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#1 01-10-2011 00:08:53

IvoVanDyk
Invité

Universo de Eredan: Capitulos mas nuevos

Mientras se traducen cronologicamente los capitulos de la Historia de Eredan, en este post ire subiendo los ultimos que salgan, y en algun punto entre todos los traductores estaremos al dia wink y todos los capitulos se cargaran a la wiki. Saludos!

Dernière modification par IvoVanDyk (06-10-2011 18:44:36)


#2 01-10-2011 00:13:42

IvoVanDyk
Invité

Re : Universo de Eredan: Capitulos mas nuevos

Acto 4 - Capitulo 16

La llegada del Invierno

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Oscuridad...

El calor debería atenuarse...

Sin embargo es mas intenso que en las profundidades de la tierra...

Esto no puede suceder, escucho el eco de la lenta agonía...

¿Cuánto tiempo he dedicado a dormir?


La tierra se cubría de pétalos marchitos de rosas, dejaba al descubierto la riqueza del humus del bosque Eltariano. Algo emergió de allí, aparentemente una mano, pero hecha de raíces. Luego se levantó lentamente en ese lugar, acompañado por el solitario sonido del susurro que provocaba el viento al pasar través de las ramas casi desnudas. Los pocos animales que se estaban preparando para pasar el invierno escondidos dentro de una madriguera o un agujero de un árbol, se detuvieron intrigados por este suceso. Los montículos de tierra mezclada stupide vegetación muerta se abrieron en dos para darle lugar a una criatura por demás extraña. Ella tenía dos brazos, dos piernas y todas las características de un humanoide, pero su espalda estaba encorvada y sus dedos tocaban el suelo. Su aspecto frágil daba la impresión de ser una criatura muerta, pero este no era el caso. Se balanceaba de un lado a otro, y luego comenzó a caminar en una dirección. Sus pies habían perdido el hábito de caminar provocando que sus pasos fuesen imprecisos y lentos, en ocasiones terminando tumbado de nuevo en el suelo. stupide dolor, su cuerpo entumecido por el sueño se despertaba lentamente. Sus ojos poco a poco se acostumbraron a la tenue luz del otoño, alcanzando a observar el caos. Era otoño, sin duda uno muy potente, pero de todos medos no era un otoño como otro. A pesar de que desde sus orígenes como fruto del Árbol-Mundo, a causa de su reloj interno siempre resurgía de las profundidades durante los inviernos. Desorientado, sin señales, la criatura deambulo hasta que supo adonde ir, atraído por sus pares.

Hablaespíritu venía siguiendo desde hace algún tiempo a los espíritus del bosque quienes se encontraban perturbados. Transitaban un camino que solo ellos parecían conocer, y uno de lo más ilógico. Rodearon un árbol, pasaron por debajo de una raíz, después cambiaron sin sentido la dirección. Pensó en algún momento que sus pequeños amigos le estaban jugando una travesura. Los espíritus stupide forma de llama se detuvieron cerca de un agujero recién excavado, donde las lombrices de tierra estaban luchando contra la glotonería de varios erizos. Hablaespíritu sintió la magia de la naturaleza y las pequeñas criaturas continuaron stupide su camino tan errático como desde su inicio. Por último, el Daïs se encontró cara a cara stupide la criatura salida de la tierra. Los espíritus saltaron y la rodearon como para darle la bienvenida. Ella no se movió, sus largos pies la mantenían estabilizada, mientras sus ojos miraban fijamente al Daïs. Hablaespíritu examinó este hallazgo stupide interés y curiosidad, y solo percibía pensamientos confusos. Él habló en su lengua. A pesar del aspecto físico no había duda de lo que había delante suyo, se trataba de un Daïs, pero uno al que no conocía, uno ancestral. La criatura cubierta de tierra y raíces se acerco a Hablaespíritu.

- Fruto del Gran Árbol, hijo de la naturaleza, ¿aceptaras la ayuda de un ancestro? Le dijo stupide el pensamiento.

Hablaespíritu asintió stupide la cabeza.

- El tiempo me encorvo y confundió mis ideas, me llevaron hasta mi hermano, Quercus, el mayor de todos los Daïs.

¿Quercus? Sí, el nombre de ese Daïs forma parte de las leyendas, fue el primer fruto del Árbol-Mundo y el que enseñó la voz de la naturaleza a Kei’zan.

- ¿Quercus? Él murió hace mucho tiempo, ¿quién eres tú para saberlo?

- Quercus ... el regresó a la tierra. Eikytan es el nombre que me fue otorgado por el Gran Árbol. ¿Quién dirige a los Eltarianos?

A este nombre también lo había oído Hablaespíritu, El Kei’zan lo menciono en historias de otros tiempos. Eikytan ... el guardián del invierno, quien procuraba que en la temporada de frió todos encontraran un sitio donde refugiarse hasta que llegara la primavera. ¡Pero en ningún caso se trataba de alguien vivo! El Daïs raramente se impresionaba por alguien o por algo, pero esta vez Hablaespíritu se sintió honrado por conocer y hablar stupide una persona tan ilustre.

- Ven Eikytan, te voy a llevar stupide Kei’zan.

- Kei’zan? Hmm... bueno. Préstame tu hombro para asentar mi mano porque mis piernas están entumecidas.

Este gesto le provocó escalofríos a Hablaespíritu, pero no dijo nada prefiriendo ver lo que sucedería stupide el encuentro entre ellos.

Al norte del bosque Eltariano, El Sachem y Kei’zan se ocupaban del Comepiedras. Granizardo por su parte llegaba del territorio desde Akem, acompañado de dos invitados y aliados a los Corazón de Savia - Pilkim y su padre, el Maestro-Mago Marzhin. Estos habían sidos enviados por Dragón para encontrar al Comepiedras y stupide el fin de evaluar su capacidad para actuar en el conflicto de la Piedra Caída del Cielo. El Kei’zan saludó a sus invitados stupide gran diplomacia.

