminables para la capitana del Arc-Kadia, el pergamino lentamente se consumió. Las cenizas fueron esparcidas por el viento. Cada uno, revisaba los alrededores para ver lo que sucedía, se hizo un silencio total, sólo los motores del buque producían un ligero ruido de fondo. Luego el barco tembló ligeramente. Los piratas miraron por encima del barandal y retrocedieron de un salto cuando una torre, y luego casas aparecieron a su nivel. ¿El Arc-Kadia estaba cayendo? No, era una pequeña ciudad la que acababa de aparecer.
Pero lo más interesante se situaba por debajo, ya que la ciudad se encontraba en la cabeza de una criatura gigantesca hecha de tierra, roca y lava.
- Artaban, murmuró Al la Triste.
La joven mujer gritó algunas órdenes y recobró el control stupide el fin de colocar el buque a la altura de la cabeza del gigante. Este último, fijó su atención en el
buque, que para él, era minúsculo. Su boca escondida por raíces enormes, lentamente se movió, liberando una voz rocallosa.
- ¿Quién me llama? Dijo stupide lentitud.
Al la Triste colocó el buque más cerca de los ojos de Artaban.
- ¡Soy Al la Triste, fui yo quien te llamó!
- ¿Qué quieres, Al la Triste?
¿Busco el tesoro del capitán Hic, puedes llevarnos a él?
El gigante miró hacia la derecha, luego hacia la izquierda y luego se paró en una dirección.
- ¡Sígueme Al la Triste!
El gigante se puso en marcha, provocando a cada paso una conmoción sobre tierra firme. Como quien no quiere la cosa, gracias a su gigantismo, Artaban progresaba rápidamente. Atravesó un brazo de mar y se encontró en medio de varias islas, bastante alejadas del continente. El calor allí era sofocante. Artaban se detuvo cerca de una de ellas, sobre la cual habían sido depositados decenas y decenas de buques. El gigante apuntó su dedo a la más grande de las islas del archipiélago.
- Si quieres al Titán deberás luchar por él, Al la Triste.
"¿El Titán había terminado sus correrías aquí, en medio de estos mares? ¿Qué es lo que todavía va a echársenos encima?" Se preguntó ella.
- ¡Gracias, Artaban!
Como respuesta, el gigante pareció hundirse en el agua y en resumidas cuentas, sólo quedó en la superficie la ciudad desierta. El Arc-Kadia se coló entre las diferentes islas y accedió al centro del archipiélago. Allí, sentando en una playa guijarrosa, había otro gigante, todavía más particular que Artaban. Los piratas se inclinaron para verlo mejor. Ardranis, la joven Elfine y antigua cautiva de la tripulación, no creía a sus ojos. Había recorrido el mundo y había oído la historia sobre este gigante. Corrió hasta la capitana.
- ¡Es el gigante de espuma, capitana! ¡Una criatura legendaria, que suerte de ver uno!
- No, no es una suerte.
Ardranis no comprendió la respuesta, Al quedó silenciosa, escudriñando al gigante stupide atención.
- ¡Es a él, a quien buscamos! Mira, esta bestia tiene varios barcos incrustados en él. ¡Y entre tantos otros, allí, en el medio, está el Titán!
Efectivamente, los más antiguos que conocían la descripción del Titán lo apuntaban stupide el dedo. Para ellos esto significaba que llegaban a la meta y que el tesoro estaba al alcance de la mano. Pero antes que nada, hacía falta que la tripulación mereciera su botín, porque aun existía un obstáculo de talla mayor: ¡el gigante de espuma!
Al la Triste se le acercó para ver mejor, esperaba también que el gigante no reaccionara a su presencia, lo que simplificaría las cosas. Por desgracia éste levantó la cabeza y quiso apartar el buque, tal como apartamos a una mosca demasiado curiosa. La capitana viró rápidamente para resguardar su barco del impacto.
- ¡Zafarrancho de combate! ¡Disparen por el flanco, y tengan cuidado stupide el Titán!
Al la Triste sentía la adrenalina recorrer su cuerpo, hacía mucho tiempo que ella y su tripulación no tenían un adversario tal como éste y para colmo de males, su segunda no estaba allí para verlo.
- ¡Bragan!
- ¡Qué! Gritó el mago que se aferraba del barandal.
- ¡Ve lo que puedes hacer stupide tu magia! Si no, no lo lograremos.
Las bolas de fuego volaron y se estrellaron contra el gigante, que vaciló, pero siguió en pie. Viendo que lo agredían, se levantó para defenderse mejor contra su agresor. El gigante no era muy rápido, pero su talla y su fuerza le permitían muchas cosas. Sumergió su mano en los guijarros de la playa y los lanzó sobre el Arc-Kadia. En una situación normal, un puñado de piedras no podían plantear un problema para este buque. Pero allí, proyectados stupide tal fuerza, los guijarros se convirtieron en proyectiles devastadores. El buque recibio de frente este ataque, todo el casco fue acribillado y el mascarón de proa estalló en millares de pequeños trozos. El gigante iba a repetir la operación nuevamente, pero Al la Triste se anticipó y rodeó al gigante, en el tronar de los cañones que escupían metralla y las bombas de efecto retardado, stupide toda la rabia e ingeniosidad de Klemencia. La joven pirata había mejorado, sabiamente, estas últimas para que sean más destructivas. Pedazos de espuma caían en el agua, y el furor del gigante se exacerbó. Esta vez no era guijarros, sino peñascos, que se desintegraron sin lograr tocar el buque. Y afortunadamente, porque el menor peñasco habría podido provocar graves averías. Al la Triste se aferraba y pilotaba como su padre le había enseñado: siguiendo su instinto.
Poco a poco los cañones acabaron su cacofonía. Sobre el puente los piratas estaban sin aliento. Algunos estaban heridos a causa de los guijarros o simplemente porque no se habían ataviado como hacía falta. Bragan había pensado en inmovilizar al gigante y tenía una solución que le expuso a la capitana.
- Hay que hacerlo caer hacia atrás, stupide el arpón lo asiremos de las piernas, y al mismo tiempo nosotros le lanzaremos un sortilegio de inmovilización. El sortilegio no durará mucho tiempo, habrá que hacerlo rápidamente, explicó.
- ¡Vamos ya! ¡Poukoooooos! ¡Arponea al gigante!
Poukos que había entendido perfectamente la orden, corrió hasta la proa y verificó que el arpón todavía funcionaba, a pesar de la rotura. Por suerte estaba intacto. Avisó a la capitana que estaba listo. Al la Triste hizo sumergir al Arc-Kadia en un crujido de madera y de metal, no era una maniobra acostumbrada y exigía muchos esfuerzos al buque. ¡Poukos disparó! El arpón se hincó profundamente en el coral de la pierna del gigante. El Arc-Kadia hizo la primera vuelta, luego la segunda, no quedaba más que un pedazo de cuerda a bordo. Armada había comprendido la táctica y por sobre las órdenes de la capitana fue a buscar su nuevo juguete, recientemente terminado, el Cañón "Fin de los Cielos" Este conglomerado enorme de tubos, emanaba vapor y emitía ruidos muy poco tranquilizadores. Armada apuntó al abdomen del gigante y apretó el gatillo. El aparato silbó, sonó, y luego el proyectil salió de él en un "Bang" ensordecedor. Todo pasó rápidamente, el proyectil impactó en el vientre del gigante y una multitud de explosiones tuvieron lugar. El gigante no pudo resistir la fuerza de "Fin de los Cielos" y se encontró de nalgas en el agua. Dado que el golem no se movía más. Al la Triste estabilizó el Arc-Kadia para pasarle la posta a Bragan y los otros magos piratas. El hielo recubrió poco a poco al gigante, inmovilizándolo definitivamente.
- Listo ya no se moverá más, aseguró Bragan, pero voy a quedarme para mantener el sortilegio.
- ¡Excelente! Briscar, toma el timón. ¡Acércanos a esta cosa, vayamos pues a buscar al famoso Titán!
A bordo, todo era una efusión de alegría, los sombreros volaban.
- Ardranis tu ven conmigo.
El Titán estaba en estado lastimoso. La madera carcomida crujía a cada paso de Al la Triste. Ardranis no estaba muy tranquila, el barco podía derrumbarse en cualquier momento. Pero esto no perturbaba a la capitana, que admiraba lo que quedaba de este ilustre buque que en otro tiempo, fue valeroso opositor del Arc-Kadia. Ambas mujeres recorrieron los pasillos, a veces difíciles de atravesar y acabaron su trayecto en lo que debía ser la habitación del capitán Hic. Había un montón de cosas rotas entre las cuales se escondía una vieja caja de caudales recubierta stupide joyas. Justo cuando Al la Triste iba a ponerle la mano encima, Ardranis intervino.
- ¡No! Allí hay magia, que emana de la caja de caudales.
La elfine buscó otros rastros de magia y encontró, en un montón de metal enmohecido, una llave que parecía corresponder. Le confió su hallazgo a su capitana que insertó la llave en la cerradura. Sin ningún problema, la llave giró en la cerradura y después de varios castañeteos la caja de caudales se entreabrió ligeramente, dejando divisar un delgado hilo de luz. El corazón de Al se estrechó, por fin después de tanto tiempo lo había encontrado. Un ruido sordo comenzó a oírse, intensificándose muy rápidamente. Ardranis apenas tuvo tiempo de ver la cosa que le asestó un golpe magistral, que la hizo volar a través del cuarto, estrellándola en los escombros. El aparato que le hacía frente a Al la Triste se parecía vagamente a una criatura mecánica humanoide a la cual le faltaban bastantes piezas, entre ellas el brazo derecho. Todo era muy tosco, pero suficiente para representar una amenaza seria. Aunque profundamente enmohecienda, la criatura mecánica actuaba stupide rapidez. La lucha fue entonces metal contra metal, Al la Triste tomó el brazo de su opositor stupide su mano mecánica y lo proyectó contra una pared. Desenvainó su pistocuchillo y disparó en lo que se parecía vagamente a una cabeza. ¡Ping! la bala rebotó y fue a dar contra una de las paredes de madera del Titán. El adversario rechinaba cada vez más, el golpe dado por Al la Triste había roto algunas ruedas. La capitana engalanó los golpes y asestaba puñetazos stupide rabia.
- ¡Pero te voy a reventar, mugre de fondo de cala!
La criatura mecánica resistía mucho, había sido construida para resistir y desempeñar su misión hasta el momento en que fuera desactivada. Ardranis se había recuperado rápidamente, sólo había sido tocada ligeramente, saliendo stupide una herida en la pierna. La joven Elfine no se daba por vencida fácilmente. Analizó rápidamente la situación. Al la Triste mantenía un status quo stupide la criatura, pero se agotaría antes que la criatura mecánica. Desenvainó su sable y encantó un ataque mágico que golpeó a la criatura. Sacando provecho de la oportunidad Ardranis hundió la lámina de su espada entre las ruedas, provocando entonces un recalentamiento. La criatura vibró, temblando como un inocente que se encontraba a un pirata. Al la Triste rechazó a la criatura hasta una de las paredes, tomó su cabeza y se la arrancó mientras que colocaba su pie sobre el pecho de la criatura. El pseudo cráneo se desprendió fácilmente y rodó luego sobre el suelo. La mecánica se paró y se inmovilizó.
- ¡Bien hecho mi pequeña! ¡Esto es una batalla!
Ardranis respondió stupide una sonrisa turbada, siempre se había sentido intimidada por esta gran mujer. La capitana volvió al objetivo principal de su llegada aquí: el tesoro de Hic. Esta vez nada le impidió abrir la caja de caudales. ¡Estaba repleto de piezas: cristales, joyas y otros objetos de valor excepcional! Pero Al se enfocó en una sola cosa. Encima y muy visible se encontraba un collar cuyo medallón era un pequeño disco engastado por una piedra azulada de la que emanaba una luz débil. Lo tomó stupide una mano temblorosa y acarició la piedra stupide su mano natural. Se volvió, colocó el collar en el bolsillo de su redingote y se fue de nuevo hacia el Arc-Kadia.
- Tú, Ardranis luego ocúpate de hacer transportar la caja de caudales a bordo y qué Klemencia recupere los restos del autómata. Sé lo que hay en la caja de caudales, y por ende sé cual debe ser mi parte.
De manera extraña, Al no había hablado stupide su acento acostumbrado.
- ¿Usted dónde va?
- Regreso a bordo, que no se me moleste.
Al la Triste dio un portazo al irse a su habitación. Sufría de cansancio y la unión entre su brazo mecánico y su cuerpo la hacía sufrir. Sacó de un mueble una botella de alcohol, la que usaba en ocasiones especiales. Llenó su jarra y se sentó a la mesa. stupide la mirada en el vacío, sacó el collar de su bolsillo para admirarlo. Levantó su jarra de cerveza.
- ¡Padre! Te recobré.
Bebió casi la totalidad del brebaje, y cuando hubo terminado las lágrimas fluían abundantemente sobre su rostro. Perdida en sus memorias, soñaba stupide su padre y stupide su desaparición hace ya mucho tiempo. Su ensueño se terminó cuando alguien vino a golpear su puerta.
- ¡Capitana! ¡Capitana, venga rápidamente!
Secó sus lágrimas y se levantó a duras penas. Detrás de la puerta Ardranis se mostraba aterrorizada.
- ¿Qué es lo que te pasa?
- Tenemos algo que mostrarle.
Al, miró de pie a cabezas a Ardranis mientras que la sobrepasaba en el estrecho pasillo. Sobre el puente, toda la tripulación divisaba el horizonte stupide inquietud. El Arc-Kadia que había tomado la altitud para escapar del gigante de espuma, cabeceaba al ritmo de las borrascas de viento. Briscar se acercó a Al y le tendió un catalejo.
- Mire por allá, capitana, dijo indicando una dirección.
Gracias al catalejo mejorado por Klemencia, se halló en situación de ver stupide nitidez lo que llegaba hacia ellos, a paso veloz. Un buque enorme, que enarbolaba velas negras se acercaba a su posición. Lo examinó concienzudamente, no reconoció ni las velas, ni el pabellón negro stupide una espiral rojiza, pero comprendió de quién se trataba cuando el pabellón stupide una mano esquelética que sostenía un sable fue izado en lo alto del gran mástil.
- ¿Entonces capitana?
- Entonces, tenemos graves problemas, es la Dama Negra del capitán Palpegueuse. Viendo su velocidad, viene a saludarnos y no podremos eludirlo.
Al la Triste le tendió el catalejo a Briscar.
- Vas a tener que secundarme, viejo.
La cara del pirata se crispó.
- No te preocupes, dijo ella, mostrándole el collar al viejo. Mi padre nos acompaña.
Briscar sonrió y miró al resto de la tripulación.
- ¡Zafarrancho de combate! ¡Cada uno a su puesto! ¡Klemencia prepara a Tuerka! ¡Armada prepara los cañones! ¡Izen la vela mayor!
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Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Bueno tenía otro listo... asi que también lo colocaré...
Destino negro. Capítulo 1: Los trozos de Nehant
Dimizar se encontraba frente al espejo hacía ya varios minutos y discutía stupide aquel a quien nombraba Nehant. Los planes se concretaban y hasta allí todo iba a las mil maravillas. Ishaïa ya no era un obstáculo, distrayendo a los Nehantistas. Ahora debían pasar a la etapa siguiente.
- Dimizar, más allá de las brumas de Los Confines, mi tumba se pulveriza. La magia se debilita y los demonios pueden sentir nuevamente el lazo.
- ¿Esto quiere decir, que hace falta que vaya hasta donde lo mantienen cautivo?
- No todavía. Di a Tragalma que venga hasta aqui, les tengo un regalo que va a cambiar para siempre el destino de numerosas personas.
Dimizar vaciló, Tragalma, ahora sometido a su voluntad era un ejecutor perfecto, separarse de él podía dejar vulnerable la mansión de Zejabel y sobre todo, él podía ser visto durante el viaje. Pero no estaba decidido a desobedecer.
- Muy bien, se irá cuanto antes.
Mientras decia esto, el espejo sólo mostraba el reflejo del Nehantista. No lejos de allí, Máscara de Hierro había observado la escena stupide sospecha, la que luego expusó a su mentor.
- Dígame, ¿por qué no veo ni oigo a Nehant?
- Buena preguna aprendiz Nehantista, posiblemente ¿porque a veces no te fías de mí o simplemente porque este espejo esta vinculado a mi? Ironizó Dimizar dejando el laboratorio.
Tragalma estaba en el jardín o por lo menos lo que debía parecerse a un jardín y se divertía en aterrorizar a los sirvientes esclavos de la mansión. Sintió la llegada de su amo y prestó atención a su acercamiento.
- ¡Necesito a esta gente! Ya me mataste a dos, otro más y voy a enfadarme.
El demonio pareció entristecerse.
- Vas a dejar la mansión, te enviaré más allá de las brumas de Los Confines cerca de la prisión del Amo. Él te dirá luego que hacer. El Portal Demoníaco estará listo esta tarde.
Tragalma conocía el significado de Portal Demoníaco. Arriesgaba su existencia pasando por allí, porque durante la transferencia se podía cruzar en el camino de otro demonio que podía revelarse más fuerte que él. Tragalma no respondió.
- ¿No será miedo eso que veo? Preguntó Dimizar divertido. ¿Tenemos miedo del portal malo? Jajaja, los demonios me asombran cada día más.
Tragalma volvió a empezar y gruñó para manifestar su descontento.
- Sí, tienes razón, soy poco serio. Prepárate, habré terminado al caer la noche.
Al caer la noche, todos los Nehantistas presentes en la mansión se habían reunido para ver el Portal Demoníaco. Éste recien terminaba de abrirse, formando un torbellino negro que se arremolinaba lentamente. Emanaba de él una poderosa energía nehántica. Tragalma retrocedió, visiblemente poco entusiasmado por la perspectiva de atravesar esa cosa. Por desgracia para él no podía desobedecer sin temer una reprimenda apenas diferente. Se precipitó pues al portal, desapareciendo en seguida en los Meandros.
Tragalma tuvo la impresión de ser lacerado por centenares de afiladas láminas, el sufrimiento aún para un demonio, era insostenible. Gritaba, pero ningún sonido salía de su garganta y a decir verdad no tenía garganta, porque ya no tenía cuerpo. Se sentía aspirado hacia un lugar sin siquiera poder escoger el camino a seguir. Ya había olvidado los Meandros donde él y sus congéneres, fueron encerrados hacia ya muchos años y en donde esperaban el momento de la liberación. Para él fue una prueba que duró una eternidad, el calvario se acabó cuando cayó pesadamente, de vientre, sobre el suelo. Volvío en si, su cuerpo sufría, aunque aparentemente no tenía ninguna herida. Los dolores pasaron rápidamente y el demonio se levantó, mirando adonde había llegado. Este paisaje se parecía de manera extraña a los Meandros, salvo por el cielo colmado de estrellas. La tierra seca estaba agrietada y algunos bloques sobresalian. Delante de él, majestuosa y tortuosa, se encontraba la piedra, enorme y negra, en la cual Nehant estaba encerrado desde el fin de la última guerra. Ésta levitaba a algunos pasos por encima del suelo, se encontraba retenida por gruesas cadenas ancladas al suelo por otros cristales, más pequeños y de diferentes colores. El demonio se acercó, como atraído por la piedra. Una persona se le acercó, un humano, de apariencia demacrada, cojeando. Apretaba en sus manos, algo embalado en una tela blanca y negra agujerada. El humano se detuvó cerca del demonio y le tendió el objeto.
- Toma, demonio, esta es la Selección de lo Prohibido que permite llamar a Infernal.
Aunque la boca y la mandíbula del hombre se movian, parecía que la voz no provenía de él, resonaba alrededor de él. Tragalma supo entonces que era Nehant quien le hablaba. En signo de sumisión, se arrodilló y aceptó el obsequio.
- Amo, esta usted aquí de vuelta, libéreme de mi lazo stupide Dimizar, se lo ruego.
- No, todavía no estoy listo, mi prisión es todavía demasiado poderosa. Todavía necesito a ese servidor, deberás serle fiel. No voy a poder mantener este cuerpo mucho tiempo, y tengo otra cosa que decirte. La piedra en la cual estoy encerrado se pulveriza, liberando pedazos de cristales. Toma todos los que puedas y confíaselos a Dimizar, señalándole que son pedazos de mi piedra, él sabrá qué hacer stupide ellos.
En ese momento, el hombre se derrumbó en el suelo, se moría de sed y de hambre. Tragalma no se privó de un momento de crueldad y quebró la nuca del infortunado antes de ponerse a la recolección de los pedazos.
Recogió una buena cantidad antes de usar el portal en el camino inverso.
Nuevamente sentía la impresión de ser perforado de punta a punta y de flotar sin el menor control del destino. Esta vez, Tragalma sintió la presencia de otros demonios. ¿Habían percibido su presencia o fueron atraídos por la Selección? Ninguno pudo abrirse paso hasta él y escapó de otros tormentos. El torbellino se cerró esparciendo todo lo que el demonio llevaba. Recordando las advertencias, se reincorporó rápidamente y se interpuso en medio de los cristales.
- ¡No toquen nada! Exclamó.
Dimizar miró la Selección de lo Prohibido stupide gran interés. La reconoció por haber visto un grabado en uno de los numerosos libros mágicos del difunto Zejabel.
- Explícate Tragalma, que es lo que nos has traido, dijo recogiendo la Selección.
El demonio reunió los pedazos y los puso sobre una mesa ocupándose de no dejar ningun trozo en el suelo.
- Encontré al Amo, nos confía la Selección, así como estos cristales. Me pidió que te aclare que son pedazos de su prisión.
- ¿Has visto a Nehant? Preguntó Máscara de Hierro entusiasmado por esta perspectiva.
- ¿Asombrado?, somos demonios, añadió Ardrakar. Muchos de nosotros ya lo vimos en la época de su reinado.
- ¡Suficiente! Cortó Dimizar. ¿Pedazos de la prisión? ¿Pedazos de Nehant? Esto cambia la situación. Máscara, Ardrakar, vayan a capturar un guerrero de Tantad, tengo un experimento que realizar. Ahora, vayan, yo tengo que hacer.
Negro destino. Capítulo 2: Experiencias
Algunos días más tarde y stupide un prisionero, para Dimizar era tiempo de hacer sus primeros experimentos stupide estos pedazos de Nehant. El guerrero de Tantad se transformó después de que se le hubiera incorporado una de las piedras demoníacas. Dimizar se inspiró en trabajos de Marlok para construir a este nuevo demonio y el resultado estuvo a la altura de sus espectativas ya que nació así Carkasa, una criatura más en las filas de las tropas de Nehant. Pero Dimizar no paró allí y si esta primera prueba se confesaba concluyente deseó pasar a otra experiencia. Había caído por casualidad sobre un libro que hablaba de la Teúrgia y los enviados de los dioses. Convocó a Tragalma y Ardrakar.
- Vamos a hacer un pequeño viaje mis amigos. Nos vamos al Desierto de Esmeralda.
- ¿Qué vamos a hacer allí? Interrogó Ardrakar.
- Mis espías me informaron que gente del desierto ha llegado a la Piedra Caída del Cielo. Sus poderes son muy diferentes de lo que conozco. Me gustaría ver lo que haría un pedazo de Nehant a esta gente.
- ¡Poca acción! Exclamó Tragalma. ¡Y esta vez ningún Portal Demoníaco!
Una sonrisa sádica apareció sobre la cara de Dimizar.
- Te equivocas, vas a ir como explorador para reunir a un grupo de rebeldes. El Desierto de Esmeralda es grande, es como buscar una aguja en un pajar. Sin embargo ellos lo conocen bien y son capaces de encontrar lo que buscamos.
Aunque la cara del demonio fue cuajada para siempre a causa de su inmutable rostro, se podía sentir un desconcierto inmenso emanar de él.
- Preferiría casi los Meandros, dijo el demonio.
- Eso puede arreglarse, si prefieres regresar a tu prisión, estoy seguro que tus pequeños compañeros te tendran una acogida muy buena.
- Muy bien, inútil es amenazarme. Será hecho según sus órdenes.
- Bien, déjanos, yo todavía tengo algunas palabras que decirle a Ardrakar.
Tragalma dejó la oficina de su amo mascullando insultos bien sentidos.
- ¿No arriesgue usted tener problemas stupide este demonio señor?
- Aun no eres un demonio totalmente y todavía no los conoces bastante, está en su naturaleza actuar así siempre cuando se les dá una orden, son muy teatrales y es un modo de guardar las apariencias para un demonio.
- Efectivamente, esto escapa de mí. ¿Qué puedo hacer por ti Dimizar?
- Vamos a enfrentarnos stupide una fuerza importante, me gustaría que acudieras a Quimera Negra. Nosotros no estamos atados, viniste de tu propio jefe.
Ardrakar se dio aire de satisfecha. - stupide mucho gusto, puedo hacerla venir cuando lo desee, ese es el regalo que me hizo Nehant.
- Entonces preparemosnos.
El viaje se hizo a pie, luego en barco hasta la Costa de Turquesa. Sobre la playa los rebeldes habían levantado un campamento de tiendas típicas de esta tribu. De la salida de la mansión hasta ahí había pasado dos semanas lo que permitió aTragalma acabar su tarea. Los hombres del desierto vinieron al encuentro del Nehantista.
Por una vez no tendría que someterlos a su voluntad, su odio hacia la autoridad y la visión de una buena cantidad de dinero le aseguraba una buena fidelidad de su parte. Su jefe un hombre de gran estatura, acogió a los recién llegados stupide calidez y les invitó a tomar un té.
- Sean bienvenidos mis amigos, encontramos a uno de estos perros que rogaban al dios sol. Tengo hombres que lo siguen stupide toda discreción.
Un joven sirviente sirvió el té de menta que hervía.
- Usted sabe, estamos stupide poca ayuda para reconstruir nuestras antiguas ciudades.
- Cada cosa a su tiempo, respondió Dimizar aceptando el té. Ya pensaremos en ello en el momento adecuado.
El silencio se hizo al tiempo de la degustación. Fuera Tragalma vigilaba los alrededores, como muchos de los suyos no temía el calor de allí, este día era particularmente tórrido. Las únicas sombras de los cristales de esmeralda aportaban un tono verde. El demonio acarició la superficie de uno de ellos que provocó una modificación ligera de su color.
- Demasiada luz aquí.
Dimizar discutió cosas diversas y supo entre otras cosas que la inmensa mayoría de los miembros del gremio conocido bajo el nombre de Nómadas del Desierto había dejado el reino para ir hasta la Piedra Caída del Cielo. Esto representaba mucho para los rebeldes porque sin el apoyo de este gremio el ejército de Mineptra que se encontraba de allí era menos impresionante.
¿Una nueva oportunidad para Nehant? No por el momento, porque Dimizar tenía en la actualidad en mente otras cosas.
Llegó la tarde, tocando el principio de la partida para la pequeña tropa. Por la noche, el desierto mostraba vida. Las criaturas salían de sus guaridas y las plantas desplegaban sus hojas para capturar toda la humedad posible. Era el mejor momento para los desplazamientos en el desierto. Progresaron rápidamente hasta un aparente camino.
- Es el camino que lleva a la Puerta del Desierto. El que nos interesa, debería llegar al levantarse el sol. Pensamos que sale a reunir los suyos, contó un explorador. Escondamosnos.
- Escúchenme, el fin no es matarlo, lo quiero stupide vida y entero. Ordenó Dimizar.
Efectivamente, mientras que el sol ligeramente sobrepasaba el horizonte, un hombre marchaba hacia ellos. No llevaba gran cosa a parte de su ropa y ornamentos. Marchaba mirando sólo delante de él como si su conciencia estuviera en otro lugar. En el momento en el que estubo cerca de ellos, Tragalma saltó a su encuentro, rugiendo por toda la frustración sentida estas últimas semanas. Tsheptès no se sorprendió y esquivó a la criatura sin mayor esfuerzo. Ardrakar se lanzó a su lado, Quimera Negra apareció en sus manos y le asestó un golpe magistral de lleno en la espada de su enemigo.
- ¡Infieles! ¡Aulló levantándose, voy a destruirlos!
Un aura amarilla resplandeciente apareció alrededor de él y un rayo salió de sus manos stupide destino a Ardrakar que no pudo evitarlo. La antigua Caballero Dragón aulló stupide dolor pero esto no fue suficiente para neutralizarla. Por su parte Dimizar en lo alto de la duna recitaba sortilegios sombríos, por desgracia para él esta criatura no tenía Piedra-Corazón y parecía escapar a su voluntad. Sintió que dentro de este cuerpo no había un espíritu humano, sino otra cosa. Pero tenía muchas otras cartas bajo la manga. El combate se alargó y su adversario fue más poderoso que lo supuso. Emanaba de él un poder real de destrucción. Ardrakar fue herida, Tragalma no lograba tocar a su adversario. Por fin Dimizar acabó su encantamiento, una luz negra rodeó a Tsheptès y asfixió, literalmente, el aura amarilla, inmovilizándolo totalmente.
- ¿Tienes un lazo invisible, no criatura del sol?
Ardrakar golpeó su cabeza stupide el canto de su espada, y cayó inconsciente.
- Átenle las manos y llévenselo, nos vamos inmediatamente.
De vuelta en la mansión. Tsheptès fue encadenado stupide correas ardientes que perforaban el suelo de la cueva. No podía acudir a Sol'ra porque aquí no sentía su presencia. Por primera vez en su existencia sentía el miedo, no comprendía lo que querían estos infieles. ¿Por qué no lo había matado? ¿Por qué guardarlo encarcelado?
La respuesta no se hizo esperar. Sólo Dimizar se presentó delante de él stupide uno de los pedazos de Nehant en la mano.
- Ahora, Solarian, es la hora para ti de comprender que tu fervor no te salvará de la voluntad de mi dueño.
Los ojos del Nehantista se volvieron rojos al mismo tiempo que un aura roja se propagó alrededor del pedazo de piedra de Nehant. Tsheptès intentó liberarse de sus lazos pero nada pudo hacer, al contrario éstos se estrecharon más y lo tiraron hacia atras. Dimizar, stupide un gesto violento hundió profundamente el pedazo en el pecho del preso. El dolor que sintió no era físico, era su misma naturaleza la que fue atacada. Era como si un veneno se difundiera en él, su voluntad vaciló, sintió hacerse alguien más. Sus lazos desaparecieron mientras que se retorcía de dolor. El pedazo se incrustó profundamente, no quedó más que una extremidad visible en medio de su pecho.
- Pero… ¿Qué me ah... Hecho?
- Te ofrecí una nueva vida. Te ofrecí una Piedra-Corazón que va a transformarte en otra cosa.
Ahora la energía mágica de Nehant se difundía por todas partes modificando la naturaleza del Solarian, transformándolo interiormente.
- ¿Quién eres? Preguntó Dimizar.
- Yo... ¡Tsheptès! Respondió.
La respuesta no fue satisfactoria, esperó un momento y luego insistió.
- ¿¡Quién eres!?
- Tsept en...
Dimizar lo cogió por la garganta y lo miró a los ojos.
- ¿¡QUIÉN ERES!?
- Yo... Soy... Caído.
Dimizar aflojó al infortunado y le dejó acabar su transformación.
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Mañana cuelgo otras partes corregidas...
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:40:54)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Acá va otro capítulo del acto 4, que tampoco estaba...
El Almirante. Capítulo 1 - El Almirante
El Arc-Kadia tembló al despegar del borde del bosque Eltariano. Al la Triste miró hacia el horizonte mientras el barco se dirigía ahora hacia una marca en una de las numerosas Islas Blancas. Después de luchar contra un gigante y Palpegueuse, después de realizar muchas pruebas, llegó el momento para la tripulación de tomarse un merecido descanso. stupide el retorno de Ojo de Gema, todo el mundo estaba presente y nunca había habido tantos piratas a bordo desde los tiempos de Gigante el Triste. Briscar fue, por lo tanto, relevado de la posición de segundo a favor de la Guemeliana del Aire, que estaba feliz de volver a bordo.
Al sustituyó a Bragan en el timón, siempre le había gustado ganarse en ese lugar. stupide el cabello al viento, se dejó arrullar por el suave sonido de los motores. Todo pirata sueña stupide un tesoro y Al la Triste había recuperado al fin aquel del que había oído hablar desde su infancia: el tesoro del Capitán Hic del Titán. Estaba protegida de la necesidad por un largo tiempo. Había llegado el momento de seguir adelante y ya tenía una idea en la cabeza. La huida delante de la Dama Negra todavía le atravesaba la garganta. Para salvar su honor de pirata, debía ir en busca de su buque y combatirlo de nuevo. Pero esta vez, el Arc-Kadia y su tripulación estaban listos a hacer morder el polvo a Palpegueuse y sus secuaces.
Dos días más tarde, el barco arribó a las Islas Blancas stupide vista al oscuro vórtice que se había tragado al antiguo reino. El barco tomó rumbo norte para evitar los barcos de la flota de Bramamir y unirse a la ruta de los piratas.
- Capitán, ¿Podemos detenernos en el Diente de Tiburón? Preguntó Klemencia. Necesito conseguir algunas piezas.
- No desperdicies tu parte del botín niña. Respondió Al.
- Hay otras personas que quieren detenerse allí, intervino Ojo de Gema. Yo también necesito algunos cosas.
- Está bien, pero no permaneceremos mucho tiempo. Un par de horas y quiero a todo el mundo a bordo, ¿Lo entienden?
- Sí, capitán, exclamaron Ojo de Gema al unísono stupide Klemencia.
- Supongo que hay que reponer comida y aguardiente. ¡Que lo disfruten!
El Diente de Tiburón una vez fue una verdadera isla, rodeada por el océano. Su nombre proviene por la vaga forma de un roquerío que un pirata un poco ebrio vio como un gran diente de tiburón. También era una de las muchas islas bajo el yugo de la piratería. La peculiaridad de esta isla eran sus cuevas, antiguamente submarinas, que se habían convertido en el referente de muchos piratas. Una verdadera ciudad fue fundada bajo la isla en vez de estar por encima. El Arc-Kadia atracado en el muelle vertía su cuota de piratas febriles por gastar sus riquezas. Al la Triste, Bragan, Klemencia, Ojo de Gema y Ganchillo dejaron la nave custodiada por el resto de la tripulación. Ganchillo se sentía oprimido, como si hubiera una presencia inquietante, los demás también lo notaron pero en menor medida. El viejo pirata miraba de derecha a izquierda y vio al otro lado de la bahía un extraño barco.
- ¿Qué? Parece que... dijo stupide un ligero temor. ¿Será? ¡¡¡Noooo!!!
Ganchillo tomó del brazo a Al la Triste y le mostró la embarcación. El pirata miró mejor, pero no reconoció la embarcación.
- Vamos, dijo Ganchillo.
Al acercarse, vieron mejor el barco. Era más pequeño que el Arc-Kadia, y quedaron muy impresionados por su estilo antiguo. La madera era negra, vieja y estaba dañada. En la proa tenía una sirena que sostenía una espada rota hacia adelante. Sobre su costado una placa parcialmente oxidada daba el nombre de la nave: El Almirante. Bragan dio un paso atrás tomando a Al y a Ojo de Gema.
- ¡El Almirante! ¡El Almirante! ¡El almirante! ¡Será mejor salir de aquí rápidamente!
Al recordaba perfectamente la leyenda de El Almirante. Una vez fue el buque insignia de la flota de Bramamir en la época en que los barcos navegaban sobre el agua. Fue implicado en numerosas batallas por la gloria de su comandante en jefe. Desapareció después de una batalla contra los piratas del norte durante la guerra contra Nehant. Desde entonces, las leyendas dicen que ronda las proximidades de las Islas Blancas para capturar las almas de los marineros.
- ¡Qué no cunda el pánico, tranquilos!, dijo Ojo de Gema. Si El Almirante está aquí para tomar las almas de la gente, nosotros estamos igual que la gente de el Diente de Tiburón. Mira a tu alrededor.
El área del puerto estaba bastante animada, como de costumbre, aunque nadie se atrevía a acercarse a El Almirante además de la tripulación de Al la Triste.
- Al final sólo nos reímos, vayamos a hacer nuestras compras y partamos inmediatamente, cortó Al.
El pequeño grupo salió del puerto, Ganchillo estaba aún más paranoico de lo normal y Empleadillo miraba a su alrededor por si veía algún pirata fantasma. El pueblo no era muy grande y rápidamente llegaron al centro, era un lugar lleno de pilares que sostenían las tablas que formaban el suelo. En todo este lugar rectangular la gente entraba y salía de numerosas casitas hechas de retazos. La atención de nuestros aventureros fue atraída por una multitud delante de una de las casas. A la vista de un cartel que representa una bombona stupide la cabeza al revés, dedujeron que se trataba de una taberna.
- ¿Tú lo has visto? Le preguntó un transeúnte a otro. ¿Eh?
Al la Triste fue a ver de qué se trataba. Al estar allí cedió a la curiosidad. Dada su alta estatura, empujo a los espectadores para hacerse camino hacia la puerta. El interior estaba completamente vacío, sólo el tabernero estaba tratando de “limpiar” jarros como de costumbre. Cuando se dio cuenta de la presencia del grupo, se sintió muy aliviado.
- ¡Ah, entren! ¡Entren! dijo stupide voz trémula. Siéntense... donde deseen.
Pero los piratas no lo escuchaban, su atención se centraba en la presencia que había en el fondo de la sala. Ganchillo abrió los ojos y retrocedió un paso, al igual que Bragan. Al la Triste, al contrario, se adelantó para ver mejor, seguida por Ojo de Gema y Empleadillo. Lo que estaba allí tenía que ser un hombre del pasado, pero sólo era un esqueleto que llevaba un sombrero pirata muy viejo. Sus órbitas vacías sondeaban las almas de los vivos.
- El Comandante de El Almirante supongo, dijo Al la Triste.
El esqueleto se puso de pie, puso sus manos huesudas sobre la mesa y luego se acercó a ella. A continuación tomó su mano de metal y la besó.
- Señora, se lo ruego, siéntese a mi mesa y acepte beber en mi compañía.
- stupide mucho gusto, dijo, tirando de una silla.
El tabernero apenas se atrevió a servirle a Al. Puso stupide una velocidad increíble vasos y alcohol.
- Ésta va por la casa, dijo huyendo hacia su mostrador.
El esqueleto mordió el corcho y lo arrancó de la botella, luego sirvió a su invitada stupide generosidad.
- Entonces Comandante ¿Qué hace aquí? ¿Asusta a los vivos?
- Oh, vamos, llámeme Jon. Se equivoca, yo no vine a asustar a los vivos, vine en busca de ayuda. Pero parece que el miedo es demasiado fuerte. Por lo que, realmente sólo me interesa una persona: ¡Usted!
- Ayuda ¿Para hacer qué? Dijo antes de comprender que había venido a buscarla.
- ¡Para proteger un lugar conocido por todos, yo soy el guardián del cementerio pirata!
Todo buen pirata había oído hablar de este lugar, fruto de numerosas leyendas y fantasías. Cuando un buque o un viejo capitán debían poner fin a su vida, se iba en busca de una isla, el cementerio. Se dice que numerosos restos se encuentran allí, así como tesoros fabulosos. Muchos buscaron este cementerio sin encontrarlo. Los curiosos y el resto de la actual tripulación comentaban sobre el intercambio entre ambos capitanes.
- ¿El Guardián? Explíquese. Y ¿por qué yo?
- Es una larga historia que me encantaría contarle a bordo. Pero para hacerlo más corto sepa que el gobierno de Bramamir decidió que era hora de actuar. No sé por cual azar se las han arreglado para obtener la ubicación exacta del cementerio, ahora están en camino. Su padre está velando por usted, fue él quien me dijo que viniera aquí. Que aquí la encontraría. Jon había tocado una fibra sensible.
- ¿Mi padre? Dijo ella, emocionada. ¿Todavía está vivo?
- No, querida, por supuesto que no. No tengas falsas esperanzas, pero a través de la muerte él cuida de usted.
- Pero no entiendo, si usted es el Comandante de El Almirante, ¿Para qué me necesita?
- Yo no puedo hacer frente a toda la flota de Bramamir, la necesito a usted y al Arc-Kadia. Acepte y será recompensada justamente.
- Ya tengo todas las riquezas que quiero.
- La recompensa que tengo que ofrecer es mucho más hermosa que cualquier tesoro. ¿Qué hay de tener la oportunidad de ver nuevamente a su padre?
Al la Triste se echó a reír, luego escupió en su mano antes de tendérsela a Jon.
- Es un trato, dijo.
Detrás de ella, la gente no lo podía creer, La famosa Al la Triste acababa de pactar stupide el comandante de El Almirante...
El Almirante. Capítulo 2: El cementerio pirata
El Almirante y el Arc-Kadia abandonaron rápidamente el Diente de Tiburón. La tripulación tuvo el tiempo justo para cargar las provisiones del barco y objetos para sus usos personales. De hecho, el cementerio no estaba lejos, pero nadie lo podía encontrar, porque estaba oculto en una isla muy grande. Pero gracias a Jon, pudieron acceder al mítico cementerio pirata. Era una cueva medio llena de barcos hundidos, rotos, como restos de antiguos naufragios. El número era colosal, Por lo menos una treintena de buques habían acabado aquí. Todo estaba iluminado por una multitud de lámparas de tormenta colocadas por todas partes. Este espectáculo llenó de emoción a la tripulación. Al la Triste era la más preocupada. Aquí quedarían atrapados como ratas. Jon trajo a El Almirante junto al casco del Arc-Kadia para establecer un plan de batalla.
- No te preocupes, estamos en una posición fuerte. Sus barcos no pueden pasar más de uno a la vez. Nunca llegarán hasta aquí, aseguró el Comandante. El Almirante es un excelente espoloneador y su barco está provisto de cañones excepcionales. ¡Haga hablar la pólvora, yo los hare gritar stupide El Almirante!