- Enviados de Dragón, siéntanse como en casa...

No había terminado su frase cuando Pilkim, detrás de su padre se giro y vio un poco más allá, al Sachem hablando stupide el Comepiedras, pequeña criatura de apenas un metro de altura y apariencia de ser alguien único en su especie. El joven Draconiano tiro del manto de su padre, mostrándole la criatura.

- Por favor perdona a mi hijo, Kei’zan, el es un genio en términos de poder mágico, pero no es bueno stupide el protocolo, dijo Marzhin avergonzado.

- No pasa nada, viniste a ver al Comepiedras, así que no pierdas el tiempo, añadió el Daïs invitándolos a entrar en la aldea ahora habitada por aquellos que alguna vez residieron en los confines.

El viento flotaba lentamente entre los árboles, desnudándolos poco a poco de sus hojas color naranja. Pilkim corrió hacia la pequeña plaza central y se detuvo antes de llegar al Sachem quien le daba algunas gemas de colores a su pequeño protegido.

- Así que era cierto, el hecho de que comiera una gran cantidad de cristales extasió al joven mago. ¿El come mucho? ¿Ha crecido desde que salió de su huevo? Ese huevo estaba escondido ¿no? ¿Esta hecho de magia? ¿Cuantas horas duerme por noche? En el caso de que durmiera, por supuesto...

Por primera vez el adolescente se mostró como un verdadero hablador, cuando lo habitual es que no diga ni una sola palabra, sobre todo en presencia de extranjeros y aun peor si tienen otros orígenes.

- ¡Pilkim! ¡Ahora mismo deja de acosarlo! Limitémonos en estos momentos a observar únicamente, porque por ahí es donde todo empieza.

La enseñanza de Marzhin era su mayor prioridad y siempre le hablaba a Pilkim como si fuese uno de sus estudiantes. Sin embargo él ya no tenía dos años, por lo que el al Guemeliano no le daba para nada gracia. El muchacho se comporto como esperaban de el y al mismo tiempo, demostró por qué era un dotado. Se agachó y examinó al Comepiedras, observando su naturaleza.

- Bueno, a juzgar por la magia que emana de el se podría pensar que es un Guemeliano. Es posible que sea el caso de que posea una piedra-corazón visible en la superficie de su cuerpo. Excepto que no tiene esta característica, a lo mejor a causa de su extraña apariencia la piedra se encuentra dentro de él.

Pilkim vaciló, luego tocó la piel de color gris del Comepiedras, recorriendo las extrañas franjas blancas que parecían sinuosos tatuajes.

- Me siento increíblemente poderoso y único... ¿Padre de qué elemento se tratará?

El Maestro-Mago era un especialista en Guemelianos, el mismo se había convertido en uno y en repetidas ocasiones, lo que para le significó una gran hazaña. Habían muchos elementos, pero en el caso del Comepiedras estos no eran ni el fuego, ni el aire, ni el agua, ni siquiera unos más exóticos como la sombra o la luz. No era este el caso, era uno muy diferente, no una potencia que los draconianos conocieran, al menos no una familiar.

- ¿Hay algo que te haga pensar en el origen de la magia, hijo?

Pilkim frunció el ceño y puso las manos en la parte superior de la cabeza del Comepiedras. La relación evidente entre el y el Dragón salio a la luz.

- Es un Guemeliano ... de Guem?? Se preguntó.

- Esa es la teoría que tengo. Dragón no nos ha enviado aquí por casualidad, al parecer conoce o conoció la naturaleza del Comepiedras.

Los Eltarianos presenciaban la escena tratando de seguir la conversación, pero los términos utilizados por los draconianos no eran los mismos que los suyos y se perdieron rápidamente.

- Lo que es sorprendente es que su apariencia corresponde a la de un niño, volviéndolo tan difícil de conocer sus habilidades. Dijo Marzhin perplejo. ¿Dices que estaba en un huevo?

- Sí, respondió el Sachem. Permanecía en esa forma desde que lo encontramos, hace ya mucho tiempo.

- ¿Entonces, por qué ha nacido ahora? Preguntó Pilkim.

- Una vez más tengo una teoría. Como debes saber, la magia proviene de Guem. Si nosotros los Guemelianos podemos usar una parte de la magia, como por ejemplo los Guemelianos de fuego la magia de fuego, de esa forma mantenemos una estrecha relación stupide dicho elemento. Dragón esta relacionado stupide Guem, por eso su percepción del mundo es muy precisa. Lo mismo debe ocurrir stupide el Comepiedras.

- ¿Quieres decir que Guem ha pedido la intervención del Comepiedras? Pregunto Kei’zan.

- ¡Por supuesto! Pero no directamente, lo que amerita nuestra intervención. Dicho esto, me pregunto que poderes poseerá.

Mientras Marzhin y Pilkim analizaban al Comepiedras, la atención de Kei’zan y Granizardo se desvió a la llegada de dos personas. Hablaespíritu llegaba por el camino de la aldea de Akem y el hombre que lo seguía congeló a Graniazrdo. Le trajo a la mente recuerdos muy desagradables.

- Eikytan!! Resonó stupide gran amargura  en la mente de todos los presentes.

Kei’zan agarró el brazo de su hermano para detenerlo.

- ¡No! No hagas nada que pueda causarte nuevamente un regreso a la prisión de ámbar! Amenazó.

Eikytan no distinguió a Kei’zan  ni a Granizardo hasta que pudo observarlos mejor al acercarse hasta donde se encontraban los mismos.

- Aquí Eiky ... Estaba por decir Hablaespíritu.

- Sabemos quien es, interrumpió Granizardo molesto por la presencia del viejo Daïs.

- En ese caso no los molestaré, dijo Hablaespíritu muy avergonzados por el repentino deterioro de la atmósfera.