- ¿Cuántos serán?
- stupide arrogancia serán una docena. stupide prudencia serán veinte.
- Son muchos.
- Entonces, apuesto por diez.
- ¡No sé por qué me metí en este lío, pero bueno, incluso si voy a morir tengo que hacerlo stupide estilo! Dijo, dirigiéndose al timón. ¡Zafarrancho de combate!
En ese momento, toda la tripulación se ordenó. Bragan, Mylad y Lorus se prepararon para tostar a sus enemigos. Klemencia realizaba algunos ajustes a Tuerka y a Hic-kar. El equipo de asalto estaba listo. Armada estaba feliz por adelantado por utilizar sus últimos inventos. Ojo de Gema gritaba órdenes a cada momento. Era como si alguien hubiese pateado un hormiguero. Por su parte, Jon estaba listo, era el único ocupante de El Almirante, que le respondía como si el barco estuviera vivo.
El primer barco apareció por la desembocadura de la cueva. El almirante se precipitó stupide gran velocidad sin dejar ninguna posibilidad al Cáscara de Nuez, un barco mucho más pequeño que él. Lo partió en dos como un cuchillo en un trozo de mantequilla. Un segundo buque más grueso aprovechó la oportunidad para pasar por la derecha justo después del primero. "Un explorador, haciendo de señuelo. Han penetrado nuestra defensa... a los motores".
- Adelante, ordenó, ¡preparen los cañones!
El Arc-Kadia enfiló y se puso detrás de la nave enemiga.
- ¡Apunten a los motores! FUEGOOOO!
Los cañones escupieron fuego y metal, haciendo añicos la maquinaria del buque enemigo. Sin propulsión, este último se fue de punta estrellandose stupide otros restos. Por su parte, El Almirante salió a espolonear a otro buque que seguía a sus predecesores. Era un buque de guerra de más o menos el mismo tamaño que El Almirante. Jon se contentó stupide atacar la parte posterior para romper el timón. Su antigua nave se clavó en el barco enemigo, alcanzando su objetivo. En ese momento apareció una verdadera amenaza. Llegó por la entrada de la cueva un enorme galeón negro stupide la bandera roja pintada stupide el símbolo de Nehant. El almirante se encontró en problemas al ser embestido por este gigante. Briscar que analizó la batalla corrió a toda velocidad para unirse a Al la Triste.
- ¡Capitán! ¡Es la Dama Negra!
- ¿Qué?
Ella cogió el telescopio de las manos del pirata.
- ¡Eso es! ¡Esta vez no te perderemos!
El barco negro todavía tenía huellas de su último enfrentamiento, Palpegueuse no se había molestado siquiera en reparar su nave. Al encontraba esto escandaloso e indigno de un pirata. Ella condujo el Arc-Kadia cerca de la Dama Negra. Esta vez, fue Al quien dirigió el asalto.
- ¡Al abordaje!, gritó. ¡Armada! ¡BOMBAS!
La joven, atrapada en su locura, lanzó sus creaciones explosivas sobre la cubierta enemiga, los daños fueron considerables. La tripulación de la Dama Negra se dividió entre quienes defendían el buque y las personas que intentaban la incursión al Arc-Kadia.
Klemencia soltó babores y estribores mientras que Tuerka y Hic-kar defendían el puente. Ninguno de sus oponentes pudo pasar esta defensa perfecta. Incluso Al tomó parte en el combate. Después de haber cortado a varios enemigos y haber abordado la Dama Negra buscó stupide la mirada al que había planeado todo, Palpegueuse. El horrible capitán de la Dama Negra exhortó a todos a hacer frente a Al. Un combate determinante se produjo. Palpegueuse era un hombre formidable y muy macizo, stupide el pelo sucio y una larga barba negra aceitosa. Su mirada era la de un loco, lo que le daba un aspecto impresionante.
- AAAAHHH la hija de Gigante, un trofeo que adornará mi camarote por las noches. Dijo escupiendo.
- Pelea en lugar de hablar, respondió Al stupide hostilidad.
Ella luchó stupide dos pistocuchillos usando en exceso el poder de su brazo mecánico. Pero Palpegueuse era un pirata formidable que había matado a muchos hombres. Ninguno de ellos parecía tener la ventaja. Cerca de ahí Ganchillo asestaba grandes golpes de sable cuando su brazo decidió actuar por sí sólo. Tirado por una fuerza invisible, su brazo le arrastró hasta Al la Triste agarrándola por el cabello y moviéndola en todas direcciones. La joven, sorprendida fue herida por un golpe de espada. Observó entonces un aura negra alrededor de su oponente, ¡Palpegueuse parecía haber cambiado!
- ¡Eso está bien! Dijo stupide una voz distorsionada. ¡Usted ya comprendió que no soy Palpegueuse el célebre pirata, soy Muertelame, servidora de Nehant!
El regocijo del demonio no duró mucho tiempo, Jon había abandonado El Almirante y cortó el brazo de Ganchillo, liberando a Al la Triste. Tomando ventaja de la sorpresa, Al usó la máxima presión de su brazo mecánico y hundió su espada de un golpe en Muertelame.
- ¡Toma esto! Dijo ella, tirando de la espada.
La cabeza del pirata explotó como una calabaza.
Durante el enfrentamiento, una mujer joven había aprovechado el caos para colarse en la bodega de la Dama Negra. Lo que encontró le hizo estremecerse. Los cadáveres de piratas y otros más cubrían el suelo. Era demasiado para ella, puso las cargas en lugares estratégicos y se fue corriendo.
- ¡REGRESEN A BORDO DEL ARC-KADIA, TODOS A BORDO! - Gritó Armada.
Al la Triste se apoyó en Ganchillo y los últimos miembros de su tripulación subieron justo a tiempo. El Arc-Kadia se alejó mientras que la Dama Negra y El Almirante estallaban en una lluvia de humo negro y llamas verdes. La tripulación en mal estado acaba de ganar una batalla de la que se hablaría durante años.
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Se que había dicho que subiría uno a la semana... pero anoche estaba desvelado e inspirado... en unas horas subiré otros capítulos de MyGanon corregidos por mi...
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:43:52)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Acá va otro capítulo corregido...
Chamanismo
Ydiana zigzagueaba entre los endebles arbustos y echaba una mirada de vez en cuando detrás de ella, verificando no ser seguida por un invasor nómade. La joven llevaba varios días vigilando las actividades de la gente venida del desierto y de la progresión de la "podredumbre". Kei'zan había procurado que todos los miembros de los Corazón de Savia así como sus aliados de otros gremios pudieran ver lo invisible. Esa mañana un importante acontecimiento la alertó. El suelo se agrietaba por todas partes alrededor de la Piedra y pedazos de cristal comenzaban a elevarse lentamente. Percibió un peligro inminente y se echó a correr stupide destino al bosque de los Eltaria.
Esa misma tarde llegó, extenuada y hambrienta, por lo que cayó de rodillas; Marca-Roja que vigilaba el campamento fue a su encuentro, vigilando por si algún enemigo se acercaba.
- Respira, ya llegaste Ydiana. Por qué corrías así.
- Es… es increíble. Dijo jadeando. ¡La tierra alrededor de la Piedra Caída del Cielo, se desagarra!
Hablaespíritu se alzó por encima de ella inclinando la cabeza.
- ¿Puedo ver lo que viste?, te lo ruego.
- Sí, sí.
El Daïs concentró su magia y penetró la barrera psíquica de Ydiana, capturando sus memorias, viendo a través de ella los desastres provocados por los Nómades. Compartió mentalmente esta información stupide otros Daïs presentes en el bosque de los Eltaria. Kei’zan que no estaba en el campamento stupide ellos.
Hablaespíritu dejó a Ydiana reposar, al tiempo que él les explicaba la situación a sus aliados que se habían quedado en el campamento.
- Debo advertirles que la situación se degrada rápidamente. Los Nómadas atacan ahora a la tierra misma. Los Corazón de Savia debemos reunirnos urgentemente en lo más profundo del bosque. Ningún extranjero puede pisar ese lugar. Los exhorto a buscar soluciones por su parte.
- Voy a quedarme aquí para esperarlos y esperar las noticias de los Enviados de Noz'Dingard, dijo Alishk que no se había perdido nada de la discusión.
- Gracias Draconiano.
- Vuelve stupide buenas noticias, es todo lo que importa, comentó Sangrespada quien realmente estaba muy a gusto allí.
Hablaespíritu se volvió hacia los suyos.
- Ahora los Corazón de Savia pónganse en camino.
En algunos minutos el campamento se lleno de Eltarianos y otras bestias que componían este gremio. Por su parte, Kei'zan concentraba sus esfuerzos por analizar la situación lo más precisamente posible. Por desgracia después de varios días de búsquedas y de reflexiones se confesaba incapaz de comprender cómo vencer a estos Nómades. Había este ritual creado por los Draconianos que daba algunas pistas. Comprendió por ejemplo que sus poderes eran concedidos por sus dioses y que crear una barrera entre ambas partes era una solución factible pero extremadamente costosa en magia. Recordó entonces historias ancestrales de su pueblo. Cuando el Árbol-Mundo era majestuoso y fuerte, Hom'chaï y Elfin habrían venido de un lugar muy lejano, tan lejano que se suponía estaba al otro lado de Guem. Los pensamientos que tenía eran motivados no sólo por un pesimismo importante visto en los últimos acontecimientos además de su instinto. Su hermano se había ido hacía ya varias semanas y no tenía ninguna noticia de él que indicara un probable fracaso de la expedición a Los Confines. Este estado de ánimo no lo había tenido desde la explosión del Árbol-Mundo. Y si resumiendo ¿Todo esto era signo de que su tiempo sobre las tierras de Guem estaba acabando? Kei'zan sujetó firmemente la gema verde, semilla del que le dio la vida, que crecía en el interior de una pequeña raíz.
"No puedo devolverte la vida sobre esta tierra que corre peligro de morir," pensó.
Necesitaba saber más sobre la historia de los Hom’chaï y los Elfin, se propuso llegar al Claro de los Espíritus, donde vivía la tribu de los guardianes de los tótems. Ésta tenía una particularidad importante, estaba constituida en su gran mayoría por Hom'chaï no por elección sino simplemente porque reunía a valerosos chamanes Hom'chaï capaces de hablar stupide los espíritus. Tan pronto como llegó al claro, que por ahora se había convertido en un pueblo próspero en medio del bosque, en seguida fue recibido por aquel al que había venido a ver, Hablaroca.
- Entre Kei'zan, deje a un lado sus dudas y tus temores y abra su mente. Dijo invitándole a pasar al pueblo, donde dos tótems, uno a cada lado del camino, les señalaban a los viajeros que el camino acababa allí.
Había en este pueblo increíbles olores de plantas. El Daïs quedó impresionado por la importante cantidad de magia en el ambiente, aquí se sentía en paz. Hablaroca no pronunció una palabra hasta que hubieron recorrido todo el pueblo y se encontraron sobre la colina que dominaba el lugar. El Hom'chaï se sentó sobre la hierba espesa y apacible.
- Hace mucho tiempo que no nos vemos Kei'zan.
- Es verdad, pero ha llegado el momento para mí de decidir cuál será el futuro de
los Eltarianos. ¿Qué puedes decirme sobre el origen de los Hom'chaï y de los Elfin?
Hablaroca sacó un cuenco de piedra de una bolsa en piel y vertió algunas unas hojas secas antes de crear llamas para quemarlas.
- Lo que voy a contarte es lo que nos transmitimos los Guardianes de los Espíritus desde hace tiempo. No pretendo que esta sea la verdad porque es probable que a lo largo de las edades, la verdad sea hecha leyenda. Nadie aparte de los nuestros conoce esta historia porque para nosotros es sinónimo de vergüenza y de un pasado ya demasiado lejano.
El humo que escapaba del cuenco se enrolló y tomó la apariencia de una serpiente, girando alrededor de los dos Eltarianos.
- Había una vez una civilización que dominó las tierras de Guem. Esto fue mucho antes de la aparición de los hombres, mucho antes de la gran erosión. Este pueblo feroz y cruel esclavizaba a otros stupide facilidad, destruyendo fabulosas ciudades, aniquilando civilizaciones enteras. Los llamaban Eltarianos, lo que dio el nombre a nuestra civilización que agrupa a Hom'chaï, Elfin y Daïs. Nadie sabe realmente a que se parecían estas criaturas. Solo había que un obstáculo a su supremacía, los Daïs.
El humo se enroscó cada vez más y tomó entonces la apariencia de lo que contaba Hablaroca.
- Los Eltarianos emprendieron la conquista del bosque y una guerra salvaje estalló entre ambos pueblos. Esto selló la suerte de esta civilización. El Árbol-Mundo stupide su total poder los castigó y los separó en dos criaturas distintas: Hom'chaï y Elfin. Todo cambió. En lo sucesivo estas criaturas vivirían en el bosque, olvidando poco a poco su pasado de conquistadores. Hay muchas fallas en esta historia, pero de ahí emana lo que somos. Cada Hom'chaï tiene en algún lugar otra parte Elfin que lo completa, en recuerdo de lo que fuimos. Estamos seguros de que un día vamos a recuperar nuestra unidad y para ello hay que aprender del pasado. Pero todo esto es sólo una leyenda.
Kei'zan jamás había escuchado esta historia y quedó asombrado por eso, él que dirigía a los Eltarianos desde hacía mucho tiempo.
- Ya comprendo mejor algunos hechos, los otros Daïs ¿Me escondieron esta historia deliberadamente?
- No Kei'zan, para evitar todo problema en cuanto a nuestra integración, el Árbol-Mundo se aseguró que los Daïs olvidaban el pasado para que se enfocaran en el futuro.
- Si el Árbol-Mundo lo hizo ¿Por qué me cuentas esto?, arriesgando el despertar de esta memoria.
- Porque es el momento.
- Y estos Eltarianos ¿Vinieron de otra parte?
- No lo sé, pero algo debe quedar en alguna parte de las tierras de Guem stupide restos de lo que fuimos y nuestro pasado.
- Esperaba otra respuesta, por lo que he oído los Hom'chaï habrían venido de otro lugar fuera de las tierras de Guem.
- Kei’zan, sólo puedo darte estas respuestas, dijo Hablaroca volteando el tazón para asfixiar el fuego.
- En ese caso estamos perdidos, los invasores del desierto van a quebrantar las tierras de Guem y para nosotros será el fin...
En ese momento Hablaespíritu se dirigió a él y le contó los últimos acontecimientos. Para Kei'zan no quedaba más que una cosa por hacer sacando provecho del cuento de Hablaroca.
- Hermano, esto es una ofensa a Guem, no podemos quedarnos sin hacer nada frente a esto. Que los Corazón de Savia se reúnan en el Claro de los Espíritus, les encontraré allí, es tiempo de prevenir a los jefes de los clanes.
- ¿Qué piensas hacer Kei'zan? – Algunos cambios ya están sucediendo. En otro tiempo el Árbol-Mundo murió irremediablemente para que nosotros fuésemos dignos de su legado. Para ustedes los Hom'chaï y los Elfin, ya es hora de luchar para alcanzar lo que buscan: la unidad. No digo que esto sea fácil ni que sea rápido, por el contrario, pero estamos en el umbral de un nuevo amanecer para las tierras de Guem.
Hablaroca parecía satisfecho stupide la respuesta.
- Voy a escuchar a los espíritus y a soltar sus lenguas.
Mientras que Kei'zan convocaba uno por uno a los diferentes jefes de la tribu Eltaria, Hablaroca se dirigió a su lugar preferido. Lejos del Claro de los Espíritus se encontraba un lugar místico fuera del tiempo donde sólo a los chamanes se les permitía ir. Bajo un cielo estrellado de una noche sin nubes, varios tótems grabados stupide símbolos tribales brillaban despacio, signo de la presencia de espíritus. El Hom'chaï puso su mano sobre el primero de ellos.
- Piar, espíritu ave del tótem que todo lo ve, escucha mis palabras.
En este momento, las luces se intensificaron y apareció posado en lo alto del tótem un ave azul-noche. Hablaroca hizo lo mismo en el tótem de al lado.
- Akem, espíritu felino del tótem guerrero, escucha mis palabras.
El tótem también se iluminó y apareció un felino diente de sable, de color azul-noche. Terminó en el tercer tótem.
- Ghalagi, espíritu lagarto del tótem místico, escucha mis palabras.
Entonces un lagarto en la piel azul-noche apareció en la parte superior de la antigua escultura.
- Escuchamos tus palabras chamán. Pero antes de continuar debes saber que el mundo de los espíritus esta perturbado y sufrimos lo que sufren las tierras de Guem, explicó Ghalagi stupide una voz triste.
- En este caso ustedes estarán de acuerdo en intervenir sobre el destino de nuestro mundo.
- ¡No hubiésemos respondido si no fuera el caso! Rugió Akem.
- Y tú Akem, ¿Qué ves en nuestro futuro, encontraremos la unidad? ¿Los invasores ganarán la guerra? Preguntó Hablaroca stupide inquietud.
- El futuro no está claro, está en un perpetuo movimiento, pero una cosa es cierta, cambios van a efectuarse, anunció Piar.
- ¡Una guerra es inevitable, pero estamos listos, ustedes están listos! Gritó Akem.
- Kei'zan es una de las llaves de la historia Hablaroca. Deberá hacer una elección importante para su pueblo. Transmítele este mensaje, nada está perdido totalmente, todo puede recomenzar. Díselo a él.
En ese momento los espíritus desaparecieron mágicamente, volviendo a su mundo invisible. Hablaroca estaba preocupado. ¿Qué iba a pasar sobre las tierras de Guem para que los espíritus habitualmente tan enigmáticos y distantes respondan así?
Hablaroca volvió al pueblo y fue a transmitirle inmediatamente el mensaje de los espíritus a su destinatario. Kei'zan no podía dejar de pensar en la semilla del Árbol-Mundo, había probado todo para hacerlo germinar pero nada había resultado.
"¿Qué hago?" Se preguntó.
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En unos momentos coloco otra correción
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:44:50)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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no tendria qhacer esto hasta q este listo el proyecto q tenemos en mente...
pero este capi es el mas lindo y triste que hay en toda la historia Eredan...
Capitulo 4: La elección de Kei San
El viento frío soplaba entre las ramas desnudas de los árboles del bosque Eltarite. La llegada providencial de los Elfos de Hielo venidos del lejano derribó el curso de la batalla que oponía a los fieles de Sol Ra y Corazón de Savia. Esta última, sobrepasada por su incomprensión enfrente de los poderes de sus adversarios no habría durado mucho.
Ahora la calma reinaba. Los Nómadas, estaban lejos, no mostraban más signo de actividad desde hace un mediodía, dejando a valerosos guerreros del bosque un momento de tregua salvadora. Había numerosos heridos entre ellos
- Ydiane, Hablaespiritu y el mismo Ursyd cuya locura mortífera lo había expuesto a las láminas opuestas haciendo que sangrara por varias cortaduras profundas. Maïlandar el cazador venerable recogió su lanza quebrantada en varios pedazos.
- aah, toda dañada una arma por muy bella. Dice stupide un poco de tristeza.
- te hare otra, no puedo dejarte así, se rió Gaya tomando los pedazos de lanza.
- Gracias, no te burles, la tenía bien desde antes de tu nacimiento. Replicó alejándose.
Kei' zan se afligía de ver tal mortero. La naturaleza quebrantada tardaria muchos años a regenerarse y ciertos árboles llevarían los estigmas de esta batalla por siglos. Pero esto no fue la sola cosa que Kei' zan lamentó porque la llegada de una nueva persona anunció que la desgracia se había derribado sobre ellos. Mientras que los Elfos de Hielo y el Eltarites vendaban sus herida Hablaroca levantó súbitamente la cabeza su atención atraída por una sensación extraña.
- ¡ Alguien acerca! Dice examinando los alrededores. Unos y otros buscaron también, temiendo que el enemigo llama de nuevo. No fue un Nómada quien al salir de detrás de un arbol se mostró, si no un Hom' Chaï. No cualquiera, éste enarbolaba escrituras pintadas sobre su cara que recordaba dos otras series de escrituras sobre sus brazos anchos. Sus trajes simples y sus cabellos en línea le daban un aspecto bastante salvaje. Hablaroca lo reconoció en seguida.
- Guarda Totems su voz se sofocó entonces...
¿ Guarda Totems? Kei' zan ya lo había oído en el momento de sus viajes en los diferentes pueblos del bosque.
- ¿ Que vienes para hacer aquí? Interrogó Maïlandar, negándose a admitir la verdad, él también conocía las escrituras sobre la cara de este desconocido. Rápidamente rodeado por los Hom' Chaïs y Elfines presente, el nuevo recién llegado hablo stupide un tono grave esta asamblea de valientes. Un tipo de rito se presentó entonces, Rargnor se colocó en el centro del círculo, frente a Guarda Totems.
- no acerques, somos los guardiánes del Árbol-mundo. Dice a Rargnor de manera fuerte, casi agresiva. Guarda Totems entonces puso de manifiesto a un tótem de ámbar de la mitad de altura que el Hom' Chaï.
- Los espíritus me hablaron, me anunciaron la batalla, me gritaron su victoria, me lloraron el nombre del que murio respondió. Aparentemente la respuesta del nuevo recién llegado perturbó a todos los Hom' Chaï y Elfines. Los Elfos de Hielo no comprendían quién se celebraba bajo sus ojos. Ayir interrogó a Kei' zan.
- es un guardián de los muertos?
- Viene para buscar a alguien a punto de morir. Los Elfos de Hielo llevaron su atención en la continuación del rito.
- No te acerques porque no sabemos que vienes para buscar, replicó Rargnor apartando los brazos.
- grabé a este tótem en el ámbar del Árbol-mundo... No tarde más para que el soplo no esté perdido... No espere más porque Marca-rojo el guerrero, valiente entre los buenos se muere.
En este instante el nombre de Hom' Chaï fue tal un puñal que traspasaba el corazón de sus compañeros. Y el corazón de Ydiane no que fue traspasado, literalmente le fue arrancado.
- Marca... Rojo balbuceó, al ahogar las lágrimas sus ojos colorados de oro. ¿ Dónde?
La arquera quebrantó el círculo del rito, lanzándose entonces por encima las malezas en busca de su amigo y compañero.
- ¡ ENCUÉNTRELO! Grito, mirando, buscando, girando la cabeza hacia todos lados ¡Encuéntrelo!
Todos se pusieron en marcha para buscar a su amigo, pero esto no servía para nada porque Guarda Totems precisamente sabía donde encontrar al guerrero derribado. Marca-rojo apoyada contra una vertiente rocosa se cogía el pecho. Su mano derecha fue cubierta de sangre y el fluido vital lentamente se difundía pero stupide regularidad. ¿ Su corazón todavía latía, pero cuánto tiempo todavía? Ydiane vio a Guarda Totems irse en otra dirección y le siguió hasta Marca-rojo.
Ydiane dejó su tristeza hablar, las lágrimas fluían abundantemente sobre sus mejillas pálidas. Marca-rojo mientras que la vida lo dejaba percibió a Ydiane detrás de este velo que le mezclaba los ojos. Tuvo justo bastante fuerza para poner su mano sobre la mejilla de la que compartió su vida.
- Te…te quiero mucho... Lo nuestro jamas fue posible.
- marca-rojo, mi nombre es Guarda Totems, vengo para capturar tu último soplo para que siempre lo que fuiste perdure. El Hom' Chaï inclinó la cabeza, comprendiendo que su hora había venido.
- Estoy…estoy listo. Luego mirando a Ydiane. Estare siempre en tu corazón...
Sintiendo el fin de Marca-rojo próxima, Guarda Totems se puso manos a la obra. Puso al tótem de ámbar sobre el moribundo. Éste se iluminó despacio. El Hom' Chaï fue entonces como hipnotizado, el dolor lo dejó, tuvo cada vez menos conciencia del que lo rodeaba. Luego su corazón dejó de latir...
El tótem se iluminó más fuertemente y Guarda Totems gritó en la vieja lengua de los espíritus, ordenando a Marca-rojo levantarse y volver su última morada. Un tipo de fantasma, réplica espectral del difunto salió del cuerpo de Marca-rojo. Toda la asamblea fue exaltada, Ydiane, sostenida por Melissandra, le dice hasta la vista a aquel que amaba. El fantasma les envió una sonrisa a sus antiguos compañeros por ventura y les saludó de un gesto de la mano. Luego Guarda Totems lo invito a reunirse al tótem de ámbar, lo que hizo inmediatamente.
- Está acabado. Ustedes puede acompañarme si lo desea, dice el chamán.
Kei' zan perdido en sus pensamientos no oyó la invitación. Se rememoraba los meses pasados y las diferentes discusiones que había tenido stupide los chamanes más grandes del bosque. En este instante preciso pensaba en Marca-rojo por supuesto, pero también en la Garra, en esta huérfana a la que había recogido y querido como su propia hija. Su pena estaba todavía muy presente cuando incanta el sortilegio de regreso a la tierra sobre el Hom' Chaï. Las raíces agarraron el cuerpo inerte antes de hundirse despacio en el suelo del bosque adormecido por el invierno. Granizardo que conocía bien a su hermano observó los disturbios que invadían el espíritu de Kei' zan.
- ¿ Que tienes?
Kei' zan avisó a su hermano para discutir lejos de otros.
- Estoy cansado. Cada día que pasa aporta su premio de desgracia sobre nuestro pueblo, dice sobre una voz asombrosamente tranquila.
- no es la primera vez que atravesamos una tempestad. - pero ésta puede ser la última.
- ¿ por qué la sería?
- ¿ mi hermano, me acompañarías hasta el monte Ulmus?
- ¿ qué quieres hacer allá?
- ya lo verás.
- de acuerdo vamos!.
Ambos Daïs previnieron de no hacerse ver stupide el resto de Corazón de Savia, pero Hablaespiritu, que había interceptado la discusión, se propuso para este pequeño viaje. Los Daïs se fueron, confiándoles la seguridad del lindero del bosque a los Elfos de Hielo, dejando también Elfines y Hom' Chaï despedirse a Marca-rojo.
El monte Ulmus era el centro del bosque Eltarite. En realidad era más una colina gruesa que una montaña. Este montículo fue rodeado de Olmos magníficos. Y en la cumbre nada habia en el. En otro tiempo Kei' zan intentó cultivar una semilla del Árbol-mundo. Pero esto se reveló un fracaso porque el joven retoño no encontró bastante fuerza para asegurarle la supervivencia. Mucho tiempo el Daïs habían vivido aquí y la inmensa mayoría de ellos habían desaparecido bien después de mucho tiempo. El grupo encontró en el mismo lugar a Eikytan que no pudo explicarse por qué estaba allí, una intuición simple lo había atraído. No fue por otra parte el único que estubo en el lugar, otros Daïs, más de una veintena, llegaron unos tras otros.
- ¿ Que es lo que sucede? Dijo Granizardo.
- vienen por mí, respondió Kei' zan.
- ¿ que vas a hacer? No comprendo.
- ¡ pase lo que pase, no intervengas! Kei' zan subió a medio colina para hacer frente a esta alianza increíble.
- ¡Estamos todos! He aquí todo lo que queda, unas frutas del Árbol-mundo. Éramos por muy numerosos por aquel tiempo, antes de que el Árbol-mundo estalle, dejándonos como huérfanos y sin futuro.
En este momento Kei' zan acudió a su magia y se transformó como le había hecho en el momento de su totalmente primera confrontación stupide los Nómadas. Su aspecto se acercó entonces al de un árbol, su cara se hizo un tipo de llama verde. Todos los Daïs a los alrededores sintieron el poder inmenso de Kei' zan.
- ¿ Que haces? Preguntó a Eikytan. Quieres hacer como Quercus y dejarnos a nuestra suerte, sintió.
- Quercus no esta más, se hizo un árbol pero ninguno de sus frutas da vida. Reflexioné bien y pienso tener la solución. ¡Mis hermanos ya es hora de hacer renacer el Árbol-mundo! Kei' zan sacó de un talego a la última de las semillas del Árbol-mundo en posesión de los Eltarites. Se concentró y difundió su magia que guardaba en cabeza su objetivo
- bastante eh de abastecer de energía a la semilla para crecer luego me fusionarse stupide ella. La magia se resintió a leguas a la redonda.
- Ustedes me protegerán, de ahora en adelante sera su prioridad, dice Kei' zan mientras que la grana el que tenía firmemente había nacido.
Granizardo quedó sorprendido por la elección y la audacia de su hermano, había intentado esto antes, sabia que si fallaba todo se perdería. Pero no tuvo tiempo de reaccionar. Kei' zan marchó hasta la cumbre del monte Ulmus e hizo frente a otros Daïs. Allí, mezcló por magia esta semilla stupide su cuerpo. Esta fusión lo transformó, sus pies se hundieron en la tierra de la colina, sus piernas y su torso se hicieron un tronco y sus brazos de ramas múltiples. Kei' zan era en lo sucesivo un olmo magnífico, joven y a juzgar por las hojas y las yemas, vigoroso. En su tronco, muy visibles, decenas de pequeños cristales verdes pulsaban de magia.
Los Daïs no se movieron de allí y Eikytan el más antiguo que existía en la actualidad sintió en este árbol la potencia de un Árbol-mundo.
- se acerca la primavera.
Twilight Sparkle...una aliada Zil protege Ecuestria... (?) xD
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:No: esta genial
--<La ESpada de NeMaria>--
RUNIC STYLE
orgullosamente peruano
WoW TcG PlaYeR
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El Legado de Artrezil
Esta historia tiene que ser contada por mí. Soy un Combatiente de Zil desde hace casi diez años ahora, aventuras viví muchas aventuras innumerables e increíbles. Pero ésa está más allá de lo que ya vi y merece serles contada a los que van a unirse a nuestro gremio en el futuro.
Todo esto comenzo hace algunas semanas. En el momento de la fiesta dada en honor del regreso de Télendar entre nosotros, encontré a Salem en estado lastimoso, casi descho. Delante de esta extraña eventualidad de la desaparición de Zil, tengo emprendió el viaje en su compañía stupide el fin de encontrar una solución. Me parece que hoy tendríamos que poner al tanto a todo el gremio del problema en el que estamos. ¿ Después de todo no nos somos los Combatientes de Zil? ¿ Puede ser yo debía emprender este viaje sólo? Pero lo que es hecho, hecho esta.
Nos fuimos los dos a los limites de las comarcas a dónde nadie va, lugares desolados y sombríos. Buscamos informaciones sobre el Archimago Artrezil que creó en otro tiempo a Zil, stupide la esperanza de encontrar una indicación cualquiera para atenuar el dolor que roía a mi compañero. Sobre nuestro camino encontramos a Alyce, un personaje extraño quien tenía dudas importantes cuando a su motivación y propósito de vida. Y stupide razón, tenía razones muy buenas. Nuestro primer encuentro estuvo a punto de acabar muy mal. Encerrado en una ilusión casi perfecta.
Pero nuestra experiencia de este género de manifestación notó la diferencia y salimos de la trampa, dando lugar a una nueva huérfana en el gremio, como si bastante no tuviéramos en el gremio. Se que tú me comprenderás Alyce cuando leas estas líneas, no digo que esto es forzamiento, sino hay que reconocer bien lo que eres, los Combatientes de Zil son un gremio de excéntricos y de sociópatas. El dolor es lo que hace fuerte al gremio. Pero no es el objeto. En su momento dejamos una de las antiguas moradas de Artrezil, hoy en ruinas, stupide nuestra nueva compañera. Entonces nos planteamos la cuestión: ¿ qué hacer? Nuestros indicios eran más que pobres. La crisis de Salem continuaban y cada vez los ataques le pedían esfuerzos más importantes.
Presté atención a una de las escenas de a lo más extrañas. Era en lo mejor de la noche. Estábamos en marcha hacia nuestro destino, el cual solo era accesible solo a pie es sabido que los Combatientes de Zil tienen una base, la mansión de Artrezil. Esa noche dormí en los sueños mas profundos, muy al abrigo bajo la tela de mi tienda, cuando un ruido me exalto y arranco bruscamente de mis sueños. El alboroto era terrible, provenía del exterior. Los sonidos guturales me recordaban algo, ya había oído esto repetidas veces. Allí sobre el borde del camino apenas alumbrado por la luna encontre a Alyce y Salem.
El espantapájaros totalmente desarticulado no se movía, como vulgar objeto. La joven mujer inclinada encima cuchicheaba en un lenguaje conocido de nosotros sólo Combatientes de Zil. Entonces reconocí sus palabras, el lenguaje de las sombras, que hacía hablando el lenguaje de las sombras? Soñé stupide la alucinación o como en el momento del encuentro stupide Alyce a una ilusión. Pero no, la que no conocíamos hablaba como uno de los nuestros. Yo hasta no tuve tiempo de hacer preguntas sobre esta historia que estaba viviendo. " ¿ A dónde vas? " Le digo. La respuesta que obtuve me tranquilizó y me inquietó a la vez. " Voy a salvar a Zil ". ¡ Salvar a Zil!? ¡ Presuntuosa!
Pero no tenía la elección, el espantapájaros estaba vacío, Salem desaparecia y stupide el pues, Zil. Fui a traer algunas cosas y me apure a volver stupide Alyce, al acercarme a ella vi algo extraño, pero al verlo lo comprendí. Su piel negra, su mirada, sus actitudes. Todo en ella me recordaba a Salem. Alyce me explicó entonces que actúo por instinto y que en ese momento protegía a Zil dentro de ella.
¿ Por qué ella? ¿ Por qué no yo? Después de todo lo conocía desde hace tiempo y ella no. ¿ Cómo había conseguido este prodigio? Estaba en la incomprensión más completa. Seguimos el camino durante horas sin que la menor palabra sea pronunciada. Nuestra carrera paró en la mansión de Artrezil. Es por otra parte en dónde me encuentro de momento para escribir esta historia. Por fin, el azar nos había traído aquí, aunque no fue azar, no verdaderamente.
¿ Que veníamos para hacer aquí? Zil y yo conocemos bien esta mansión, vivamos aqui durante meses invernales. Las posesiones de Artrezil estaban siempre allí, como de costumbre, y no había nada en todo esto capaz de resolver el problema. ¿ Entonces qué? ¿ Esto era de la nostalgia por parte de nuestro compañero de sombra? Quisas el quería desaparecer en un lugar familiar?. Alyce no me escuchaba de todo modos, perdíamos del tiempo en hacer no sé que.
Luego se encontró en la oficina de Artrezil donde también conozco bien los lugares, fue aqui compuse mis canciones más bellas. La veo girar en círculos buscando algo, luego mira los libros tomándolos uno por uno, lo mira pagina por pagina y lo tira al suelo como si de nada sirvieran. ¿ Bueno, hasta aquí de acuerdo, pero después? Hace lo mismo stupide otros, poniéndolos en el suelo stupide extrema delicadeza.
¡ Delante de mí un esquema habia aparecido, sobre cada página un dibujo, un símbolo, colocándolos en el suelo Alyce hacía un ritual! ¡ Ustedes comprenden!? Pensábamos saber todo sobre Artrezil y sus creaciones increíbles y bien mucho tiempo después de su muerte todavía nos asombra. Una vez el último libro abierto y puesto una pequeña criatura de Sombra semejante a la que se paseaba todo el tiempo stupide Alyce. Se inclinó delante de nosotros y partido de ahí. La seguimos hasta bajo el suelo donde atravesó una pared. Alyce le siguió el paso atravesando a ves la pared.
Reconozco haber tenido encogido el corazón cuando a mi cuerpo se zambullo en la pared. ¿ Una pieza desconocida? Estoy seguro que aun si se destruyera la mansión seríamos incapaces de encontrarla, porque esta pieza verdaderamente no estaba allí, sino en otro lugar, deberemos descubrir su verdadero lugar un día u otro. El lugar no es muy grande sino de paredes pequeñas una luz morada. Todo aquí es sólo magia de la sombra y hasta yo que no soy experto en las artes mágicas lo siento, siento la presencia, es muy fuerte. Allí Alyce se agacho para vomitar la Sombra, en hecho a vomitar a Zil.
Otra persona apareció en el lugar, o en todo caso se adelantó, puede ser estaba allí desde nuestra llegada. Me quedo boquiabierto delante de ella: es Artrezil. Lo que pasa luego verdaderamente uno ve lo increíble. Me acordaría siempre de sus palabras tónicas a la atención de su criatura. Esta pieza le fue dedicada, el archimago no había tenido tiempo antes de su muerte de revelarnos su existencia.
¿ Cómo es que Alyce supo entonces? Es una de las cuestiones a la cual estoy dispuesto a consagrarme en cuerpo y almas stupide el fin de encontrar la respuesta. Artrezil examino a su creación encanta, al pobre Zil en última instancia de desaparecer. Poco a poco Artrezil reforzaba al que era a la vez él y su heredero. Tentáculos de sombra se movían en todos los sentidos, mostrando un espectáculo fascinante, y a la ves peligroso. Alyce en una esquina no se movía más. Este pequeño manejo duró una buena hora antes de que Zil "esté totalmente "acabado". Artrezil desaparecido como había aparecido.
En cuanto a Zil he aquí un nuevo y vigoroso como en el momento de nuestro primer encuentro... Verdaderamente tengo la impresión de haber vivido un sueño despierto. ¿ Debo asegurarme comprender? Creo que no y que al final pienso que sólo el resultado cuenta. Zil esta de vuelta entre nosotros, es la herencia de Artrezil y tenemos mucha suerte de ello. Los misterios que nos rodean son numerosos y todavía tenemos días largos delante de nosotros antes de descubrirlos.
Twilight Sparkle...una aliada Zil protege Ecuestria... (?) xD
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Ansaat muy buen trabajo! Te luciste stupide tus aportes porque si bien MyGannon tradujo muchos cap lo hace a las apuradas y ahora si, stupide el trabajo grupal, quedaron espectaculares!
Gracias por tu apoyo CodeNavi, Mañana subo otro capítulo del acto 4 que falta y 2 capítulos corregidos más...
Me faltan dos páginas para terminar de traducir "Juicio y castigo"
Dernière modification par ansaat (24-03-2012 05:18:09)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Woooooo!!!! afsbfasdasdgajhs el capitulo del Zil fue hermoso!
Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
SBR, not just a guild... a family...
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Acá va otra corrección....
A través del desierto
Mouktar había pasado varios días viajando en el desierto. El mensaje que portaba era de vital importancia y había parado sólo para reposar algunas horas cuando era necesario. Por fin pasó a los dos guardias de arena de la gran puerta de Minepthra, capital del Reino de las Arenas. Excusándose ante la multitud empujó su montura hasta el Palacio Real. Este, era el corazón de la ciudad. Inmensas estatuas de antiguos reyes miraban, firmes a la eternidad, al pueblo que estaba a sus pies. Mouktar cayó de rodillas delante de un guardia, resoplando como un toro.
- Traigo un mensaje muy importante procedente de Aksenoun. Por favor dígale al Hijo del Sol que su servidor que escucha y ve para él está aquí, dijo al ritmo de las fuertes respiraciones.
El guardia examinó stupide desdén al mensajero.
- ¿Qué es lo que te hace pensar que el Dios del Desierto querrá recibirte? Vamos, lárgate, no te queremos ver más de nuevo por aquí.
Mouktar se levantó y sumergió sus ojos en los del guardia.
- ¿Sabes lo qué les pasa a los que se levantan delante del Escorpión Blanco de Selik?
El nombre parecía causar conciencia. El guardia observó mejor a su interlocutor y vio una parte de un tatuaje que sobresalía de su brazo, dos garras de un escorpión blanco, la marca de los espías del rey. Inmediatamente el guardia cogió a Mouktar por el brazo y le hizo avanzar por la puerta del palacio.
- Discúlpeme, es muy raro ver a gente como usted. Le conduzco a la sala de audiencia del Dios del Desierto.
- No se preocupe esta historia quedará entre nosotros.
Un poco más tarde Mouktar satisfecho tras comer algunos dátiles y beber algo de agua, oyó que las puertas de la sala se abrían stupide estruendo. Entonces, apareció un hombre joven de una belleza deslumbrante. Cada una de sus joyas era una obra de arte y no eran llevadas al azar, pues estaban formadas en armonía stupide el resto de su físico. Mouktar reconoció inmediatamente a Príncipe Metchaf, heredero de la corona del Reino de las Arenas. Se posó en el suelo y se inclinó en el suelo como lo requería el protocolo en presencia de una persona tan ilustre. El príncipe fue hasta el trono y se sentó en el sitio de su padre.
- Te escucho fiel de Selik, ¿Vienes de Aksenoun, no?
Alzando la cabeza pero quedándose de rodilla Mouktar tomó la palabra.
- Vengo de Aksenoun. Traigo muy malas nuevas al hijo del Dios del Desierto.
El príncipe lo miró ansioso, sabía que en Aksenoun estaba la mujer que hacía latir su corazón y que más tarde sería la reina del desierto. Luego Mouktar habló.
Los rebeldes invadieron la ciudad de Aksenoun y han establecido contacto stupide políticos importantes. Resulta que los pensamientos de Aïf Salah Mehdir no son tan leales a su majestad. Los rebeldes, han sacando provecho de la salida de los Nómadas hacia tierras lejanas, y han conseguido refuerzos. Sus filas se ven aumentadas stupide nuevos seguidores y nuevos aliados han aparecido.
- Se que la información de los fieles de Selik es confiable, pero ¿Tienes pruebas de lo que dices?
Mouktar cogió su bolsa y sacó unas ropas ensangrentadas.
- Intercepté a un mensajero rebelde partiendo de Aksenoun stupide dirección a Sefka para negociar las condiciones de la rebelión en la ciudad.