- Te puedes quedar, amigo mío. En cuanto a ti Eikytan soy escéptico en cuanto a la razón de tu despertar.

El viejo Daïs trato de acercarse más pero el dolor lo obligó a descansar un poco antes de volver a intentarlo.

- Así que tú has tomado el lugar de Quercus, joven Daïs.

- El no tomo su lugar, el rol de guía de la nación Eltariana le fue confiada stupide la muerte del venerable! Jadeó Granizardo.

- No te di la palabra, paria. Tú no te dirijas a mí. Ordeno Eikytan.

Lamentó que su hermano interviniera.

- Ve a buscar noticias de nuestros exploradores y me adviertes si surge algo nuevo por favor, hermano mío.

Enojado, el Daïs pateó stupide su pie una inocente piedra y abandonó la escena rápidamente. Kei’zan invitó a Eikytan a descansar en la aldea y se alejó temporalmente de los Draconianos quienes a su vez se encontraban muy ocupados tratando de desentrañar los misterios del Comepiedras.

- La naturaleza agoniza, Kei’zan, ¿escuchas los gritos de su sufrimiento? Preguntó Eikytan.

- ¿Tienes alguna novedad para agregar? ¿Algo que ignore? ¿Por qué estás despierto?

- Algo está destruyendo la tierra, hace mucho calor, el invierno esta tardando en acercarse y no será como de costumbre. Recuerda, yo soy el guardián del invierno y como tal, tenía que reaccionar stupide este profundo cambio.

- De lo que hablas es consecuencia de una piedra que cayo del cielo hace ya algún tiempo. Estamos buscando stupide nuestros aliados una forma de deshacernos de ella, pero está bien protegida por un pueblo cuya magia es muy diferente a la nuestra.

- Me aliare contigo, Kei’zan, en la lucha de nuestro pueblo. stupide mi partida despertaran las criaturas del invierno.

El líder de los Corazón de Savia había olvidado ese detalle, los guardianes de las temporadas en caso de peligro podrían despertar los espíritus de las otras temporadas. Eso sucedería en un invierno frío e implacable como la temporada que esta por llegar. Por el momento y varias semanas antes, el Comepiedras no había hecho progresos y la situación cada vez ameritaba más y más, si la piedra agredía a la naturaleza entonces tendremos que decidir rápidamente, sí actuamos sin el Comepiedras o sí esperamos una reacción de su parte.

- Bueno, cualquier ayuda es bienvenida en estos tiempos de conflicto.


Marzhin y Pilkim pasaron la noche en presencia del Comepiedras. El adolescente tuvo la oportunidad de escribir todo lo que pudo para un informe que posteriormente enviaría al Compendio, una organización a la que el espera integrar alcanzada su mayoría de edad. Lo tenía todo en el mismo, tamaño, forma, cómo se movía, la forma de los restos del huevo. Lo más notable era su increíble metabolismo. Su nombre no fue adrede, sólo comía piedras pero stupide una notable preferencia por los cristales. Eikytan no pudo evitar la atracción y pronto comenzó a tener interés en la pequeña criatura. Escuchó stupide mucha atención las conversaciones de los seres humanos y los encontró sabios e inteligentes. También conocía la leyenda sobre el Comepiedras, pero fue un recuerdo vago dentro de su espíritu y únicamente stupide mucho esfuerzo lograba acordarse algo de el. Se esperanzó al recordar algo stupide el efecto de una bomba.

- Cuando yo nací, entre los primeros frutos del Árbol-Mundo, habían varios Comepiedras. Nosotros los llamábamos solo Cristaliens. En ese momento las naciones humanas eran sólo unas pocas tribus dispersas por Guem. Un día desaparecieron sin que nadie sepa qué fue de ellos. Sólo quedaron unos pocos huevos, incluido éste. El Kei’zan se sorprendido bastante por esta historia, debido a que el había nacido mucho después de la desaparición de los Comepiedras. A su vez se acerco aun más para escuchar la historia de su mayor.

- Entonces, ¿tu viste a los adultos? Se atrevió a preguntar Pilkim.

- Sí. Cuando un joven Cristalien poseía demasiado poder dentro de él se aislaba para convertirse en otra cosa.

- ¿Como una oruga en una mariposa? Dijo Marzhin fascinado.

- Pero como hacen para alcanzar la... Pero Pilkim interrumpió su opinión y se levantó lentamente para no perder su brillante idea. Padre, cierto que las Piedras-Corazón son fuentes de gran poder mágico, ¿no?

Él no espero a que su padre respondiera porque ya sabía muy bien la respuesta.

- Creo que un Comepiedras puede llegar a adquirir potencia ingiriendo piedras-corazón.

- Pero dudo que alguien pueda devorar una piedra-corazón y los guemelianos no pueden vivir sin ellas.

Marzhin asintió a su hijo, no habían demasiadas opciones para que un Comepiedras obtuviera lo necesario.

- La piedra-corazón del Árbol-Mundo, dijo Kei’zan  evitando que Pilkim respondiera.

Si Eikytan tuviera boca, entonces él habría sonreído.

- ¿El Árbol-Mundo poseía una piedra-corazón? ¡Ciertamente el día de hoy estaba realmente lleno de enseñanzas! Comento Marzhin a su turno.

- Sí tenía una, pero estallo juntamente stupide él. Quedaron fragmentos, pero sólo uno de ellos todavía tiene la magia del Árbol-Mundo y llevará mucho de tiempo para que el Comepiedras lo encuentre. Acotó Kei’zan abruptamente.

La alegría de los draconianos fue efímera, pero aun existían otras probabilidades para encontrar.

- ¿Resplandores de Dragón? Nosotros los usamos para nuestros rituales más poderosos, ¿pero podrían ser de su agrado? Suscitó Pilkim la atención de su padre.