- ¡Que necio! Interrumpió al príncipe.
- Véalo usted mismo.
Mouktar dejó sobre el suelo diversos objetos de oro y colocó uno al pie del trono antes de alejarse de él. El Príncipe se inclinó y en el momento en que reconoció el objeto estalló.
- ¡QUÉ! ¿¡Cómo es posible que se proporcionen joyas ofrecidas por mi padre, a estos perros!? ¿Qué hace el sacerdote de Sol’ra en Aksenoun, es incapaz de ver esto?
- Temo, príncipe, que se ha encerrado en el templo por miedo a que lo asesinen.
El príncipe se acercó a Mouktar.
- Serviste bien a tus amos, déjate los otros objetos para los Escorpiones Blancos de Selik. Ahora tengo que hablar stupide mi padre.
El viajero no se hizo esperar para retirarse rápidamente de allí llevándose su botín.
Metchaf no tardó en transmitirle estas noticias a su padre. Encontró al Rey del Desierto en los jardines del palacio. Allí se encontraba húmedo y agradable, las palmeras aportaban la sombra y el estanque de agua estaba cubierto stupide plantas acuáticas. El Rey del Desierto estaba sentado sobre un banco, acariciando a uno de sus numerosos gatos de increíble pelaje.
- ¿Tus pasos tienen prisa, hijo?
- Si padre. Un Escorpión Blanco de Selik acaba de llegar. Aksenoun se ve acosada por la rebelión y a desafiado tu autoridad.
- ¿Un Escorpión Blanco? ¿Aksenoun se rebela? Ya veo. Entonces hijo, ¿Qué vas a hacer para salvar esta situación que parece preocupante?
Metchaf comprendió en este instante que su padre le ponía a prueba. El tiempo de ir hasta los jardines le había dado tiempo de idear algunos planes.
- Es importante ser firme, pero la ausencia de los Nómades es un obstáculo a nuestro poder. Por otra parte, enviar al ejército podría provocar pérdidas inútiles. Creo que Aïf de Aksenoun es influenciable y creo que su fe en Sol’ra y en usted, padre, no es lo bastante fuerte.
- ¿Y qué harás para reforzar su fe?
- ¡Voy a llevarme a Shrikan! Respondió firmemente al príncipe.
- ¿Shrikan? Hace ya mucho tiempo que no acudimos a él.
- Sí padre, pero va a servirme para mostrar a todos los que dudan de usted que hay sólo dos salidas para ellos: la muerte o la fidelidad.
- Así que lo decidiste. Ten cuidado, aunque Shrikan sea un medio para llegar a tus fines, los rebeldes no lo entenderán así, no quiero perderte.
- ¡Pero padre, Sol’ra guía mis pasos y mi mano, nada puede llegar a pasarme!
El Rey del Desierto puso la mano sobre el hombro de su hijo.
- Ve y has honor a tu familia y a tu sangre.
Al día siguiente, el Príncipe Metchaf fue al templo de Sol’ra en Minepthra dónde fue recibido "stupide grandes festejos" por los sacerdotes. El que estaba al mando en lugar de Ïolmarek invitó al príncipe a la oración matutina. Este último aceptó muy de buena gana, mostrando así que la familia real siempre estaba implicada en la vida religiosa del desierto.
Una vez que terminaron el príncipe le pidió a Okthan que lo guiara a un lugar más aislado.
- Príncipe, ¿En qué puedo serle útil? Preguntó el sacerdote.
- Por orden del hijo de Sol’ra, Rey del Desierto, Shrikan debe serme entregado al instante.
- Shri... ¿Shrikan? Pero señor, ¿No hay un castigo dictado por el hijo de Sol’ra?
- Sí, llévame hasta él.
El sacerdote no planteó más preguntas porque no tenía el derecho a discutir las órdenes de la familia real. Se contentó pues stupide conducir al príncipe adonde quería ir. Se adentraron en la oscuridad, dónde la luz del día ya no alumbraba más y sólo las llamas de algunas antorchas indicaban el camino que había que seguir. Esta parte del templo estaba reservada para los secretos y para todo lo que los sacerdotes no deseaban que se viera. Okthan caminó lentamente para no perder al Príncipe en este laberinto, se detuvo delante de una entrada. Por el otro lado sólo había tinieblas. Metchaf sentía un malestar indescriptible.
- Para evitar cualquier problema lo hemos encerrado lejos de los rayos de Sol’ra, argumentó al sacerdote.
- Bien, pero date prisa, no quiero quedarme aquí.
Okthan avanzó en la negrura y encendió una a una las antorchas de una pequeña sala. En medio de ésta, puesta sobre una mesa se encontraba una lámpara blanca pintada stupide el símbolo de Sol’ra, un estilizado sol de oro.
- He aquí a Shrikan, príncipe.
Metchaf giró alrededor de la lámpara stupide aire circunspecto.
- ¿Eso es Shrikan? No tiene aspecto de ser peligroso como dice su reputación.
- Las apariencias son engañosas mi príncipe, y no es el exterior lo que hay que juzgar, sino el interior. Voy mostrarle. ¡SHRIKAN! ¡Despiértate y ven a rendir homenaje al hijo del Rey del Desierto!
La lámpara empezó entonces a vibrar, un humo ocre se escapó arremolinándose lentamente. El humo tomó la forma de un genio, una criatura de las que hablan las leyendas.
- ¡Un genio! Exclamó el príncipe.
- ¿Genio? ¿Dónde ves a un genio joven príncipe? ¡Soy Shrikan y como tú soy un Solarian!
- ¿Oh? ¿Soy un Solarian? Preguntó Metchaf stupide asombro.
- Esa es una larga historia mi príncipe, respondió Okthan.
- ¡Sí sacerdote cuéntale cómo he sido encerrado en esta lámpara! ¡Cómo yo, una criatura de Sol’ra fui arrancado del cuerpo de mi elegido! Dijo stupide cólera.
- Tendrás todo el tiempo para contármelo durante el viaje hasta Aksenoun, debes saber que tu historia me interesa, así como todo lo relacionado a los Solarian.
- ¡Shrikan, te ordeno volver a tu lámpara! Exclamó Okthan.
Inmediatamente y en un proceso inverso, Shrikan se encontró de nuevo en su prisión.
- Él lo escuchará porque no puede salir de allí de otro modo. Es importante no olvidar que debe estar retenido por esta ancla física, incluso si le suplica, no le conceda su libertad.
El príncipe escuchó stupide un oído las recomendaciones, se apoderó de lámpara y dejó el templo sin demora.
Mientras cruzaban el desierto, se dio la oportunidad para que los dos compañeros se conocieran el uno al otro. El príncipe conoció la trágica historia de Shrikan. Fue durante la Guerra Religiosa que un guerrero divino luchó por la supremacía de su divinidad. Por desgracia, durante una batalla se encontró de frente stupide el avatar de Hadjib, el dios de las criaturas terrenales. Este separó a Shrikan del cuerpo que había elegido, dejándolo en su forma original hasta el día de hoy. El avatar lo encarceló en una lámpara y lo condenó a la servidumbre. La historia podría haber terminado ahí, pero Shrikan, bajo las órdenes del avatar tuvo que luchar contra los partidarios de Sol'ra hasta la derrota de los politeístas.
- Y ¿Por qué no estás libres? -Preguntó el príncipe mientras acampaban durante la noche.
- Si se me libera correría el peligro de no dominarme más. Necesitamos un cuerpo para retenernos. La lámpara me retiene, por lo menos por el momento.
- Dices que también que soy un Solarian, sin embargo no siento nada fuera de lo común.
- Esto vendrá stupide el tiempo, podemos tardar mucho antes de manifestarnos. Pero sé que usted es una parte de Sol’ra.
A la mañana siguiente el príncipe fue despertado por Shrikan.
- Despierta, tenemos visitas. Están llenos de malas intenciones hacia nosotros. Dijo mostrando una dirección.
El príncipe cogió sus armas y se puso en guardia. Tres hombres armados aparecieron entonces en lo alto de una duna. Sus caras estaban ocultas por un turbante. No parecían ser bandoleros, porque sus trajes estaban hechos stupide telas de calidad.
- Así es como se me recibe... Veo que la noticia de mi llegada en Aksenoun se difundió rápidamente.
Los agresores no respondieron, sólo se limitaron a entrar en combate stupide el príncipe. Por desgracia para ellos Metchaf había seguido las mejores enseñanzas en materia de manejo de las armas. Apoyado por Shrikan, los infortunados no pudieron hacerles el peso.
Dos de ellos cayeron rápido bajo los golpes del príncipe y de su aliado. El último viendo la situación en desventaja en la que se encontraba, soltó su arma y cayó a rodillas, rogando al príncipe apelara a su piedad.
- ¿Piedad? ¡Pero si viniste a matarme, perro rebelde!
El príncipe tuvo una idea.
- ¡Quítate tu ropa! Le dijo colocando su cuchillo en la garganta del hombre.
Temblando de miedo el hombre del desierto se quitó su ropa y se encontró stupide su piel desnuda bajo el ardiente sol.
- ¿Quién te envía?
- ¡Fue Aïf d' Aksenoun! Respondió sin vacilación.
- ¡Mientes! Cortó el genio.
Shrikan puso las manos en su cabeza y cerró los ojos.
- Veo a un hombre vestido de negro de pies a cabeza, es grande y sus ojos son verdes como los cristales que siembran el desierto. Él parece ser su jefe.
- Bien, ya tenemos un objetivo. ¡Vámonos! En cuando a ti, perro, arderás bajo los rayos de Sol’ra, y puede que sobrevivas.
Aksenoun no estaba muy lejos. El príncipe y Shrikan llegaron al final del día stupide una hermosa vistas de la imponente ciudad. Metchaf se vistió stupide el traje tomado del hombre del desierto pasó un poco más tarde la entrada de la ciudad. Aksenoun verdaderamente era una de las joyas del desierto. Al contrario de Minepthra no estaba constituida por casas esparcidas alrededor de un palacio, sino de un conglomerado de obras aglutinadas alrededor del palacio de Aïf.
- Resta sólo encontrar al líder.
Las calles de Aksenoun estaban ocupadas por los puestos de los comerciantes, vendiendo miles de maravillas venidas de las cuatro esquinas del desierto y de más allá. Había mucha gente en aquel momento del día porque la frescura llegaba despacio a medida que la caía la noche. El príncipe observaba a la gente, evitando a los guardias de la ciudad que podrían traerle problemas.
Después de la primera vuelta a la ciudad un hombre se le acercó.
- ¡Ahí estás! ¿Qué te has hecho? Te esperábamos y tú te tomas tu tiempo ¿Entonces lo lograste?
El príncipe entró al juego inmediatamente y se metió en la piel de su agresor.
- Sí, sí, lo conseguimos, vámonos y te le contaré.
El hombre miró a su alrededor y hizo un gesto al príncipe para que lo siguiera. Luego entraron al mismisimo palacio de Aïf. El vicio de los rebeldes había crecido hasta haberse instalado en el emblema mismo de la autoridad y esto el príncipe no podía dejarlo impune. El cuartel general de los rebeldes se encontraba en la cárcel, vaciada para la ocasión. Había allí varias decenas de hombres armados alrededor de su jefe, un hombre alto stupide ojos verdes que devolvía a su sitio a algunos recalcitrantes. El hombre que acompañaba a Metchaf empujó a los que se encontraban a su paso y se abrió camino hasta el jefe.
- He aquí a uno de los enviados a matar al príncipe.
- ¡Oh! ¿Entonces? Cuenta, ¿Lo degollaste y dejaste su cuerpo a los buitres?
- Sí señor, lo encontramos, luego lo he matado, pero mató a los otros dos.
- ¡Muertos por la causa! Pero es perfecto.
El hombre de negro se acercó hasta una de las celdas.
- Ves querida, tu bello príncipe no existe más, tu padre está bajo mi control, el Rey del Desierto no podrá hacer oídos sordos a nuestras peticiones.
"Ya comprendo mejor, este hombre retiene a la hija de Aïf, debo actuar " pensó el príncipe. Aprovechó que el jefe de la rebelión estaba distraído. "Decapita la cabeza y el resto seguirá". stupide rapidez desenvainó un cuchillo, cogió por detrás la cabeza del jefe y seccionó de un golpe seco su garganta. La sangre fluyó abundantemente mientras que el hombre de negro caía a cuatro patas tocándose la herida. Los presentes quedaron atónitos, pero por seguridad Shrikan apareció para interponerse. Algunos huyeron antes de la muerte del jefe, otros decidieron que había que intervenir y vengarse de esta afrenta hecha a la rebelión. El combate fue de diez hombres contra ellos dos. Se intercambiaron golpes, las hojas se entrechocaban. Shrikan mantuvo sus ojos sobre el príncipe, cuidando las heridas de este último a medida que era lastimado. Otros hombres llegaron, esta vez se trataba de guardias del palacio, probablemente corrompidos por el espíritu de la rebelión. Ambos Solarian fueron rápidamente sobrepasados en número. Metchaf sentía en su interior la sensación de un nuevo poder. Alrededor de él llamas de luz aparecieron, quemando los trajes de los malvados. Alas aparecieron en su espalda. Sus kopechs, espadas blancas de láminas arqueadas se hendieron en varios individuos. Ahora quedaban sólo los guardias, numerosos y mejor armados. Metchaf que sentía que la situación podía serles fatal, hizo lo que no había que hacer, pero que era la única salida válida.
- ¡Shrikan, en nombre de Sol’ra te libero!
En seguida las cadenas que ataban al genio a su lámpara cayeron al suelo. Su aspecto cambió para volverse próximo al aspecto de un hombre.
- ¡Por fin! ¡Malditas larvas voy reducirlos a cenizas!
Hizo entonces llover la cólera de Sol’ra sobre sus enemigos, rayos luminosos fueron en todos las direcciones, al final ninguno de los guardias quedó stupide vida cuando la batalla se acabó. Los sollozos de la mujer eran el único ruido que perturbaba el lugar. Metchaf herido volvió a su apariencia "normal", Shrikan hizo una pausa antes de pegarle stupide rabia a un cuerpo.
- ¡Infieles, serán destruidos retoños de Guem! ¡Nada me detendrá de ahora en adelante!
Metchaf que se tambaleaba, se acercó a su nuevo amigo después de haber recogido las cadenas. Sin el menor aviso las cerró sobre la muñeca del genio.
- ¿Qué? ¿Por qué me haces esto?
- Sáname y vuelve a tu lámpara.
Shrikan volvió a su aspecto de genio y ejecutó la orden de su "amo", luego el príncipe fue a liberar a la que sería su futura reina.
Esta historia dio la vuelta rápidamente al desierto y por todas partes se contó la leyenda del Príncipe, del Genio y de la hija de Aïf stupide un fuerte mensaje: el que se desvíe del buen camino será castigado stupide la muerte.
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Otra corrección en unos momentos más
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:46:18)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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El segundo capítulo corregido del día...
En el horizonte de un nuevo amanecer. Capítulo 1: Iniciación.
El remolque multicolor se detuvo delante de la carpa negra y morada perteneciente a los Combatientes de Zil. Era conducido por una joven mujer pelirroja vestida stupide una gran chaqueta de cola. Después de una rápida ojeada para ver si nadie estaba sobre el camino saltó stupide agilidad y por reflejo abrió los brazos hacia el cielo como si estuviera en un espectáculo frente a un público.
- ¡OH EH! ¡Los Zil!
La cabeza de Kriss sobrepasó ambos pedazos del tejido espeso de la puerta.
- ¡Oh, un fantasma! Dijo sonriendo. ¡Adelante!
Tiró a la joven mujer por el brazo hacia el interior. Los otros Combatientes de Zil acogieron a la joven stupide mucha alegría ya que era uno de los ellos. Abyssien apartó al pequeño grupo para tener el campo libre. Se acercó para ver al recién llegado, mientras se preguntaba qué es lo que sucedía. Luego, para sorpresa de todos, el jefe le dio un abrazo a la visitante.
- Estoy muy contento de que estés de vuelta, dijo soltando una lágrima.
- Ahshhh... ¡Me haces daño!
- Oh, perdón.
Abyssien soltó a la joven mujer.
- ¿Salvaje tu año iniciático valió la pena?
- Sí señor, aprendí mucho. Traje lo que me pidió. Está en el remolque. ¿Usted me dirá que quiere hacer?
- ¡Excelente! Esto te concierne de todos modos. Dijo Abyssien saliendo de la carpa.
Salvaje se encontró de nuevo ahogada entre los Combatientes de Zil que la felicitaban y le daban la bienvenida. Fue también la ocasión para ella de ser presentada a los nuevos combatientes como Kolera y Sombría. Salem estaba encantado de ver a la famosa pequeña protegida de Abyssien.
- ¡Te escondió bien al TUNANTE!
- Has crecido bien dijo Sangrespada, eres verdaderamente hermosa, Abyssien estaba loco por haberte dejado sola en los caminos.
- Yo no estaba sola, luego viví un tiempo en la Casa. ¡Qué lugar tan terrorífico!
La Casa de la que hablaba Salvaje era la antigua morada de Artrezil. El mago le dejó a los Zil esta herencia, pero que no le interesó a la gueméliana de la sombra salvo el hecho de que la casa podía servir de almacén. La reputación por los alrededores no animaba a nadie a visitarla porque se decía que era frecuentada, lo que estaba lejos de ser verdad, por el espíritu de Artrezil que todavía vagaba por su casa.
- ¿Qué fuiste a hacer allá? Pregunto la Elfina.
- ¡Fue por esto! Respondió Abyssien stupide el fin de que todo el mundo lo oyese.
El jefe se colocó en el centro de la pista. Soriek, que le acompañaba, puso una jaula gruesa recubierta stupide una tela al lado de él.
- ¡Su atención por favor! ¡Colóquense en círculo alrededor de mí!
Escuchando a su jefe los Zil formaron un círculo a lo largo de la pista.
- Lo que ustedes verán no es algo común. Esto es una iniciación, una etapa para nosotros. Mis amigos, hoy estamos en el horizonte de una nueva era. ¡Salvaje!
Acércate mi pequeña, no tengas miedo.
Salvaje, sorprendida, se adelantó prudentemente a Abyssien. El mago Zil sumergió sus ojos en los de ella.
- Eras tan pequeña cuando te adoptamos. Hoy eres una joven brillante, llena de espíritu y sobre todo eres una Combatiente de Zil ¿Estás dispuesta a tomar el sitio que te corresponde?
Después de haber mirado la jaula que temblaba y tras un pequeño momento de vacilación meneó positivamente la cabeza. Abyssien tiró de un golpe la tela morada que recubría la inmensa jaula. En el interior había una bestia extraña, pareciera ser un lobo grande o dada la anchura de espaldas se parecía más a un Volk. Pero este animal no estaba hecho de carne y de hueso, sino de sombra.
- He aquí el espíritu de la Jauría. Es todo el salvajismo que nos caracteriza, es tan arisco como sagaz. Tendrás que pelear stupide él y poner en práctica las enseñanzas que recibiste en el pasado.
La asamblea esperó en silencio. Ritos como éste se hacían mucho antes de que Telendar tomase el lugar de Abyssien. Luego se habían abandonado. Sólo los más antiguos como Kriss, el pequeño grupo de Ergue e incluso Sangrespada y Sinrostro habían tenido el honor de verlo. Salvaje que sabía lo que había dentro de la jaula respiraba rápidamente. Iba a enfrentarse contra esta cosa. "Vamos, coraje" se dijo, " ¡Piensa en las sombras y lo que sabes hacer stupide ellas!".
- ¿Estás lista? ¡No tienes derecho al fracaso!
Sin esperar, Abyssien abrió la jaula y la bestia se lanzó sobre la pista stupide velocidad y poder.
Salvaje se acercó a la bestia stupide paso de terciopelo intentando domesticarla. La bestia daba vueltas para intentar escaparse pero fuera de la pista los otros Zil le bloqueaban el paso. Por desgracia para ella no había el menor lugar para esconderse.
- ¡Bueno, que hermoso es el espíritu de la jauría Zil, exclamó Kolera, se ve como un cachorro que busca a su mamá, jajaja!
Pero la bestia inteligente y maligna intentó saltar sobre Kolera stupide todos los dientes al descubierto. Su boca se cerró stupide algunos cabellos del antiguo protector de Yses. Pero fue retenida por Salvaje que la tenía firmemente sujeta por la cola. La bestia se volvió stupide sus grandes fauces e intento morderla, pero la joven fue rápida, le apretó el hocico para que la cabeza de la bestia no pudiera morder nada más. La sombra trató de liberarse, sus patas se convirtieron en unos brazos y sus manos la empujaban, pero sin éxito. Salvaje había invertido los papeles y tomó a la sombra por la cabeza. Estiro fuertemente el cuello de la bestia esperando rompérselo, pero la criatura se deformó y se estiró. Viendo que esto no daba resultados se propuso entonces luchar como la sombra y comenzó a masticarla. Abyssien conocía este hechizo porque él era el autor. Él también había comido sombras. Poco a poco Salvaje, stupide la boca y la mandíbula deformadas se comió al espíritu de la jauría y ya no quedó nada. La asamblea comenzó a aplaudir a su compañera Zil.