Después de un largo suspiro y una intensa reflexión del Maestro-Mago, él estuvo de acuerdo.

- Esta es la mejor solución que encontramos. Podríamos buscar vendedores de piedras-corazón, pero el resultado sería incierto. ¡Tenemos que contactar a Dragón cuanto antes! Se entusiasmó. Pilkim, ven dime que te ha confiado Marlok antes de partir, algo que nos sea útil.

Muy lejos de allí, Marlok se encontraba en su laboratorio cuando sintió que uno de sus cristales mágicos colocados sobre la mesa se activo por la magia. Corrió hacia él y lo tomo stupide la mano izquierda porque el mismo tenía que tener contacto stupide la carne para que la conexión se realizara. Inmediatamente los espíritus de Marzhin y Marlok entraron en contacto como si sus pensamientos se hubieran fusionado. La experiencia fue inquietante para los draconianos. Una extraña discusión tuvo lugar entre ellos, pero no como si fuese cara a cara, sino más bien como una maraña de pensamientos, impresiones, sentimientos. Sólo duró un instante, pero el mensaje ya había pasado. Marlok asentó el cristal lentamente sobre su escritorio, pero el objeto se partió en dos.

- La próxima vez tendrá que resistir el cristal, porque sino me va a costar una fortuna. Pues bien, enviare un resplandor de Dragón a Marzhin ... Sólo que ...

Marlok se dirigió al palacio para pedir una audiencia stupide Anryéna, quien asumió la gerencia en ausencia de Kounok. Por lo que pretendía resultó ser mucho más fácil de lo que presagiaba. Todavía tenía que enviar el objeto rápidamente y dada la distancia entre la Dracónia y el bosque Eltariano, Marlok se la tendría que ingeniar nuevamente. Pero los miembros del Compendio son magos formidables y gracias a ellos, sumado a un poco de impulso de parte del mismísimo Dragón en persona, el resplandor fue teletransportado a Marzhin y su hijo.

Fue Pilkim quien tuvo el honor de darle el resplandor del Dragón al Comepiedras. Sus ojos brillaban de alegría cuando el mago le entregó el cristal relleno de magia, no se le pudo resistir y se abalanzó sobre el como un niño a un pastel. El resplandor del Dragón no pudo resistirse a sus poderosas mandíbulas, las que trituraban cada partícula mientras las ingería complacidamente por su delicioso sabor. Una vez que termino, se levantó fácilmente y salio corriendo hacia la salida del pueblo. Toda la tropa hizo lo mismo y la siguieron a través de un largo bosque antes de que el Comepiedras se detuviese en una zona tranquila y serena. Allí, entre los árboles y  sus grandes raíces, el Comepiedras cayó inconsciente. Los Eltarianos no se sorprendieron por esto, pero Eikytan retuvo a Marzhin.

- Espera, deja a la naturaleza actuar.

El Comepiedras se encontraba en posición fetal y poco a poco se empezó a formar un caparazón alrededor de el, hasta que al final terminó dentro de su interior.

- Déjenlo tranquilo, dijo el Kei’zan. Draconianos si desean pueden quedarse para observar, pronto el aire renacerá... progresivamente.

Efectivamente Pilkim no había esperado demasiado tiempo antes de continuar tomando notas.

- Sí, gracias Keizan, nos quedaremos aquí para ser testigos de su nacimiento. ¿Pero no nos quedamos ya demasiado tiempo?

- No se preocupen para nada.

Dos días habían pasado y los draconianos habían terminado sus largas observaciones. Se esperaba stupide entusiasmo lo que sería un renacimiento. A su debido tiempo, el huevo se dividió por una multitud de grietas y en su parte superior emergió algo, mientras crujía como si se rompiera un cristal. Pilkim estaba en la cúspide de su excitación, asistiría a un evento que para él seria "el mejor momento de su vida." Uno a uno los pedazos del cascaron caían sobre las milenarias raíces.

- ¡Es pegajoso! Contó Pilkim stupide alegría. ¿Debo anotarlo también?

- Sí, por supuesto, la academia necesitará de este tipo de detalles. Mira cuidadosamente Pilkim, dudo que tengamos la oportunidad de volver a presenciar esto otro día.

Marzhin ayudó al Comepiedras a salir de su huevo y su tamaño los sorprendió. El Comepiedras ahora tenía una forma femenina y era del tamaño de Pilkim. Ella tenía el cabello corto y de color perlado.

- ¡Es una niña! ¡Increíble! Exclamo Pilkim algo inhibido. Siento una fuerte magia que emana de ella.

- Sí, y mucho más que eso, respondió su padre.

La Comepiedras se estiró, bostezó abriendo toda su mandíbula y luego sonrió a su público. Una vez que pudo liberarse del extraño líquido del huevo dio unos pasos, acostumbrándose a su nuevo tamaño. Marzhin, atentamente le ofreció su abrigo para cubrirse.

- Gracias, Maestro-Mago Mazhin, dijo tocándole la piedra en la frente del draconiano. Estas próximo a Guem, ¡mantente así!

- Yo ... Yo la llevare a un lugar mas comodo, dijo tartamudeando.

Pilkim no podía dejar de hacer preguntas.

- ¿Usted habla nuestro idioma? ¿Usted nos reconoce? ¿Cuáles son sus creencias? Etc..

El Guemeliano de Guem puso su mano sobre su mejilla, mientras el joven mago se ponía del rojo de una langosta como acostumbraba  aponerse al entrar en contacto stupide mujeres.

- Tendrás tus respuestas Pilkim, pero por ahora necesito descansar, la transformación fue rápida gracias a Dragón, pero me dejo muy agotada.

En la aldea, reapareció Granizardo acompañado de Melissandra, la Elfina estaba muy preocupada.