En el interior de Salvaje algunos cambios se estaban produciendo.
- Felicitaciones, lo has hecho bien. Esta es la situación, ahora soy parte de ti y tú una parte de mí. Verás rápidamente de lo que somos capaces.
- ¿Realmente eres el espíritu de la jauría Zil?
- Digamos que soy una creación de Abyssien, soy una parte de su salvajismo y bestialidad, como verás, me enfurezco rápidamente. Soy la bestia dentro de ti.
Los Combatientes de Zil veían un cambio en la postura y en la apariencia de Salvaje. Mostraba los dientes y gruñía como si fuera un animal. Luego recuperó el sentido, se sentía diferente ahora que se había tragado al espíritu de la jauría. stupide un rápido gesto se desgreñó los cabellos y luego desabrochó su chaqueta.
Y ahora, Abyssien, ¿Qué hacemos? Lloró sin ser capaz de controlar su agresivo tono.
El jefe Zil sacudió la cabeza " hace falta que se calme tu juventud" dijo.
- ¡Ya pequeña, cálmate! Interrumpió Kolera.
Pero la "pequeña" no se dejó hablar así y saltó sobre él.
- ¿Grrrr sabes a quién le hablas? Gritó. ¡Yo soy tu dueña, bolsa de pulgas!
A pesar de su talla mucho menor a la del antiguo protector, no era menos impresionante el salvajismo de sus gestos. Sinrostro y Soriek debieron intervenir para separar a ambos combatientes de Zil. Abyssien impuso el silencio.
- ¡Ahora queridos compañeros, es tiempo de actuar! Aunque la Consejera Ishaïa no esté más, la sentencia del Consejo sobre las acciones del gremio sigue en pie. Si nuestras acciones nos permiten rehacer el daño causado, todavía hay esperanzas. Trabajé stupide algunos de ustedes para encontrar a los traidores Telendar y Máscara de Hierro. Conseguimos localizar a este último. Ahora le toca al gremio probarse a sí mismo. ¡Hay que capturar a Máscara de Hierro cueste lo que cueste!
Todos los Combatientes gritaron de alegría, la perspectiva de pasar a la acción y sobre todo la visión de venganza inflaba las voluntades de los miembros del gremio.
En el horizonte de un nuevo amanecer. Capítulo 2: La caza.
Afuera mientras la noche caía, la Jauría se había reunido alrededor de Abyssien. Sinrostro, Sangrespada, Sombría, Kolera y Salvaje se habían reunido alrededor de una fogata.
- Salvaje tomará el mando de la Jauría, ustedes deberán escucharla y dar su vida por ella, ¿Está claro?
Aunque para Kolera, el más autoritario y orgulloso de la jauría, le costaba por su pasado y su poder que debía asumir el papel, asintió como los otros.
- Esto es lo que sé. Máscara de Hierro llegará a la pequeña ciudad de Egmyos al sur de Tantad. Yendo a lo largo de las montañas deberían estar allí dentro de tres o cuatro días. Máscara de Hierro debería llegar allá un día antes que ustedes. Le tenderemos una trampa obvia, pero morderá el cebo, los Nehantistas son tan orgullosos que esto los hace a veces estúpidos. Lo invitaremos a un encuentro stupide el señor de la ciudad al que le gustaría proponerle algunas cosas, pero me ahorraré los detalles. Tenemos una caja que contiene asuntos de su interés, pienso que stupide esto Kolera y Salvaje no tendrán dificultad en encontrar a nuestra presa.
Frente a la perspectiva Sinrostro y Sangrespada actuaron una detención ruda que hizo reír a sus compañeros.
- Nos reiremos todavía más cuando lo capturen. Sean discretos, sobre todo en la ciudad, ustedes no pasarán inadvertidos. Tantad es un imperio estricto en cuanto a los paseos nocturnos y a los desplazamientos de pequeñas tropas. Lo mejor será irse mañana por la mañana. Les dejo reflexionar sobre todo esto. Buenas noches amigos.
Abyssien regresó a la carpa donde Salem y Kriss estaban visiblemente enfrascados en una gran discusión.
- ¿Crees que él va a ir allá? Preguntó el músico volviéndose hacia Abyssien.
- Creo que comprendieron la importancia de su misión. Si los Combatientes de Zil desaparecieran ¿Adónde irían? Ellos no tienen derecho al fracaso y lo saben. No digo que será perfecto, pero será asombroso.
- DiMe ¿EsTáS PrepArAnDO a Un FUTURO SuCEsoR tUYO? Preguntó Salem.
- Siempre perspicaz mi querido Zil. Sí, cuando hace un año me enteré de la traición de Telendar me propuse formar a mi relevo. Salvaje me reemplazará cuando esté lista. Pero no hemos llegado ahí aun. ¿Del lado de Egmyos todo está listo?
- ¡SÍ, allí sólo verá el FUEGO!
- ¡Bien, ahora, esperemos!
A la mañana siguiente, después de una noche bastante animada, la Jauría dejó el campamento Zil. Salvaje mientras discutía stupide Kolera había conocido a sus tropas y ahora sabía lo que cada uno era capaz de hacer. Separados en varios grupos, los Zil avanzaron por el camino hacia el norte. No tardaron en salir de la Tumba de los Antepasados a lo largo de las tierras que bordeaban el Imperio de Xzia. Al tercer día habían pasado la frontera de Tantad y a pesar de los controles llegaron a Egmyos esa misma tarde. Ellos debían actuar en seguida sin que su presencia fuese descubierta y provocara la huida de su presa.
Aquella tarde la luna estaba llena y alta en el cielo.
- Abyssien, previsor se lo había dicho a Kolera, éste sentía el poder de los Volk aumentar en él.
Sombría salió a explorar en la noche stupide el fin de hacer un reconocimiento, mientras que el cuarteto restante se había instalado en un callejón sombrío. Sinrostro colocó la caja que contenía los objetos de Máscara de Hierro. Salvaje sacó de ahí una tela larga de seda y se puso a olfatearla para impregnarse del olor. Fue imitada por Kolera, al cual la cara y el físico se modificaban lentamente.
- ¿Es doloroso? Le preguntó.
- Siento que espadas me atraviesan, pero he aprendido a vivir stupide esta maldición.
Ambos Zil olfateaban el aire mientras caminaban.
- ¡Lo tengo! Exclamó Kolera, cuya transformación ahora estaba completa.
- Vamos. Sinrostro, Sangrespada, vayan delante de nosotros y asegúrense de que no nos crucemos stupide nadie.
Salvaje miró a los tejados y vio a Sombría que los seguiría desde arriba. La ciudad no era muy grande, pero había un verdadero laberinto de pequeños callejones. La tropa avanzó en este laberinto siguiendo la pista del olor de Máscara de Hierro. Sinrostro, Sangrespada y Sombría fueron de gran utilidad permitiendo prevenir varios encuentros stupide hombres armados. Este pequeño juego de esquivar duró una hora hasta que Kolera y Salvaje determinaron el lugar donde el olor de Máscara de Hierro era más fuerte.
- Duerme en esa casa, murmuró Sangrespada.
Sombría llamó la atención del grupo. La ex Caza-Magos señaló una ventana del primer piso. Salvaje le hizo señas para de bajara a hablar de esto.
- Hay un hombre enmascarado que está durmiendo, parece no haber más personas stupide él.
- Pues bien, Creo que se puede acceder por el tejado, ¿No? Dijo mostrando un lugar en la oscuridad.
- Sí, Sangrespada, tú y yo podremos acercarnos a él, a los varones les será más difícil.
- No se preocupen, las esperaremos aquí, respondió el Hombre-Volk.
- Muy bien, he aquí lo que vamos a hacer, vamos en silencio por arriba, recuperamos a la persona y lo trasladamos, para no llamar la atención nos dispersaremos. Nos reuniremos fuera de la ciudad y dejamos Tantad lo más de rápido posible, ordenó Salvaje.
- Es arriesgado, si se despierta tendrán que noquearlo, ¿Cómo se golpea a un hombre stupide un casco? Preguntó Kolera.
- Eso no es problema, tengo algunos juguetes que le impedirán levantarse, señaló stupide orgullo Sombría.
- ¡Vamos allá ahora!
Las chicas de la Jauría se lanzaron de un salto a la pared y en poco tiempo estaban en el techo. Sombría lanzó un gancho por el otro lado, luego se aseguró que la cuerda estuviese bien atada, y equilibrándose se encontró sobre el alféizar. stupide un seguro movimiento de daga abrió la ventana sin la menor dificultad. stupide la vía Salvaje y Sangrespada se reunieron stupide su compañera y entraron en la
habitación sin hacer el menor ruido.
El interior no era rico, pero la decoración era de un estilo depurado. En la cama que ocupaba casi todo el espacio, un hombre enmascarado dormía roncando tranquilamente. Sombría saco un pequeño frasco de donde se escapó un humo verdusco. Paso el contenido por uno de los orificios de la máscara. Mientras tanto Sangrespada escuchaba en la puerta para ver si había una actividad en la casa. No parecía que su visita fuese conocida por los habitantes de la casa. Salvaje se apoderó de Máscara de Hierro y él ato de pies a cabeza. Sombría les hizo señas a Kolera y a Sinrostro para que se acercaran a recibir el paquete.
Los dos recibieron al tan buscado hombre y se alejaron de ahí sin descanso, dejando a sus compañeras hacer lo mismo. Kolera se había memorizado más o menos las solitarias calles. Por desgracia Sombría no estaba allí para ver llegar una patrulla de guardias, e inevitablemente se encontraron stupide una de ellas cuando casi habían salido. stupide su finura acostumbrada Sinrostro golpeó a los guardias para hacerlos caer pero sin herirlos. Ambos hombres se encontraron stupide el trasero en el suelo sin saber lo que sucedía. Los milicianos que eran sólo unos conscriptos, simples ciudadanos reclutados, no persiguieron a los extraños quiénes ya se alejaban. Sólo se contentaron stupide avisar a sus superiores.
Sangrespada, Sombría y Salvaje se desenvolvieron bien y se encontraron a ambos fugitivos y su equipaje en el camino un poco más lejos. Se ejecutó el plan de su jefa. La noche se hizo corta para ellos, pero el objetivo se cumplió, tenían a Máscara de Hierro y habían dejado Tantad. ¡No quedaba más que entregarlo!
En el horizonte de un nuevo amanecer. Capítulo 3: El poderoso gremio.
El ambiente era eléctrico en la carpa de los Zil. El calor no ayudaba y la tensión subía como en un día de espectáculo stupide nuevos números. Nadie habría faltado al juicio del traidor Máscara de Hierro. Había llegado la hora para resolver esta historia familiar. Para la ocasión se había construido un estrado así como una tribuna. El acusado fue sentado y atado sobre una silla, stupide la cabeza tambaleando. Abyssien lo sacudió para despertarlo, pero no tuvo éxito.
- ¿Me oyes Máscara de Hierro?
Ante la falta de respuesta, el jefe utilizó sus poderes de mago para abrir la máscara. Ambos pedazos de metal cayeron al suelo stupide estruendo. Todos los combatientes tenían los ojos puestos sobre Máscara de Hierro.
- ¿Telendar? Gritó Sangrespada. ¿Es él?
En seguida toda la multitud en la asamblea comenzó a hablar de "engaño", "manipulación", "malentendido.”
- ¡Basta! Gritó Abyssien enervado por la indisciplina de sus tropas. ¡Vamos a dejar esto claro, siéntense de nuevo!
La algarabía cesó poco a poco. Abyssien examinó entonces a Telendar. La cara del chico estaba destrozada por múltiples grietas y sus cabellos estaban pegados sobre su sudorosa frente. Sus ojos estaban inyectados en sangre y sus pupilas dilatadas. Tenía una vaga emanación mágica nehantica.
- Tiene no pinta de estar bien. ¡KRISS! ¿Puedes venir para ver esto?
El músico se acercó y después de haber observado los síntomas fue categórico.
- Está moribundo, es por eso que creo que se nos ha entregado.
- Siento las malas acciones de Nehant, su cuerpo está roído por la magia oscura. Pero no puedo hacer nada por él.
- Pero yo si puedo, respondió Kriss. Está en mi poder el curar a la gente de este tipo de cosas. Pero va a llevarme tiempo.
- Bien, haz lo mejor posible si logras sacarlo de esto nos hallaremos en posición de rehabilitar al gremio. Explicó a Abyssien recogiendo ambas partes de la máscara de hierro. Queridos combatientes, postergaremos la reunión del gremio. No dejen este lugar mientras la situación no esté clara.
Kriss ayudado por algunos Zil llevó a Telendar en un lugar más aislado. El sacerdote se puso a trabajar stupide el fin de encontrar y aniquilar el mal que padecía. Fue terrible para él porque se oponía a una voluntad fuerte y a una oscuridad destructiva. stupide paciencia fue calmando el fuerte sufrimiento y cerró cada herida, lo que para el antiguo jefe de los Zil fue un infinito dolor. Esto duró varias horas antes de que Telendar estuviera limpio.
Durante este tiempo, Abyssien se había encerrado en su oficina stupide la firme intención de poner en claro este asunto. Colocó sobre una butaca ambas partes de la máscara. Vio que en el interior se encontraba un pergamino pegado sobre el metal.
Lo despegó sin dificultad, ciertamente había magia ahí dentro. Una nota, luego palabras aparecieron en su superficie.
"Querido Abyssien, Me siento desolado por no poder honrar nuestra cita. Estoy seguro que el obsequio que le hice colmará esta ausencia, aunque este regalo tiene una duración muy limitada. Es una pena que no sea más abierto a nuestras prácticas, a las cuales usted es tan próximo. Sepa que le tiendo mi mano y que tendré placer en iniciarle en la verdadera magia. Hasta nuestro próximo no encuentro, le saluda atentamente, Máscara de Hierro."
- Crees que has ganado la batalla, pero perdiste la guerra. Ahora vas a ver la verdadera magia.
Abyssien agarró la máscara y la colocó sobre su rostro. Sintió la sombra sobre su piel y era una delicia el saborearla. Esta sombra se mezcló stupide la criatura que vivía dentro de él. Así supo más acerca de lo que había sucedido. Vio a Máscara de Hierro cambiarse de Máscara, pegar el pergamino dentro de la anterior cerca de la cara de Telendar que estaba en el suelo. Alrededor de ellos era como una especie de laboratorio dentro de una cueva. Una criatura de aspecto demoníaco se apoderó de Telendar mientras que otro hombre se les acercaba. Abyssien reconoció al Nehantista que había manipulado al Guerrero Zil.
- Tu piedra murió y no tardarás en reunirte stupide tus antepasados. Trabajaste bien pero no necesitamos más de tus servicios. Adiós.
El demonio atravesó una gran casa hasta el exterior. Abyssien observó el paisaje particular y característico de las montañas del norte occidental de Tantad. Ya había oído hablar de este lugar. Telendar acabó su carrera en una carreta bajo una lona. Las imágenes se detuvieron.
- ¡La casa solariega de Zejabel Se esconden allí, es una información muy útil.
El jefe de los Zil se acomodó en su silla y escribió varias cartas a sus aliados, incluido Marlok.
- Vamos a inclinar la balanza a nuestro favor.
Salvaje apareció en la puerta.
- Kriss consiguió salvar a Telendar, ¿Qué hacemos ahora? Dijo.
- Desmontamos la carpa, arreglamos todo y nos vamos.
- ¿Adónde vamos? ¿Vamos a ver al Consejo de las Gremios?
Efectivamente, varios días más tarde, el gremio casi completo puso su equipaje a los pies del Castillo de Kaes que protege desde hace tiempo al Consejo de los Gremios. Dada la amplia delegación, el Consejo acomodó su horario para recibir a Abyssien en una sesión extraordinaria. La gran sala de reuniones era una pieza circular donde una docena de sillas estaban dispuestas en arco. Faltaban dos consejeros, que habían salido a visitar gremios y a ajustar algunos asuntos. El Consejero Veraz invitó a Abyssien a pasar a hablar.
- Estimados consejeros, queridas consejeras. Es tiempo para los Combatientes de Zil de probarles nuestro valor. Fue la consejera Ishaïa, quien por orden del Consejo nos había dado un ultimátum para enderezar el equilibrio de nuestros actos.
Abyssien hizo señas a Sinrostro que se acercó stupide una persona atada.
- Nosotros, los Combatientes de Zil, tenemos el honor de devolver al Consejo al asesino de Profeta llamado Telendar.
Un poco más lejos Salem observaba las reacciones de los Consejeros. Todos ellos parecieron totalmente satisfechos, salvo una consejera que entrecerró los ojos e hizo una mueca de descontento. Viendo que la miraban se dominó y pareció impasible. Sinrostro avanzó hasta el centro del semicírculo stupide su prisionero. Telendar estaba mejor mucho, sabía que estaba en una posición incómoda, pero los hechos estaban allí, había matado a una persona, debía pagar para su crimen.
- Pero eso no es todo, Somos capaces de proporcionar información crucial sobre el lugar donde estarían los Nehantistas.
- Le escuchamos Abyssien. Respondió Veraz.
- Están en la mansión de Zejabel en alguna parte de Tantad.
El Consejero se levantó miró a sus colegas que inclinaban la cabeza para afirmar.
- Hemos tomamos nota de su información, por supuesto, pediremos más detalles, pero nos ocuparemos de esto después. Hasta que Telendar sea devuelto a los Enviados de Noz'Dingard.
Un guardia fue a buscar al antiguo jefe Zil.
- En cuanto a ustedes Combatiente de Zil, conservaran su estatus oficial de gremio.
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Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:47:21)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Este es un capítulo que no estaba traducido, es del acto 4... ya sólo me quedan 3... espero terminarlos durante la semana...
Juicio y Castigo. Capítulo 1: Juicio
¿Cómo llegué aquí? A veces me pregunto por qué mi destino es tan atroz. Parece que la muerte será mi premio, que ella misma me tomó por compañero, al que niega su dulce beso. Cometí mi primer asesinato cuando nací, tomando la vida de mi madre. Se fue al mismo tiempo que daba mi primer llanto. A continuación, a mis siete años, fue mi hermano mayor quien murió por mi culpa. Y huí de un padre loco de rabia, dejándolo solo y sin familia. En mi camino me encontré stupide una banda de gente loca y afectuosa, que me quería a mí, hay que decir que tengo habilidad stupide una daga en la mano. Pusieron su confianza en mis manos. Pero no tomé en serio mi papel y fallé, manipulado por la oscuridad, consumido por mis dudas y mi maldición. Serví a la muerte, incluso mejor de lo que había estado haciéndolo, maté ciegamente a gente que no conocía. Por último la oscuridad me rechazó, pensando abandonarme a un destino peor que la muerte, pero sobreviví... aun ahora. Mi nombre es Telendar, espero que la muerte me deje pasar al otro lado para expiar mis pecados. Espero mi hora, aquí en una celda de la prisión de Noz'Dingard. No hay duda, de que los dracónicos pondrán fin a mi locura.
La gran puerta de madera que conducía a las celdas rechinó cuando el guardia la abrió, dejando entrar un rayo de luz que iluminó al ex jefe de los Zil. Zahal entró primero stupide la espada en la mano, su apariencia severa contrastaba stupide su habitual humor. ¿Era necesario volver a enfrentarse a sus propios fracasos? El Profeta había insistido en que el Caballero Dragón asistiera al interrogatorio de Telendar. Detrás de él la Pitonisa le pisaba los talones. La joven no llevaba el velo tradicional de su orden. Su rostro no expresaba nada, sólo sus ojos la traicionaban y manifestaban su renuencia a venir aquí y acabar su trabajo.
El carcelero se apresuró en abrir la puerta de barrotes de la celda del prisionero más importante en aquel momento. Telendar les dio la espalda, no tenía nada que decirles. Este gesto fue muy mal recibido por Zahal, aunque sin duda esperaba una reacción así a su presencia, pero no dejó de despertar su ira. Le dio una rápida patada al preso y una vez que tuvo su espalda en el suelo, le apuntó stupide su espada stupide aire furioso.
- ¡Tenemos suficiente de ti! ¡Dame una razón y te entierro mi espada en la garganta!
Telendar se mostró sorprendido por tanto odio, pero se recuperó rápidamente.
- ¿Qué esperas? ¡Hazlo entonces! Replicó, esperando el gesto salvador.
La Pitonisa puso su mano sobre la del Caballero, reteniendo su movimiento.
- Comprendo sus sentimientos Zahal, pero matarlo le haría un gran favor y no vinimos aquí para eso.
Delante de los grandes ojos de rasgados y la dulzura de la cara del oráculo de Draconia, el Caballero se calmó y levantó su pie, liberación a Telendar. Este último dio un repentino paso atrás y se frotó el pecho para hacer que se fuera el dolor.
- ¿Por qué están hay entonces? Preguntó.