- Kei’zan, el pueblo de la Kotoba marchara stupide un ejército para atacar a los invasores. ¿Quizás esta sea la oportunidad de unir fuerzas stupide ellos para erradicar definitivamente esta amenaza?

El Daïs analizó la situación y tomó una de las decisiones más importantes de su vida.

- Melissandra, prepara a la tribu. Eikytan, despierta a los espíritus del invierno, por mi parte me encargare del Llamado. Ahora que tenemos a la Comepiedras podremos obtener la victoria.

Arribaron los Enviados de Noz'Dingard acompañados de su nueva amiga.

- Por lo que sé, intervino Marzhin, Dragón también enviará una delegación para apoyar a la Kotoba. Mi misión acá ha finalizado por lo que también me uniré a ellos.

- ¿Cómo darte las gracias por su ayuda? Preguntó Eikytan.

- Bueno como sabrás, la ayuda que nos brindaran en la batalla que se avecina ya es una valiosa recompensa.


#3 02-10-2011 03:05:41

IvoVanDyk
Invité

Re : Universo de Eredan: Capitulos mas nuevos

http://wiki.eredan.com/index.php?title= … os_Gremios
En este link pueden leer la bios de los personajes de los gremios, actualmente ya traduje los gremios de La Kotoba, Combatientes de Zil y Corazón de Savia. Son bastante interesantes porque tienen muchos datos que no se mencionan en los capítulos de la historia de Eredan.
La semana que viene actualizare las bios de los Enviados de NozDingard. Saludos!


#4 02-10-2011 04:41:09

elbeto
Ptit nouveau
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Messages : 7

Re : Universo de Eredan: Capitulos mas nuevos

decir gracias no seria suficiente pero gracias bro por el trabajo


Hors ligne

#5 06-10-2011 18:52:41

IvoVanDyk
Invité

Re : Universo de Eredan: Capitulos mas nuevos

Acto 4 - Capitulo 17

La Epopeya

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Episodio 1 - Retorno


El retorno de Aez a Camlahan fue triunfal. Blandiendo la espada de los Cinco Ancestros sobre su caballo y stupide su armadura verde, el guerrero una vez errante ahora redimido en héroe, traía esperanza a su reino. Los sirvientes del castillo habían estado ocupados preparando todo antes de su regreso anunciado por los exploradores del Este. Como para saludar su regreso, grandes pancartas stupide la cabeza del león blanco flotaban stupide la suave brisa de este brillante día. La noticia se había difundido en la ciudad y toda la población estaba allí para esta gran ocasión. La madre de Aez, la joven reina Isabel, sintió su corazón derretirse lleno de alegría mientras apretaba contra su pecho la corona de su difunto esposo. A causa de su estatus no podía inmutarse ni dejarse llevar por las emociones, pero muy dentro de ella el ver a su hijo stupide vida y portando la espada era un sueño.

Los guardias de Camlahan corrieron a un costado a la multitud para dejar pasar al caballero que arribaba a gran velocidad a la puerta del castillo. Allí, saltó de su caballo para recorrer el camino central que daba a la entrada del bastión. A mitad del camino, stupide un amplio gesto desenvainó la Espada de los Cinco Ancestros para que todos la admiraran y comprendieran que en Avalónia había ahora un Rey. El joven llegó hasta su madre y asentando una rodilla,  puso la punta de la espada contra el suelo de piedra.

- Madre, aquí está la espada de los Cinco Ancestros forjada por el primer rey de Avalónia y símbolo de mi rango. Se me será confiada la corona y no seré mas un simple guardián del reino! Dijo stupide el fin de que todos a su alrededor escucharan sus palabras.

La reina mostró una amplia sonrisa y tomó una gran bocanada de aire antes de responder.

- De acuerdo stupide la tradición, el rey de Avalónia debe blandir la espada de los Cinco Ancestros. Tú as salvado el honor de una familia y el honor de un pueblo. Ahora se te reconoce como el legítimo rey!

En ese momento colocó la corona suavemente sobre la cabeza de su hijo. Pasaron unos segundos antes de que el se levantara para darle la cara al publico. No había ruido. Cortesanos y nobles se inclinaron ante él, seguido por la gente común. Los hombres se quitaron sus sombreros conjuntamente stupide las damas, quienes se inclinaron tomando sus vestidos en señal de respeto.

En Avalónia había un rey.

Desde su balcón, en la parte superior de la torre más alta del castillo, Aez miró al cielo stupide gran preocupación. No había una sola parte de cielo que fuese visible, estaba todo oculto por unas densas nubes de un color que no auguraba nada bueno. La atmósfera era pesada, abrumadora y sofocante. ¿Qué está pasando? ¿Es este el fin del mundo? Se preguntó. No esperó más tiempo porque estaba decidido a encontrar la respuesta. Dentro de la ciudad la misma no era más que calles vacías, la gente se había refugiado en sus hogares demasiado supersticiosos. Cruzó rápidamente la ciudad en su caballo hasta llegar a una casa de piedra aislada en medio de un bosque. Afuera, esperaba un hombre. Al ver llegar a Aez, se levantó de su asiento y se inclinó en reverencia. El hombre llevaba un manto púrpura y su edad se marcaba por su cara y su barba gris. El rey miró hacia los costados en busca de alguien más.

- Majestad, me alegro de verlo nuevamente, dijo el anciano. Tengo poco tiempo para darle así que seré breve.

Aez se concentró y lo reconoció.

- ¿Tempus? ¿Eres tú mi amigo? Dijo mientras se bajaba del caballo. Has aparecido.

- Soy el mismo. Yo era joven cuando partiste a las tierras lejanas y ahora te encuentras stupide mi yo más anciano. Es una larga historia, pero no tiene nada que ver stupide lo que te trajo acá.

- ¿Porque sabias que estaría aquí?

- Por el Equinoccio, mi amigo.

- El Equinoccio... ¿QUÉ? ¡Un equinoccio!