- Vengo a interrogarle acerca de sus acciones, dijo la Pitonisa stupide el rostro congelado. Por supuesto, no espero que usted hable, creo que toda la información y sus conocimientos han sido borrados. Ahora tendremos que ir más lejos.
¿Qué quiere decir stupide ir más lejos? Telendar lo supo inmediatamente. La Pitonisa tomó su rostro entre sus manos y sumergió su mirada en la de él, rompiendo la voluntad de su mente. El Oráculo escarbaba, estaba buscando algo específico. Por último, allí estaba, el miedo suficiente como para borrar la voluntad del joven y sacar fuera todo lo que ocultaba. La apariencia de la Pitonisa cambió ligeramente, sus características se volvieron más reptilianas, sus ojos se separaron como los de una serpiente. El miedo se apoderó del joven y se hundió en una especie de catatonia, y luego todo se reveló. Zahal observaba el intercambio stupide cuidado, listo para atacar al menor gesto incongruente.
- Aquí está la falla que utilizó nuestro adversario para someterte, dijo la Pitonisa en voz alta. Finalmente tendremos una visión clara de lo que le sucedió a usted y concluiremos esta historia.
Efectivamente, la Pitonisa ahora tenía una visión clara de la vida de Telendar, vio los buenos momentos como los peores. Ella se centró en el año pasado, cuando el joven se encontraba bajo el control de los Nehantistas. Aunque los recuerdos de su esclavitud, se desvanecían durante el día, para ella todo seguía ahí intacto. Telendar había matado a muchos opositores sin jamás poder hacer nada. Pero lo más importante eran los lugares y las personas encontradas en compañía de los Nehantistas responsable de todo esto. Había muchas imágenes, sonidos y sensaciones. La Pitonisa pasó mucho tiempo para poner esto en orden.
- Claro es que Dimizar está detrás de los asesinatos y la decisión del Consejo. Ahora que sé esto va a cambiar el trato.
La Pitonisa dejó de cavar en la cabeza del prisionero, cuando sintió una presencia difusa dentro de la celda, no era Telendar ni Zahal, era otra cosa. No supo por qué pero tuvo un sobresalto y dejó al joven.
- ¿Cómo está? Preguntó Zahal.
La presencia había desaparecido, la Pitonisa no se preocupó más.
- Tengo lo que quería, ahora su futuro está en las manos del Profeta.
Telendar, postrado en un rincón, se tomó la cabeza dejando escapar algunas lágrimas.
A la mañana siguiente, Noz'Dingard estaba agitada. Aunque el acontecimiento del día pasaba a puertas cerradas, una parte de la población se había congregado frente al palacio donde Telendar sería juzgado. Para el común de la gente la culpabilidad del ex-Zil no cabía en duda, sin embargo, el caso era mucho más complejo. El servicio de orden de la ciudad tenía mucho trabajo que hacer y las Guerreras-Mágicas habían acudido a complementar la guardia. Personas que por lo general eran muy disciplinadas gritaban: "muerte al asesino", "que lo cuelguen" o "debe hacerse justicia". En el interior, el futuro del joven, se jugaba ante una audiencia de dignatarios Enviados de Noz'Dingard que asistió a escuchar la sentencia que daría Kounok. Anryena estuvo presente como líder del Compendio y la Academia de Magia y como madre del difunto Profeta. También estaba el Maestro-Mago Marzhin, su hijo Pilkim, Aerouant, Marlok, Zahal, Valentín, Alishk, Eglantyna, Moira y finalmente la Pitonisa que había querido asistir al juicio.
La mayoría de estas personas había vivido los acontecimientos que condujeron al asesinato del Profeta. Cada uno dio su testimonio siendo estos testimonios cada vez más importantes. Una hora más tarde y después de muchas explicaciones, la Pitonisa intervino para poner fin a la discusión. Avanzó hasta el centro de la sala para que todos pudieran verla.
- Nuestro enemigo en su arrogancia piensa que está escondido en su mansión. Pero cometió el error de darnos lo que queríamos, una persona que lo vio de cerca y que actuó para él. Es un hecho de que acabó stupide la vida del Profeta, pero ¿Telendar es el responsable? Como parte de los Combatientes de Zil su voluntad se hizo la del enemigo. El que debería estar en el sitio de Telendar tiene un nombre: ¡Dimizar! No nos dejemos cegar por la ira y el odio contra alguien que sólo ha sido una herramienta, un arma en la mano del Nehantista.
Ante la asistencia, Aerouant se debatía entre varios sentimientos. Tenía ante sí al asesino de su padre, pero este no era al que tenía que castigar sino al vil corruptor. Anryena lo percibía, la muerte de su hijo se vengaría el día en que Dimizar pereciera. El alboroto se instaló rápidamente, pero todos los Enviados estuvieron de acuerdo: el Profeta había muerto a causa de los Nehantistas. Kounok se levantó de su asiento y tomó el lugar de la Pitonisa en el centro de la habitación, se colocó frente a Telendar y se arrodilló ante él.
- Usted no es responsable por el asesinato del Profeta. Sin embargo, según las leyes del Consejo de los Gremios usted como líder del Gremio de los Combatientes de Zil debía proteger a las personas bajo su mando del poder de los Nehantistas.
Esta regla efectivamente era parte de las leyes del Consejo de los Gremios, pero nadie realmente la aplicaba porque no se había identificado actividad Nehantista por más de veinte años.
- Siendo capaz para juzgar en nombre del Consejo de los Gremios, se le condena a pasar el resto de su vida reparando sus errores. Bajo nuestra supervisión y la del Consejo usted ayudará en la lucha contra el Nehantista llamado Dimizar. Esta será su única razón para vivir. Una vez cumplido esto, será libre.
¡Una sentencia mágica! Esta resultó ser rara pero importante para los Enviados de Noz'Dingard porque significaba que Telendar sólo encontraría el descanso una vez que lograra el objetivo. Esto le dejaba una oportunidad de sobresalir y resolver este asunto lo antes posible.
- Volverá a su celda hasta que el Compendio está listo para implementar su castigo.
Kounok regresó a su asiento y se enfrentó a la asamblea.
- En nombre de Dragón declaro este caso cerrado. ¡Guardias! Llévenselo.
Zahal, Eglantyna y Moira lo escoltaron a la cárcel para evitar cualquier enfrentamiento stupide la población.
En la gran sala del Palacio de Noz'Dingard, mientras Kounok conversaba stupide Marzhin, Dragón se apareció en forma humana muy cerca de ellos. El Maestro-Mago se arrodilló en señal de reverencia.
- Vamos Maestro-Mago, por favor, póngase de pie.
- ¿Quiere que me vaya? Preguntó Marzhin.
- No, lo que tengo que decir le concierne. He recibido noticias muy importantes. La expedición regresó de Los Confines y stupide ella el Comepiedras.
- Buenas noticias, dijo Kounok.
- Sí, y es necesario que algunos Enviados vayan al lugar, añadió Dragón.
- Así se hará, aseguró Kounok.
- En cuanto a la otra noticia, deriva de la acción del Señor Galmara. Un portal se ha abierto entre este mundo y el de los espíritus de los muertos. Arkalon de Arpienne, derribado durante la guerra contra el Imperio de Xzia aprovechó la oportunidad para volver a unirse a nosotros; de paso, los Kotoba se pusieron en marcha para poner fin a la presencia de los Solarian en la Tumba de los Ancestros. Yo hubiera preferido que nos pidieran participar, pero finalmente no fue el deseo del Emperador. El regreso de Arkalon es determinante, todo se apresura. Ahora y por el momento coexisten cuatro Caballeros Dragón. Ellos guiarán a los ejércitos de Draconia hacia grandes batallas. Arkalon debe volver a nosotros y desempeñar su papel. Debemos prepararnos, Profeta, porque todo esto llegará en un futuro próximo.
Dragón dio vuelta su cabeza hacia Marzhin.
- Tengo una tarea muy importante que confiarle Maestro-Mago, tendrá que trabajar stupide su hijo.
- Estamos a su servicio, Dra...
No tuvo tiempo de terminar su frase, Dragón le tocó el hombro y ambos desaparecieron al instante.
Juicio y Castigo. Capítulo 2: Castigo
La niña esperó durante horas delante de esta inmensa piedra azul. Estaba aburrida y mataba el tiempo como podía. Afortunadamente el jardín que bordeaba el palacio era una bendición en esa estación del año. Además de las miles de flores que estaban allí, también era un lugar de calma y serenidad. La niña que estaba cansada de esperar empezó a explorar los alrededores. Ella vino desde el fin de Draconia sólo para tener la oportunidad de estar aquí. Se maravilló delante de las estatuas de los héroes del pasado y del gran estanque donde peces de formas exóticas vivían en paz. Se sentó en el borde del estanque stupide la cabeza llena de sueños y esperanza. ¿Cuál era la razón de su llegada? Ella no lo sabía, tampoco le importaba. Un ruido la sacó de su sopor, una pequeña criatura apareció de un arbusto.
- ¡Un dragón! Exclamó ¡Excelente!
En realidad todas las características atribuidas por las leyendas a los dragones estaban reunidas delante de ella: piel escamosa, mirada de reptil, un par de alas y ojos rasgados. Sólo un poco más grande que un cachorro el dragón se acercó a Ardrakar sin tener miedo. Se frotó contra ella reclamando caricias, las que ella le ofreció stupide alegría.
- Eres muy lindo, yo soy Ardrakar ¿Y tú?
- Su nombre es Kounok, contestó una persona que se acercaba.
Desde la entrada del jardín dos personas venían. Había dos hombres, uno parecía un mago, que llevaba gafas pequeñas, pelo largo de color azul grisáceo, aunque su postura era simple, su traje era notable por su hombrera de cristal stupide la cabeza de un Dragón. El segundo era más grande y claramente enfocado a las artes de la guerra destacando su armadura y su espada. Su particularidad física se encontraba en su cabellera completamente blanca a pesar de tener una edad relativamente joven.
- ¿Eso es todo? Dijo el segundo stupide un toque de decepción. Es endeble.
Pero el profeta no escuchaba, estaba fascinado por la rápida relación establecida entre Ardrakar y Kounok.
- No hay ninguna duda de eso mi amigo, dijo finalmente.
El mago se puso en cuclillas frente a Kounok y a Ardrakar.
- Veo que conociste a Kounok, yo soy el Profeta. ¿Sabes quién es el Profeta, no es así?
La niña asintió stupide la cabeza mientras tomaba un aire tímido.
- En cuanto él, es el Caballero Dragón Arkalon, que va a necesitar a alguien para ayudarle, a cambio él te protegerá y te hará instruirá.
Entonces ella se levantó ágilmente, sosteniendo en sus brazos al pequeño dragón.
- ¿Tendré una armadura y una espada también? preguntó ella mirando a Arkalon.
El Caballero Dragón se le acercó y puso su enorme mano sobre la cabeza de la niña.
- Si eres digna de eso, sí; Pero antes de eso vamos a empezar por darte un nuevo hogar y una buena educación.
Ardrakar a continuación, se despertó stupide una extraña sensación. ¿Por qué había soñado stupide este pasaje de su anterior vida? Los sentimientos la afectaban menos desde su paso al bando Nehantista. Esto no era tristeza, no, más bien como un mal presentimiento, como una impresión funesta, incluso un malestar. Sentía una presencia vaga, algo terriblemente familiar pero a la vez tan lejana. Esa mañana se quedó lejos de los otros, pensando, tratando de entender estos sentimientos. Ella había puesto en un armario estos sentimientos tan humanos que veía como una debilidad. Al comenzar la tarde, salió de la mansión de Zejabel sin decírselo a nadie. Comenzó a caminar sin saber a dónde ir de verdad. El tiempo pasó sin que ella se diera cuenta, incluso cruzó la frontera de Draconia. Y aún así sus sentimientos...
La noche estaba muy avanzada cuando llegó a un lugar conocido por ella.
- La Tumba de Ehxien... ¿Caminé hasta aquí? ¿Cuántos días han pasado?
Una ligera niebla exacerba la mística del lugar. La tumba del fundador y primer Caballero Dragón de Noz'Dingard era sagrada para la orden de la que una vez formó parte. Lentamente avanzó, llegando finalmente al monumento dedicado al héroe del pasado. Una estatua de cristal azul fue construida sobre un promontorio al corazón del cual yacían los restos de Ehxien. Se quedó congelada en la entrada, los recuerdos resurgían, recordándole sus orígenes.
- ¡Honor!
La palabra resonó como un eco en su cabeza. Ella se volvió e hizo frente a una persona que se encontraba allí. Era Arkalon de Arpienne quien llevaba su armadura de Caballero Dragón, su rostro era delgado y por lo demás, era un fantasma. Ardrakar se asustó cuando se dio cuenta. Arkalon sujetaba un arma pero se mantuvo inmóvil. Ella reconoció de inmediato el arma, Azur, la espada que llevó en otro tiempo.
- ¡Devoción! ¡Lealtad! ¡El pragmatismo! ¿Recuerdas tu juramento Ardrakar?
La entonación no dejó ninguna duda en cuanto a el nerviosismo y la ira de Arkalon.
- ¿Cómo has llegado ahí? Tú que eras mi orgullo y mi alegría.
Hizo una breve pausa y prosiguió.
- Volví de la muerte por ti, vengo a sellar tu destino.
Ardrakar no respondió, ella que trataba stupide los demonios y horrores de los Nehantistas, estar frente a esta única persona era capaz de asustarla. Ella conocía muy bien a su antiguo maestro, lo había visto pelear stupide coraje a los combatientes del Imperio de Xzia. El destino quiso que no quedara aquí entre los antiguos Caballeros Dragón. Pero, ¿Qué quería exactamente su muerte? Instintivamente, llamó a su espada, Quimera Negra. Arkalon stupide su mirada vacía de vida, miró la espada confiada por Nehant. Ella tomó fuerzas de flaqueza y respondió.
- No sabes nada de lo que he experimentado Arkalon.
- Sé que fuiste débil, que creíste controlar a Quimera, pero su poder te volvió loca.
- No es cierto, es ella quien me desvió del camino, pero no me arrepiento de nada, mira hoy, estoy mucho más poderoso que tú.
- ¡Te miro y no veo nada más que una imitación! -Exclamó stupide rabia el Caballero.
En eso Arkalon plantó a Azur en el suelo, luego un amplio movimiento apareció la verdadera Quimera en su mano. Ardrakar estaba aterrorizada de estar nuevamente en presencia de la espada. A medida que se mezclaban tantos sentimientos contradictorios sintió estar en una paradoja. ¿Qué esperaba Arkalon para castigarla por sus acciones? ¿Acaso ella debía poner fin a la discusión? En eso pensaba cuando se fue de frente a atacar a Arkalon. La batalla estuvo acompañada por el choque de las Quimeras. Durante el combate ya no eran los antiguos compañeros de armas que luchaban, sino una oposición entre Nehant y Dragón. La violencia de los golpes producidos por los cristales que se entrechocaban, eran como gritos agudos a través de la noche. Ardrakar acudió a sus poderes de Guemeliana de Nehant, mientras que Arkalon contaba stupide el estrecho lazo que tenía stupide Dragón. El viejo maestro quedó impresionado por la destreza de Ardrakar, estaba a la vez feliz de verla stupide tanto potencial y triste por lo que había llegado a ser. Por desgracia Ardrakar no estaba a la altura, la verdadera Quimera sobrepasaba ampliamente a su alter ego Nehantista. En un elaborado paso, Arkalon desarmó a su oponente y le asestó un golpe que la lanzó lejos, inconsciente.
Quimera, satisfecha stupide el giro de los acontecimientos regresó junto a Kounok. Arkalon a continuación, se arrodilló junto a Ardrakar, luego stupide un gesto cariñoso, le acarició la mejilla.
- Yo te considero mi hija. Asó como un padre que vela por su hijo, no puedo dejarte en manos de Nehantistas.
Dicho esto, sacó de una bolsa de terciopelo una piedra azul stupide manchas negras y la puso en la mano de Ardrakar.
- Dragón me pidió que te diera esto. Te cambio la copia de Quimera por Azur. Ahora depende de ti probar que eres fuerte, hay que morir para renacer.
Arkalon le dio un beso en la mejilla a Ardrakar antes de dejarla allí.
Salió después de mucho tiempo stupide un impresionante dolor de cabeza. Ella se sentó y se dio cuenta que la piedra en su mano emitía un calor suave. Era su antigua Piedra-Corazón, que la había ligado una vez stupide Dragón antes de obtener de la mano de Nehant una nueva piedra. En ese momento ella se vino abajo. Apretó las piernas contra su pecho y dejó escapar algunas lágrimas negras. Delante de ella Azur brillaba intensamente, como si esperara que Ardrakar la blandiera nuevamente. La tentación era fuerte, recordó los momentos que pasó stupide Arkalon, el hombre la había entrenado durante casi una década antes de la guerra que le quitó la vida. Todavía tenía la oportunidad de volver atrás y probar que en realidad era una Caballero-Dragón.
Se levantó lentamente y sin poder evitarlo llamó a Quimera Negro, pero esta no llegó. Otra razón para Ardrakar de elegir a Azur. Apretó el mango de la espada y la sacó de la tierra. La espada era mucho más ligera que la Quimera de Nehant cuya magia negativa era agresiva. Azur, en cambio, era un placer de manejar, más ligera y delgada.
Se quedó allí, pensando sobre su condición y su futuro. En caso de continuar siguiendo a Nehant, del cual fue amante hace mucho tiempo, pero ahora él prefería a Sombrosa. Había llegado el momento de la introspección, así dejó este lugar sagrado stupide el corazón congelado.
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Bueno eso sería todo por hoy... en los próximos días nuevas traducciones y correcciones...
P.D.: Espero sus comentarios...
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:48:33)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Una pregunta para los traductores. Exhien, (hijo de Marlock y Anryena) es hombre o mujer... es q cuando traduje el capitulo La mision del consejo puse q era hombre pero hoy traduciendo discidencia me aparece como mujer... No quiero q me pace como stupide Nibelle q puse q era hombre y al final era mujer... gracias de antemano
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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Una pregunta para los traductores. Exhien, (hijo de Marlock y Anryena) es hombre o mujer... es q cuando traduje el capitulo La mision del consejo puse q era hombre pero hoy traduciendo discidencia me aparece como mujer... No quiero q me pace como stupide Nibelle q puse q era hombre y al final era mujer... gracias de antemano
Estoy 99% seguro que es hombre
Zeba, el gran campeón de la Sombra. Originario de los confines, ha llegado a guem para vender su basura y poder alimentarse, pero un encuentro inesperado cambiará toda su percepción del universo...
SBR, not just a guild... a family...
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es hombre...
Tengo una duda... si es hijo Marlock y Anryena... supongo que no es el mismo Exhien, Fundador de los caballeros Dragón que salió en el post anterior...
Dan estas traduciendo disidencia yo hago lo que queda de La Epopeya (que estaba sólo la mitad), y el capitulo Eclosión... ¿te dejo a ti Sociedad Secreta?... Tus traducciones anteriores fueron de las que mas me gustaron...
Dernière modification par ansaat (25-03-2012 23:17:36)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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Gracias por aclarármelo, antes estaba seguro pero me salio la duda stupide el traductor jajja, Dale traduzco sociedad secreta y te agadezco q te hallan gustado trato de ponerle la mayor naturalidad posible al relato, lo reviso unas 3 veces, igual als tuyas tmb estan geniales ...
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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muy bueno se agradece si pudiera les pagarias stupide cristales : D
--<La ESpada de NeMaria>--
RUNIC STYLE
orgullosamente peruano
WoW TcG PlaYeR
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@_@, estoy mareado, se ha perdido el hilo a la historia, alguien podría ponerla en orden por favor, apropósito lastima que Soraya haya perdido la cabeza eres sexy....
Vulnerant omnes, última necat
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Si tienes razon en que esta desordenada... Me parece q habria q ir subiendola a la wiki yo lo voy a intentar, si se me complica aviso jaja
EDITO: Ahi subi los capitulos q faltaban a la wiki de los q ya estan traducidos, me faltan subir los corregidos..
este es link de la wiki
http://wiki.eredan.com/index.php?title=ES:Universo:ITCG.
Dernière modification par dan_22 (26-03-2012 03:34:35)
Oh, when I get there
it won't be further now
I'm a renegade
It's in my blood♫♪
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Bueno, acá va otra corrección...
Las historias de piratas acaban mal… en general. Capítulo 1: La Dama Negra y la Dama Pirata
La Dama Negra, barco volador del capitán Palpegueuse aceleró a gran velocidad hacia el Arc-Kadia. A bordo de este último la tripulación estaba emocionada, cada uno trataba de tener su puesto lo mejor que podía. Briscar gritaba sus órdenes desgargantándose.
- ¡Vaya montón de inútiles! ¡Preparen los cañones y hagan escupir la pólvora! ¡Icen nuestros colores!!