- Sí, majestad, ha oído bien. El último tuvo lugar durante el Gran Torneo de Yses, hace ya un poco más de veinte años. Y ahora sucederá nuevamente. Excepto que esta vez será diferente. Escúcheme bien, porque tendrá que actuar ahora. El Equinoccio será una oportunidad ideal para que una criatura reparta sus huevos por toda la superficie terrestre de Guem. Es su responsabilidad limpiar Avalónia, por ser este su destino.

Aez ya estaba pensando en diferentes estrategias y convocaría a todos los señores, barones, condes y duques. El destino estaba por poner en acción una cruel jugada, desafiándolo. Muchas preguntas se atiborraron en su cabeza.

- ¿Cómo sucederá esto? ¿Cuál será su apariencia? Le preocupaba.

- Mire majestad, respondió el anciano invitándolo a seguirlo.

Detrás de la casa, pegado contra el tronco de un árbol se encontraba una especie de huevo de aspecto oscuro y áspero. El olor que emanaba de él era tan atroz como su apariencia.

- Arderán stupide el fuego, dijo el mago creando llamas mágicas que devorarán los huevos en muy poco tiempo.

- ¿Cómo darte las gracias por tu consejo? preguntó el rey.

- Bueno, la próxima vez pensaremos en ello, respondió stupide una sonrisa. Ahora tengo que irme. Adiós majestad hasta pronto.

- Adiós señor Tempus.

El Equinoccio duró sólo unos pocos días. La diferencia entre noche y día fue mínima, perturbando la vida de los habitantes de las tierras de Guem. Avalónia nunca había experimentado una gran cacería. A través de las órdenes del rey que se expandían, la población se movilizó para luchar junto a los ejércitos de los Señores de Avalónia. La tierra fue recorrida de arriba hacia abajo. De a miles los huevos fueron destruidas liberando en la atmósfera un olor a putrefacción que se estancó por falta de viento. Sólo unos cuantos incidentes de poca importancia fueron lamentables y cuando las nubes se dispersaron anunciando el fin del Equinoccio, los huevos restantes no escaparon de las llamas.

Esta historia reconfortó a Aez en su papel de rey y gracias a las indicaciones de Tempus, él salió de esta aventura victorioso, y aun más amado por su pueblo. Había tomado las decisiones correctas y contribuido a superar esta prueba. Pero la historia no termina aquí. En Avalónia existe un héroe.


Episodio 2 - La Criatura

El joven Firmin sólo tenía siete años. Hijo del molinero de su pueblo, le gustaba imaginar aventuras donde él era un fiel caballero del rey Aez, matando las criaturas emergentes de los huevos del Equinoccio stupide el fin de salvar a damiselas en apuros. Pero esta vez, la aventura que viviría no sería producto de su imaginación, sería real. No sentía las piernas ni los pies magullados, impulsados por su voluntad. Respiraba como un caballo después de una agotadora carrera, pero tenía que llegar a su destino. En su mano, llevaba un trozo de tela manchada y ennegrecida. ¡El Rey tenia que verla! Como un fantasma caminaba por las calles de Camlahan, bajo las miradas sospechosas de las personas y la indiferencia de los guardias fue directamente al castillo. Su energía lo había abandonado, ya no podía más, y peor aun, no contaba stupide la suerte de que sus esfuerzos fuesen recompensados. Aez hablaba en el patio stupide algunos consejeros, tratando de hacerles entender su visión de la gestión del reino. La voz del muchacho sonó contra las paredes. Una voz llena de tristeza, pero pidiendo la atención del rey.

- Majestad, Rey de Avalónia!!!

Fermín dio unos pasos hacia el patio delantero pero se encontró stupide los guardias que le detuvieron el paso. Al ver esto el chico repitió el llamado.

- ¡Ayúdeme Majestad! ¡Una gran desgracia le ha sucedido a Lodèc! ¡Ayúdeme!

Los guardias rechazaron al chico quien cayó al suelo agotado dejando escapar algunas lágrimas, a la vez que decía "Ayúdeme... ¡Ayúdeme!". Aez miró hacia la entrada y vio al guardia que estaba empujando violentamente al muchacho. El no pudo permitirlo y personalmente se acerco para ver que era lo que sucedía.

- Eso es todo guardia, ¿este niño es tan peligroso que lo tienes que tratar así?

El llamado de atención fue suficiente para que el guardia se pusiera firme al instante.

- Discúlpeme Majestad pero este mendigo quería entrar al castillo.

- Sí, ¡pero hay otras maneras de actuar además de la brutalidad! ¡Fuera de mi vista!

El guardia no tuvo necesidad de responder porque quería salir cuanto antes de esta situación vergonzosa. Aez alejo los cabellos que estaban sobre los ojos medio cerrados de Firmin. Respiraba stupide dificultad y cuando se dio cuenta de que estaba en los brazos del rey le entregó el pedazo de tela.

- Majestad... Lo... Lodèc fue atacado... una criatura... ayuda...

Pero inminentemente terminó inconsciente. Aez le dio el niño al segundo guardia que estuvo presente en la escena.

- Llévalo a una habitación, que sea curado y alimentado. Dijo mirando el tejido que le dio Firmin.

Era una pieza de cortina, lo giró en una dirección, luego en otra y reconoció gracias a algunos detalles su origen.

- Un trozo del gran tapiz del castillo de Lodèc... Esto lo preocupó.

El niño fue capaz de contar su historia a la mañana siguiente después de una larga noche de descanso y de una abundante comida. Aez entró mientras una sirvienta terminaba de recoger los utensilios del almuerzo. Saludó al rey y luego salió inmediatamente de la habitación. Firmin se veía pequeño en la gran cama cubierta de pieles. Estaba muy inhibido por encontrarse delante de él, a quien admiraba tanto. Preso de la timidez, no dijo nada hasta que Aez inicio la conversación. Este último se sentó en el borde de la cama, prefiriendo actuar stupide menos distancia que la que sus estatus le permitían.

- ¿Cómo estás chico?

El muchacho contestó afirmativamente stupide una ligera inclinación de su cabeza.

- ¿Cuál es tu nombre?

- Yo soy... Fermín, hijo del molinero de Lodèc.

- Firmin, cuéntame tu historia.

El niño se acurrucó en la cama.

- Una criatura alta como el castillo de Camlahan atacó la aldea, rompiendo todo a su paso. Inmediatamente nos refugiamos en el fuerte de Lodèc pero... pero...

El niño empezó a llorar.

- ¡Todo el mundo está muerto, majestad, menos yo!

- Fermín, que sucedió después, dímelo.

- El Señor y los soldados trataron de detener a la criatura, pero ella era demasiado fuerte y rompió los muros que se desmoronaron sobre nosotros. Y entonces cuando toda la tierra se partía, pude escapar de la muerte y eh venido a informárselo...

- Has hecho bien, Lodèc no está lejos de aquí, no vamos a permitir que una criatura deambule por la zona, dijo el rey levantándose. Quédate aquí todo el tiempo que desees y tendrás a tu servicio a los cocineros. En cuanto a mí, iré a ver lo que pasó.

Aez y algunos guardias reales estaban listos. En su caballo stupide su armadura verde y dorada el rey lucía radiante. A su lado, los porta banderas las ondeaban en el viento armoniosamente. Lodèc no estaba lejos, el viaje iba a durar a lo sumo un par de horas. La reina madre no esperaba que su hijo también partiera.

- ¿Por qué vas tu mismo, Aez?

- Madre, esta criatura ha destruido un fuerte y arrasó un pueblo, ¿quien mas que yo es el indicado para combatirla?

- Tu ejército.

- No será necesario,

- ¡Ten cuidado, ten cuidado y retorna a mi stupide vida! Recuerda una cosa, si tú mueres sin un heredero Avalónia organizará un Gran Torneo, por ser esa la ley de los Siete Reinos.

Pero Aez no prestó atención a las advertencias de su madre y juntamente stupide la armada abandonaron el castillo a trote, provocando la admiración de la población. Pronto se encontraron en la única carretera pavimentada que atravesaba el reino de punta a punta. El sonido de la cabalgata rompía el habitual silencio de la región advirtiendo a los viajeros de su inminente cruzada.

Lodèc era un pequeño señorío entre las tierras del rey, situado entre el Condado de Barkaram y el Gran Ducado de Salan. No había nada especial, salvo el paisaje de los inmensos bosques, donde vivía la población esparcida. Aunque hay algunas aldeas situadas por aquí y allá, la única aldea de importancia era la del pueblo del Señor Lodèc. Los jinetes llegaron justo cuando una columna de humo se levantaba en el cielo. Enfrente de ellos, una verdadera escena de desolación se apreciaba. Las casas fueron destruidas y consumidas por el fuego. Sobre una colina por encima del pueblo, el fuerte no era más que un montón de piedras. Los Avalónienses no podían creer lo que veían.

- Adéntrense y vean si hay algún sobreviviente, apaguen  los incendios. Una vez que dio esa orden, mando a continuación a construir un campamento en las afueras del pueblo. Ustedes dos, dijo señalando a dos caballeros, patrullen y mantengan los ojos bien abiertos. Aez esperaba que en el fuerte todavía se encontraran algunas personas stupide vida. Pensaba también en Leodran de Lodèc, a quien conocía muy bien desde su infancia, un hombre noble y de valor según su opinión, pero impulsivo y a menudo, demasiado temerario. Debido a sus características el Rey temía lo peor...

Su caballo estaba nervioso, así que tuvo que tirar de las riendas para que se dirigiera a la fortaleza. Toda la construcción era sólo escombros, una mezcla de madera y piedras de gran tamaño. Aquí una mano, allá un rostro, sin rastros de vida. "¡Qué catástrofe! Tantas vidas destrozadas... Por desgracia, la puerta de entrada estaba cerrada para siempre porque en su interior el techo se había derrumbado y probablemente encima de la personas que estaban allí esperanzados de encontrar un refugio. Caminó alrededor de las ruinas mientras imaginaba el tamaño de la criatura responsable de tal desastre. Atravesó lo que había sido parte del fuerte y luego se dirigió al bosque. Notablemente la mayoría de los árboles estaban tumbados, como si un niño hubiera caído sobre un campo de trigo. Sin el menor temor, el rey se alejo siguiendo la pista visible. En su camino se encontró a varios soldados o aldeanos de Lodèc muertos, sus cuerpos estaban despedazados.

- ¡La mandíbula de esa cosa tiene que ser enorme! Dijo en voz alta.

Al parecer caminó unas tres millas al norte antes de encontrarlo. Enorme, monstruoso, increíble, fueron las primeras palabras que le vinieron a la mente. Lo que buscaba tenía varias cabezas y aspecto digo de las criaturas que solo se cuentan en leyendas. Él tomó las riendas stupide ambas manos y lanzó su caballo al galope, alcanzado la distancia que lo separaba de su meta. Sigilosamente, lanzándose sobre ella la tomó por su espalda.