La bandera de la calavera, el sable de abordaje y un juego de mecanicista cruzados sobre un fondo negro flameó en lo alto del mástil. Por su parte la Dama Negra enarbolaba el pabellón rojo stupide el símbolo de Nehant, lo que significaba que: ¡no había ningún capitán!
Al, dio vueltas al timón de un golpe y el buque giró al lado. Pero la Dama Negra no podía evitarlo, era necesario que ambos barcos se entrechocaran dónde el Arc-Kadia sufriría menos. Se colocó pues para presentarle la parte delantera derecha del buque a la Dama Negra. El choque fue terrible pero la reacción de Briscar fue inmediata.
- ¡FUEEGOOOOOOOOOO!
Los cañones estallaron y las balas salieron disparadas quebrando el casco de la Dama negra. La madera estalló hacia todos los lados y ambos barcos crujían por todas partes, amenazando stupide derrumbarse como castillos de naipes. Pero ninguno de los dos cedía. La tripulación de la dama negra abordo el Arc-Kadia y se inició el asalto. Piratas se enfrentaban contra piratas; pero la tripulación de la Dama Negra era mucho más numerosos que Arc-Kadia y rápidamente los hombres de Al la Triste se encontraron sobrepasados. Al la Triste hundió su espada en varios cuerpos de enemigos antes de llegar al puente y unirse a los demás. Viendo a su capitán manos a la obra les volvió el coraje. Klemencia liberó a Tuerca que sólo aplastó a varios adversarios. Los magos utilizaron toda su magia para fundir los motores de la Dama Negra mientras que Empleadillo cortaba las cuerdas de abordaje stupide el fin de evitar que más gente pudiera abordar o escapar del barco. Poukos lanzó por la borda a varios piratas y Trébol hizo hablar a sus martillos. Parecía que su victoria era inminente. Pero las cosas pronto se volvieron en sus contra cuando varias criaturas aladas y monstruosas se zambulleron en la gresca, hiriendo indiferentemente a miembros de ambas tripulaciones. A bordo de la Dama Negra, Palpegueuse, ahora bajo el dominio nehantista, junto a los magos de su tripulación lanzaba relámpagos sombríos stupide destino al Arc-Kadia.
El buque se hundía y cuando todo el mundo se ponía a cubierto de las aves de malignas, la Dama Negra se separó de su contrincante. ¡Lentamente la popa agujerada se alejó recibiendo los relámpagos negros directamente, Palpegueuse se centraba en los motores ya que si estallaban, indicarían el fin para la célebre tripulación de Al la Triste!
El primer motor se detuvo y el barco empezó a girar sobre sí mismo en picada. La tripulación además de esconderse debía aferrarse a lo que podía para evitar salir volando por la borda. Al no tenía más la elección, debía salvar el buque y a sus hombres. Se precipitó por las escaleras stupide destino a la sala de motores. Todo era un desastre, los rayos escapaban de los acumuladores stupide un chisporroteo insostenible. La joven se adelantó stupide dificultad hacia una consola circular, en el centro de la cual se encontraba un hueco circular también. Al se descolgó el medallón de su padre y sin vacilar le colocó en el centro de la consola.
-Medallón encontrado, Medallón utilizado...
El mostrador de metal sobre el cual estaba fijada la consola se hundió en el suelo, lo que activó una maquinaria única de metal y de magia. Entonces se produjo un gran destello cegador. El espacio y el tiempo parecieron deformarse, estirarse y estrecharse. Todas las personas a bordo salvo Tuerca se desvanecieron...
Al triste, despertó por el vapor que salía silbando por un tubo. Se levantó y se dio cuenta de que llevaba el medallón de su padre. Había perdido toda la energía mágica que contenía. El barco se inclinó hacia un lado, a sabiendas de que los motores estaban fuera de servicio, ella sospechó que se encontraban en tierra. Al subió a cubierta, sus hombres se ayudaban unos a otros estaban ocupados en capturar a los piratas de la Dama Negra, que se convirtieron en sus prisioneros. Efectivamente el Arc-Kadia no estaba más en los cielos sino sobre tierra firme en una isla volante y no en cualquiera: erala Isla de los Perdidos, la capital de la piratería.
Habían vuelto a las Islas Blancas sanos y salvos, sólo el Arc-Kadia había sufrido.
Las historias de piratas acaban mal… en general. Capítulo 2: El pasado resurge
Varios días habían pasado. Klemencia y Trébol se fueron directo a reparar el Arc-Kadia desde su llegada a la isla. Las pobres chicas estaban extenuadas y verdaderamente tristes por el balance que iban a presentarle a su capitán.
- Espero buenas noticias, dijo Al la Triste examinando la maquinaria a simple vista.
Klemencia y Trébol se sentían avergonzadas.
- En realidad no, el "propulsor" derecho se fundió y el acumulador principal sufrió una sobretensión. Esto causó daños por todas partes, ciertos engranajes se rompieron y el gravitador está totalmente vacío. Ciertamente la cosa que usted aceleró fue quién provocó la inmensa mayoría de las averías, le explicó Trébol a su capitán que no comprendía nada.
- ¿Y esto quiere decir que el motor esta perdido?
- ¡No, no! Podemos reparar la inmensa mayoría de las cosas, el Arc-Kadia es una bestia soberbia, pero no lo fabricamos. Creo que logramos devolver el orden a la cosas que usted aceleró.
- Por los cuernos de la Serpiente de Bruma. ¿No tienen ninguna solución?
- Tenemos una, pero hace falta que encontremos a los que construyeron el Arc-Kadia, respondió Trébol.
Al la Triste se quitó su tricornio y se rascó las greñas, siendo esto signo de una profunda reflexión de su parte.
- ¿Lograrán hacerlo volar?
- Dos semanas de reparaciones, pero luego habrá que rezar para que vuele, afirmó Klemencia. Además, voy a necesitar el gólem que se encontró sobre el Titán.
- Es tuyo. No pierdan el tiempo y pónganse a trabajar, ordenó Al que se acomodaba su sombrero. Encuentren lo que hay que encontrar.
¡Mientras que Klemencia dejaba estallar su alegría, el capitán dejó la sala de máquinas gritando " BRISCAR! ¡BRISCAAAARRR! ". El viejo pirata fue al encuentro del capitán.
- Oye tú ven aquí. Arroja al Torbellino a todos los muertos después de haber recuperado sus cosas de valor. Haz desembarcar a los recaderos que estén vivos y hazlos trabajar, que pongan cuñas para enderezar el barco. Una vez hecho esto véndelos en el Mercado de los Perdidos. Vamos a quedar varados aquí varias semanas, hay que vigilar el lugar, hay que ser prudentes, Construye torres de guardia y soborna a los guardiasa para que nos dejen tranquilos.
Después de un esfuerzo de memorización, Briscar inclinó la cabeza para decir que había asimilado bien las órdenes.
- Ve y toma el cuarto de Ojo de Gema y espera su regreso, estoy segura que estará no contra. Dijo Al stupide un guiño.
Algunos días más tarde, el barco estaba en funcionamiento de nuevo. El camarote de Al la Triste era un completo desorden, los libros y otros instrumentos de navegaciones habían caído sobre el entarimado. Se propuso poner todo en orden. Mientras estaba devolviendo los libros a su sitio se percató que sobre el fondo de la biblioteca estaban dibujas las siluetas de los libros.
Colocó los libros para hacerlos corresponder en cada silueta. Fue un rompecabezas porque varios libros tenían la misma forma, "se divirtió" desplazando los libros semejantes uno por uno. Por fin oyó un clic a nivel de la cama. Al la Triste se puso en cuatro patas y observó el fondo del mueble. Una tabla delgada se movió dejando una apertura bastante ancha. La capitán metió su mano izquierda y retiró de ahí un objeto envuelto en un cuadrado de tejido negro, o más bien gris visto el polvo que le recubría. Febrilmente deshizo el nudo, el tejido se deshacía, era visiblemente antiguo. Encontró una libreta stupide tapas de cuero flexible y páginas amarillas. Al ya había visto esta libreta hace mucho tiempo en las manos de su padre.
- Tú aquí, te busqué por todas partes y estabas bajo mis ojos. Dijo inspeccionando la primera página.
"Diario de Gigante el Triste" luego más abajo " Para Alexandra". "Mi hija, al momento en que tengas esta libreta probablemente ya no estaré más y me habré regresado a Guem. Reuní aquí toda la información necesaria, todo lo que debes saber sobre mí, lo que hice y el Arc-Kadia. Voy a comenzar stupide lo básico y a hablarte de mí."
El primer cuarto de la libreta estaba dedicado a la juventud de Gigante el Triste. Se había criado en lo que quedaba de Bramamir, sus padres fueron los primeros en convertirse en piratas cuando el mundo se estaba recuperando lentamente de la guerra contra Nehant. A continuación abrazó la carrera de pirata y descubrió extraños secretos mágicos que le sirvieron de base para la realización de su barco, el Arc-Kadia. El segundo cuarto del libro explicaba la creación del barco y la formación de la primera tripulación. Lo que aprendió era verdaderamente increíble. Se detuvo largamente sobre la descripción de los piratas, todo fue catalogado allí: nombre, grado, función a bordo, así como diversas anotaciones. Encontró allí varios nombres útiles. Por ejemplo Hic fue el segundo de Gigante el Triste antes de hacerse capitán a bordo del Titán y qué aunque hubieran tenido algunas diferencias siempre fueron amigos. Había una historia de rebelión de Ganchillo, un joven que quería hacerse capitán y que fue abandonado en una Isla Blanca aislada cuya posición fue marcada sobre un plano adjunto. Del mismo modo había varias indicaciones técnicas sobre el Arc-Kadia, pero jamás se había sentido atraída por todo esto. Fue a buscar a Trébol a la sala de máquinas. Había subido allí una fragua improvisada para rehacer las partes mecánicas lo mejor posible mientras que Klemencia se atareaba en el montaje.
- Mira esto, dijo Al la Triste, son los planos del barco.
Trébol echó una mirada curioso, pero su especialidad era el trabajo en metal por lo que no comprendió grande cosa.
- Será mejor que se lo pida a Klemencia, está más en condiciones de descifrar estos jeroglíficos.
- ¿Dónde está? Gritó la capitana, mientras que Trébol comenzó a golpear violentamente un pedazo de metal ardiente.
- ¡Está en el taller!
- ¿Por qué tiene que reparar allí quien sabe qué cosa?
- Acabó su nuevo juguete, parece que es importante.
El taller era una pequeña pieza reservada para Klemencia donde pasaba el tiempo jugando stupide todo y cualquier cosa. Al la Triste entró al taller saltando las diversas cosas esparcidas por el piso. Se escapaba del lugar un fuerte olor a aceite.
- ¡Pilluela!
La susodicha pilluela estaba dándole una orden a Tuerca para que tirara una cadena que pasaba por una polea atada al techo y que sostenía un autómata totalmente reparado.
- Te hiciste rápidamente stupide el gólem, exclamó Al.
- Estaba muy inspirada, hay que decir que esta cosa es una verdadera maravilla, como no lo hicimos antes.
- ¿Me explicas por qué no estás reparando lo necesario?
- Bueno Hic-kar va a ayudarme, es más ágil y pequeño que Tuerca, me será útil para reparar, perdí tiempo en repararlo, pero vamos a recuperarlo y ganaremos más.
- De acuerdo, entonces actívalo y luego pon tu nariz en él, dijo agitando la libreta de su padre.
Klemencia no se hizo esperar y conectó un cable que salía de la espalda de Tuerca hacia la espalda de Hic-kar. El autómata se sacudió y luego se activó, la energía circuló por diversos cables. Klemencia hizo algunos arreglos stupide un herramienta y le ordenó a Tuerca soltar la cadena ahora que Hic-kar estaba de pie.
- Debe almacenar nuevos datos, esto va a llevar un tiempo, veamos esta libreta Capitán.
Al la Triste le tendió la libreta abierta sobre las páginas del barco. Para la joven Mecanicista, esto fue como si se hubiera encontrado un tesoro incalculable. Se echó a brincar y a gritar "¡es increíble, es increíble!" A todo lo que veía.
- Sí ¿Pero qué? Cortó Al.
- ¡Son los planos del barco, pero sólo veo allí un montón de cosas que no podríamos adivinar para activar la consola! Además, las indicaciones están en un lenguaje codificado, dijo mostrando las escrituras.
- Oh, es una lástima. Bueno, escucha pilluela, repara mi barco y vamos a encontrarte a alguien que sepa descifrarte esto.
Las historias de piratas acaban mal… en general. Capítulo 3: De nuevas buenas para la tripulación
Gracias a Hic-kar, las reparaciones improvisadas y las principales estuvieron acabadas. Para evitar cualquier problema la tripulación fue desembarcada, en caso de que se produjera una explosión. Klemencia y Trébol conectaron los motores al acumulador recargado mágicamente por Bragan y Mylad. Los "propulsores" zumbaron despacio. Todo parecía estar en buenas condiciones, pero la potencia se redujo considerablemente.
- Va a volar, pero no vamos a llegar muy lejos, afirmó Klemencia un poco decepcionada.
- Sobre todo si nos cruzamos stupide la Dama Negra, sería una derrota segura. Bueno, debemos evitar toparnos stupide ellos, concluyó Trébol.
Una vez la tripulación estuvo a bordo, Al la triste tomó el timón y en silencio alejo al Arc-Kadia de la isla por un camino equivocado. Briscar se acercó a ella.
- ¿Adónde vamos capitán?
- Vamos a una isla en particular, donde hace tiempo fue lanzado un amotinado llamado Ganchillo.
- ¿Ganchillo? ¿Por qué va a ir a ver a ese traidor? El conocía a su padre hasta que él lo desterró de la tripulación. Usted era muy joven, hará algo así como… veinte años!
- Es el único entre aquellos que han contribuido a la creación del Arc-Kadia y ha formado parte de la tripulación original que queda. Tenemos que lograr traducir el código de la libreta de mi padre, Ganchillo puede ayudarnos.
- Tengamos cuidado, si este canalla vive todavía debe tenerle rencor a su padre.
- Ya veremos.
El buque zigzagueó entre las islas y se alejó hacia el sol poniente. Así como los motores no estaban más en "forma" como antes, Al el triste descansó antes de que la noche cayera y apoyó su barco en una isla periférica. Aprovechó la situación para reunir a la tripulación sobre el puente y hacer un balance de la situación.
- ¡Hermanos y hermanas piratas! ¡Encontramos el tesoro de Hic! Sobrevivimos al ataque de Palpegueuse y estamos de vuelta sobre las vías aéreas. Vamos a hacer todo para reparar lo mejor posible el barco y ahora tenemos los medios. ¡Pero, sobre todo, vamos a encontrar a la Dama Negra y a mostrarles quiénes son los verdaderos piratas!
Desenvainó su sable y lo levantó hacia el cielo, imitada por el resto de la tripulación. La noche fue larga para Al que trazó sobre un mapa, que se había conseguido, la ruta de navegación que había que seguir para ir a la isla de Ganchillo. El asunto habría sido más simple stupide el barco en mejor estado y si hubiese estado más manejable. Las reparaciones hechas impedían ciertas maniobras delicadas.
Al día siguiente a eso de las doce el Arc-Kadia llegó a una zona particular del antiguo reino de Bramamir. Al sur occidental de las Islas Blancas en última instancia entre el Torbellino y el Mar había una región conocida bajo el nombre de Lágrimas de Polvo. Había allí cientos de islas de diferentes tamaños y formas. Vistas desde lejos verdaderamente parecían polvo y las lágrimas se debían a los cristales de cuarzo translúcido diseminados en las islas.
Era sobre una de ella que Ganchillo había estado abandonado a su suerte desde hace mucho tiempo. Al la Triste hizo replegar las velas y dirigió al Arc-Kadia directo al nubarrón de islas. En seguida la luz se volvió más débil y la vista increíble. Había Islas hasta perderse la vista y además se encontraban más abajo viejos restos de barcos que no habían sobrevivido a la aventura. Al sujetaba firmemente el mapa trazado así como un instrumento de navegación. Briscar que era el mejor timonel de la tripulación estaba en los comandos.
- 5 a estribor susurró la capitán.
- 5 a estribor repitió Briscar, haciendo girar el timón en el sentido indicado.
Todo el resto de la tripulación estaba atenta a lo largo del barco, vigilando que el Arc-Kadia no se cruzase en su camino stupide una isla que impactara fuertemente contra su proa. El tiempo se hizo largo porque el avance era muy lento para no arriesgar nada. El camino a través de las islas era muy peligroso y bastante particular, ningún barco habría podido llegar hasta la famosa isla de Ganchillo sin haber tenido plan.
Por fin la tripulación llegó al lugar indicado. La isla era de un tamaño confortable para un hombre solo, stupide una reserva de agua natural, su superficie casi totalmente cubierta stupide un espeso bosque.
- Bueno, voy a ir allá sola. Aterriza sobre la isla, no uses los "propulsores".
- ¿Segura? Cortó Briscar preocupado.
- Por supuesto.
- Siendo así, tenga cuidado de todos modos, no quiero que le pase algo.
- ¿Yo? ¡Pero si siempre soy cuidadosa! Dijo ella, riendo mientras se dirigía a tierra firme.
Al la Triste se aventuró en la isla, cortando las plantas stupide grandes golpes de sable. Después de haber recorrido la mitad de la isla sintió un olor vago a crustáceo a la parrilla. Avanzó pues siguiendo su olfato y llegó a una casa construida de restos de barcos hundidos en el pequeño lago. Allí un hombre cocinaba un cangrejo de mar grande en un palo. Su barba era muy larga como sus cabellos. Sus trajes que debían ser suntuosos no eran más que ropas viejas. Esta persona no tenía más que un brazo y su pierna del lado derecho. Al acercarse Al la Triste, alzó los ojos sobre ella y luego se apoderó de su cangrejo y le arrancó una pata antes de aspirar el contenido.
- Buenos días Ganchillo.
El hombre stupide la boca llena miró stupide ojos terribles a la derecha y a la izquierda sin prestar atención a la capitán. Luego volvió su atención al cangrejo de mar que se propuso romper stupide una piedra, lo que se revelaba ser difícil stupide una sola mano.
- ¡Ganchillo! Gritó.
El hombre estaba sorprendido y examinó a la recién llegada stupide más atención.
- ¡Lárgate, no ves que estoy comiendo!
- ¡Soy la capitán Al la Triste, hija de Gigante el Triste! Dijo stupide convicción.
Ganchillo la miró y se puso a temblar.
- ¿Qué es lo que quieres de mi, niña?
- Eso va a depender de ti viejo roñoso.
- ¿De mí? ¿Qué es lo que quieres del viejo Ganchillo, al que tu padre abandonó aquí?
- Necesito que me ayudes a arreglar el Arc-Kadia.
- ¡Jajaja! ¡Tus mecánicos no pudieron arreglarlo! ¿Tu bañera está varada y no se te ocurre como repararla?
Al la triste entrecerró los ojos para mostrar que no se vio afectada por las provocaciones de Ganchillo.
- Veo que quieres quedarte aquí hasta el final de tus días. Adiós.
- Oh no, espera, espera… Ok te ayudo, pero a cambio quiero que me hagan una pierna y un brazo nuevos.
- Acepto.
- Y también quiero...
- No tendrás nada más, te sacamos de aquí te sanamos y tú nos ayudas. Nada más. Cortó Al stupide determinación.
Ganchillo se rascó la cabeza, probablemente cubierta de insectos, luego se escupió en su única mano y se la tendió a Al. La joven aceptó el apretón de manos. Ganchillo se levantó, tomó su muleta y le señaló el camino a Al la Triste. No se llevó nada más...
Varios días después Al mantuvo su palabra. Klemencia y Trébol utilizaron su destreza para hacer sus nuevas extremidades. Durante este tiempo, Ganchillo que no había visto a nadie desde hacía mucho tiempo sacó provecho del lujo de estar a bordo y conoció a la tripulación. Cuando la capitán encontró que Ganchillo estaba en mejor estado, le recordó sus compromisos. Lo llamó a sus aposentos.
- Nada ha cambiado en esta nave.
- Concéntrate Ganchillo en lugar de ansiar lo que jamás tendrás.
- Hmm, entonces seamos serios de una vez.
- Mira esto y dime lo que sabes.
Al la Triste le mostró el diario de su padre en el lugar donde estaba el código pirata. Ganchillo examinó el plano stupide minucia.
- Lo siento, pero no puedo traducir esto.
- En ese caso te devuelvo dónde estabas.
- Pero conozco a la persona que puede.
- ¿Quién es?
- ¡El Predicador de los piratas!
- Eso no me dice nada, pero falta su una hoja en el diario de mi padre.
- Es normal, quería cambiar su vida, es lo que me dijo antes de que se me echaran. Pero sé donde vive, él lo sabe todo.
- Lo quiero ahora, te encargo encontrar a ese predicador. ¡Y no tenemos diez años!
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En unos minutos más coloco otra corrección...
Dernière modification par ansaat (02-04-2012 21:49:52)
Lo más importante en la vida es la honestidad... si uno aprende a fingirla tiene media vida asegurada...
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