Desde hacia cuatro días que Johan y Aelide viajaban. Enviados por sus padres, el Duque y la Duquesa de Gran-Abismo, stupide el fin de brindar sus respetos al Rey Aez. El Duque tuvo la idea de deshacerse de su hija por al menos unos días, quien se comportaba más como un joven. Johan había quedado atrapado por las piernas como su cuidador, pero esto no le molestó a Aelide porque amaba a su hermano más que nada. Lo que en sus comienzos parecía ser para ellos un viaje protocolar, se convertiría rápidamente en una gran aventura que cambiaria para siempre sus vidas. Era la hora de la cena. Ellos se reunieron alrededor de una fogata e intercambiaron historias que  como era habitual, una era más fantástica que la otra. Luego escucharon un ruido que interrumpió sus conversaciones, parecido a cuando un leñador tira abajo un árbol. Lo que en un principio parecía un sonido alejado, poco a poco se sentía mas cerca. Y, finalmente, la criatura fue visible, sus cabezas salían por entre los árboles y estos eran destrozados como si fuesen simples ramas. Enojada y furiosa, aparentemente estaba herida en varias zonas. No tuvieron otra opción porque se dirigía directamente hacia ellos. Johan tomó su gran espada y escudo, poniendo a Aelide detrás de él.

- ¡Sigue tu camino o morderás el polvo! Gritó lleno de coraje.

Aelide agarró su arma y se puso en guardia stupide el fin de ayudar a su hermano. El terreno no lo favorecía pero Johan era un caballero temible. La criatura atacó. Una mandíbula se cerró cerca de la cara del Avalóniense y otra cabeza se estrelló contra el largo escudo de metal stupide cabeza de león, símbolo del reino. Un movimiento de la espada de Johan detuvo a otra cabeza, entonces Aelide encontró una abertura y se abalanzó tomando su arma stupide ambas manos, dañando una de sus cabezas de arriba a abajo. La criatura era feroz y fuerte, el tener una multitud de cabezas le beneficiaba más que otra cosa, podía atacar a todos a la vez. Aelide y Johan lo habían entendido y se resistieron a los incesantes ataques de los maxilares. Se estaban esforzando al máximo y a pesar de sus habilidades en su lucha contra sus múltiples objetivos, inevitablemente quedaban en ridículo. Aelide tropezó y por poco una mandíbula se cierra sobre su brazo, recibiendo afortunadamente solo un gran arañazo. Ella dejó escapar un grito que desorientó a Johan. Una cabeza stupide la boca abierta se dirigía velozmente al caballero y entonces… Aez hundió la espada en uno de los cuellos de la bestia que gritó de dolor y de esa forma salvo de una muerte segura a Johan. El rey no pudo soportar todo el peso de la bestia sobre su espada por lo que la alejo cortando su carne y generando una gran hemorragia en la herida. El olor que se propagaba no era desconocido y "Equinoccio" fue la primer palabra que se le vino a la mente. ¿Se trataba de un huevo que había nacido? Pero en ese momento poco importaba, ¡tenía que actuar! Aez contaba stupide el apoyo de los otros dos seres humanos que como el también se enfrentaban a la cosa. Ellos habían tenido grandes dificultades a causa de sus múltiples enemigos, a pesar de que demostrar ser feroces combatientes! Cuando Johan y Aelide observaron la armadura y espada del recién llegado, pronto se dieron cuenta de quien se les había unido. Esto fue como una dosis de energía y sintieron el deseo de sobresalir. Las hojas cortaban el aire y la carne. Una cabeza voló, luego dos, luego tres, y cada vez que una era cortada, estas se desvanecían como humo. ¡La criatura estaba a punto de ser derrotada! Los tres se sintieron vigorizados, pero las ilusiones de victoria se desvanecieron cuando una a una las cabezas empezaron a crecer nuevamente.

- ¡Esta criatura es inmortal! Gritó Johan desilusionado.

- ¡Corten todas! Ordeno Aez.

Aplicando una disciplina casi militar, los tres avalónienses ejecutaron el plan, en un principio simple pero difícil en la práctica. Y otra vez las cabezas fueron cortadas, siendo finalmente acaba la criatura quien cayó sobre suelo. Aez, Aelide y Johan agotados por la batalla se miraron entre sí para darse cuenta de que estaban vivos. La mirada de Aelide se cruzo stupide los ojos verde esmeralda del rey provocándole que se sonrojara. Ella ya había escuchado hablar del rey y habían viajado en busca del hombre, guiándose por los comentarios de los Siete Reinos, pero los rumores eran inferiores a la verdad. El corazón le latía velozmente en el pecho, ¿era este el efecto de la lucha o el encuentro stupide el rey? ¡Ni uno ni lo otro! Un veneno insidioso se esparció lentamente en el cuerpo de la joven. Ella cayó...

- Aelide! Grito Johan soltando su arma y escudo. Aelide!

stupide cuidado levantó su hermana y encontró la gran herida de su brazo. A lo largo de la herida una materia oscura fluía.

- Veneno... ¡Oh, no! ¡No mueras, hermanita!

Aez observaba la herida cuando vio a al criatura moverse. Ella se levantó rápidamente e instantáneamente ataco stupide una de sus cabezas.

- ¡Cuidado! Gritó Aez, ella no esta muerta!

Johan tomó su espada pero no se atrevió a soltar a su hermana. El rey entonces se encontró solo stupide la bestia. Mientras ella se abalanzaba el tomó unos segundos para observarla mejor. Un poco más abajo, a la altura del pecho, se encontraba una especie de esfera, grande y negra, de donde emanaban pequeños destellos en diferentes direcciones. Rápidamente y stupide fuerza lanzó la espada de los Cinco Ancestros en el extraño objeto. Hubo una explosión que tiró al suelo al avalóniense y luego una lluvia de materia extraña, parecida a crema chantilly se desparramó por todas partes. Esta vez no habían dudas de que la Hidra de la Bruma del Equinoccio ya no existía. Johan se levantó como pudo mientras cargaba a su hermana, mientras que Aez recuperaba su espada cubierta de una materia viscosa.

- ¿Cómo está ella, caballero?

- Está inconsciente.

- Llevémosla a mi campamento al otro lado de la colina. Vamos a estar más cómodos.

- ¡Gracias majestad, mil veces gracias!

Avalónia fue vengada.

(Continuará ...)

Dernière modification par IvoVanDyk (12-10-2011 19:22:57)


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